La universidad que viene

El 1 de julio asumirá Oscar Nasisi como rector de la Universidad Nacional de San Juan. Reemplazará a quien gobernó los últimos 10 años, Benjamín Kuchen. Habló sobre la universidad que recibe y sobre sus proyectos.

-¿Con qué universidad se encontrará?

-Encontramos a la universidad bastante alicaída y con problemas estructurales serios. Siempre dije que la universidad tiene problemas de aislamiento hacia afuera y hacia adentro.

-¿En qué sentido?
-Hacia adentro, no podemos funcionar como universidad. Nos cuesta hacer cosas en conjunto entre las facultades y lo poco que se hace, depende más del voluntarismo puro de algunos docentes que de políticas que fomenten la articulación entre las facultades.

-¿Cómo sería la integración entre alumnos?
-Si los alumnos lograran interactuar entre diferentes disciplinas y facultades antes de recibirse, andarían mejor en equipos multidisciplinarios. Hay puntos en común entre diferentes carreras. No se puede aplicar en forma generalizada, hay que estudiar bien caso por caso.

-También se refirió al aislamiento externo.
-Critico a la universidad la falta de protagonismo en la comunidad a la que se debe. La universidad está en “stand by”, es una universidad chata y queremos que sea más pujante. Hay un divorcio entre universidad y sociedad.

-Y eso que las experiencias que hubo, como la gente que desde 2003 maneja el ministerio de Infraestructura, fueron buenas.
-Volvemos a lo mismo, son cuestiones aisladas, voluntarias. Y el problema no es por capacidad, que la tenemos, sino por falta de política institucional. La universidad es reactiva, reacciona a lo que está pasando, no se anticipa a los cambios. Además, la universidad no tiene un crecimiento armónico, hay áreas que crecen y otras no.

-Los argentinos estamos acostumbrados a un gobernante con fuerte presencia. En la universidad se advierte que muchas veces el poder pasó por el Consejo Superior y el rector fue un mero administrador.
-Sin querer herir susceptibilidades, lo primero que hay que hacer es que el rector vuelva a tener el protagonismo en la toma de decisiones desde el primer momento. Es cierto que el Consejo Superior tiene que decidir sobre los temas pero principalmente es en materia legislativa.

-¿No es así hoy?
-Está actuando en cosas que a mí me parece que no le competen y termina teniendo un rol ejecutivo. Esto produce confusión. Un ejemplo es la carrera académica. Estamos convertidos en comisión desde hace seis meses por este tema. Hay temas que se discuten en comisión y cuando llegan al Consejo Superior, lo volvemos a discutir cuando es el ámbito en donde los temas tienen que llegar trabajados y tendríamos que directamente tomar las decisiones. Esto obedece a que no está funcionando bien el Consejo Superior.

-¿Puede ser también que el rector puede escudarse más en la toma de decisiones del Consejo Superior?
-No hay dudas que también tiene que ver con esto. Y es lo que quiero cambiar en la gestión, que comience a tomarse decisiones políticas fuertes desde el rectorado. Presupuesto, carrera académica, postgrado, carreras y espacio territorial, protagonismo de la universidad son ejes en los que hay que pasar a trabajar en lo inmediato y para eso no se requiere el paso por el Consejo Superior. Se puede empezar ya.

-Le planteo algunos temas: ingreso común a todas las carreras.
-Hay que trabajar muy fuerte en la integración del ciclo básico con la universidad y en el ingreso, siempre hubo idea de hacerlo único y que los chicos decidan dónde ir recién cuando lo terminen. Hay una discusión mucho más amplia de tener ciclos básicos en común para las diferentes carreras. Por ejemplo, en Ingeniería, los primeros dos y casi los tres primeros años podrían ser comunes para todas sus ramas y que después recién el alumno decida qué tipo de ingeniería quiere seguir. Esto evita la pérdida de tiempo y mejora recursos para la universidad.

- En estos últimos años ¿los decanos trabajaron juntos?
-Cada decano hizo lo que le pareció mejor para su facultad. Hicimos en Ingeniería las jornadas de articulación porque creíamos que era lo mejor pero no fue adoptado a nivel universidad. Hay que trabajar fuerte con las escuelas medias y con el Ministerio de Educación para evitar el desgranamiento.

-¿Cuál es el objetivo principal hoy de la universidad?
-Es simplista decir que se dedique a una cosa. Sí creo que no hay un planteo para respondernos sobre lo que estamos haciendo. No nos planteamos preguntas básicas como que estamos formando a los sanjuaninos que actuarán en los próximos 10 o 20 años.

-Un tema clave.
-Hay que trabajar fuertemente en esto. Somos factores de cambio en lo tecnológico, profesional y social. Pensemos el San Juan que tendremos en 20 años y veamos lo que va a ser la provincia. Seamos anticipativos. Esto trae aparejado que debemos modificar ahora nuestros planes de estudio para que cuando se reciban dentro de 5 o 10 años, los jóvenes ya estén preparados. Dejemos de ir siempre de atrás.

-Este poder de anticipación, de ser los promotores de los cambios estructurales, es una obligación de la universidad.
-Debemos ser todos los protagonistas de la provincia los que pensemos en esto, no sólo en el ámbito universitario. A mediados de la década del ’90 se formó un ámbito de discusión para tratar estos temas pero quedó en el camino.

-Otra cuestión que queda en claro es que los egresados pierden relación con quienes los formaron.
-Tenemos una universidad expulsiva que se desentiende del egresado después de formarlo. Es mentira que insertarse sea un problema del profesional, solamente. Debemos darle esos espacios y no alcanza con que los egresados tengan una banca en el Consejo Superior y dos lugares en los consejos directivos. Y después buscarlos cada cuatro años para que voten. Esto es poco, es muy pobre lo que ofrecemos.

-Dígame qué pueden hacer concretamente en este tema.
-Lo planteamos con Carlos Cardozo, del Centro de Ingenieros. Son los tutores solidarios. Un chico que tiene en su casa un ingeniero, tiene un 30% de posibilidades más de recibirse. La idea es que los estudiantes vayan a las obras, que vean la realidad y sea un estímulo para recibirse. Marcaría la presencia de la universidad porque a su vez ese empresario se sentiría más comprometido con ella.

-¿Está de acuerdo con la estructura funcional de la universidad?
-Hay que plantear una estructura nueva que se adapte a la realidad. Tuvimos la oportunidad en el 2007 cuando vino el reencallisamiento funcional. Nunca lo hicimos así y se realizó como se pudo.

-¿Qué pasará con el personal de apoyo?
-La planta PAU, si bien en un sector está envejecida, en otro sector no lo está tanto. Y más allá de la edad que tengan sus miembros, están desmotivados porque nunca les prestaron atención. En el decanato trabajamos con gente mayor que respondió favorablemente cuando se le dio espacio. Somos una universidad muy buena para formar profesionales pero muy mala para formar internamente a nuestro personal. Y esto lo cambiaremos.

-¿Y con los docentes, que tienen un promedio de edad muy alto?
-La edad es un problema serio más allá de que la ley del 82% móvil nos ayudó un poco. Yendo al fondo de la cuestión, el problema no es la edad sino que se destruye en el proceso a los equipos de cátedras. La universidad tomó un camino que para mí es equivocado, que es que cada vez que se libera un cargo, se lo atomiza entre tres o cuatro docentes. Esto destruyó los equipos de cátedra y llevará tiempo reconstruirlo. Los ayudantes alumnos fueron dejados de lado y creo que es importante para formar a quienes después pueden ser nuestros docentes.

-¿Qué propondrá para la carrera académica?
-Que termine de aprobarse y después ver bien cómo queda para sugerir modificaciones. Siempre dije que a esta carrera académica le falta abordar el tema del perfeccionamiento y la actualización. El objetivo principal de la carrera académica es mejorar, perfeccionarse y no sancionar y tenemos que brindar los elementos para que ese profesor se perfeccione.

-¿Se está trabajando bien en los colegios preuniversitarios?
-La verdad es que nunca se les pasó mucha piola y a pesar de esto tienen muy buen prestigio. Con este aislamiento perdemos una gran oportunidad de integrar a un alumno desde que ingrese a la secundaria hasta que se recibe en la universidad.

-¿Los tres colegios trabajan bien?
-La Escuela Industrial no está funcionando bien. En los otros dos sí está todo bien. Y en la Industrial hay que tomar decisiones de fondo porque hay una demanda muy fuerte de todo el personal de la escuela. Cuando se detecta que hay un aumento exponencial de las licencias por psiquiatría, algo está pasando y en el rectorado no lo tomaron como elemento de juicio para actuar.

-¿Cómo será su relación con los gremios?
-Los convocaré para trabajar juntos. Si bien el tema salarios no se puede solucionar a nivel local, hay muchas cosas, como los cargos interinos en los que no se llamó a concurso, que sí se pueden solucionar.


“Hace mucho tiempo que no crecemos”

-La Universidad, proporcionalmente, tiene un buen presupuesto, ¿Cómo lo defenderán?
-Hay una realidad, las universidades del conurbano bonaerense miden todo a través de la cantidad de alumnos y ante esto es difícil competir porque nosotros tenemos tres áreas muy diferentes: lo académico, la extensión y la investigación. El modelo de pauta para medir es engañoso porque dicen que la mitad de carga horaria del personal es para investigación y no siempre es así. La escuela de música, la orquesta, los coros, los museos son cosas que cuestan mucho sostenerlas, nos dan prestigio pero no lo miden a la hora de dar recursos. Esto así es mezquino.

-Le vuelvo a preguntar cómo lo defenderán…
-Más que la defensa del presupuesto, me preocupa ver cómo crecemos porque no lo hacemos desde hace mucho tiempo. Hay que institucionalizar los mecanismos, a través de proyectos que hay que sentarse a hacer, para ver cómo conseguimos fondos. Si bien se hicieron cosas, perdimos oportunidades de financiamiento y hay que ir a esos lugares a nivel nacional para buscarlas. Hay problemas de accesibilidad y una muestra es la Facultad de Ingeniería. Hay que hacer más aulas y para todo eso hay que hacer proyectos. Nadie va a venir a darnos plata, debemos ir a buscarla.

-¿Cómo hará para bajar el porcentaje de lo que se destina a sueldos?
-El tema salarial es complicado porque no se decide acá. Como no vamos a tocar los salarios, hay que buscar métodos diferentes de financiamiento. Por otra parte, los rectores de las universidades públicas que están en situación similar a la nuestra tenemos que unirnos para tener una lucha común y a muchos de ellos los conozco porque fueron decanos y ahora son rectores.


“Hay cuestiones claves del Gobierno en las que la Universidad no opina”

-¿Se reunirá con el gobernador Gioja?
-Es necesario hablar con él de temas comunes y lograr consensos. Hay cuestiones claves en los que la Universidad no opinó como puede ser el túnel que se quiere hacer en la avenida Libertador. O los paneles solares que se quieren fabricar.

-A veces participan institutos.
-Me refiero a la universidad como conjunto. Para eso falta el liderazgo dentro de la universidad y es lo que vamos a intentar hacer. En los últimos 10 años, la provincia tuvo mucha más movilidad que la universidad. Por ejemplo, la provincia puso en marcha un observatorio piloto de la discapacidad y ese es un ámbito que tendría que ser nuestro y que no lo ocupamos. Por eso le decía que el mayor desafío es la integración con el medio y el otro desafío fuerte es el crecimiento.

-¿Va a viajar mucho a Buenos Aires?
-Me parece que en la primera parte hay que estar más afuera que adentro y para eso hay que formar un buen equipo.

-¿Ya tiene el equipo?
-Todavía no terminamos de definir el equipo. Estamos convocando a todos los sectores porque hay que sumar cosas. Como nosotros tenemos muchas ideas y más allá de las diferencias, del otro lado también tienen ideas valiosas y hay que utilizarlas.

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