Rodolfo Ferrer : "Ahora leen como recitando de memoria"

Se recibió de profesor de Expresión Corporal y licenciado en Folclore. Integró la recordada compañía de Margarito Tereré. Respetado por su rigurosidad en el trabajo. Aquí una charla a solas con Rodolfo Ferrer.

Su primaria transcurrió en la escuela Santa Rosa de Lima. Luego pasó a la escuela Leandro Alem y terminó en la Fray Justo Santa María de Oro. Hizo la secundaria en la Escuela de Comercio “con docentes de muy buen nivel”, recuerda. Y señala que paralelamente estudiaba música. Cuando terminó, en 1965, se fue a Buenos Aires e ingresó a la Escuela Nacional de Danzas para hacer el profesorado de Danzas nativas y Folclore “en esa vieja escuela de la calle Esmeralda y Sarmiento”, cuenta con nostalgia. Siendo estudiante integró el Ballet de la Escuela Nacional de Danzas y allí bailó con Beatriz Durante y con Nelly Remicone, dos verdaderas leyendas de la danza argentina. Informal, ágil, de palabra directa y sin rodeos, Rodolfo Ferrer está siempre predispuesto a la charla sincera.

- ¿Cuándo fue que se incorporó a la compañía de Margarito Tereré?
- Uno de los pianistas, que era un músico extraordinario, Waldo Belloso, me propone integrar la compañía de Margarito Tereré. La autora de los textos era Zulema de Alcayaga y quien cantaba era Jovita Díaz. Fueron vivencias muy lindas. Viajábamos, estuvimos en varios teatros como el Estrella y el Astro. Luego el espectáculo se convierte en programa de televisión y se distribuía para todo el país. En el show dejábamos un mensaje de cuidar la naturaleza, se mezclaba la danza autóctona y la música folclórica.

- ¿Puede ser que usted haya estado entre las primeras promociones de egresados de la carrera Expresión Corporal?
- Si, tuve excelentes docentes y egresé como profesor de Expresión Corporal. También, por aquellos años, tomaba clases de danzas españolas, danzas griegas, todo lo que tenga que ver con danzas populares y folclóricas. Siempre voy a agradecer que mi formación artística la obtuve en Buenos Aires. Allí tengo mis afectos.

- Y cuando vuelve a San Juan, ¿qué tal le fue?
- No me fue mal. Empecé a dar cursos a maestras de jardín de infantes. También di cursos a maestros de música. De ahí me toman desde el Ministerio de Educación para dar folclore en las escuelas primarias. También trabajé en escuelas para chicos especiales. Luego entro al Centro Polivalente de Artes, adonde estuve entre la vice dirección y la dirección, unos 10 años.

- Se dice que usted impuso rigurosidad y disciplina en la escuela. ¿Es así?
- Era un colegio que tenía toda la estructura pero le faltaba trascender a la sociedad. Y eso fue lo que yo me propuse. Lo logramos a través del equipo de profesores de excelencia que tiene el colegio. Se trabaja con escuelas de educación especial, se crea el ballet de la escuela. Empieza a ser una escuela elegida donde desde abril ya los padres iban a preguntar que requisitos necesitaban para inscribir a sus hijos. Se pudo hacer mucho por una enorme disciplina. Yo he sido muy recto con los chicos. Y a los padres muchas veces les he hecho sentir el rol que a veces los papás pierden y no lo tienen que perder. El alumno es alumno y el padre es padre. Tengo espíritu joven, mentalidad joven, pero también tengo disciplina en el estudio y en el trabajo. Quienes estamos dedicados al arte tenemos que ser disciplinados.

- Muchos dicen que en la educación actual ha bajado el rendimiento de los alumnos y la capacidad para comprender un texto. ¿Qué opina?
- Creo que la educación argentina no está mejor. Me preocupa que los chicos no sepan comprender los textos que leen. Les falta vocabulario y han perdido el hábito de la lectura. Antes se hacían tres lecturas: lectura comprensiva, lectura en voz alta y lectura silenciosa. La maestra escuchaba al chico y hacía las correcciones. Ahora leen como recitando de memoria pero no comprenden el texto. Eso se nota en el rendimiento del chico.

- Y la relación de autoridad con respecto a alumnos y docentes, padres con docentes y chicos con padres, ¿cómo la ve?
- Se ha mezclado un poco todo, y para peor. Creo que desde la casa los papás han hecho que el chico pierda el respeto por la autoridad docente. También hay docentes jóvenes que en esa actitud de querer congraciarse con los chicos terminan perdiendo su presencia y su rol. Yo siempre he exigido ese respeto a los docentes, tanto en los niños como en los padres. Veo que hoy hay cierto temor del docente de poner disciplina. La disciplina es necesaria en toda la vida. Desde el primer biberón hay que poner un horario. Los chicos tienen que tener pautas. En la primaria van todos los padres permanente a ver a sus hijos a la escuela. En la secundaria, cuando tienen que hacer el seguimiento porque el chico está en la pubertad y adolescencia, se borran. Se borran porque el mismo hijo le dice a la madre que no vaya. Y cuando aparecen, es para que los profesores y directivos les solucionen lo que deberían haber hecho ellos en su rol de padres.

- El folclore, en distintas regiones, ha tenido una evolución y se ha modernizado fusionando con otros géneros e incorporando instrumentos no tradicionales. ¿Cree que ha sucedido lo mismo con el folclore cuyano y el sanjuanino concretamente?
- Si tuviésemos que hablar del folclore tradicional, nos hubiésemos quedado con la guitarra, el bombo, el charango, un cultrum y una quena. Sería aburrido. Me parece fantástica la incorporación de instrumentos electrónicos, siempre y cuando podamos distinguir qué genero se está tocando. Si es un candombe, que escuchemos el ritmo del candombe. Que la esencia perdure. Algo similar ocurre con la danza. Si nos manejáramos con la danza como se bailaba en el 1800 seria aburrido. Pero a veces llega a tanto la transformación que se pierde la esencia. Utilizan la base de la música folclórica para hacer algo totalmente nuevo. En ese caso se debe cambiar la designación. No decir “ballet folclórico” cuando de folclore no tiene nada. En esto tiene que ver la desinformación de muchas academias y de muchos profesores que no tienen una formación académica seria.

- ¿Cómo ve el futuro de la tonada?
- Creo que la tonada, como dice el poeta, jamás morirá. Seguramente se va a modificar pero su esencia se va a mantener porque es intimista, porque habla de la geografía de Cuyo y habla del amor. Y esas cosas no tienen tiempo.

- Algún recuerdo en su trayectoria que usted diga: “esto no puede ser que me esté pasando a mí”.
- Hay momentos que a uno lo marcan y te dejan recuerdos para toda la vida. Fue estando ya como director de la escuela. Pude recibir a personalidades de la cultura, como a Beatriz Durante, que elogió nuestro colegio. Y yo poder decirle: “en algo tuviste que ver porque fui tu alumno”. También recibir compañeros que se quedaron en Buenos Aires.

- Ya jubilado como director de la escuela, ¿le sigue preocupando el Polivalente de Artes?
- Me preocupa el futuro del Centro Polivalente de Artes en este dejar pasar del Ministerio de Educación y no haberlo convertido en un nivel terciario. Este establecimiento es el gran semillero, junto con la universidad, para la música, para la danza, para las bellas artes, para el folclore y para la cerámica. Y donde hay arte nos aseguramos que habrá una juventud contenida con altísimos valores espirituales y morales de proyección para el futuro. Un lugar donde hay actividad artística no hay vicios ni tanta violencia. Hay creatividad y felicidad. Y sobre esas bases se tiene que proyectar el futuro de un país. Creo que es la gran deuda que tiene la provincia con el Polivalente del Arte.

- Usted acumuló mucha experiencia y conocimiento, ¿cree que tiene cosas para ofrecer a los más jóvenes?
- A nivel personal creo que todavía tengo mucho para dar. El problema es que todavía no sé cómo. Y me preocupa que quede todo esto sin haberle dado un cierre o una síntesis. A nivel estudio hice todo lo que tenía que hacer y lo que me gustó. Ahora lo quiero volcar de vuelta y no dejármelo en la computadora de la mente. Tengo una estupenda biblioteca que es una de mis preocupaciones, tengo que ver qué hago con ella. Durante 40 años estuve recopilando material sobre la historia del atuendo y muchos aspectos del folclore. Ahora estoy tomando clases de computación para poder empezar a escribir y almacenar material acorde a los tiempos actuales.

- ¿Ve algún cambio entre el San Juan de hoy y el de hace 10 años?
- Los tiempos y los medios de comunicación nos acercan a todo. Ya no hay que esperar a las dos radios que había para escuchar el noticiero. Los medios nos han incorporado la noticia al instante. Ahora viene todo en un combo: las cosas buenas, la cosas malas, todo. La sociedad ha cambiado. Dejó de ser ese San Juan tranquilo. En algunas cosas veo una provincia más pujante, que se la conoce a nivel nacional y eso nos va a favorecer a nivel turístico.

- ¿Qué mensaje dejaría a los jóvenes que están leyendo esta nota?
- Si algo aprendí en la vida, es que siempre hay que tener juventud en el corazón, porque eso va directamente a la mente y al físico. Sin ser peronista, siempre me llamó la atención Evita. Por sus orígenes y por el lugar encumbrado adonde llegó, y tener una vigencia que trasciende los tiempos. Eso es un ejemplo que siempre cito. He leído muchísimo sobre la vida de ella. Tuvo una vida extraordinaria.

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Rodolfo Ferrer.
Rodolfo Ferrer.