Zunino. Una familia protagonista en la vida económica de San Juan

De origen italiano, específicamente genovés, los Zunino llegaron a San Juan a fines del siglo XIX y se convirtieron en destacados empresarios y dueños de importantes propiedades, a ellos les perteneció en algún momento la Pampa del Leoncito, fueron fundadores del Banco Hispano y un Zunino fue el único sanjuanino que llegó a la Fórmula 1.

De carpintero a banquero

Antonio Zunino era como muchos inmigrantes italianos de su época, un hombre dispuesto a dejar su tierra y a trabajar con gran esfuerzo en busca de un mejor porvenir. Pero, a diferencia de otros, con gran visión e iniciativa, logró convertirse en banquero y en el dueño de importantes propiedades.

 

El italiano dejó su Génova natal y llegó a San Juan a fines del siglo XIX, sin padres ni hermanos, acompañado y asegurado solo por sus conocimientos de carpintería. Abrió su propio taller sobre Avenida Libertador, unos metros antes de calle Urquiza, donde luego también construyó su casa. Al poco tiempo comenzó a crecer y logró abrir una ferretería sobre calle General Acha. Ese fue apenas el comienzo.   

 

A la par del crecimiento de sus emprendimientos, Antonio tuvo tres hijos: Antonio, Marcelo y Celia. Gracias a su trabajo, logró alcanzar una buena posición económica y decidió que sus dos hijos mayores se formaran en Europa, desde chicos. El mayor partió a Alemania con apenas trece años y poco después zarpó también Marcelo, rumbo a Inglaterra. Allá permanecieron varios años hasta que comenzó la Primera Guerra Mundial y su padre los mandó a llamar.

 

Antonio (h) se formó en el país de las potencias centrales y Marcelo en el líder de los aliados, así que no faltaron los debates sobre la guerra durante esos años, en la casa familiar. Al terminar el conflicto, ya casi a mediados de la década del veinte, Antonio padre fundó el Banco Hispano Ítalo Libanés junto a otros empresarios de la provincia y compró la Pampa del Leoncito, de Barreal. Los Zunino fueron propietarios de miles de hectáreas en esa localidad, que se convirtió desde entonces, y hasta la actualidad, en un segundo hogar para ellos. Antonio padre, el fundador de esta familia, falleció poco después del terremoto de 1944, tras sufrir un infarto.

 

Un empresario y político aventurero

Esta historia continúa con el segundo de los hijos de Antonio, Marcelo, que fue un gran emprendedor y sobre todo un aventurero. Él encontró en la hermosa joven Josefina Mó, una fiel compañera para varias de sus hazañas. Ella era hija de Fernando Mó, italiano oriundo de Turín y Santina Contardi, argentina hija de italianos pero que residió algunos años en Italia.

 

Para Marcelo, lograr conquistar a Josefina fue toda otra proeza. Él gastaba el pavimento pasando con su auto y tocando bocina frente a la casa de Josefina, así solían cortejar los hombres de esa época a las chicas. Ella no le prestaba atención, pero le terminó ganando por cansancio. Se enamoraron, se casaron y tuvieron tres hijos: Marcelo, Elsa y catorce años después llegó el menor, Ricardo.

 

Luego del terremoto de 1944, y con la muerte de Antonio, Marcelo se mudó con su familia a la casa que había sido de su padre, sobre Avenida Libertador. Había quedado sumamente deteriorada, así que volvió a levantarla, contratando a la constructora de Walter Melcher. Además, continuó con los emprendimientos de su padre. Trabajó en el Banco Hispano y levantó un nuevo edificio para la ferretería familiar, también con Melcher. La construcción, que fue moderna para la época, tiene tres pisos y está en el cruce de calle Mendoza y Mitre.

 

Además de su actividad como empresario, Marcelo se dedicó a la política. Fue un férreo opositor al cantonismo, más tarde al peronismo, fue diputado nacional por el Partido Demócrata y además fundador del diario La Acción, donde también escribió algunos artículos su hermano Antonio. Su oposición al peronismo, y el negarse a tener en el edificio del Banco Hispano retratos de Juan Domingo Perón y de Eva Duarte, contribuyeron al cierre de esta institución, que años más tarde recuperaría su hijo mayor.

 

La familia que cruzó la cordillera en los ´40

En la década del cuarenta, Marcelo junto a su esposa, sus dos hijos mayores y amigos, encaró más de una vez el desafío de hacer el cruce de los Andes. En esa época resultaba toda una hazaña, pero el hombre contaba con un muy buen equipamiento, caballos de montaña, carpas y viajaba acompañado de baqueanos y un médico amigo por precaución. Su mujer en una oportunidad fue la cocinera del grupo, era tan aventurera como él y una gran jineta, además era muy buena conductora. En esa época se iba sola en un auto Alfa Romeo hasta Barreal.  

 

La localidad entonces se había convertido en la segunda casa de la familia, que pasaba sus vacaciones y fines de semana en la vivienda que allí tenían. Hasta la actualidad, los hijos y nietos de Marcelo padre disfrutan del paisaje barrealino. El menor de los hermanos, Ricardo, administra allí la posada que dejó su padre.

 

Uno de los empresarios más destacados del país

El mayor de los hijos de Marcelo, Marcelo Zunino Mó, volvió a poner en funcionamiento el Banco Hispano, que quedó cerrado luego de la muerte de su padre. Hizo crecer la ferretería de la familia, tuvo la representación de Massey Fergurson, también de Fiat, hizo un convenio con Italia para traer Alfa Romeo y llegó a convertirse en uno de los banqueros más importantes de Argentina y fue vicepresidente de la Asociación de Bancos de la Argentina. Además, tuvo las siete bocas más importantes de estaciones de servicio YPF y hacía el traslado de combustible desde la planta de Luján a todo Cuyo y con FIAT llegó a tener una de las representaciones más importantes del país.

 

Sin embargo, el gobierno de la última dictadura militar, en los setenta, terminó con mucho de lo que Marcelo había logrado. Después de presionarlo para que vendiera el Banco Hispano, incluso lo detuvieron, le declararon una falsa quiebra a la institución por 800 millones de dólares.

 

El Zunino que llegó a la Fórmula 1

Elsa Zunino cuenta que su hermano menor, Ricardo, pudo haber heredado la habilidad para conducir de su madre, que era muy buena “piloto” y jineta. Cuando él tenía unos 7 u 8 años sus papás le regalaron una Maserati de juguete. Su hermano Marcelo y los amigos de este lo empujaban en bajadas y el conducía el pequeño vehículo. Más tarde, a los quince años, le sacó el auto a su mamá, un Fiat 1500, se fue a correr una carrera a Caucete y logró la victoria en esa competencia. Tuvo el apoyo de su madre, la ayuda de su  hermano Marcelo y en 1976 se consagró campeón del Turismo Nacional integrando el equipo de Fiat. Esa hazaña ayudó a que lo reconocieran en el país y lo catapultó a Europa y a la Fórmula 1, donde corrió entre 1979 y 1981.  
 

Las nuevas generaciones

De los hermanos Zunino Mó: Marcelo, ya fallecido, tuvo dos hijos: Marcelo Zunino, que es gerente del Banco San Juan y María Cecilia Zunino, que vive en Mendoza y es dueña de una empresa de productos orgánicos con distribución en todo el país.

Elsa: es madre de María Josefina Martín, arquitecta; Miguel Martín, licenciado en Marketing y Paula Martín. Elsa Junto a su hijo trabajaron en la estación de servicio que pertenecía a la familia y que está ubicada en Avenida Libertador y calle San Miguel.

Ricardo:

es padre de Santina Zunino, que heredó el amor por los caballos de la familia y especialmente de su abuela, Josefina Mó. Ella practica endurance y ha llegado a estar en el primer lugar del ranking de esa práctica, a nivel nacional.

GALERIA MULTIMEDIA
Antonio Zunino, el fundador de esta familia que llegó desde Génova, Italia.
Marcelo Zunino, hijo de Antonio Zunino, que al igual que su padre trabajó en el Banco Hispano, además fue diputado nacional.
La familia Zunino siempre disfrutó de los animales, en especial de los perros. Quien aparece en esta foto es Ricardo Zunino, en el fondo de su casa, con una de las mascotas que tuvieron, un perro Chow Chow.
Josefina Mó, la esposa de Marcelo Zunino, que lo acompañó en muchas de sus aventuras.
Ricardo Zunino cuando comenzó a competir en la Fórmula 1.
En la foto, atrás, están Miguel Martín Zunino y su primo Marcelo Zunino. Adelante está Miguel Martín (h) y su abuela Elsa Zunino.
Marcelo Zunino Mó llegó a ser uno de los banqueros más importantes del país.
Josefina Martín Zunino, hija de Elsa y nieta de Marcelo Zunino.
Cecilia Zunino, hija de Marcelo Zunino Mó, junto a Adriano Zenetiner.
Antonio Zunino, el fundador de esta familia que llegó desde Génova, Italia.
Marcelo Zunino, hijo de Antonio Zunino, que al igual que su padre trabajó en el Banco Hispano, además fue diputado nacional.
La familia Zunino siempre disfrutó de los animales, en especial de los perros. Quien aparece en esta foto es Ricardo Zunino, en el fondo de su casa, con una de las mascotas que tuvieron, un perro Chow Chow.
Josefina Mó, la esposa de Marcelo Zunino, que lo acompañó en muchas de sus aventuras.
Ricardo Zunino cuando comenzó a competir en la Fórmula 1.
En la foto, atrás, están Miguel Martín Zunino y su primo Marcelo Zunino. Adelante está Miguel Martín (h) y su abuela Elsa Zunino.
Marcelo Zunino Mó llegó a ser uno de los banqueros más importantes del país.
Josefina Martín Zunino, hija de Elsa y nieta de Marcelo Zunino.
Cecilia Zunino, hija de Marcelo Zunino Mó, junto a Adriano Zenetiner.
En la foto, atrás, están Miguel Martín Zunino y su primo Marcelo Zunino. Adelante está Miguel Martín (h) y su abuela Elsa Zunino.