Marcela Podda: "La gente pretende un comunicador que sea intendente, chofer o maestro"

Con 22 años de trayectoria en los medios, sostiene que la sociedad les pide a los periodistas que se ocupen de los problemas a los que nadie no les da solución.

Marcela Podda es hoy una de las comunicadoras sociales más reconocidas de San Juan. Desde hace 22 años, es periodista y conductora de ciclos en radio y televisión, además de presentadora y animadora de festivales y desfiles, entre otras actividades.

En la actualidad, al frente del programa radial “De Boca en Boca” (de lunes a viernes, de 8.30 a 13 por radio Colón), donde trata un amplio abanico de temas que ven desde el reclamo vecinal o gremial a las entrevistas políticas y culturales, sostiene que “hoy en día la gente pretende un comunicador que sea: el intendente que le pavimente la calle, el chofer que le reciba la credencial o el maestro que no le haga paro...”

-¿Cuánto influyó la profesión de tu papá, Héctor Podda, en tu decisión de ser comunicadora social?
-Creo que mi papá influyó en mi vocación desde el ejemplo, más que desde la motivación. De hecho, no quería que fuera periodista, por eso que tienen los padres de protegerte de aquellos pesares que tiene la profesión…

-¿Qué te atrajo para dedicarte a esto?
-Me crié en una casa donde se leía mucho, se comentaba en la mesa sobre temas de actualidad, se hablaba de teatro, se iba al teatro, donde siempre había música, creo que fue tan natural... A los 6 años, jugaba con un grabador en la casa de mi abuela entrevistando a la familia y mi co conductora era Nina Galván. ¡Qué atrevida la niñita! (risas).

-Cuando tomaste la decisión de ser periodista, ¿cuál fue la reacción de tu papá?
-Cuando lo decidí, mi papá me apoyó 100%.

-¿Cuál es para vos el rol de los comunicadores?
-El comunicador es el interlocutor. Estoy aquí para escucharte, me importa lo que te pasa...intercedo por vos en lo que puedo. También opino y te digo lo que pienso

Ese es el lugar que a mí me interesa ocupar. El tema es que hoy en día la gente pretende un comunicador que sea: el intendente que le pavimente la calle, el chofer que le reciba la credencial o el maestro que no le haga paro...

-¿Sentís que te ponen en el rol del funcionario?
-Te lo reclaman todo el tiempo: "Ustedes que tienen más llegada...". “Ustedes que pueden, ¡hagan algo!”

- ¿Lo vivís como una presión extra?
-A veces te frustra. Cuando la solución no está en tus manos…Es doloroso. Pero uno sabe que pone todo y está bien reconocer las limitaciones…Eso se adquiere con trabajo, con el tiempo. A veces uno no toma conciencia del tiempo que ha pasado en esto. Empecé a trabajar en el noticiero del canal 8 haciendo un reemplazo, a los 19, y hoy tengo 41. La gente sabe que tengo millones de defectos, pero jamás mala intención.

- En lo personal, ¿sentís que te perdiste algo de la vida, por esta sobre exposición?
-Nunca. Trabajo de periodista, animadora de TV, presentadora. Es una parte importantísima de mi vida. Pero todos sabemos que lo realmente trascendente está en otro lado: En los afectos, los amigos, lo cotidiano. Si por cuidar el rol no puedo ir a tomar mate a Ausonia en zapatillas, entonces, ¡paso!

-Igual, debe ser una carga a veces porque las quejas, las sugerencias, te llueven a cada instante, en la peluquería, el supermercado, etc. ¿Cuándo decís: hasta acá?
-Si no me dejas ver la obra de teatro de mi hija para comentarme un tema de laburo, seguro te digo: “Llamame a la radio”. Me parece que hasta ahí llego...

-Diplomacia, sobre todo
-¡Dios no me ha dado esa virtud! ¡Es un ejercicio que debo practicar a diario! Igual, he avanzado bastante, ¿eh? “Perdone las molestias, estamos trabajando para usted…” (risas)

-Y tus hijos, ¿qué opinan de tu exposición?
-Lo viven naturalmente. Nacieron con eso. Yo hacia radio y TV mientras estaban en la panza. Valentina es la auténtica mujer 2000 (nació en ese año). Rara vez veía el programa. Le rompe un poco cuando los compañeros le dicen: “tu mamá debe ser millonaria…” ¡Le rompe porque no lo soy! (risas). Ignacio tiene 4 años y lo llevaron al autódromo parala Fiesta del Sol. Se sorprendió por verme en el escenario.

-¿Qué te decía?
-“Vos estabas cantando ahí: ¡Riiivaaadaaviaa...!” (risas). No tenía idea que yo hacía eso, bonito.

-¿Pensás que a veces está distorsionada la imagen del periodista en la sociedad? Por lo qu e le dicen los compañeros a Valentina
-Nunca les digo: miren que mamá trabaja en la tele... En general se tiene la idea de lo que muestra el medio porteño. Cualquiera que sale en la tele, que está en los medios, tiene un buen auto, veranea en Punta, tiene acceso a un ambiente que no es para todos. O al menos, eso se muestra… Los números que maneja Buenos Aires están tan lejos de nuestra realidad, ¿no? De todos modos creo que eso se da en un grupo de 10 o 15 que son los más conocidos y el resto....cartón pintado.

- En general, los periodistas de afuera tienen más credibilidad. En temas polémicos, como la minería, has recibido críticas, aunque fuiste pluralista al escuchar a todas las voces ¿Por qué te parece que ocurre?
-Para el provinciano (no me gusta mucho decir "el interior") tiene mucho peso lo que te cuentan desde afuera. Parece una verdad absoluta. Mirá: yo era televidente de " La Liga". Consumía con mucho interés sus informes, muy jugados. Hasta que vinieron a Jáchal y encontré gente que vive a 10 cuadras de la plaza 25 de Mayo representando el rol de una "abnegada vecina jachalense". Entonces me di cuenta la habilidad que tienen algunos para meterle a la gente el dedo en la boca. Si se trata de cuestionar los métodos de extracción de la minería metalífera, me interesa mil veces más lo que dice la FUCI (NdelaR: Fundación Ciudadanos Independientes), que lo que dibuja un porteño.

-¿Pensás que el rumor se ha instalado en los medios en los últimos años? Jorge Rial armó una escuela que se extendió a los otros ámbitos…
- A ver… No sé si una escuela, pero seguro un gran negocio. El rumor vende bien, mide bien. Hoy rige la ley del " tanto tenés, tanto valés" y en San Juan la usina del rumor funciona bien,  mucho (NdelaR: remarca “mucho”) antes de Rial. Si no, recordemos todos los mitos populares alrededor de personas conocidas. En eso, los periodistas encabezamos el ranking. "Mi cuñada que es vecina, dice que le contó el almacenero...", " Mi prima estaba de guardia y un enfermero le contó", "Una maestra del turno tarde los ha visto", pero ninguno fue testigo presencial. ¿Te diste cuenta?

-¿Cómo te manejás con los rumores?
-Los rumores son sólo eso. Hay que tomarlos con calma, con cautela y chequear, chequear, chequear.... Prefiero perder 15 minutos en confirmar, antes que dar una primicia "pescado podrido".

-¿Por qué cuesta ser creíble en San Juan?
-Qué te van a aplaudir, si sos de aquí, ¿no? Existe la fantasía de que el poder lo consigue todo, compra todo, paga todo, tapa todo. Y es costumbre de muchos meter a todos en la misma bolsa, por eso se hace difícil.

-Hablando de poder, ¿qué opinás de la ley de medios audiovisuales?
-Hay cambios necesarios, esperados por muchos años. Me gusta la idea de una norma concebida en democracia y hay tantos otros aspectos hechos a la medida de la pelea con Clarín.... Quiero leyes que le sirvan a la gente, en el día a día. Así debería ser.

-La sociedad en general no tiene noción de en qué la beneficia una nueva ley de medios o no es un tema que le interese. ¿Pensás que estuvo mal comunicada?
- Si, definitivamente mal comunicada. Pese a que hubo todo un año de debate previo. No se motivó el interés de la comunidad. Parecía una cuestión del gobierno, de algunos medios, de algunos periodistas...entonces "doña Rosa" dirá: “No es problema mío... A mi que me cobren más barata el azúcar, que me den el 82% móvil, que le den clases a mi hijo todos los días, que haya pediatra en la salita...”.

- Un tema polémico ahora es el matrimonio gay ¿Qué opinan, en general, los sanjuaninos?
-Hablo por la audiencia de "De boca en boca" solamente: la mayoría no está de acuerdo con esa opción; y noto que lo que más se cuestiona es la posibilidad de adoptar hijos. En ese punto, para ellos, se mete el dedo en el ventilador. La gente opina con un criterio bastante conservador. De hecho, creo que en San Juan aún priman ciertos valores que en otros lugares parecen extinguidos y seguramente hay mayoría que piensa así.

-Estás en contacto directo con los oyentes, ¿notás que aún falta madurez para el debate de los temas necesarios sobre los urgentes?
-En una Argentina donde resulta tan difícil prever, es tanto más complicado para la gente detenerse a pensar en lo necesario por sobre lo urgente. Lo notás cuando hablás con algún argentino radicado en el exterior. “Aquí (en Italia, Alemania, España) se planifica todo, sabés cuánto ganás, comprás tu auto en cuotas, pagás una hipoteca durante 20 años...En Argentina, ¿quién sabe qué pasará mañana? Y si al gobierno que viene no le gusta algo que hizo éste, ¡chau! Borrón y cuenta nueva.

-Como periodista, ¿te frustra más que como ciudadana común esta situación?
-Puede ser que desde el rol, uno tienda a intelectualizar más las cosas. Pero ante todo me preocupo como argentina, como sanjuanina, ¿sabés? Yo quiero mucho a mi patria, con todo lo que pueda haber para mejorar, yo estoy orgullosa de haber nacido aquí. Y desde mi lugar hago todo lo que esté a mi alcance por mejorar un poquito cada día.


Nota publicada el 14 de mayo de 2010 en El Nuevo Diario.

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Marcela Podda.
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Marcela Podda.