Sánchez Álvarez. La familia del hombre que le dio su nombre al estadio de San Martin

Hilario Sánchez fue arquero, dirigente y presidente durante más de una década del Club Atlético San Martin. También  se desenvolvió en la política, dentro de la Unión Cívica Radical y en su profesión como ingeniero civil, especialmente en la reconstrucción de San Juan. Esta es la historia de su familia.

Futbolero desde la cuna
Hilario Sánchez fue el mayor de los cuatro hijos que tuvieron Hilario Isidoro Sánchez Fernández y Carmen del Socorro Rodríguez. Hilario padre era oriundo de Comares, un pueblo ubicado en la provincia española de Málaga. Nació allí en 1897 y se desenvolvió como sastre y comerciante. Siendo joven dejó su país para radicarse en San Juan, Argentina.

Estando en la provincia, trabajó en Hidráulica y conoció a Carmen, que era unos ocho años menor que él y era hija de inmigrantes españoles. El matrimonio tuvo cuatro hijos: Hilario Teodoro, protagonista del relato, Miguel, Hugo y Nélida “Beba”.

Hilario nació en 1925. Desde chico jugó a la pelota y siempre lo hizo en lo que fue prácticamente su segunda casa, el Club Atlético San Martin. Jugó como arquero y nada lo detenía cuando se trataba de patear la pelota. Su propia madre solía contar que, aunque lo dejara en penitencia encerrado, él buscaba la forma de salir para ir a jugar. A medida que fue creciendo, fue avanzando de categoría y  llegó a ser el arquero de la primera del verdinegro.

Gracias al fútbol, en gran parte, Hilario conoció a su compañera de vida, Ilda Álvarez. Ella vivía en lo que durante mucho tiempo fue Angaco Norte, que actualmente sigue formando parte del departamento que lleva ese nombre. Él iba a jugar allá a la pelota y así, entre partidos y encuentros sociales, se conocieron.

Ilda nació en 1924. Siempre firmó como Hilda, pero después de que falleció sus hijas descubrieron que en realidad estaba inscripta sin h. Ella era la penúltima de los ocho hijos de Pedro Álvarez y Jovina Ángela Becerra. Pedro nació en España, en 1888. Era oriundo de un pueblo llamado Arriete, ubicado en la provincia de Málaga. Dejó España a los dieciocho años junto a un hermano y una hermana. De camino a San Juan ellos dos se quedaron en Brasil y nunca más tuvo contacto con ellos.

Al llegar a la provincia, Pedro se instaló en Angaco y conoció a Jovina, que era sanjuanina. Ellos fueron administradores en la finca de los Paviolo, una conocida familia angaquera y bodeguera de la época. Allí vivieron prácticamente toda su vida y, aparte de dedicarse a la agricultura, tuvieron un almacén de ramos generales.

El trabajo por la reconstrucción de la ciudad
A la par del deporte, después de terminar la escuela y recibirse como técnico químico nacional, Hilario comenzó a desarrollarse en la que fue su otra gran pasión, el trabajo en la construcción. Se recibió de ingeniero civil, fue docente en la Escuela Industrial y en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan. Además fue secretario técnico y de Servicios de la misma alta casa de estudios.

Aparte de docente, tuvo un rol importante en la etapa de reconstrucción de San Juan luego del terremoto de 1944. Formó parte del Consejo de Reconstrucción y ocupó cargos jerárquicos en ese organismo. Fue director de Reconstrucción, también de lo que más tarde fue el Instituto Provincial de la Vivienda, fue inspector de obras de Hidráulica, presidente del Consejo Nacional de Reconstrucciones Antisísmicas de San Juan y miembro titular de la comisión asesora del Auditorio y de la Escuela Superior de Música.

Hilario además tuvo su propia empresa, con la que construyó edificios importantes para la sociedad sanjuanina. La firma trabajó en la finalización de la  construcción de la Escuela Industrial, el Auditorio Juan Victoria, el Hospital Marcial Quiroga y, entre otros edificios privados, el que está ubicado en la esquina de General Acha y Avenida Libertador, que lleva su nombre “Hilario Sánchez”.

Deporte, construcción y otra pasión en la vida de Hilario fue la militancia política. Se afilió a la Unión Cívica Radical, ocupó diferentes cargos en el comité de la UCR y fue candidato a diputado nacional por el partido.

En pleno proceso de reconstrucción de la ciudad de San Juan, en 1952, Hilario e Ilda se casaron. El matrimonio tuvo tres hijas: Alicia del Carmen, Marta Patricia y Claudia del Valle. El propio Hilario asumió la construcción de la vivienda familiar en calle General Acha, entre San Luis y 25 de Mayo.

Aunque sus tres hijas no podían jugar en el club de sus amores, siempre las llevaba a la institución y a ver los partidos. Después de que las primeras dos nacieron él dejó de jugar en la Primera y comenzó a desenvolverse como dirigente de la institución. Tuvo una participación sumamente activa, incluso su propia casa se convirtió en una sede más del club.
Allí solían concentrar los jugadores y otros dirigentes, como Alfredo Derito, que en aquellos años comenzaba a dar sus primeros pasos.

Ingeniero, docente, militante de la UCR, futbolista y luego dirigente, en cada cosa que hacía ponía su mejor empeño. Aunque su trabajo como profesional le demandaba gran tiempo, encontraba el espacio para el fútbol. Además trabajó con gran vocación en la reconstrucción de San Juan, tratando de procurar viviendas a aquellos que la necesitaban con suma urgencia, sin poner su color político en el medio.

En una oportunidad, ya fallecido Hilario, una de sus hijas se encontraba visitando su tumba en el cementerio cuando se apareció un hombre que le preguntó si era hija del político,  dirigente y futbolista. Le contó que él solía cuidar autos en la entrada al Consejo de Reconstrucción, que Hilario solía saludarlo amablemente y que cuando se enteró de que no tenía casa trabajó para conseguirle una a él también.

Presidente del Verdinegro
Después de muchos años de juego y de trabajo en la dirigencia, Hilario Sánchez llegó  a ser presidente del Club San Martin. Asumió en 1971 y ocupó ese cargo hasta 1983; fue el dirigente que estuvo más años al frente del club. Durante su gestión lograron la iluminación del campo de juego, la adquisición de nuevos terrenos para agrandar el predio, la construcción de tribunas de hormigón, en reemplazo de las de madera, además de la pileta de natación.

Hilario falleció el 29 de mayo de 1987. Seis meses después la Comisión Directiva de San Martin decidió colocarle su nombre al estadio. Esto fue así hasta que, en 1995, un nuevo cuerpo de dirigentes determinó cambiar el nombre Hilario Sánchez por “27 de septiembre”, recordando la fecha de fundación del club. El cambio habría sido porque los dirigentes de la época tenían grandes diferencias con Sánchez, que fue radical. Sin embargo, en 2006, con Jorge Miodowsky como presidente, deciden que el estadio recupere su primer nombre, poniendo nuevamente en valor lo que significó la gestión de Hilario para el club, más allá de cualquier diferencia política.

Aparte, Hilario también trabajo en instituciones con fines solidarios, como el Club de Leones de San Juan, donde fue secretario, presidente y tesorero.  En 2016, la Cámara de Diputados de la provincia le entregó un post mortum como Ciudadano Ilustre a la familia de Hilario. Entre sus nietos muchos son hinchas de San Martín, e incluso entre sus bisnietos, dos juegan en las divisiones 2002 y 2003.

La descendencia de Hilario e Hilda
Alicia es psicóloga y trabajó en el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI), a la par se desenvolvió en la actividad privada. Se casó con el médico nefrólogo Carlos Lara y son padres de Agustín Lara, él trabaja en la empresa profesional de su padre.

Martha Patricia es fonoaudióloga, se recibió en Mendoza y se radicó en San Luis. Está casada con Mario Ahumada y son padres de María Florencia y Agustina Ahumada, que es diseñadora de indumentaria.

Claudia del Valle, que es casi diez años menor que su hermana mayor, es profesora de Educación Especial con especialidad psicomotriz, fue parte de la primera promoción egresada de la carrera en San Juan. Trabajó como docente de estimulación temprana en los inicios de la Escuela Aleluya, fue vicedirectora y directora de esa institución. A la par trabajó en el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, hasta que en los noventa decidió abocarse al PAMI. Se casó con el médico Cristóbal Sánchez, a quien acompañó en lo profesional, político, además de compartir un hobby como la pesca. Ellos tuvieron tres hijos: María Soledad Sánchez, psicomotricista, se caso con Sergio Landa y tienen a Catalina y Guillermina; Cristóbal Sánchez y Fernando Sánchez. De corazón, aparte tiene otros tres hijos: Jorge Luis Sánchez, abogado, director de Movilidad de la Capital, padre de Matías y Lucas;  Carlos César Sánchez, administrativo en ANSES, casado con Agostina Ghitter y padres de Lola, Bernabé y Antonia; y María Carolina, directora de Comunidad de la Capital, casada con Carlos Molina, padres de Juan Pablo y Juan María.

                

GALERIA MULTIMEDIA
Hilario Sánchez, futbolista, dirigente deportista, político e ingeniero civil.
La vieja entrada al Estadio Hilario Sánchez del Club San Martin.
Jorge Sánchez, Cristóbal Sánchez (hijo), Soledad Sánchez con su hija Catalina Landa, Claudia Sánchez, Cristóbal Sánchez, Carlos Sánchez, Carolina Sánchez y Fernando Sánchez.
Claudia Sánchez y su compañero Cristóbal Sánchez.
Herederos del verdinegro: Sergio Landa junto a su esposa Soledad Sánchez, Fernando Sánchez y sus sobrinos Matías y Lucas Sánchez.
Pedro Álvarez y su esposa Jovina Becerra acompañando a su hija Elena, en su casamiento.
Las hermanas Álvarez Becerra: Olinda Becerra, Ilda Álvarez, su nieto Agustín Lara, Elena Álvarez, Argentina Álvarez, Ita Álvarez y Elena Álvarez, con su nieta Florencia Maya. La foto es de principios de la década del noventa.
Claudia Sánchez trabajando en la Escuela Aleluya, en los ochenta.
Claudia Sánchez con su hermana Patricia Sánchez, en los ochenta.
Claudia Sánchez Álvarez junto a sus abuelos Hilario Sánchez y Carmen del Socorro Rodríguez. La foto es de la década de 1960.
Hilario Sánchez Fernández junto a su esposa Ilda Álvarez en su luna de miel, en La Cumbre, Córdoba. La foto es de 1952.
Hilario Sánchez Fernández junto a su compañera Ilda Álvarez en la finca de los Paviolo, donde vivía la familia de ella, en Angaco.
La familia de Hilario Sánchez y Carmen Rodríguez, en la década de 1960. César Pizarro, Carmen del Socorro Rodríguez, Alicia Sánchez, Nélida Sánchez, Hilario Sánchez Fernández, Ilda Álvarez con Claudia Sánchez en brazos, Hugo Pizarro, Patricia Sánchez, María Susana y Miguel Sánchez y Bebe Ferrero de Sánchez.
El diputado Eduardo Castro, Soledad Sánchez, su hija Catalina Landa, el pequeño Matías Sánchez, Cristóbal Sánchez padre, Fernando Sánchez, Lucas Sánchez y Claudia Sánchez. La foto fue tomada luego de que la familia recibiera la distinción post mortem de Hilario Sánchez como ciudadano ilustre.