Juan Carlos Yanzi. Historia viva del básquet sanjuanino

El siguiente artículo fue publicado en el suplemento deportivo de El Nuevo Diario el 30 de abril de 1993, en la edición 604

 Juan Carlos nació en San Juan el 6 de octubre de 1927. Hijo de don Luis María Yanzi (fallecido en 1982) y doña Isabel Rizzotti, es uno de los seis hermanos (uno fallecido), 4 varones y dos damas. Cursó sus estudios primarios en el Colegio Don Bosco y la Escuela Sar­miento y el secundario en Don Bosco. Estuvo tres años en la Universidad Nacional de Córdoba, estudiando in­geniería aeronáutica. Como se enteró que sería capitán ingeniero al recibir­se, él no había soñado ser militar. Se vino a San Juan a estudiar agrimensu­ra, pero no lo recibieron pues debía cursar idioma y comenzar de nuevo. Pasó a ser dependiente de la farmacia de su padre.


La figura de Juan Carlos Yanzi está más allá de toda discusión en la historia del básquetbol, tal el volumen que alcanzó tras exhibir durante muchos años sus notables cualidades, por merecimientos propios, en ese pedestal al que sólo acceden unos pocos. Fue integrante del seleccio­nado de Córdoba, donde estudiaba ingeniería aeronáutica y en nuestra provincia fue múltiple campeón del básquetbol y a su conjuro, el deporte alcanzó una insospechada dimen­sión, seguramente no soñada por el más fervoroso adepto a ese deporte. Pero también conviene dejar en claro que detrás del flaco Yanzi, sin exhuberancia, midiendo minu­ciosamente sus pasos, la Federación local siguió con me­ridiana claridad el camino. Se llegó a ser sede de un argentino frustrado en semifinales y de allí el básquetbol decayó peligrosamente. Hoy se debate entre la existencia y la subsistencia, con esfuerzos de unos pocos, entre ellos, el club Inca Huasi, al que siempre perteneció Juan Carlos Yanzi.

Hoy por hoy, el club del Parque de Mayo está ante las puertas de una nueva instancia del ascenso a la Liga Nacional "B" y Carlos Yanzi sigue de cerca las acciones, pues su hijo Carlos Guillermo es quien tomó la posta y derrocha calidad en el rectángulo.

 Yanzi padre fue un ejemplo de conducta deportiva. Jamás fue expulsado de un campo de juego. Solía aceptar los fallos, por más que lo perjudicaran. Siempre pensó con serenidad y visión y ejecutó con sorprendente racionalidad. Fueron muestras fehacientes de un proceder acertado, de una actitud coherente de quien evitó el despilfarro de palabras carentes de profundidad y prefirió, antes que nada, concretar juego y avanzar sin pausas. Siempre trabajó sigilosamente, sin estridencias, pretendiendo que el deporte no se estanque.

Eso sí, los domingos por la mañana y los miércoles por la noche, en los partidos de veteranos, el flaco se desquitó de lo que no habló en toda su carrera deportiva. Allí descarga todo lo que le quedó adentro. Y parece que fue mucho, aunque sigue siendo un caballero, hincha de Independiente de Avellaneda.

A raíz del terremoto de 1944, fue a cursar el tercer año secundario al Colegio Carmen Arriola de Marín, de los Hermanos Maristas, de San Isidro, en Buenos Aires. Era futbolista, defensor de la selección del colegio. Se lesionó un integrante del básquetbol y su primo Luis Rizzotti, que jugaba allí, lo convenció para integrar el equipo. No sabía nada. Le dijeron que cuando tome la pelota no se la dé a nadie. Era el último suplente, pero fueron saliendo jugadores por faltas personales y sobre el final le tocó entrar. Tomó una pelota y con un miedo terrible la abrazó y no la quería dar a nadie. Lo convencieron del pase y, finalmente, perdieron por un doble.

 

 Sin embargo, siempre estuvo cerca de este deporte. Acompañaba a sus amigos a la pileta Urquiza donde practicaban básqutebol. El no gustaba, pero en 1945, el "Conde" Vera lo convence y debe jugar en cuarta, ya que tenía 17 años. "Comencé de viejo", le dice a El Nuevo Diario. Era suplente de Pascualli, a quien le dijo: "El día que pase a primera no largo más". Y fue así. Pero antes se fue a estudiar a Córdoba y en el estadio provincial Nueva Córdoba, ubicado en el parque Sarmiento aprendió mucho con el técnico Samuel Dubjobnick, que fue seleccionador de la provincia, tanto en varones como en damas. Dubjobnick descubrió que el flaco tiraba con la mano derecha apoyándose en el pie derecho. "Así no le hacía un doble ni al arco iris. De manera que con mucho trabajo corregí el error y hasta aprendí a marcar a presión, sin cometer falta. Llegué a integrar el seleccionado de Córdoba junto al riojano Bustos, luego campeón mundial de 1950. Tuve como compañeros a Martínez (La Rioja), Correa (Catamarca), Chagras (Salta), Abudi (San Luis), Boero (Córdoba), Pirincho y Pinocheo Palacios. Hice muchos amigos".

En 1950 retornó a San Juan y a su Inca Huasi. "En ese entonces, Urquiza era el rey de la retención. La hinchada pedía el ''''''''amase Urquiza'''''''' y nadie se las quitaba. Luego llegó la nueva reglamentación y Urquiza debió buscar otros argu­mentos. Un tipo con mucha picardía fue Mario Cisella, del Sporting Estrella".

 Yanzi recuerda haber tenido en su equipo grandes jugado­res, vitales cada uno en su función, como Luis Coronado, Bloch, Sabino Pignatari, el pibe Graffigna, Eduardo Quiroga. Más tarde la gran camada que integraron Eduardo Guidi, los hermanos Camargo, Rodolfo Lanteri, Carlos Calpena, el pato Llarena, Pellinacci, Rotondo, Boccelli, Pérez, etc.

En del seleccionado sanjuanino debutó en 1953, cam­peonato argentino en Viedma, Río Negro. Era capitán del equipo. Mendoza fue el campeón. Allí conoció a grandes del básquetbol argentino como Chazarreta, Barrientos, Rafael Lledó ("fue un adelantado en 10 años a este deporte"), Tullí, el santafesino Crespi. Sin embargo, para Juan Carlos Yanzi lo más completo que vio fue a Alberto "Beto" Cabrera, el bahiense. De sus rivales recuerda en San Juan a Lucas Figueroa, Cisella, Polo Benegas, Fernando Cortez, hermanos Ricardo y Guillermo Riofrío, el Payo González (Rawson), Moreno (Palermo), Hermes Astorga (Del Bono), Solange Gil (Barrio Bardiani) y muchos más.

 Juan Carlos se casó con Gilda Tourrés y tiene tres hijos: Gilda, casada; Carlos Guillermo (32) y Gloria (26) soltera. Y dos nietos: Franco (5) que jugará en los mosquitos de Inca y Mauro (4), las debilidades del flaco.

Estos tiempos

Haciendo una comparación con el rico pasado basquetbolístico, Juan Carlos Yanzi, casi siempre llamado cariñosamente, el flaco, apura una frase: "hoy, lamentable­mente, muchas mentes aparecen obnubiladas por distorsiones que cuesta comprender y menos justificar. No se toman los buenos ejemplos; se prefiere caer en las soluciones huecas, fáciles, que quizás provoquen un alivio hoy, pero que jamás remedian el mal, que, como es lógico, recrudece, pues jamás se encuentra la terapéutica adecuada. Tenemos mejores deportistas físicamente, pero no mental­mente. Existe una especie de arrebato, decisiones de compromiso, sin que nadie se decida a buscar la solución definitiva que lo reencauce por caminos adecuados y no por éstos en que transita bamboleante, en medio de una tiniebla que, a esta altura, no puede admitirse. Imagínese, vemos a los monstruos de la NBA por televisión y, salvo, haber aprendido a volcar, medianamente, una pelota, no vemos otra imitación. Es cierto que aquellos son profesionales, pero es un espejo donde los chicos deben mirarse. En nuestros tiempos solíamos ver, de vez en cuando, algunos campeonatos argentinos y los selec­cionados nacionales. Allí nos inspirábamos o procurábamos mejorar el básquetbol. Hoy los jóvenes lo tienen todo al alcance de su mano y casi no se aprovecha".

Desde el punto de vista institucional, Yanzi considera que hay que vivir la realidad y comprender que para progresar hay que dejar de lado egoísmos, arcaicos conceptos que sólo sirvieron, hasta ahora, para postergar al deporte san­juanino del básquetbol. "La Liga Nacional es culpable de la caída del básquetbol. Debió instrumentarse de algún modo que nadie quede sin participar, sin ser borrado. Un ejemplo es que los juveniles sanjuaninos le ganan con cierta facilidad a Córdoba, que tiene equipos en la Liga "A"; GEPU, de San Luis no tiene un puntano de primera".

 

GALERIA MULTIMEDIA
Los nietos Yanzi Tourres. Sentados están Juan Carlos Yanzi y su mujer, Gilda Tourres con Ignacio Yanzi y Mariano Cruz Yanzi. Parados están Gema Novelli Yanzi, Valentina Cruz Yanzi, Franco Novelli Yanzi, Enzo Novelli Yanzi, Julián Cruz Yanzi y Mauro Novelli Yanzi.
La familia Yanzi Tourres. Carlos Yanzi, Juan Carlos Yanzi, Gloria Yanzi, Gilda Tourres y Gilda Yanzi.
Juan Carlos Yanzi con los veteranos de Inca Huasi. Parados están Ricardo Ridao, Félix Barud, Juan Carlos, Fernando “Cuca” García, Gómez, Oscar Guzmán y el “Flaco” Pérez. Abajo aparecen Álvarez, Rubén Bossio y Alfredo Boccelli. La foto es de 1998.
Juan Carlos Yanzi en la selección sanjuanina de la década de 1960. Él aparece último, en la fila de abajo, de izquierda a derecha. En la foto también están los jugadores Guillermo y Ricardo Riofrío, Astorga, Paolini, Gómez, Moreno, Morales, Rodríguez, Darol, Hernández y Torrent. En la foto también están Guillermo y Ricardo Riofrío y Tito Torrent, Hernández, entre otros.
Juan Carlos Yanzi, el sexto de izquierda a derecha, junto a sus compañeros de básquet. Entre otros están Gómez, Quiroga, Rodolfo Lanteri, Guillermo Riofrío, Eduardo Guidi, Enrique Riofrío, Polo Benegas, Dionisio Llanera, Rosas y Domijan.
Colegio Marín, de San Isidro, Buenos Aires, año 1944: Juan Carlos Yanzi aparece de pie, con el número tres en la casaca.
Selección sanjuanina de básquet de 1953, al campeonato argentino en Río Negro. En la foto aparecen los delegados León Levín y Fabio Ríos; el técnico Morales y el árbitro Jofré; y los jugadores, Luis Conte Grand, Rodríguez, Torres, Zalazar, Arturo, Chirino, Clvert, Romero, Correa, Solangel Gil y Juan Carlos Yanzi.