Saturnino Salas. El gran matemático sanjuanino

Por Antonio Diaz Ariza. Docente - Escritor

 San Juan, pese a su condición de provincia pequeña y terminal, ha sido históricamente una mina de ilustres hombres que han sido protagonistas de la historia de nuestro país.

Desde Domingo Faustino Sarmiento -máximo prócer sanjuanino- pasando por Laprida, Fray Justo Santa María de Oro, Del Carril, Guillermo Rawson, por citar algunos de una extensa lista. Entre los personajes que dejaron su impronta en la historia de nuestra patria y de los menos recordados, con quien nuestra provincia tiene una deuda de gratitud, es Saturnino Salas.

Saturnino nació en San Juan el 29 de noviembre de 1806, en una familia de buen pasar e importante estirpe -por ejemplo el  Gral. Manuel Dorrego Salas era su primo hermano-.

Su padre Dn. Joaquin de Salas y Diaz era un gran inventor, que fue conocido por inventar una bomba hidráulica para usos mineros, entre otros inventos interesantes. Además era un gran patriota que estuvo en el Cabildo de San Juan cuando se reunió para decidir el apoyo a la primera junta de 1810, votando por la emancipación. Su madre Juliana Pereyra también pertenecía a una conocida familia.

Estudió educación inicial en la “Primera Escuela de la Patria” creada por Ignacio de la Roza. En 1816 y fue compañero de aula de Sarmiento. Sus maestros fueron el conocido Fermín Rodríguez y fray Benito Gómez (un brillante matemático). Es allí dónde desarrolla su gusto por las matemáticas y demuestra talento para el cálculo.

En 1823 es becado para asistir al Colegio de Ciencias Morales de Buenos Aires, junto a Antonino Aberastain otro ilustre sanjuanino que al igual que Salas dejó su impronta en la historia de San Juan. Fue precisamente el padre de Antonino quien los llevara en su “arria” hacia Buenos Aires, junto a otros seis jóvenes sanjuaninos.

Al año siguiente, los partidarios de Rosas desmantelan el Colegio, por lo que los infortunados sanjuaninos tienen que pasar penurias y pobreza, sobre todo por la falta de transportes que le hicieran llegar recursos desde su casa en San Juan.

Durante este periodo Salas utilizó su habilidad para reparar su calzado y fabricar prendas para vestirse.

Pero esta situación no lo desanima y prosigue sus estudios con seriedad y endereza.

En 1824, alertado por la habilidad matemática y facilidad para confeccionar planos de Salas, su profesor Avelino Díaz le ofrece un trabajo en la “Primera Comisión Topográfica del país”, creada por Vicente López y Planes y Felipe Senillosa.

Originalmente desempeña el cargo de menor jerarquía pero pocos meses después es ascendido a delineador. Trabajando como delineador prosigue sus estudios en ciencias exactas.

Dos años después solo dos alumnos se reciben. Saturnino Salas y Alejo Outes con el título de Ingenieros.

Pese a su juventud, es aceptado como profesor de Física y Matemática en la Universidad de Buenos Aires donde se desempeña magníficamente dando clases magistrales. En aquella época es considerado  el mejor matemático argentino.

El 24 de Diciembre de 1852, Saturnino Salas es dado de baja en la cátedra de Matemáticas por no ser partidario de Rosas.

Mientras tanto en la Comisión Topográfica, Salas crea el “Primer Registro Gráfico Argentino”, “confecciona el Primer Gran Plano de Capital Federal, Empadrona a los Agrimensores y traza  los planos de mensura de numerosos pueblos de Buenos Aires como: Chivilcoy, General Alvear, 9 de Julio, Junin, etc.

El 29 de abril de 1854, participa de reforma de la legislación de tierras, junto a Dalmasio Vélez Sarsfield y Felipe Sellinosa.

En Diciembre de 1856, Salas es designado junto a Guillermo Rawson para el Consejo Superior de la Instrucción Pública.

Desempeñó un importantísimo trabajo en la comisión Topográfica durante toda una vida.  Fue miembro de: “La Sociedad De Geología De Berlín”, miembro del “Real Instituto Geográfico De Londres”, miembro del “Instituto Histórico-Geográfico Del Río de La Plata” y miembro de “La Sociedad Científica Argentina”.

Falleció el 14 de septiembre de 1892, tras una extensa y honesta labor, a tal punto que a pocos días debió hacerse una colecta pública para recaudar fondos para depositar sus restos en el cementerio de La Recoleta.

En nuestra provincia una escuela de la localidad del Rincón, en Caucete, lleva el nombre de este ilustre sanjuanino.

Ver artículo: Los primeros empedrados 

 

    

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Saturnino Salas, nació el 29 de noviembre de 1806 y falleció el 14 de septiembre de 1892