¡Nunca hay que tocarle la cola a la Araña!

Mario Castro es uno de los periodistas más respetados y queridos en el mundo del deporte. A lo largo de décadas se ha transformado en un referente del relato y los comentarios de cuanto acontecimiento deportivo se realice en San Juan, en el país e incluso en países donde participe algún equipo sanjuanino. De sus cientos de anécdotas publicamos esta que pinta la trastienda de un mundo muy particular donde la pasión se mezcla con lo competitivo, la picardía y el humor.

 En la época brillante del básquet recordábamos que estaba Michel Burs, el “Araña Burs".

En un entrenamiento en Villa Lanteri -un club  de familia y muchos amigos-  generalmente había  muchos chicos jóvenes. Siempre estaban con bromas, se corrían, cachetadas, golpes y qué se yo.

El “Araña Burs” estaba entrenando y también Craig Smoack

Craig había hablado con los muchachos días antes sobre que tuvieran cuidado con las bromas que hacían porque al “Araña” se le saltaba la chaveta. Había dos hermanos que jugaban ahí. Uno de ellos pasó al lado de Araña y le tocó la cola.

“Araña Burs” salió despedido hacia el sector de camarines. Volvió con una cortapluma que había sacado de su bolso y salió corriendo para tratar de meter unos puntazos al que le había tocado la cola.

Todos gritaban y trataban de detener a Burs que estaba como loco. Fue tanta la desesperación de aquel joven que pegó un salto, se colgó de la pared y saltó para la casa del vecino. Eso lo salvó porque todos agarraron a Burs y lo fueron calmando.

“Araña Burs era un jugador estupendo, que cuando se levantaba en el aire parecía que quedaba suspendido, pero era díscolo y realmente cometía muchas locuras.

De todas maneras, lo calmaron y con la intermediación de Craig Smoack le fueron explicando que era un chiste que se hacían, pero que era un tema de cariño, nada ofensivo.

GALERIA MULTIMEDIA
Villa Lanteri 1987. Parados: James Gregory, Ariel Aballay, Mario Romero, Haterluk y Michael Burns. Abajo: Carlos Alvarez, Mario Guzmán, Juan Díaz, Edgardo Chachi Castro, José Muñoz, Rodrigo Borghetti y Guille Benegas. En ese año ya no estaba Smoack.