Apellidos de la letra S
Seguí Baistrocchi. La familia de abogados que abrazó el radicalismo
Abogados y militantes de la Unión Cívica Radical, son los dos sellos que identifican a los Seguí Baistrocchi. Héctor Miguel Seguí fue quien comenzó con la actividad política, fue diputado nacional, candidato a gobernador y senador. Se casó con Amanda Baistrocchi y entre sus hijos, Alberto y Diego heredaron la vocación por la política.
Una incansable luchadora por la educación de sus hijos
Héctor Miguel Seguí fue abogado, candidato a gobernador y a senador por la Unión Cívica Radical, además asumió como diputado nacional a fines de los ochenta. Sus hijos Alberto y Diego siguieron ese camino. El segundo fue concejal por la Capital y diputado provincial. Después de estar dentro de las filas de la UCR durante varios años, se sumó al trabajo para el desarrollo del partido GEN en todo el país. Esta es la historia de su familia.
El relato comienza con Héctor Seguí. Él nació en 1927 y quedó huérfano de padre siendo muy chico, con apenas 4 o 5 años. Quedaron él, su madre Carmen Fernández y su hermana menor, Nora. Su papá era José Seguí, un hijo de inmigrante nacido en Buenos Aires. En esa provincia José trabajaba en una gran ferretería y llegó a San Juan con la idea de abrir un comercio de ese tipo. Acá conoció a Carmen, tuvo a sus dos hijos, pero murió siendo muy joven.
Ser viuda en los años treinta, en San Juan, no era una tarea sencilla para una mujer. Para llevar de la mejor manera la educación de sus hijos, Carmen se fue a vivir con la familia de una de sus hermanas. Trabajando como maestra, logró darle la mejor educación que pudo a los chicos, siempre motivándolos a que siguieran una carrera. Héctor fue al Colegio Don Bosco y luego hizo el secundario en el Colegio Nacional Monseñor Pablo Cabrera. Allí, a través de un profesor, entró en contacto con las ideas y principios de la Unión Cívica Radical, aunque en ese momento estaba abocado al estudio.
Los años de estudio en Córdoba y la influencia del sabattinismo
Estando en el último año de la escuela, el perfil vocacional de Héctor era claro. Comenzó a trabajar en Tribunales y al finalizar la secundaria pidió el traslado al Poder Judicial de Córdoba, para seguir la carrera de abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba. Su madre, sola, no hubiera podido sostener económicamente su carrera, pero con su trabajo le era suficiente para hacerlo. Se instaló en el barrio Clínicas, donde compartió vivienda con varios sanjuaninos, como el ex gobernador Carlos Gómez Centurión, que estudiaba geología; el doctor Storni, que seguía la carrera de psiquiatría, Castro Forgia, que estaba en medicina, y Juan Delfor Atán, que también estudiaba Derecho. Otro que estuvo dentro de esa camada fue José Miguel Escobar, padre del ex gobernador Jorge Escobar.
Estando en Córdoba, Héctor Miguel Seguí se afilió a la Unión Cívica Radical. Llegó a la provincia justo después de que hubiera terminado el gobierno de Amadeo Sabattini, así que como parte del movimiento que generó ese liderazgo, el también se sumó a la UCR. Como hijo de un inmigrante, sin ninguna familia tradicional que lo posicionara fácilmente en algún lugar acomodado, como un joven que buscaba otras oportunidades a partir del estudio, así se sintió identificado con los ideales radicales. Entre sus profesores universitarios, tuvo al destacado jurista Alfredo Orgas, y fue amigo del hijo de este, también Alfredo Orgas, que fue dirigente radical.
Al terminar la carrera de abogacía, Héctor Seguí regresó a San Juan. En ese momento, no pensó en mantener su lugar dentro del Poder Judicial, así que no pidió el traslado y comenzó a trabajar en el estudio del padre de su compañero Atán, que era procurador. Unos años después regresó de Córdoba, ya recibido, Juan Delfor Atán; así es que juntos pusieron un estudio jurídico, al que años más tarde se sumaría el cuñado de Héctor, Jorge Baistrocchi.
El vínculo con los Baistrocchi
De regreso en San Juan, Héctor conoció a Amanda Baitrocchi, hija de Alberto Baistrocchi Bianchi y de Elisa Gattoni. Elisa era docente y Alberto era enólogo. Él se recibió en Mendoza, trabajó en la bodega de Manuel Arturo Gutiérrez, luego en la de Gualino y Escolar y terminó su actividad profesional elaborando los vinos de la Bolsa de Comercio.
Héctor era al menos siete años mayor que Amanda y se conocieron por amistades en común. Él era amigo del empresario Jorge Enrique Estornell, quien se casó con Ana Gualino. A su vez Elisa y su familia, por el trabajo de su padre, tenían vínculo con los Gualino. A partir de este vínculo, el hermano de Amanda, Jorge, se sumó al estudio jurídico que formó Héctor con Juan Delfor Atán.
Amanda y Héctor se casaron en la década de 1950. Fueron padres de Alberto José, Elisa y Diego Miguel, el último nació cuando ya estaban instalados en la que fue la casa de la familia, en Avenida Ignacio de la Roza y Santiago del Estero.
Una vocación compartida
Después de que nacieron sus tres hijos, en 1963, Héctor fue candidato a gobernador de la provincia junto a Mario Gerarduzzi, compitiendo contra la fórmula que encabezaba Leopoldo Bravo con Luis Cattani. Años más tarde, con el retorno de la democracia en 1983, fue candidato a senador. En 1987 volvió a ser candidato a la gobernación de la provincia, y dos años después fue electo diputado nacional, cargo en el que se desempeñó hasta 1993.
Sus hijos, sobre todo Alberto y Diego, varios años menor que el mayor, compartieron de forma natural la actividad política de Héctor. Así que casi de manera innata también se fueron encolumnando en las filas del radicalismo y en la vocación por la abogacía. Alberto se fue a Buenos Aires para seguir la carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA); después llegó también a la capital del país Elisa, para estudiar Veterinaria. Por último, Diego, después de estudiar un año ingeniería, empezó abogacía en la UBA. Aunque compartían la filiación radical, Héctor era de la línea balbinista, mientras que sus hijos se plegaban al nuevo líder, Ricardo Alfonsín.
Alberto falleció siendo muy joven, pero Diego si continuó el camino heredado. Militó en el radicalismo y luego en el Partido GEN (Generación para un Encuentro Nacional), como uno de sus líderes en la provincia. Fue concejal de la Ciudad de San Juan (1995-1999) y luego diputado provincial por ese departamento (1999-2003) con la Unión Cívica Radical.
Fue candidato a gobernador por el Frente Cívico, en 2007 y, después de ese año, comenzó a trabajar como impulsor del GEN en la provincia y el país y es reconocido por su actividad como abogado ambientalista y de la Asamblea Jáchal No se Toca.
Aparte de la política, Héctor Miguel Seguí tuvo sus incursiones en el deporte y la cultura. Amaba jugar al golf y fue uno de los fundadores del Club Amancay, donde su hijo Diego integró el equipo de rugby, llegando incluso a ingresar en la selección sanjuanina. Además, él y Amanda formaron el grupo que creó Fundación Protea, junto a Susana Rosselot y Eduardo Bettio. A él siempre lo distinguieron por su carácter apacible, aunque trabajara en política hasta quienes formaban parte de otros partidos reconocían este rasgo. Mientras que Amanda siempre fue una inquieta trabajadora en su hogar, con sus hijos, procurando que ninguno dejara sus estudios. Ella se recibió de maestra, también estudió francés e inglés, aunque nunca ejerció la docencia. Héctor falleció en 2012, pero su mujer y sus hijos mantuvieron vivo su legado.
-Alberto José se casó con Mónica Valentino y tuvieron un hijo, José Miguel Seguí, que vive en Buenos Aires.
-Elisa se recibió de veterinaria y después decidió seguir la carrera de abogacía, como su padre. Se casó con Osvaldo Gambetta, también abogado, y tuvieron tres hijas: Victoria Gambetta Seguí; Lucía Gambetta Seguí y Sofía Gambetta Seguí.
-Diego Miguel se casó con Claudia Martin y son padres de Carmen Seguí Martin y de Joaquín Seguí Martin.
