Luis Alberto Martínez : "La excomunión de la Iglesia Católica ha sido mi mayor castigo"

Luis Alberto Martínez, abodado “Quito”, hoy vive una vida totalmente opuesta a lo que hizo durante muchos años. Se dedica a su familia, viaja por el interior de San Juan y tiene un objetivo: que Su Santidad, Francisco, le devuelva la posibilidad de comulgar, de lo que está privado por decisión de Monseñor Italo Di Stéfano, como consecuencia de haber votado en favor de la ley de divorcio y la educación sexual en las escuelas.

Tiene 73 años. Fue uno de los fundadores de UDAP, participó en la creación de CTERA. También fue diputado nacional y le tocó votar dos leyes polémicas en el gobierno de Alfonsín: divorcio y educación sexual en las escuelas. Luis Alberto “Quito” Martínez se codeó con el poder político en la década del 90 y tuvo una cuota importante de él. Fue el primer ministro de Educación que iba a designar Carlos Menem pero los pedidos de sectores sanjuaninos ligados a la Iglesia para que no asumiera, lo hicieron desistir al ex presidente y terminó ocupando el cargo el profesor Antonio Salonia.

La última etapa en la función pública la cumplió como integrante del directorio de Puerto Madero en representación del Estado Nacional. Tras finalizar su mandato, decidió retirarse y dedicarse a su familia, a esa de la cual es tuvo ausente durante gran parte de su vida, según el mismo reconoció. Actualmente se dedica a la administración del complejo habitacional Huarpe, un moderno country ubicado en Rivadavia.

-¿Cómo es hoy la vida de “Quito” Martínez?
-No es muy agitada que digamos. A partir de unos tres años, cuando perdí a mi compañera de cincuenta años, apareció la familia, esa familia de la cual estuve ausente lo que ocurrió por destinos fuera de la provincia. Yo viví más tiempo fuera de mi hogar que en él. Esa familia apareció de golpe, los hijos, los nietos, los hermanos, los sobrinos y mi mamá que vivió hasta marzo de este año. Eso hizo que descubriera el valor que tuvo esa mujer que se hizo cargo de lo que yo no me hice cargo por las cosas que me llevó a hacer  la vida en el ánimo de crecer. En esto mi mujer fue en este clan familiar la pieza clave.

-¿Cómo recobró los afectos?
-Ellos me habían guardado el lugar, el afecto, el reconocimiento y el respeto y soy muy feliz en ese lugar. Y otra de las cosas es que podemos estar sentados en un café, en la vereda y mirando para atrás veo que no están los que en alguna medida han tenido una vida tan expuesta y tan púbica como la mía que no pueden sentarse, que no pueden caminar, que no pueden caminar por una vereda sin tener que cambiarse, eso me sorprende.

“Tengo una visión fuerte de la Doctrina Social de la Iglesia”
-¿Usted militó en Acción Católica o en parroquias?
-Fui alumno de Don Bosco, dirigente de la Juventud de Acción Católica Adquidiocesana y eso hizo que tuviéramos una visión muy fuerte de la Doctrina Social de la Iglesia dentro y fuera del país, porque también milité en el exterior, América Latina, en la formación de líderes aborígenes.

-¿Dónde se formó?
-En el Socialcristianismo, la Fundación Konrad Adenauer era la que financiaba todo esto porque el centro del socialcristianismo está en Alemania, entonces hacía por la formación de líderes, de educadores. Nosotros éramos parte de la CLAT, Confederación Latinoamericana de Trabajadores y nuestros adversarios ideológicos eran los integrantes de la Socialdemocracia. Nuestra tarea era precisamente formar líderes aborígenes en toda Latinoamérica con mucha presencia en Brasil, todo esto a partir de mi tarea gremial docente en UDAP.

“Le estoy preparando una carta al Papa”
-¿Sigue sin poder comulgar en misa?
-Sigo excomulgado y estoy preparando una carta al Papa, porque yo necesito volver a lo que nunca dejé de ser y estoy privado de la comunión por disposición del ex obispo que teníamos, por mi posición sobre la ley del divorcio y la Ley de la Educación Sexual en las escuelas, todo esto llevó a que fuera excomulgado. Yo estoy planteando ahora en una misiva que envío al Papa, porque este Papa ha devuelto la fe, mucha esperanza en esta Iglesia que del amor y del perdón pasó a ser  la Iglesia de la intolerancia.

-¿Se siente  contenido por la iglesia católica con este Papa?
-Yo me siento contenido con mi fe primero, la que no predica mal, sé que soy lo que soy porque el “flaco” me mima, realmente me mima. Por eso creo que la vida me ha dado esta posibilidad a partir de darnos a los argentinos un Papa, y antes de irme de este mundo de poder volver a comulgar. Soy ex alumno del Colegio Don Bosco, no he sido solamente un feligrés de los domingos, yo he militado en mi cristianismo y en mi Iglesia Católica y creo que las razones por  la que se me privó no son escándalos, fueron acciones absolutamente humanas y la Iglesia en vez de contenerme, no la iglesia, perdón, un obispo me puso en esta situación.

-¿Las marchas docentes que encabezó pasaron a ser un buen recuerdo?
-Obvio, pero me voy a acordar de algunos compañeros como el “Gringo” Orellano, un importante dirigente cuando en el famoso 76 fuimos invitados Mendoza por la 8va Brigada y nos llevaron junto a Ivonne Barud de Quattropani, a Isabel de Martino para tomarnos declaración porque habíamos sido sindicados como militantes de izquierda, nadie entendía que podíamos ser militantes y de derecha por nuestra formación cristiana. Las familias nuestras se pusieron mal. Al llegar a Mendoza nos pidieron los documentos y nos dijeron “vayánse no más”. Era todo para generar miedo, más allá de la violencia que existió, con compañeros desaparecidos.

“Gioja ha transformado desde el presente el futuro de San Juan”
-¿Cómo ve desde afuera a el panorama general, gobierno, PJ, gremios?
-Creía que  nunca iba a ver el gobierno que vi. Dentro del partido político al cual he pertenecido y digo “he pertenecido” porque me dieron de baja porque vivía en Buenos Aires, según mi partido, pero es anécdota, un detalle. Yo no creí que iba a ver un gobierno como el que ha realizado y realiza José Luis Gioja y lo digo sin ponerme colorado, porque siempre estuve en la misma calle que José Luis, pero nunca en la misma vereda, siempre lo vi críticamente, jamás me imaginé este gobierno que es de mi partido, que es de San Juan, esto era soñado, pensado, imaginado, pero ante los hechos me saco el sombrero con respecto al gobernador José Luis Gioja. ¿Sabe por qué?,  por lo que ha transformado desde este presente el futuro a San Juan.

-¿Por dónde pasó esa transformación, según su visión?
-Por ejemplo la apertura de esa ventanita con la que nos cuentearon años y años dirigentes políticos diciendo que era para ir a veranear a La Serena, José Luis la puso en el lugar de destino prefijado para otra cosa. La energía alternativa, recuperar las cosas históricas como el Centro Cívico, el hospital, todo eso es bárbaro, pero pensar en ese San Juan de los embalses, pensar en ese San Juan de la salida al mar, pensar en ese San Juan que deja de ser terminal para convertirse en un lugar de paso, es para otra provincia, para otro San Juan que alguna vez soñábamos y el flaco ha sido capaz de hacerlo, por eso yo digo de mi historia el mejor gobernador es José Luis Gioja.

-¿En algún momento le hicieron un giño para que se acercara?
-Yo no soy enemigo de José Luis ni de los compañeros que lo acompañan, que lo ayudan, pero la verdad es que yo nunca fui, nunca pedí ser considerado y pese a que vi el reciclaje de la gran mayoría de mi generación, nunca volví a ser lo que ya fui, ni en el gremio, ni en la política ni en la vida. Por ahí veo algunos que van, vienen de diputados a concejales, de concejales a intendentes.


“No tengo el ímpetu de protagonizar, solo acompañar”
-Usted cree que los ciclos se cumplen.
-Los ciclos se cumplen y ahí es donde recuerdo el hecho que me signó para ser así y pensar así. 1979-80, final de la dictadura, se hizo una comisión en el partido para ir a pedirle a don Eloy Camus que nos dejara y que se retirara y empecé como a sentir vergüenza. Por eso es que cuando terminé la gestión en el directorio de Puerto Madero dije esta es mi despedida y por eso no voy a dejar de ser lo que soy, no me voy a quedar sin objetivo, tengo objetivos en la vida pero de la vida misma, tengo objetivos sociales, morales, voy donde me invitan a contar parte de la historia como la facultad de Ciencias Sociales o de Filosofía.

-¿Le ofrecieron conducir en el club San Martín?
-No me siento con el ímpetu para protagonizar, puedo acompañar, se lo he planteado a amigos del Club San Martín porque queremos tener un recambio, yo estoy para acompañar, pero si los que están en condiciones de gobernar creen que les puede servir el acompañamiento para esto, con mucho gusto, pero solo no.

-Usted habla de la fe y eso que la vida le pegó duro en el plano familiar.
-En los últimos tres años perdí mi mujer, con la que viví cincuenta años, con todos los altibajos de la vida pero fue más inteligente que yo, conservó la familia para que la gozara yo y después fue muy duro el golpe con mi mamá, con 97 años, murió en el mes de marzo, esto fue lo más duro que me ha pasado en los últimos tiempos y la excomunión que fue mi mayor castigo y yo confío en que esto se podrá revertir.





NOTA PUBLICADA EN EL NUEVO DIARIO EL 13 DE DICIEMBRE DE 2013

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Luis Alberto Martínez.