Alé. Los sirios que se dedicaron al comercio y la música

Desde Damasco a San Juan

José Alé Alé llegó a Argentina cuando tenía apenas catorce años. Como a muchos de sus coterráneos, le decían “turco” pero no venía de Turquía. José era oriundo de Damasco, la capital de Siria. Desde allí zarpó en un barco mercante aproximadamente en 1915. En Oriente quedaron sus padres y sus once hermanos, con los que se carteó durante un tiempo pero luego perdió el contacto y nunca más los volvió a ver.

Los descendientes de José no saben cómo llegó a San Juan, pero creen que tal vez desde Buenos Aires lo derivaron a la provincia porque ésta tiene un clima similar al de Damasco. Al llegar, como muchos otros árabes, el joven sirio empezó a dedicarse al comercio. Con su pequeña valija, con algunos botones, hilos y agujas vendía esos artículos casa por casa para poder mantenerse.

Cuando logró reunir algo de dinero se instaló en La Legua, en Santa Lucía, y allí abrió un almacén de ramos generales. En la zona todos conocían el local como el almacén del turco Alé.

A diferencia de los libaneses y de otros inmigrantes, que solían casarse con miembros de su misma colectividad, José se casó con una criolla, Eufrosina Archilla y tuvo cuatro hijos: José Rómulo, Juan Carlos, María y Aurelio. Enviudó siendo joven y contrajo matrimonio en segundas nupcias con Dominga Recabarren, con quien también tuvo cuatro hijos: Nelly, Adelmo, Raquel y Héctor Rubén.

José Alé padre era musulmán y por su religión, tenía prohibido consumir carne de cerdo. Pero, al llegar a Argentina, se convirtió al catolicismo y esa pasó a ser una de sus comidas preferidas, además del chivo. La salida que más disfrutaba era ir a carnear algún animal al campo. Su hijo mayor, José, solía llevarlo en su Pontiac 39.

Los ocho Alé

De los ocho hijos que tuvo José Alé Alé, Juan Carlos fue taxista, Aurelio médico otorrinolaringólogo. Adelmo fue jugador de fútbol de Peñarol, boxeador y llegó a ser campeón sanjuanino y Rubén Héctor, jugó al arco en Peñarol y se dedicó al comercio; él fue quien se ocupó del almacén de ramos generales de la familia después de que falleció su padre y hasta el terremoto de 1977.

El mayor de los ocho hermanos, José Alé Archilla, tuvo un almacén al igual que su padre, además tenía hornos de ladrillos y se dedicó a la política. Fue guardaespaldas del gobernador Maurín y en 1958 fue electo diputado provincial por la Unión Cívica Radical Intransigente. Se casó con Catalina Pontoriero Dibella, hija del inmigrante italiano Plácido Pontoriero, oriundo de Catanzaro y de Rosa Dibella. José y Catalina tuvieron cinco hijos: Rosa, Alicia, José, Mirta y Adelmo.

La vocación por la música

  José Alé hijo disfrutaba de ir a las grandes peñas que se hacían en Caucete, en la finca El Cortijo. Desde La Legua, en Santa Lucía, se iba en carretela hasta allá con su familia. Ahí se bailaba el pericón y José era el bastonero del baile. Dos de sus hijos heredaron esa afición por el arte. Uno fue Adelmo, que después de jugar al hockey sobre patines en Estudiantil y en la primera de fútbol con Alianza, dedicó su vida a la música como cantante. El otro ha sido José “Pepe”, que alquilaba y vendía centros musicales, además de tener una disquería, trabajó un tiempo en ese rubro en las zonas de Jáchal y Calingasta. Más tarde se fue a vivir a Valle Fértil, donde tiene supermercado y cabañas.

Adelmo integró los grupos “Cinco de Venus”, “Los cometas”, y en 1978 fue parte de la banda “Los macos”, en la que también participó su hermano Pepe, como animador. Con ese conjunto hicieron una gira en la que llegaron hasta Paraguay y, como ese año la provincia fue sede del Mundial de Hockey sobre Patines, grabaron la cumbia del mundial de 1978. Después de eso, Pepe se avocó a sus negocios y un tiempo después Adelmo se fue a vivir durante diez años a Ushuaia. Cuando regresó a San Juan creó el grupo con el que trabaja hasta la actualidad, Los Iracundos Por siempre.

Los Alé Pontoriero

El padre de los cinco hermanos Alé Pontoriero falleció siendo muy joven, mientras se desempañaba como diputado provincial. Su esposa, Catalina, que siempre se había ocupado de la atención del almacén que tenía la familia, terminó vendiendo el negocio. Ella también falleció siendo muy joven. Sus hijos se han desenvuelto en diferentes áreas y las tres mujeres se radicaron en otras provincias.

Rosa, quien es docente, es madre de José Osvaldo Miranda y Javier Corbalán.

Alicia se casó con Miguel “Cholo” Fraifer, que fue un destacado jugador de hockey sobre patines. Los mismos tuvieron tres hijas. Sandra Fraifer, que es médica; Claudia Fraifer y Yanina Fraifer, que trabajan en la empresa familiar.

José “Pepe” es padre de Cintia, que es radióloga jubilada; de Rómulo, que es artesano; Daniela. AdelmoYamile y Yanira, los tres viven en San Juan.

Mirta, junto a su esposo Roberto Ciappa son padres de Alejandra Ciappa, que es médica y fue socorrista después del atentado a las Torres Gemelas; Yesica CiappaEzequiel Cipappa, que es gastronómico y Natacha Ciappa.

Adelmo es la voz del grupo Los Iracundos por siempre y tiene una sola hija, Florencia.

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Catalina Pontoriero Dibella junto a su esposo, José Alé Archilla, en el almacén de ramos generales de la familia, en Santa Lucía. Él se ocupaba de administrarlo y ella lo atendía.
José Alé Archilla en un acto político. En el medio de la fotografía, calvo y con bigotes está el gobernador Américo García. José es el que aparece segundo de derecha a izquierda.
El hombre que en esta foto aparece de traje blanco es José Alé Archilla, en ejercicio de su función como diputado provincial. En la foto también esta su esposa, Catalina Pontoriero, sobre la izquierda y el pequeño que se ve abajo es su hijo Adelmo, que los acompañaba a todos los actos.
Los cinco hermanos Alé Pontoriero: Rosa, Alicia, Adelmo, Mirta y Pepe.
Los Alé Pontoriero. De izquierda a derecha aparecen en esta foto Alicia Alé, José “Pepe” Alé, Roberto Ciappa, Mirta Alé y Rosa Alé.
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