Club Sirio Libanés

El Club Sirio Libanés de San Juan reúne a los descendientes de los inmigrantes sirio – libaneses que comenzaron a llegar a fines del siglo XIX a esta provincia. Es una de las instituciones más tradicionales de San Juan y nació en 1919 con el nombre de “Juventud Libanesa”.

Primero, “la libanesa”

La Juventud Libanesa fue creada el 1 de mayo de 1919 por un grupo integrado por jóvenes libaneses radicados en la provincia.
El acto de fundación tuvo lugar en la casa de Juan Bacha. Allí quedó conformada la primera Comisión Directiva que fue integrada por Gattas Amado Frem (presidente), Jorge Elías Assaf (secretario) y Juan Elías Bacha (tesorero). Además, estuvieron presentes José F. Fagale, Félix Mattar, José Crim, Nahúm Marún, Félix Antonio Abelín, Jorge Habib Issa y Emilio Elías José Marún.
Algunos de los propósitos iniciales de la institución fueron: trabajar por la independencia de los países árabes que, en esa época, sufrían la ocupación francesa y coadyuvar a instituciones similares existentes en cualquier parte del mundo. También se propusieron transmitir la historia, el idioma y los rasgos de la cultura del Líbano y ocuparse de la educación física y moral de sus asociados.

Los logros de la institución

Poco después de su creación, durante la gestión del presidente Checre Zogbe (1923- 1924), la Juventud Libanesa compró un terreno con un local para que funcionara como su sede social. En ese lugar, ubicado en la actual calle Entre Ríos, donde siempre estaría ubicada la sede libanesa, la institución comenzó a organizar los primeros actos y reuniones sociales que le dieron prestigio.

Unos años más tarde, en el periodo 1927-1928, la institución creó el “Club Atlético Libanés” para ofrecer educación física a sus asociados. Aunque esta nueva entidad no tenía un lugar físico independiente para su funcionamiento, organizaba encuentros deportivos.
Además, entre 1932 y 1933 La Juventud Libanesa aceptó el pedido de la “Sociedad Libanesa de Socorros Mutuos”, una entidad hermana, para ocupar la sede social con su secretaría y salón de actos.
Casi una década después, en el periodo 1936-1937, la institución comenzó la remodelación y ampliación de su edificio dentro de las líneas clásicas de la arquitectura árabe. Al finalizar los arreglos quedaron en pie el salón de las columnas, el comedor, el salón de damas y la presidencia.

Carnavales para el recuerdo

Los años 20 y 30 fueron décadas de esplendor para los carnavales sanjuaninos. En esa época, la Juventud Libanesa era una de las protagonistas en la realización de los bailes de febrero. La fama de sus festejos creció tanto que la institución tuvo que habilitar nuevos salones para que la gente pudiera bailar cómoda.
Las mujeres comenzaban a prepararse varios días antes para estos bailes, cosían sus disfraces y hacían antifaces con papel maché. Cada una de las jovencitas asistía a la fiesta acompañada por su madre y por una tía. Estas mujeres cumplían una función elemental durante la fiesta. “Las chaperonas”, como se les llamaba, se colocaban en mesas y sillas dispuestas en los costados de los salones para controlar a sus hijas y sobrinas. Vigilaban que “nada se saliera de sus carriles”.
La música de estos bailes estaba a cargo de las orquestas. Los grupos musicales tocaban de todo pero, en especial, canciones españolas y el bayón. Las fiestas terminaban tarde, en la madrugada. Las jóvenes volvían su casa en coche, acompañadas “por las chaperonas”. Mientras que los muchachos regresaban caminando y, a veces, aprovechaban para tomar algo en alguna cafetería o chocolatería.

La independencia y el terremoto

Entre 1943 y 1944 dos acontecimientos marcaron a la institución y determinaron el inicio de una nueva etapa. Primero, el Líbano logró independizarse, gracias al fin del Protectorado Francés. La independencia de ese pueblo árabe había sido uno de los principales objetivos de la fundación de la Juventud Libanesa, y se convirtió en un propósito alcanzado. Después, ocurrió en San Juan el terremoto del 15 de enero de 1944. La catástrofe destruyó la ciudad y produjo graves daños en la sede social, sólo quedó en pie el salón de las columnas. Con estos hechos, finalizó el ciclo de “la libanesa”.

Un club para libaneses y sirios

Con el paso de los años, al grupo original de jóvenes libaneses se sumaron miembros de otras comunidades. Este fue el caso de las familias sirias que, en forma progresiva, comenzaron a unirse a la entidad. En Oriente estos pueblos guardaban distancia y recelo, pero en San Juan y otras provincias argentinas, ambos se integraron para reunir a la colectividad árabe en el extranjero.
De esta manera, en 1944 nació el Club Sirio Libanés. Con la incorporación formal de la comunidad siria la libanesa cambió su nombre, reformó sus estatutos y abrió sus puertas a todos los sanjuaninos. La nueva institución ocupó el mismo edificio que la anterior Juventud Libanesa y continuó con las mismas autoridades.
 

PRESIDENTES DE LA JUVENTUD LIBANESA
Nombre y Apellido Período
Alejandro Zogbe Mayo - Noviembre 1919
Juan E. Bacha 1920 – 1921
José Crim 1921 - 1922
José Marún 1922 - 1923
Abraham Saffe 1923 - 1924
Checre Zogbe 1924 –1925
Gattas Amado 1925 - 1926
José Marún 1926 - 1927
Pablo J. Mattar 1927 - 1928
Checre Zogbe 1928 – 1929
Nahum Marún 1929 - 1931
Pablo Fagale 1931 - 1933
José E. Marún 1933 - 1935
FéliX Mattar 1935 - 1939
José Crim 1939 - 1941
Alfredo Marún 1941 - 1944


 
  

PRESIDENTES DEL CLUB SIRIO LIBANÉS
Nombre y Apellido Período
Alfredo Marún 1944 - 1947
FéliX Mattar 1947 - 1949
Wadi Fagale 1949 - 1959
Jorge A.Sales 1959 - 1961
Antonio Fagale 1961 - 1963
Alfredo marún 1963 - 1965
Antonio Fagale 1965 - 1967
Michel Berbari 1967 - 1971
Julio Jorge Marún 1971 – 1973
Dr. Eduardo Nefa 1973 - 1975
Michel Berbari 1975 - 1977
Julio Jorge Marún 1977 – 1983
Rodolfo E. Nehín 1983 – 1985
Ricardo Osvaldo Fagale 1985 - 1991
Michel Berbari 1991 – 1997


Una entidad de bien público

En 1946 el club comienza a reparar los daños producidos por el terremoto del 44 en su sede, que había sido terminada de ampliar en 1939. Para la reparación contó con ayuda de sirios y libaneses de las provincias de Buenos Aires y Mendoza. En este mismo periodo la Sociedad Unión Árabe se une a la institución y quedan reunidas todas las entidades de la colectividad sirio libanesa de la provincia.
Poco después, en 1948, la institución se une a la causa de Palestina, que había entrado en guerra con Israel. La entidad envió apoyo moral y económico para las víctimas y refugiados de los ataques.
En 1949, con la presidencia de Wadi Fagale, comenzó a proyectarse una nueva ampliación del edificio del club. La Comisión Directiva adquirió terrenos aledaños al establecimiento e inició las nuevas construcciones. En 1959 terminaron las obras y el club inauguró su salón de actos, el sótano y la biblioteca.
Entre 1967 y 1969 otra adquisición marcó a la institución. Con Michel Berbari en la presidencia compró un terreno para construir su campo de deportes e inició los trabajos de forestación y acondicionamiento de las instalaciones. Ubicado en Abraham Tapia y calle 5, cuenta con canchas de vóley y fútbol, pileta olímpica y zona de camping.
Además, en la misma época el Club Sirio Libanés fue declarado entidad de bien público y en 1969 celebró sus bodas de oro. Varias décadas más tarde, en 1996, el edificio sede de la institución fue declarado Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la provincia de San Juan. En este espacio, el club ofrece a socios y no socios un lugar de reunión y esparcimiento, un espacio para actos sociales y culturales e incluso las clases de un instituto de danzas árabes.

PRESIDENTES DE LA LIBANES
Alejandro Zogbe José Marún 
Abraham Saffe Checre Zogbe
Pablo J. Mattar Pablo Fagale
Alfredo Marún Wadi Fagale
Jorge A.Sales Antonio Fagale
Julio Jorge Marún Rodolfo E. Nehín


Arquitectura árabe en San Juan

Las instalaciones del actual edificio del Club Sirio Libanés quedaron terminadas en 1959. La sede está ubicada sobre la calle Entre Ríos, entre Laprida y Libertador, y ocupa casi toda la cuadra. Desde su construcción, ha sido uno de los centros sociales más importantes de la provincia. Tanto en su exterior como en sus ambientes interiores, conserva la belleza sugestiva del arte árabe.
El club cubre una superficie de 5.100 m2, 60 m de frente y 55 m de fondo. Su frente sigue los cánones de la arquitectura árabe clásica con balcones de estilo morisco. En la fachada cuenta con un arco, que descansa sobre dos columnas, y es su acceso principal.
Después de atravesar el arco de ingreso se encuentra el vestíbulo. Las paredes laterales de este espacio están recubiertas de mármol travertino proveniente de las canteras de San Juan. Además, cuenta con una gran puerta de hierro claveteado que da entrada al hall, con piso de mármol rosa.
En la planta baja se ubican las dependencias administrativas de la secretaría, gerencia y portería. Al costado izquierdo se encuentra el Salón de las Columnas, que evoca el Patio de Los Leones de La Alhambra. Éste es el único sector que perdura del edificio anterior al terremoto de 1944. Desde allí se ingresa al Salón de Damas y al Patio de la Fuente, rodeado por una gran columnata.
Además, en la misma planta, se encuentra la Sala de la Presidencia, revestida con un alto zócalo de madera tallada. También están el Salón Comedor, de estilo moderno y el Patio de la Pérgola, formado por tres amplios salones para reuniones.
A la derecha de la entrada principal se ubica el Gran Salón de Actos, con capacidad para 350 personas. En sus costados hay balcones con arcadas y columnas moriscas sobre capiteles decorados. En los laterales lucen los emblemas nacionales de Siria, Líbano y Argentina.
En el primer piso se encuentra la Biblioteca, en la que se desarrollan actividades de enseñanza, conferencias y cursillos.
Por otro lado, el edificio cuenta con una gran torre morisca que tiene dos entrepisos y que corona una comba de azulejos. En su exterior, este mirador cuenta con grandes faroles de hierro labrado.
Finalmente, el subsuelo está recubierto con mayólicas y allí funcionan la confitería, el salón de billar, un gran espacio de entretenimiento para jugar a las cartas, el ajedrez, el casín y el dominó.
  

Sustento económico

La forma de adquirir los recursos, para el sustento de la institución, ha cambiado con el tiempo. En algún momento, en los años 20, 30 y 50, los carnavales servían para reunir lo que el club necesitara a lo largo de todo un año. Esto era posible porque la sociedad sanjuanina participaba de manera activa en los diferentes clubes sociales, que eran unos de los pocos espacios de reunión y encuentro.
En el siglo XXI la situación es diferente. La participación en las tradicionales instituciones, en especial en las fundadas por colectividades de inmigrantes, ha disminuido. Por lo tanto, en el 2011, el Club Sirio Libanés desarrolla sus actividades gracias al alquiler de sus salones para fiestas y a la concesión de su Salón Comedor para el funcionamiento de un restaurant.
  

Organización

La institución es dirigida por una Comisión Directiva conformada por 17 miembros y renovada cada dos años. Este órgano está integrado por un presidente, un vicepresidente, un secretario, un prosecretario, un tesorero, un protesorero, vocales, vocales suplentes y por los revisores de cuenta.
La Comisión lleva a cabo reuniones quincenales o mensuales. Además, convoca a Asambleas que, entre algunos de sus objetivos, se ocupan de renovar el grupo de dirigentes. En estas reuniones pueden participar todos los socios del club. Sin embargo sólo los miembros activos pueden votar.
Según el estatuto, socios activos son aquellas personas descendientes de sirios y libaneses. También pueden ser nombrados activos los miembros no descendientes que desarrollen una actividad honesta y comprometida con el Club. La única diferencia entre los activos y pasivos es que los primeros tienen la posibilidad de votar en las asambleas que la institución convoque.

La colectividad
Los primeros sirios y libaneses arribaron a San Juan durante la década de 1880. Según los propios inmigrantes y sus descendientes, uno de los primeros en llegar habría sido el libanés Don Nehemtala Nehín.
En la provincia predominó la inmigración libanesa, aunque la siria también fue muy numerosa. Estos inmigrantes árabes se integraron con facilidad a la sociedad sanjuanina y se desenvolvieron en el comercio, la política, la justicia y el arte. Muy pocos volvieron a su país.
Desde su arribo, los sanjuaninos llaman “turcos” a estos inmigrantes y sus descendientes. Sin embargo, los sirios y libaneses no comparten rasgos culturales o de raza con los turcos. Han sido llamados así porque en el momento de su inmigración al país sus tierras se encontraban bajo el protectorado de Turquía.

Más información en La llegada de los libaneses, en Trabajos de Investigación.

Otras instituciones

La Sociedad Libanesa de Socorros Mutuos

La institución nació el 25 de junio de 1899 y fue creada por los primeros libaneses que llegaron a San Juan. La Sociedad Libanesa fue la primera comunidad árabe organizada en toda América y en sus orígenes estuvo conformada por 26 miembros. Algunos de los objetivos de su creación eran: crear un fondo común para socorrer a sus asociados y propender a la formación de una Federación que agrupara a todas las entidades mutualistas del país. Además, procuraba velar por los intereses morales, intelectuales y sociales, de la masa societaria y de la colectividad en general.
Entre sus fundadores se encontraban: Faragala S. Nehín, Akl Marún, Miguel Marún, Salomón Samaja, Féliz A. Restón, Pedro Pósleman, José Jettar, Félix Lehún, Rachid Mattar, Amado Mattar, Antonio Marún, Melhem Háidar Noujaim, Elías Ottán, Moisés José
Saleme, Miguel Samaja, José Samaja, Amado Nehín, Jorge Carubín, Antonio Crim, Marún Nehín, Simón Sefair, Salomón Carubín, Miguel Amado Yapur, Abdo Purés, Félix Amado Saad y Alejandro Carubín.

La Sociedad Unión Árabe de San Juan

La entidad fue creada el 4 de octubre de 1925 con el propósito de ayudar a los compatriotas de Siria y el Líbano, que se encontraban bajo el protectorado francés. Además, la Sociedad Árabe buscaba divulgar todas las facetas de la cultura arábiga mediante conferencias, publicaciones periodísticas y reuniones sociales. Por eso, a mediados del siglo XX, la institución contó con un programa de radio: “La voz árabe de San Juan”. El programa duró más de una década al aire y tenía espacios para música árabe y para informar sobre lo que sucedía en los países del Cercano Oriente. Ver:
Comidas libanesas
La llegada de los libaneses

FUENTES:
- Club Sirio Libanés
- Diario de Cuyo
- Publicación “Club Sirio Libanés. Un puente a la fraternidad. Bodas de Oro 1919-1969", editado en San Juan, 1969.

GALERIA MULTIMEDIA
Los primeros tiempos. En la actual calle Entre Ríos, donde siempre funcionaría la institución, en los años 20 del siglo XX la comisión compró un terreno con un precario local.
Entre 1936 y 1937, la institución remodeló y amplió su edificio dentro de las líneas clásicas de la arquitectura árabe. Este edificio cayó en 1944 con el terremoto.
En 1949 se proyectó una nueva ampliación del edificio del club. En esta foto, un asado de los obreros y parte de la comisión en plena obra, tal como se ve en el fondo de la imagen.
En 1959 terminaron las obras y el club inauguró su salón de actos, el sótano y la biblioteca. Este era el frente del edificio remodelado.
Las reuniones sociales eran habituales en los nuevos salones en los años 50 y 60 del siglo XX.
Generaciones de sanjuaninos han asistido a los inolvidables bailes de carnaval en el Club Sirio Libanés.
Las autoridades del Club Sirio Libanés junto al gobernador Ruberto Godoy y su esposa, en el acto de colocación de un monolito cuando se colocó su nombre a la calle República del Líbano.
Uno de los tradicionales bailes de carnaval en el patio del Sirio Libanés.
Una imagen de un baile de carnaval en el interior del edificio, precisamente en el salón de las columnas.
Alejandro Zogbe y José Marún
Abraham Saffe y Checre Zogbe
Alfredo Marún y Wadi Fagale
Jorge A.Sales y Antonio Fagale
Julio Jorge Marún y Rodolfo E. Nehín
El edificio del Club Sirio Libanés en 2011.
El ingreso al edificio del Club Sirio Libanés, con su fachada con un arco que descansa en dos columnas.
Vista hacia el exterior desde el vestíbulo del edificio, cuyas paredes están revestidas de travertino.
El salón de las columnas, que evoca el Patio de los Leones de La Alahambra.
Las típicas columnas del salón principal.
El salón comedor.
Galería y patio. En el centro, una fuente.
PRESIDENTES DE LA JUVENTUD LIBANESA