Andrés Kerman: "La medicina funciona muchísimo más en base a prevenir que a curar"

El cirujano Andrés Kerman, afirma que no es bueno endiosar al médico. Y es fundamental la relación entre médico, paciente y familiares. Gran defensor de la medicina preventiva y de escuchar a cada uno de sus pacientes.

Andrés Kerman es respetado por sus propios colegas. El médico cirujano es considerado uno de los profesionales más destacados de la provincia y es un referente nacional. Es uno de los propietarios del Sanatorio Argentino y un gran difusor de la necesidad de la prevención en materia de salud.

Estuvo en el programa La Ventana en el ciclo de grandes entrevistas que realizan Juan Carlos y Juanca Bataller.

 

-Hay una gran competencia porque el médico tiene que dar explicaciones a gente que entra a Internet, analiza el análisis del laboratorio, se autodiagnóstica y después discute con el médico, debe ser difícil eso.

-En realidad creo que es bienvenido el hecho de Internet para que el paciente tenga argumento para comentar y obviamente en Internet pueden haber cosas muy buenas y otras muy malas y fuentes que son muy malas y fuentes que son muy buenas. Hay que aprovechar esa lectura e interés previo del paciente para charlar al respecto. El médico no  necesita demostrar que tiene razón, necesita que su enfermo recupere la salud que ha perdido o que no se enferme.

 

-Sí cambió algo: la confianza. Antes lo que decía el médico era palabra santa, ahora incluso se prefiere seguir un consejo de Internet que ir a la consulta…

-Eso es una interpretación de la cultura más allá de mi entendimiento porque no sólo pasa con el médico. Con el maestro es igual o peor el descrédito o que no le demos el lugar que corresponde desde lo remunerativo. Incluso se menoscaba su prestigio social. En el caso de los médicos está dado un poco esa deshumanización, esa falta de respeto.  Nunca compartí esto de endiosar al médico como que está por arriba de los demás. Hay que estar al nivel de los mortales.

 

-¿Por qué este cambio?

-La relación que existe entre medico, paciente y sus familiares es trascendental, hace muchísimo por la recuperación de la salud, por cumplir con los estudios. De ahí en más, los pacientes no están obligados a sentirse bien con el médico que los vaya a tratar. Es probable que esa deshumanización que tanto se habla se deba a que el médico esté obligado a ver a muchos pacientes a la vez. Y cuando no puede escuchar a su paciente, algo del sistema está fallando.

 

-Esto de escuchar a los pacientes es más común en los clínicos aunque, en su caso, es un cirujano que hace muy buena clínica…

-Tenemos muy buenos clínicos en San Juan, que ni escuchen decir eso. Los clínicos desarrollan la capacidad de ver por encima de las cosas y muchas cosas a la vez. El cirujano y sobre todo el cirujano en general, no el híper especializado, necesita tener una visión amplia porque tiene que aprovechar la consulta de ese paciente por alguna enfermedad en particular, qué es lo que lo trae a la visita, y estar detrás de otras cuestiones que significan mucho más para la buena calidad de vida y la sobrevida de ese paciente.  Hay que darle el tiempo a todo paciente a pesar que hay gente que está esperando.

 

-Esto del horario de los médicos es tan relativo porque, por ejemplo, los neurocirujanos no pueden decir “tengo que irme, mañana vengo y lo cierro”.

-No se puede, es cierto. Nunca se deja de ser médico e incluso ahora uno tiene que ser de alguna manera un ejemplo. Antes no pasaba porque los médicos fumaban en la consulta y le decían al paciente que dejara de fumar…El cigarrillo sigue siendo la principal muerte por cáncer de pulmón y siguen habiendo fumadores que sus padres o madres han fallecido por cáncer de pulmón y ellos mismos fuman.

 

-Lo importante es que nunca fume, no curar el cáncer…

-Hoy la medicina funciona en base a prevenir muchísimo más que a curar. El recurso se debe emplear en tratar de evitar que se enferme, que nunca tenga el cáncer de pulmón antes que operarle bien el cáncer de pulmón.

 

-Hay un tema que no es menor. Son muy fuertes los intereses que pugnan para que siga siendo una medicina que busque sanar y no prevenir. Quizás el médico que haga mucha prevención está afectando esos intereses.   

- O afecta los intereses del paciente pero hay que resistirse a utilizar cosas por mas buenas que sean si no es necesario en la relación costo beneficio. Debe primar el concepto del menor gasto posible para el mejor resultado en la obtención de la recuperación de la salud del enfermo o que no se enferme. Mi vida médica depende mucho del Sanatorio Argentino y estamos en una fuerte campaña de control de futuras enfermedades. En los chequeos preventivos de salud se logró que muchos pacientes encuentren patologías merced a sus estudios.

 

-Muchas veces sabemos que hacemos mal las cosas –comer muchos dulces, muchas grasas, no hacer ejercicios- pero hasta que no nos pasa algo grave, seguimos igual…

-Hay gente a la que le cuesta más ir al médico, dicen “no me quiero hacer el estudio porque tengo miedo que me encuentren un cáncer” pero no tienen en cuenta que es preferible que se encuentre la lesión previo a que sea un cáncer o sea un cáncer chiquito que todavía no le dé síntomas y que esté al alcance de la curación definitiva. Hay mucha tozudez o dificultad de interpretar que es en su beneficio.

 

-Muchos sanjuaninos afirman que el mejor médico es Aerolíneas Argentinas a pesar que acá hay excelentes profesionales ¿por qué está ese descrédito?

-En el mundo pasa eso, en Estados Unidos están viviendo en Nebraska y dicen que se puede tratar mejor el cáncer en Houston o sino en New York, están en Buenos Aires y la gente necesita irse a Estados Unidos para tratarse o a Cuba o Brasil u otros lugares. En todos los lugares pasa y acá pasa también.

 

-¿Es así o no?

-Creo que la postura que hay que tener al respecto es que todas las interconsultas son bienvenidas. Si se va a hacer la consulta con alguien que sea experto y es bueno y coincide con lo que uno opina en buena hora y si no coincide y es mejor para el paciente irse, en buena hora también porque uno no necesita tener razón acá, necesita que se cure el candidato que te ha consultado así que no debe molestar la interconsulta para nada en ninguna especialidad.  

 

-Habría que diferenciar la medicina general de enfermedades muy raras en la que hay pocos casos…

-La palabra general es muy buena porque para una comunidad hace falta más un médico, no un súper especializado en alguna patología especial. Es más, en Buenos Aires hay tres lugares de gran nivel en donde se atiende el 1% de su gran población. El otro 99% se atiende en lugares similares a los que se puede encontrar en San Juan.

 

-Sí se nota que están faltando más médicos generalistas, el médico que uno recurre en primera instancia y de ahí lo derivan. Es el que conoce la historia cínica de su paciente y sabe cada uno de los 20 remedios que toma…

-Ahora tenemos postgrados en medicina de familia y hay médicos de familia y hay médicos clínicos muy buenos y que son capaces de esa visión integral que incluye a todos los aparatos y sistemas orgánicos y psíquicos que le permiten orientarte con respecto a alguna consulta especializada. No siempre hay que ir a un urólogo por una infección urinaria. La obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, son una sombra a la adicción a drogas, que es un problema grave aunque en San Juan mata más el alcohol y el tabaquismo que las drogas. 

 

-De a poco la medicina nos transformó en prosumidores. Ya no esperamos tomar una pastilla, ahora nos mandan a correr, a hacer dieta, a que nos cuidemos…

-Hay que atender a esa otra parte de la población ahora, que requiere una atención medica diferente, que tienen habilidades y aptitudes diferentes, limitaciones que significan un gasto en salud importante. La salud pública en ese sentido siempre es la más castigada, todo el tiempo brega por llegar a que el enfermo que se asiste en ahí tenga el mismo tipo de prestación que en la mejor medicina privada y tiene gastos en salud en esa prevención.


- Si, pero cada vez más se empieza a ver una estratificación muy sostenida entre países, entre personas, entre ciudades y es un tema preocupante. 

-Antes decíamos como edad bisagra que un factor de riesgo para determinado tipo de operaciones era 55 años, dos décadas atrás pasamos los 65 y a los que hemos pasado los 65 nos encanta escuchar ahora cuando dicen que son pacientes de más de 70 años. Venimos con un bagaje en cuanto al statu quo de nuestros corazones, pulmones, riñones, bastante mejor que lo que les pasaba a nuestros antepasados.

 

-Argentina invierte mucho en salud proporcionalmente, estamos muy cerca de lo que son los países desarrollados.

-Cuando vienen a operarse con nosotros de España, de Francia no se vienen a operar porque seamos tan buenos sino porque somos baratos, pasa lo mismo con los pacientes que vienen de países vecinos y tienen recursos pero van a lugares gratis. En el Hospital Rawson se instrumentó una historia que benefició mucho al paciente carente de obra social y de recursos que fue no asistir a pacientes con obra sociales. Muchas obras sociales no tan buenas enviaban sus pacientes al hospital, lo operaban de lo que se tenían que operar y nadie pagaba. Un gran negocio para esa obra social.

 

-Además, en el caso del Hospital Rawson, hay tecnología de primer nivel.

-El Hospital Rawson tiene un excelente tomógrafo, va a tener un excelente resonador, va a tener un buen PET, y unos quirófanos de primera que tienen en pocos lugares de la Argentina, tanto en lugares públicos o privados. El problema fue cuando no hubo control y algunas obras sociales se abusaron del sistema. En la actualidad, al frenar el ingreso de esos pacientes con obra social que no es prepago, hubo más posibilidad de atender y se achicó el turno para operarse de un paciente que antes se lo dábamos a tres, cuatro o cinco meses.

 

-Por eso es importante la cogestión que arrime más fondos al hospital. También es importante un hospital que trabaje 24 horas al día y no sólo 8.

-Muchas veces cambiamos el chiquero pero no cambiamos los chanchos o sea puede ser que estemos muy bien aclimatados, con el piso muy limpio, disponibilidad de comida muy buena pero si somos chanchos acostumbrados al chiquero anterior, es muy difícil de trasladar lo bueno. Todo pasa por los hombres, sus necesidades, sus coberturas. Muchas de las cosas podrían solucionarse si ponemos un sistema full time para trabajar en el hospital. Yo estaría chocho de tener un solo lugar de trabajo nada más de la mañana a la tarde y a la noche pero tendrías que ser con un ingreso equivalente al que me permita vivir y seguir especializándome.

 

-En países como España empieza a debatirse si vale la pena darle un año de mala vida a una persona, con gastos de salud monstruosos…

-La frase seria encarnizamiento terapéutico, ¿vale la pena gastar mas recursos en salud, alentar falsas expectativas en las familias para mantenerla "viva" a la persona? Si supiéramos de antemano el resultado, seguramente sería más fácil la respuesta, a veces cuesta más decidir. Por ejemplo, en oncología está todo protocolizado, desde la estadificación de determinado tipo de cáncer y cuál es el tipo de tratamiento que debería recibir ese paciente en ese lugar.

 

-Y los caros medicamentos que permitirían alargar la vida…

-Hay medicamentos muy costosos que podrían evitar efectos secundarios, como vómitos, pero al mismo tiempo se estudia al jengibre como un efecto anti nauseoso tan beneficioso como la más cara de las drogas. No digo que debemos buscar medicina alternativa pero hay que saber toda la historia…

 

-Si lo viéramos en lo macro, es fácil tomar decisiones respecto a qué atender, pero el problema es cuando hay que decirle a un paciente o a su familiar que no se hará nada, se lo dejará que avance la enfermedad, que siga el ciclo de la vida.

-Por supuesto. Pasa lo mismo en los exámenes preventivos. Si sólo se tuviera en cuenta los números, se podrían ahorrar miles de mamografía pero para la mujer que le descubrieron a tiempo un cáncer de mama, el gasto lo justifica. A uno sólo que le vaya bien ya justifica el gasto.

 

-No hay milagros en la medicina

-Si las estadísticas dicen 1% de estos pacientes en tal situación de cáncer se cura o vive más de 10 años, no sabemos cuál será el caso del 1%. Es cierto que la estadística es importante y uno debe tomar decisiones económicas al respecto de cómo administrar los recursos, pero eso de que cada uno es un paciente y no un número también es importante.   

 

-Desde que se recibió hasta hoy ¿cuánto cambio la medicina?

-Algunas cosas fueron hitos en la medicina. Por ejemplo, en la anestesia -me casé con una anestesista-, la penicilina, la cirugía video asistida, laparoscopia. Lo que no tiene que cambiar es la capacidad del médico para cambiar, uno tiene que ser lo suficientemente amplio para aceptar que hay materiales mejores por más que nos vaya bien con lo que utilizamos. Que hay nuevas técnicas de operación que son menos invasivas permitiendo una mejor readaptación laboral, social y deportiva. Incluso si es mejor en lo estético hay que tener la capacidad de cambio. 

 

-En lo conceptual ¿cambió algo la medicina?

-Muchísimo. En el entrenamiento o en la actualización antes había que pagar una determinada cantidad de dólares anuales por estar subscripto a las revistas más importantes de cada especialidad. Hoy uno gasta cero y ni hablar si uno es miembro de una sociedad científica en donde entre otros de los beneficios por participar y ser miembro de esa sociedad, se puede tener acceso a literatura y videos. Antes para aprender cirugía había que mirar de arriba, después ser ayudante y hacer la practica experimental en animales antes de operar a una persona. Ahora hay simuladores y las películas lo hacen muchísimo más fácil. La medicina, la cirugía en particular, ha cambiado tremendamente, es más fácil estudiar, es más fácil actualizarse, es más fácil especializarse. Antes se creía que más grande la incisión, más bueno el cirujano 

 

-En la cantidad de años que uno vive, siempre hubo gente que superaba los 85 años. Ahora hay mayor porcentaje de gente que vive más. Al mismo tiempo me empieza a preocupar que veo gente joven con un accidente cerebro vascular o que tuvo algún cáncer.

-Hay algunas causas conocidas para cánceres jóvenes, uno son los rayos inducidos. Hiroshima es el mejor ejemplo, así que vamos a pagar el precio en cánceres jovencitos por efectos adversos producidos por el ser humano. Alguien inventó la bomba, alguien la tiró, alguien tuvo la decisión política de utilizarla y pagamos el precio con cánceres en chicos. No podría decir si hay más o si tenemos mejores sistemas de diagnósticos, mejor sistema de screening -que es la búsqueda de la enfermedad cuando hay síntomas- y seguro que vamos a diagnosticar con nombres y apellido enfermedades que antes ni sabíamos que tenía el paciente.

 

-Hay una medicina casi imposible de pagar para nosotros o muy poca gente podría pagársela, otra medicina intermedia y otra medicina para el común de la gente. Hay grandes brechas en el país.

-El esfuerzo de salud pública está destinado a hacer que no haya una brecha injusta entre los que pueden pagarse un tratamiento en Estados Unidos para hacerse la quimioterapia y el pobre carente de obra social y con ingresos mensuales paupérrimos que necesitan que él y su familia estén atendidos. Es injusto, bueno la humanidad es injusta. Es injusto y se utilizan esfuerzos económicos para achicar esa brecha aunque siempre vamos a estar detrás.

 

Una familia de médicos

Andrés Kerman es hijo de médico –su padre David fue neumonólogo y ministro de Salud Pública durante el gobierno de Carlos Gómez Centurión-, está casado con una médica anestesióloga, Cecilia Cabo, y uno de sus hijos –Javier- es médico cirujano. Sus otros dos hijos son Leonardo, que es psicólogo, y Federico, que es ingeniero agrónomo.

El primer Kerman llegó a San Juan en 1907. Era Adolfo –abuelo de Andrés- y por su origen judío, tuvo que escapar del ejército ruso y de los pogroms.

 

-La medicina viene en la sangre…

-Así es. Mi padre, mi hermano Oscar y yo, mi sobrino Esteban, mi sobrina Mariana, mi sobrino Leonardo, que es el esposo de Mariana, y mi hijo Javier. Además estoy casado con una anestesióloga hija de médicos.

 

-El tema de conversación en las reuniones familiares está claro.

-Para los que no son médicos, se aburren porque inevitablemente se habla de medicina.


NOTA PUBLICADA EN EL NUEVO DIARIO EL 145 DE OCTUBRE DE 2016

GALERIA MULTIMEDIA
Andrés Kerman
El casamiento de David Kerman y Lea Goransky. En la fotografía, juntos a los novios, están sus padres. A la izquierde de David están Adolfo Kerman y María Rabich. Mientras que al lado de la novia aparecen: su madre, María Spollansky y su abuela, Sofía de Spollansky.
Adolfo Kerman, que llegó desde Rusia a San Juan a principios del siglo XX
Andrés Kerman