Villa del Carril

El lugar toma su nombre de los antiguos propietarios de las tierras, descendientes en cuarta generación de don Salvador María del Carril.

Las vías definieron el destino de estas tierras donde a principios del Siglo XX se alzaban viñedos que dieron paso a una "barriada" bien determinada en sus inicios, que después se extendió y no tiene límites claros. Villa del Carril toma su nombre de los antiguos propietarios de las tierras, descendientes en cuarta generación de don Salvador María del Carril.

 

Según relata Pablo Alberto del Carril Quiroga, en "Hilvanando Recuerdos", la propiedad de Lisandro Del Carril, es "cercenada con el trazado de las líneas del Ferrocarril" y se decide el loteo en 1913.

 

Los límites fueron Calle Las Piedritas al Norte, hoy avenida Córdoba, calle Arenales al Sur, calle Victoria, actualmente Urquiza, Oeste, y avenida España al Este. Este fue el núcleo de esta vecindad que comenzó a desarrollarse, sin planificación alguna, de manera espontánea. Décadas después sería fundamental la gestión para abrir calles que mejoraran la circulación hacía los distintos puntos de la villa, tarea que emprendió la Unión Vecinal Villa del Carril.

 

"Es un emplazamiento humano muy antiguo", dice el historiador Edgardo Mendoza, quien asegura que "es una barriada sin límites definidos". Y es que para algunos vecinos la Villa del Carril se extiende hasta el Cementerio de la Capital y hasta la avenida de Circunvalación, mientras que otros achican el radio a las hectáreas fundacionales donadas por los Del Carril.

 

En 1942, cuando se decidió la división política que conocemos actualmente, de 19 departamentos, la Villa del Carril dejó de pertenecer administrativamente a Desamparados para pasar a ser un "barrio" más de Capital.

 

Con gran parte de superficie cubierta con viñas, en la villa funcionaron varias bodegas, como la Seipel, Hogniman, El Robledal, la de Antonio Galvez, y otra conocida como La germania, éstas últimas tres sobre avenida Córdoba.

 

La arquitectura de la zona no es uniforme ya que no hubo un proceso de construcción de casas a nivel masivo, porque lo que cada casa aporta su estilo. El terremoto del 1977 afectó algunas cuadras de la villa, tirando varias casas por lo que se aprecian muchas construcciones de esa época ya sismorresistentes, pero otras conservan la misma construcción de adobe. Otro rasgo diferente es que no tiene una plaza, que en general funcionan como lugares de esparcimiento y reunión vecinal.

 

Su población se conformó con vecinos que llegaron del centro, y una gran ocupación de inmigrantes que llegaron con el tren y los ferroviarios que allí se instalaron. Es que en el extremo Este de la novel Villa del Carril estaba la Estación del Ferrocarril Andino, posteriormente Estación San Martín, que sumó anécdotas y costumbres a estas familias que quedaron atravesadas por las vías.

Fuente: Diario de Cuyo

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Muchas de las familias que habitan en Villa del Carril son los descendientes de sus primeros vecinos. Fuente: Diario de Cuyo.
La Villa del Carril tomó su nombre de Salvador María Del Carril, cuya estatua se observa al fondo. Era una barriada de grandes dimensiones, que con el tiempo fue perdiendo terreno y quedó incorporada al departamento Capital. Fuente: Diario de Cuyo.