Dante Carbajal. El mago de las tijeras

El siguiente artículo fue publicado en Diario de Cuyo el 16 de junio de 2008, cuyo autor es Claudio Leiva

 Llegó a pagar con su libertad la pasión por la política desde el socialismo. En la cárcel aprendió magia. Pero terminó siendo peluquero.
A los 13 años, siguiendo los pasos de su padre, tomó por primera vez entre sus manos un par de tijeras. Y desde aquel momento nunca paró. Hasta ahora, cuando con 72 años de edad, todavía despunta del vicio.
Pero no ha sido su única actividad. Pasó por la política y hasta fue candidato a diputado provincial por el Partido Comunista. Por sus ideas estuvo preso durante la dictadura, fue boxeador y ahora es árbitro de box y hasta tuvo un pasatiempo que incluso lo llevó a presentarse con su espectáculo de magia en el Teatro Sarmiento. Hoy dice que sólo hace trucos de magia en las fiestas familiares.
Nació en Jáchal, pero con 10 años de edad su familia se vino a San Juan. Ya había pasado el terreno de 1944 que destruyó la ciudad y otra vez en la peluquería de su padre, un dirigente radical, escuchaba todo el día hablar de política.
Así fue que llegó hasta la Biblioteca del Pueblo, en la calle Tucumán, y comenzó a interesarse por la causa socialista y dio sus primeros pasos en el Partido Comunista sanjuanino.
Eso le valió para que en la misma madrugada del 24 de marzo del ''''76, el día de la caída del gobierno democrático de don Eloy Camus, allanaran la casa de su familia en el Barrio Santa María de Oro y lo llevaran preso.
"Fue un allanamiento que hasta el Che Guevara se hubiera puesto celoso", cuenta con picardía.
En el Penal de Chimbas compartió la cárcel con los hermanos Gioja, José Luis y César. Pero dijo que muchos de sus amigos, comerciantes, representantes de clubes deportivos, gente del box, juntaron firmas para pedir su libertad.
"Ahí conocí el sabor dulce de la amistad", dice Carbajal.

En prisión conoció a quien lo terminaría introduciendo en el mundo de la magia. Carbajal contó que había un estudiante de apellido Salgado, con mucha habilidad con los naipes, que él mismo había pintado. Le enseñó los primeros trucos con las cartas y con el paso de los años se lo encontró en Carlos Paz mientras presentaba un espectáculo de magia y fue quien lo presentó a la Escuela de Magos. Allí aprendió los secretos de la actividad. Y aunque llegó a presentarse en confiterías, restaurantes y hasta en el Teatro Sarmiento, ahora sólo brinda su espectáculo para los amigos.
Su otra pasión, el box, la adquirió de niño e incluso cuenta que con 13 años andaba con un bolso con dos pares de guantes para desafiar a los amigos. Luego de haber sido boxeador, técnico y jurado, ahora dice que sólo le gusta ser árbitro.
Ahora está concentrado en un proyecto que quiere concretar sí o sí, que es la construcción del monumento al Che Guevara. Ya lleva reunidos 500 kilos de bronce con aportes de la gente y quiere que la Municipalidad de la Capital determine un espacio público para levantarlo.

Cárcel:
"Fue la presión de la gente la que me sacó de la cárcel. Fue una época dura pero bonita: aprendí a valorar la libertad, la amistad y la solidaridad".

El Che:
"Mi admiración por el Che Guevara nace porque fue una persona que dejó su vida por un ideal. Es un ejemplo de desprendimiento hacia los marginados del mundo".

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El siguiente artículo fue publicado en Diario de Cuyo el 24 de marzo de 2016

1976-2016 A 40 AÑOS DEL GOLPE MILITAR - LA DICTADURA EN SAN JUAN

Carbajal, el detenido al que lo salvó la presión de sus amigos

 Dice que fue el primer detenido político en San Juan tras el golpe militar porque cuando llegó al edificio de la ex Legislatura, junto a su hermano, al que habían buscado después que a él, no había nadie más. Y reconoce que si bien lo golpearon y simularon que lo iban a fusilar, no la pasó tan mal. Fue porque apenas su esposa se enteró de su apresamiento, junto a sus familiares emprendió una campaña para juntar firmas y pedidos por su liberación. El sistema funcionó porque a los pocos días dejaron de apalearlo y poco más de un mes después lo llevaron en un jeep militar hasta su casa, en Trinidad, con la orden de que se “portara bien”.

 

Dante Carbajal, un militante del Partido Comunista (PC) en San Juan que hoy anda por los 80 años, cuenta ahora, cuando se cumplen 40 años del fatídico golpe militar del 24 de marzo de 1976, una de las historias de aquellos terribles días, que sirve para pintar cómo se vivió en la provincia la caída del gobierno democrático, que acá encabezada don Eloy Camus.

 

Por aquellos días, Carbajal era el encargado de las relaciones públicas del PC y una persona muy conocida porque era peluquero y árbitro de box. Y como no había muchas publicaciones ni existía internet, seguían todas las noticias a través de Radio Habana Cuba. Todas las relaciones cosechadas por su tarea le sirvieron cuando cayó detenido. Fue cerca de las 2 de la mañana del 25 de marzo, cuando un comando militar rodeó la manzana en la vivía el dirigente con su familia en el Barrio Fray Justo Santa María de Oro. Luego de registrar minuciosamente la vivienda que compartía con su esposa y sus hijas y de que los efectivos militares buscaran infructuosamente bibliografía política y armas, se lo llevaron detenido en un Unimog del Ejército. En el trayecto a la ex Legislatura, que funcionaba bajo las gradas del estadio abierto del Parque de Mayo, y que fue el primer centro clandestino de detención en la provincia, también apresaron a su hermano Washington.

 

Cuando llegaron al edificio, les ataron las manos a la espalda, los encapucharon y empezaron los primeros golpes y patadas mientras les gritaban “vendepatrias, comunistas de m...”. Pero la suerte hizo que un soldado, que estaba de guardia, lo reconociera y le avisara telefónicamente a su esposa, Elena Abasolo, que a Carbajal lo tenían preso en la ex Legislatura. La mujer, lejos de asustarse, salió a la calle junto con la hermana mayor de Dante, Enoé, y una cuñada, a pedir ayuda para su marido. Así, llegaron a juntar cerca de 300 firmas y notas de apoyo pidiendo la libertad del dirigente. Por ejemplo, de las asociaciones de peluqueros, también de los joyeros, de instituciones deportivas y, también de la Escuela Braille. Todas las firmas iban por triplicado, para ser presentadas ante el presidente Jorge Videla, el gobernador de facto sanjuanino Carlos Horacio Tragant y ante el jefe del RIM 22, Juan Bautista Menvielle.

 

La campaña surtió efecto porque a los pocos días de estar en el Penal de Chimbas, a donde habían sido trasladados la mayoría de los detenidos tras el golpe, un gendarme que estaba de guardia le dijo: “Quedate tranquilo, hay orden del jefe Menvielle de no tocarte”. Y desde entonces, la situación de Carbajal cambió. Aunque no habían llegado a torturarlo, como sí había ocurrido con el resto de los detenidos, a los que veía sacar a la rastra y todo magullados, sí tuvo que padecer, golpes y patadas en su celda y varios simulacros de fusilamiento. Todo era para intentar quebrarlos y que terminaran denunciando a otros dirigentes y militantes políticos y sindicales. Algunos la pasaron mucho peor. Por ejemplo, el secretario del PC en San Juan, Alberto Carvajal, murió tras una sesión de tortura en el Penal, pero los militares intentaron simular que se había ahorcado en su celda.

 

Pero la libertad no vino ahí nomás. Como estaba muy golpeado y lastimado, sus captores esperaron que se recuperara de las heridas y recién lo dejaron libre. Incluso lo llevaron hasta su casa en un jeep militar y lo dejaron ir luego de darle algunas “recomendaciones”.

 

“A mi me salvaron los amigos, la presión de la gente. Es una lección que nunca voy a olvidar”, recuerda hoy Carbajal, al tiempo que atesora como algunas de las cosas más importantes de su vida parte de las notas y los pedidos que su familia hizo a las autoridades militares de aquella época.

 

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Dante Carbajal. (Fuente: Diario de Cuyo)
Dante Carbajal nunca dejó su pasión por el boxeo: ahora es árbitro. Y sigue siendo fiel a sus clientes en la peluquería. (Fuente: diario de Cuyo)
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