Cereseto y Del Bono, genoveses que hicieron historia

Estos italianos crearon dos bodegas muy importantes a fines del siglo XIX con la intención de vender vino a una población nacional que crecía por la llegada de inmigrantes.

 El apellido Del Bono significa mucho en la vida social, política, económica y deportiva de San Juan. Este apellido de origen italiano lleva más de 135 años en nuestro país. Todo comenzó con el ingreso masivo de inmigrantes que tuvo la Argentina cuando promediaba el siglo XIX. Uno de ellos, fue Juan Bautista Del Bono, un genovés de la Liguria italiana que vino a buscar nuevos horizontes. Con su esposa María Briano se radicaron en Buenos Aires y tuvieron tres hijos: Catalina, Bartolomé y Carlos. Estaba vinculado en lo afectivo y laboral a otro paisano que le dio mucho a San Juan: Vicente Cereseto.

Para entender como llegó Del Bono a San Juan tenemos que detenernos en la figura de Don Vicente Cereseto. Oriundo también de Génova, Don Vicente fue encargado de la "Casa Cereseto Hermanos", la primera firma que vendió vinos italianos y vermouth a la Argentina. Su negocio no le funcionó y tuvo que cerrarlo y emigró a nuestro país, llegando a Buenos Aires donde abrió un almacén, surtido principalmente de productos italianos para la colectividad. Lamentablemente también este negocio no funcionó. Como estaba vinculado al vino de Cuyo (seguramente del cual se surtía para su comercialización), llegó a San Juan y en 1876 se asoció con los también italianos Luís Bergallo y Pedro Vicente Caraffa, Juan Tiscornia y Eugenio Bosio constituyendo la bodega "Bergallo y Compañía", donde Cereseto sin capital era el socio industrial que aportaba lo que sabía hacer: realizar los trabajos de viñas, bodega y elaborar cortes de vinos.

En 1882 se disuelve la firma y Cereseto adquiere la bodega a sus ex socios y crea un nuevo establecimiento vitivinícola junto a un nuevo personaje con residencia en Buenos Aires: Eliso W. Marenco. En la misma, incorpora a la sociedad a su hermano Juan, un ingeniero civil recibido en Turín, Italia, quien tenía el 20 % de las acciones con el compromiso de dedicar todos sus conocimientos y trabajar en exclusiva en la bodega. En esa bodega él fue el constructor de grandes cavas subterráneas, inédita labor para la época (hoy pertenecen al Del Bono Park Hotel). Con el 40 % de las acciones para los socios mayoritarios, la casa elaboradora en San Juan funcionaba como "Cereseto y Cía" y en Buenos Aires, Rosario y Santa Fe funcionaba la comercializadora como "Marenco y Cía".

Aquí aparece Del Bono. Juan Bautista Del Bono fue contratado por la firma para gerenciar la misma. En otras palabras era empleado de Cereseto. Así fue como vino a San Juan.

En aquellos tiempos el transporte de mercaderías y de gente era un viaje penoso, largo y lleno de contingencias porque tenía que hacerse en carretas, diligencias o a lomo de mula y se necesitaban tres meses para ida y vuelta a Buenos Aires. Cada carreta llevaba de 10 a 12 bodelesas, tirada por 5 animales además de sus repuestos. Dicha carga representaba 2.000 litros de vino por carro. La distribución del vino cuyano por el litoral y norte argentino comenzó a realizarse con cuidado para que el vino fuera una bebida higiénica, grata al paladar y propia para la mesa. Sin duda con la llegada del ferrocarril el 12 de abril de 1875 a San Juan el transporte comenzó a hacerse mas ágil y menos penoso.

En 1882 la muerte sorprendió a Vicente Cereseto en Italia. Carlos, el hijo de Vicente y su tío Juan continuaron al frente del establecimiento. En 20 años elaboraban 800 mil litros de vino en el un lugar de dos hectáreas y se convirtió en una de las bodegas mas grandes de la provincia luego de la de +Uriburu y Cía+ que por aquel entonces producía 1.100.000 litros.

La obra de Vicente la continuó su hermano Juan y estuvo 10 años al frente de la bodega. Hombre de letras que recitaba a Dante con gran emoción y realizó varios versos. Un caballero que integró la comisión que recibió al presidente Julio A.Roca en San Juan en oportunidad de la llegada histórica del Ferrocarril Andino. Murió en Génova en 1911, en la pobreza y olvidado.

De gerente a bodeguero


Juan Bautista Del Bono fue gerente de Marenco y Cereseto hasta 1890 en que se retiró y fundó la bodega Del Bono. Todo comenzó en 1888 cuando elaboró 200 bordelesas de vino en su casa y que vendió a la misma firma. El rédito fue mayor a los sueldos de los 7 u 8 años que había trabajado como gerente. Este fue el paso inicial de la bodega Del Bono que levantó al lado de la bodega de Cereseto.

Del Bono estaba casado con María Briano y tuvieron tres hijos: Bartolomé, Catalina y Carlos. Bartolomé nació en Buenos Aires el primero de diciembre de 1875 y se casó en San Juan en 1902 con Enriqueta Lanteri , porteña, hija de Antonio Lanteri natural de Rialto y Enriqueta Sassi natural de Niza, Francia.

Catalina contrajo matrimonio con otro grande de la vitivinicultura: Santiago Graffigna. Carlos, el menor, se graduó de ingeniero en minas y contador y fue quien administró la firma.

Con los aportes de sus hijos Bartolomé y Carlos, la empresa se ensanchó rápidamente agregándose un segundo y tercer edificio 1903. La casa tenía una oficina y un almacén en Buenos Aires. Eran sus vinos blancos y tintos, además de los especiales destinados para la elaboración del vermouth en fábricas de Buenos Aires y La Plata. Producía 50.000 barriles al año. El 21 de noviembre de 1908 muere Juan Bautista Del Bono. Sus hijos continúan con la firma al frente de la misma unos años más. El chalet donde vivió (hoy club Ausonia) era el mas grande y elegante de la época. Bartolomé fué diputado provincial y fundó a pedido de sus obreros en 1926 el club Juan B. Del Bono en memoria a su padre. La bodega original se vendió y Bartolome siguió con otras bodegas y viñedos y se dedicó de lleno a la producción de olivos, siendo un gran empresario en el rubro. Murió en mayo de 1960.

MAS DATOS:


Gustavo y Máximo Wiedenbrug, alemanes, tenían una cervecería y comercializadora de bebidas en Rosario y compraron una bodega en San Juan fundada en 1889 por el francés Luis Ligoule y otra en Mendoza. A la firma la llamaron "La Germania". En 1910 La Germania operaba con tres bodegas, la inicial y la que le compraron luego a Cereseto y Del Bono. En 1912 esta firma producía 2 millones de litros de vino. Durante la Primera Guerra cambia su nombre por "El Globo".

Hay historiadores que dicen que no se reconoció a los Cereseto. Es cierto que la ex bodega CAVIC lleva ese apellido, aunque no dice nombres. Lo mismo sucede con las dos calles Cereseto. (Hoy Ignacio de la Roza y la Cereseto de Concepción).

Fuente: DIARIODECUYO.com Sábado, 26 de Junio de 2010

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Don Juan B. Del Bono y su esposa María Briano aparecen en un coche de plaza con cochero. (Foto publicada en el libro "El San Juan que ud. no conoció" de Juan Carlos Bataller - Imagen proporcionada por Eduardo Graffigna)