José Dolores

El “manosanta”

Dicen los historiadores que aun antes de su muerte el gaucho José Dolores era buscado por sus capacidades de "manosanta". Tildado de bandido por la policía, sus seguidores no dudan en afirmar que era muy querido y que compartía todo lo que ganaba con la gente humilde.

¿Quién era?

Su nombre fue José Dolores Córdoba, pero todos lo conocen por José simplemente, y así lo señala una inscripción que hay frente a la capilla, ubicada en Rawson. Otros dicen que se llamaba José Bajinay, no existe una versión oficial. Sus seguidores no dudan en afirmar que “era un gaucho muy querido y que en las fincas siempre había para él comida y alguna changa”.
La lógica indica que era un gaucho como otros tantos que han existido y que andaban por la vida sin poner precio a su trabajo y que se le pagaba con algún animal que él mismo carneaba para compartir con los más necesitados.

Sus rasgos Si bien no hay descripciones oficiales, se ha escrito que “era erguido, delgado, de tez blanca y cabello negro. Vestía a la usanza de la época: bombacha gris ceñida en los tobillos, camisa abierta, pañuelo negro al cuello, faja, sombrero y facón atravesado a la cintura. Por sus habilidades de "manosanta" las madres lo buscaban para curar el mal de ojo, el empacho y otras cosas, y en sus bolsillos nunca faltaba una golosina para los chicos.


Murió a los 52 añosLa muerte lo sorprendió la noche del 14 de febrero de 1858, cuando faltaba poco más de un mes para que cumpliera 53 años. La policía lo descubrió en una fiesta, en las calles Mendoza y Cenobia Bustos. El no acató la orden de arresto, lo siguieron y lo mataron por la espalda en la calle que hoy lleva su nombre.

El santuario La calle en que comenzaron las primeras manifestaciones de fe se llamó Callejón de Dolores, y era de tierra. Dicen vecinos del lugar y gente que merece fe, que era tal la cantidad de devotos que concurrían, que siempre se formaban largas colas para poder entrar y ofrendar sus velas, cuyo sebo derretido recorría en verano un muy largo trecho antes de solidificarse fuera del "templo". El Callejón fue asfaltado mucho tiempo después, y se dice que el contrafuerte se hizo con escombros del terremoto de San Juan.

Las ofrendasEl templo tiene varias salas, cuyos muros están cubiertos de exvotos de ofrenda, muy especialmente crucifijos e imágenes de Jesucristo. En las habitaciones se encuentran, llevados por los admiradores en gran cantidad, ropa de niño, de hombre y de mujer, muñecas, objetos de uso doméstico, etc., cuyo destino final es la distribución entre la gente más necesitada.

Creencias

En el fondo del edificio existe un cuarto destinado exclusivamente a recibir velas, con cuya luz se iluminan las paredes ennegrecidas por el hollín, en las que con tiza blanca los concurrentes escriben dedicatorias, pedidos y agradecimientos al " Gaucho José Dolores". Si nos atenemos a lo que dice la estampa, que lo muestra en un caballo de gran alzada, José Dolores Nació en 1805 y falleció en 1858.
León Gieco incluyó su nombre en una canción de su disco Bandidos Rurales.

Dicen que los lunes, día de ánimas, “su tumba congrega a los agradecidos devotos de sus mercedes y una cuadra de velas parpadea toda la noche, como una constelación de luciérnagas posada en la tierra”.


Ver también:
José Dolores: Un gaucho que, por ayudar a los pobres, se hizo leyenda

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