Hugo de Bernardo: "En el fondo somos todos cuarteteros"

Sin pelos en la lengua, afirma que hay que respetar el gusto popular. Noche, alcohol, drogas y su relación con este gobierno, son temas a los que no le escapa. Frontal, audaz y decidido, Hugo de Bernardo es hoy el principal productor de espectáculos de la provincia. Por primera vez, una entrevista a fondo con el hombre de la noche en San Juan.

Salió al ruedo hace más de 20 años, urgido por la necesidad de ayudar a uno de sus cuatro hijos que necesitaba un transplante. Creó el grupo Apadonor, que propiciaba la donación de órganos, y eso lo acercó al mundo del espectáculo. Primero fueron actividades a beneficio pero luego descubrió que la tarea de producir realmente le atraía y nunca más la abandonó. Hugo de Bernardo es hoy uno de los empresarios más fuerte del sector. En el boliche que lleva su nombre, trabajan tres de sus hijos, Hugo, Mauricio y Daniela, y su esposa Mecha.

—¿Por qué decidiste producir espectáculos de cuarteto?
— Veía que por ahí se inclinaba el gusto popular y los artistas de cuarteto me buscaban porque estoy en el tema espectáculos. Mi sistema de trabajo es distinto a lo que se ofrecía en las demás bailantas. Nosotros lo que ofrecemos es un show. Antes una persona iba a ver un espectáculo y lo veía sólo 20 minutos y a la 5 de la mañana, porque lo paseaban por todos lados. Esos productores se quedaron en el tiempo.

—¿El espectador busca otra cosa?
—La gente quiere otra cosa. Aquí viene La Barra y el público está cuatro horas. Le ofrecí al cuarteto un show como cualquiera. Todo tipo de sectores vienen. En el fondo somos todos cuarteteros. A todos nos gusta la música alegre pero por ahí no queremos mostrar el “negro” que tenemos adentro. He logrado algo que no creo que pase en el país: un día tengo a Mariano Mores, y viene la gente de Mores, pero después viene la gente de Axel y la de Miguel Mateos…

—¿Y quienes generan más problemas?
—Los que menos problemas generan son los cuarteteros. Si comparás, el cuarteto con el rock, hay una diferencia abismal y eso se lo discuto a cualquiera. Si vamos a ver quién genera más gente; el cuarteto. Quién genera menos problemas, el cuarteto. Es música divertida, la gente la pasa bien. ¿Por qué vienen acá? Porque se siente segura. Viene tranquila. Yo estoy cada vez más contento porque no me traen problemas los grupos. No son complicados. Cualquier grupo de rock, te pide tonteras. Para los cuarteteros venir a San Juan es venir de vacaciones. Les hacemos un asado, los atendemos, se sienten bien. Y es lo que se merecen porque me hacen ganar plata, si vamos sólo a lo económico.

— Fue una apuesta arriesgada.
— No hay que tener tabúes. No hay que pensar que si vengo a ver a Miguel Mateos va a estar acá la gente del cuarteto, porque ese público no viene a ver a Mateos. Yo estaba convencido. Uno genera la confianza. El boca a boca. “Vení no tengás miedo que vas a ver lo que te gusta sin problemas”. Eso es lo que tiene que trasmitir.

— ¿Desde el principio fue aceptada esa propuesta de un lugar múltiple?
— No, fue duro. La gente decía: “No, ese lugar no es para nosotros. No es para nosotros como gente grande, no es para nosotros como jóvenes”. Tabúes que se fueron cayendo. Ahora lo aceptan porque es lo que tenemos. Nosotros tenemos una sociedad X, que no es de alto nivel, pero por qué la voy a rechazar. ¿Por qué voy a rechazar lo que me da de comer? A mí no me dan de comer los de arriba, a mí me dan de comer los negritos que laburan. Esos “negros de mierda” son los que han hecho grande este boliche, no lo han hecho los que tienen plata. Hay que acostumbrarse a respetar a los demás.

— Al ocupar tantos espacios, te has ganado algunos enemigos
— Seguro. Muchos, muchos. Siempre cuando hacés, tenés enemigos. Pero nadie me puede decir que no hago cosas. Tengo enemigos, creo por una cuestión de celos nada más, porque yo no soy ni más ni menos que nadie. Acá nos necesitamos todos. Todos somos capaces de hacer cosas, pero hay que ver cuánto esfuerzo le ponés. Al que haga cosas, siempre hay que apoyarlo. La competencia mía lo sabe bien clarito. Cuando he tenido que apoyarlos, los he apoyado, y no siempre ha sido al revés.

— Cuando empezaste, había un bolichero al que acusaban de presionar a los demás. Ahí comenzó a hablarse de la mafia de los boliches en San Juan. ¿Ahora están más unidos como sector?
— Creo que los bolicheros se tienen que ocupar de lo de cada uno y van a solucionar los problemas de todos. Cada uno tiene que ocuparse de lo que le corresponde. Y no por lo que hacen los demás. Cuando aprendamos que yo me tengo que ocupar de mi lugar y de todo lo que hay alrededor… Por ejemplo, la seguridad de toda la manzana. Yo no puedo decir no me corresponde porque sí me corresponde. El problema lo genero yo como lugar que concentra gente. No tenés que tener miedo de que te hagan pelota. Si hay un problema hay que solucionarlo. Es como cuando hay un tipo tirado en calle y nadie lo quiere ayudar. Hay que ayudarlo. ¡Me metí en cada quilombo por eso! Una vez en Córdoba levanté a uno de la calle y llegó muerto al hospital. “En que lío te metiste”, me decían los médicos, pero cómo lo iba a dejar tirado si estaba vivo cuando lo encontré. No tengo miedo a eso. No tengo miedo de meterme en un lío en la calle si puedo ayudar. Hay que asumir las cosas. Nunca me hice el boludo….

— Hablando de asumir, qué pasó con el Cirk Fest. Los rumores eran que la mafia bolichera presionó hasta al juez para que lo suspendiera, que había droga... Vos devolviste las entradas …
— Acá cuando hay competencia a nadie le gusta. Pero la competencia es lo que te hace crecer. El Cirk Fest era algo distinto y los jóvenes querían verlo, por eso lo ayudé al chico que lo hacía. ¿Pero cuál era el problema? ¿Que me saque gente a mí esa noche? No sé si hubo presiones, lo que sé es que se equivocaron y mucho. No le echo la culpa al juez, si atrás de él se equivocaron muchos. En esto al tipo que hace algo hay que apoyarlo. Que le exijan como a cualquier otro, pero que no pase de ahí. Que no se inventen cosas.

—Todo es difícil…
_Acá es muy difícil hacer cosas. Y encima tenés que luchar contra los envidiosos, contra los mediocres, se te hace más difícil. La gente elige. Uno no obliga a nadie. Dice yo tengo esto y va el que tiene ganas de verlo. Cuando UPCN trajo a Luis Miguel, le dio a la gente la posibilidad de verlo como en ningún otro lado, pero no era obligación que el público fuera. El hecho de darle a la gente un buen espectáculo que vea en su provincia es más importante que todo, lo demás se ve…Si es positivo económicamente, si se va la plata, si se queda la plata. Si pensamos así vamos a seguir siendo chatos. Por ejemplo, nosotros ahora estamos conteniendo a la juventud. Hacemos una función que el Gobierno no hace. Hemos apoyado a todo el mundo, gente de folclore, de rock, cumplimos una función para todos: para el del arriba, el de abajo, el más grande, el más chico, todos. Esa es una forma de contener a todos los sectores porque todos necesitan diversión. Y es mejor gastar en diversión que en remedios, ¿no?

— ¿Hay más control sobre los jóvenes ahora?
— Los que estamos en la noche tenemos una gran parte de responsabilidad. Que lleguen en las condiciones que tienen que llegar. Cuando a muchos padres les decís la verdad, no les gusta. A mí me ha pasado, que los chicos estaban por mal camino y luego ellos se sintieron mal. Acá nadie se puede sacar la responsabilidad.

— ¿Cuántos adolescentes sacás del boliche durante le fin de semana?
— Nosotros con menores no trabajamos. No estoy capacitado para atender menores. Si te dicen que no les podés vender alcohol, acá vendo bebidas. Si te digo que no, es mentira. Si lo dejo entrar acá, va a consumir alcohol seguramente. No puedo estar preguntado adentro si es menor o no para venderle alcohol, entonces el control está en la puerta. Indudablemente, siempre alguno se va a pasar. No puedo controlar la venta de alcohol. Lo que puedo decir es que cuando alguien está mal no lo dejamos solo. O lo ponemos en un remís o lo hacemos atender. Lo que yo les digo a todos es que cuando alguien esté mal no lo dejen salir. Si hay que llamar a la ambulancia, se llama; si hay que atenderlo, hay que atenderlo; si hay que llamar a un remís, te pueden decir los remiseros las veces que los llamamos. Siempre estoy acá.

— ¿Encontraste gente vendiendo droga en el boliche?
— A la droga no le tengo miedo. El que consume, consume, y no puedo revisarle los bolsillos. Lo que controlo es que no se venda acá. Los que me conocen, lo saben. Pero tampoco puedo hacer milagros. El que consume es problema de él. Cuando encuentro a alguien, salgo a hablar yo. Acá el responsable soy yo. Me ha pasado, he sacado a varios…

— ¿Estás a favor de que se despenalice el consumo?
— La droga es un tabú y somos todos mentirosos. Nadie hace nada por frenar el problema de la droga. Todos los que hablan, hablan de acá (se señala la boca). A la hora de la verdad, nadie combate la droga ni le interesa combatirla. Es un negocio económico muy fuerte. No estoy en ese negocio. No me interesa. Pero creo que habría que darle un poco más de importancia. Cada vez los chicos empiezan desde más abajo. ¿Cómo los controlás…? ¿Qué hago con Charly García? ¿Le digo que no consuma? Van a descubrir que tiene droga, más vale que tiene droga, pero ¿cómo lo cuido? No seamos hipócritas y no miremos para otro lado.

— Tus colegas se quejan de que ahora sos el único productor de espectáculos en San Juan. El productor G, por tu cercanía con el gobierno.
—Yo no trabajo desde ahora, trabajo hace 20 años. Es verdad que ahora trabajo más tranquilo, pero trabajé con todos los gobiernos. Hoy tengo más afinidad y este gobierno me ha interpretado mejor, pero trabajé con todos los demás. Jamás tuve problemas. Este es un trabajo donde se necesita de todos. Hoy está Gioja, pero mañana estará no sé quién. Si me dicen que me siento cómodo, sí me siento bien, porque logré confianza. Lo que me han pedido lo he respondido al cien por cien. Hay un acercamiento por eso.

— ¿Estás de acuerdo con la política de este gobierno? ¿Ves mejor a la provincia?
— Los resultados están a la vista. Hay mayor cantidad de espectáculos que se generan ahora. Les guste o no les guste, hay un cambio en San Juan. Hay más poder adquisitivo. Antes vos trabajabas sólo cuando cobraba la administración pública. Ahora podés programar espectáculos todo el mes, antes era el fin de semana solamente. Eso te da la pauta del cambio. Hoy podemos armar espectáculos importantes que antes no se podían. Hay hoteles, hay infraestructura.

—¿Qué espectáculos te gustaría programar de ahora en más?
— Shows para toda la familia, que cubra a todos los sectores. Hay que apuntar a la familia. Los espectáculos no se miden sólo por la parte económica. Quizás no te fue económicamente bien, pero la gente se fue chocha. El Showbol es un ejemplo. No fue rentable económicamente, pero la gente estaba feliz de verlo al Diego. Es así. Y eso es bueno.

LOS SOCIOS DE SIEMPRE

Si algo hay en este mundo que le quita la paciencia a Hugo de Bernardo, es esa raza de sanjuaninos que siempre intenta entrar gratis a los espectáculos y que, según define, son siempre los mismos: “Gente que tiene plata para pagar y algunos trabajadores de medios de comunicación”.

“Es un tema que hay que ver. No puede ser. Con el Circk Fest, cuando devolvimos las entradas, quiénes fueron los primeros que vinieron a cobrar, a los que les habían regalado las entradas. Te lo juro por Dios. Eran las entradas desde el número 5.000 para arriba”, dice verdaderamente enojado y pide que sus palabras se “destaquen”.

“Todo el mundo quiere ir gratis. Y son los que pueden pagar. No quiero dar nombres pero las venden en la puerta. Son siempre los mismos y producen una venta paralela”.

PERFIL

Nombre: Hugo de Bernardo
Una comida: “Me gusta comer (risas). Cuando me junto con gente amiga, me gusta hacer un asado y comer empanadas sanjuaninas”.
Música: “La música latina, toda”
Un artista: “Qué sé yo. Madonna, a lo grande… No hay números latinos que no hayan venido… Quizás Marco Antonio Solís, es el artista del momento”.
Un hobby: “Comer (risas). Ir a la cancha”
Club de fútbol: “Independiente y de acá, de Sportivo. Pero apoyo a San Martín (risas)”
Cómo te gustaría que te recuerden: “Que no me puteen (risas)…Como alguien que siempre hizo cosas”.

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Hugo de Bernardo.