Daniel Cardinali-Doctor: "Hay que controlar el nivel de sueño en las calles"

Especialista en las alteraciones que produce la falta de sueño, el médico e investigador del CONICET Daniel Cardinali asegura que cada vez son más las enfermedades que produce la “cronodisrupción”. Propone una discusión pública sobre el tema, que analice el adelantamiento del prime time de la TV, el control del sueño a los conductores y la eliminación de las extensas guardias médicas

 “Afecta a la salud, la educación, altera los estados de ánimo e incrementa las manifestaciones de violencia y agresividad”. El médico Daniel Cardinali no se refiere a una nueva droga sino a la falta de sueño, un problema tan extendido como ignorado en el mundo actual. Para remarcar la importancia de este acto humano, el investigador compara a la falta de sueño con los efectos que produce el consumo de alcohol. Y es allí donde comienzan a impactar las consecuencias de la alteración del “ritmo biológico”.

La obesidad, las adicciones, el aumento de la violencia y el incremento de accidentes en manos de conductores “ebrios de sueño” son solo algunas de las derivaciones de un problema que no encuentra respuestas en las políticas de Estado, a pesar de las propuestas para poner un límite a la aceleración de los tiempos modernos. Especialista en Psiconeuroinmunoendocrinología, doctor en Ciencias Biológicas e investigador del CONICET, Cardinali ha coordinado estudios a grupos de riesgo –entre los que se destacan los médicos y colectiveros- que denotan a la privación del sueño como una “problemática omnipresente en la sociedad”. Después de disertar en San Juan sobre el tema y ser homenajeado por su trayectoria, el médico habló con El Nuevo Diario sobre las consecuencias de la “cronodisrupción”.

 

-¿Qué es la cronodisrupción?

-Al haber creado una sociedad con iluminación permanente, el sueño se transformó en un problema extraordinario que afecta a todos los ámbitos de la actividad humana. Desde la antigüedad se dormía en dos sueños. La gente comía muy temprano y se acostaba tan pronto desaparecía la luz. Había un primer período de 4 o 6 horas vinculado al cansancio previo y luego se despertaban en la mitad de la noche. Aprovechaban ese intervalo para hacer diversas actividades y luego volvían a dormirse hasta que despuntaba el sol. Alrededor de 1830 empieza la iluminación a gas y luego se produce la extraordinaria explosión de la iluminación eléctrica. Ese hecho modificó el sueño de una forma radical.

 

-¿Cómo cambió el sueño?

-Al crear una sociedad en la cual la luz eléctrica permite la iluminación de noche, se fusiona la primera y segunda parte del sueño. Biológicamente el sueño tiene dos partes. En la primera, la temperatura corporal baja y se consolidan las memorias inmediatas del día previo. Por eso uno se acuesta con un problema y al día siguiente se despierta con la solución. En la segunda, se producen los sueños que percibimos como cosas raras y alucinatorias. En 1910-1915 la gente dormía 8 horas, compactadas, pero no existía la tremenda situación de privación de sueño de hoy tenemos.

 

-¿Cuántas horas duerme la gente en la actualidad?

-Esa cifra bajó de manera dramática y hoy se duerme 6 horas en promedio. En el trabajo que realizamos para el Barómetro de la Deuda Social de la UCA, que será publicado en “Sleep”, la revista de sueño más importante del mundo, vimos que el sueño golpea a la gente de menores recursos y que hay muchos más trastornos del sueño en las villas de emergencia. En Suecia, las estadísticas muestran que en la década del ´80 los mayores tenían 100% de alteraciones del sueño mientras los jóvenes tenían un 30%. Ahora las alteraciones en ambos grupos son iguales pero no porque los viejos hayan mejorado sino porque los jóvenes tienen más problemas. Este es el grupo más vulnerable de la sociedad.

 

-¿Qué factores inciden en el sueño de los jóvenes?

-Hasta los 8 años los niños duermen alrededor de 10 horas y tienen preferencia por la mañana. En la pubertad se produce un cambio que no solo es social sino fuertemente físico por la presencia de hormonas que atrasan el reloj cerebral. El sueño se retrasa porque se quedan delante de un monitor y eso lleva a que en las primeras horas de la mañana haya un 80 o 90% de alumnos dormidos y entre un 50 y 60% de los maestros.

 

 

“La obesidad y las adicciones se relacionan a la falta de sueño”

 

-¿Las adicciones también se relacionan a estas alteraciones del sueño?

-Hay tres ámbitos que tienen que ver con la privación de sueño: cognitivo, emocional y físico. Por eso la privación de sueño está relacionada a la depresión, el estrés y a las conductas agresivas y adictivas. Mucha gente toma drogas para poder seguir con cierto ritmo de vida. La noche es considerada factor de riesgo de cáncer por la OMS y en Europa está causando que algunas personas que han trabajado en turnos por más de 3 años, demanden al Estado por tener esas enfermedades.

 

¿Es aconsejable dormir siesta o hay que dormir las 8 horas de una sola vez?

-La siesta es la única salida para compensar la privación del sueño. En las grandes ciudades se está instalando la “siesta energética”, que es un descanso de 20 o 30 minutos en un ambiente recluido para potenciar la vigilia posterior. Empezó en el mundo corporativo con grandes marcas como Google y Nike y hoy el 30% de las empresas norteamericanas lo utiliza porque también tienen mayores exigencias. Los derechos “sagrados” del obrero, como las 8 horas de trabajo, ya no existen porque la gente trabaja todo lo que puede. Esto repercute en la salud y no hay dudas que la obesidad va de la mano de la privación del sueño.

 

-¿Qué influencia tienen la televisión y el uso de Internet?

-Antes el prime time de la televisión empezaba a las 21 mientras que hoy empieza a las 23. Esto está generando reacciones en distintos países. En España hay un movimiento para pasar el huso horario al que le corresponde geográficamente. España está exactamente en el meridiano de Greenwich pero como está pegada al resto de Europa, está corrida una hora. Eso provoca múltiples problemas laborales por lo cual hay una comisión que trata de cambiar el huso horario. Pero para eso tienen que lograr que los medios modifiquen el prime time porque si no la gente no cambiará los hábitos.

 

“Es un peligro que los médicos duerman tan poco”

Profesor Emérito de la Universidad de Buenos Aires, Daniel Cardinali es uno de los especialistas internacionales en ritmos biológicos más destacados. Con formación postdoctoral en el Departamento de Nutrición del Massachusetts Institute of Technology (MIT), de Estados Unidos, se ha destacado en diversas instituciones como el Laboratorio de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la UBA y el Departamento de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias Médicas de la UCA. Por su trayectoria fue declarado doctor Honoris Causa en Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Salamanca, España.

 

-¿Qué resultados obtuvieron al estudiar el sueño en los conductores de transporte público?

-Estudiamos el sueño de los conductores de colectivos de larga distancia, que van en parejas para manejar 25 horas. Esta pareja de conductores es una curiosidad argentina porque no hay ningún otro país que use este sistema ya que para esas distancias se usan postas. Es inadmisible que siga existiendo esto porque casi no duermen. En la ciudad también se ve la falta de sueño en los colectiveros, que tienen reacciones muy locas como acelerar en lugar de frenar en situaciones límite. Eso fue lo que hizo el colectivero que chocó en Buenos Aires contra un tren y provocó la muerte de muchas personas.

 

-¿Cómo afecta la privación del sueño al personal de salud?

-Cuando analizamos el sueño en los residentes de la ciudad de Buenos Aires comprobamos la gran privación de sueño que tienen, sobre todo en especialidades como cirugía. El residente de primer año está totalmente expoliado en el sueño y la desorganización en la guardia es impresionante. Los médicos que declaran haber tenido accidentes o situaciones de peligro son los que tuvieron peor calidad de sueño.

 

-¿Qué se puede hacer para cambiar esta situación?

-Informamos a las autoridades sobre los estudios a los grupos de riesgo pero no hubo reacción. Esto va a tener que discutirse públicamente porque mucha gente corre peligro, en manos de los colectiveros o los médicos que duermen poco. Debiera haber un programa nacional de concientización de las implicancias del sueño. Todavía no he logrado siquiera que haya un municipio saludable que defienda al sueño.

 

-Es una sociedad acelerada en la que dormir está mal visto

-En otros países están empezando a tomar conciencia. Mi hijo hizo la residencia de Medicina en España y todos dormían la misma cantidad de horas, desde el jefe de guardia para abajo. Una persona que está 18 horas despierta tiene la misma respuesta poco acertada que una persona que ha tomado alcohol a nivel de 0,5 gr/l, que es el máximo permitido para un conductor particular pero no para los profesionales. Hay mucha más gente somnolienta que alcoholizada manejando en la calle.

 

-Entonces además de la alcoholemia habría que controlar el nivel de sueño.

-Eso es lo que hemos propuesto. En 5 minutos se puede hacer un control con pruebas de reacción automatizadas. Solamente se necesita la decisión política. Con respecto a las guardias, la única solución son guardias de 12 horas. Así como no se puede volar un avión más de 12 horas, no se puede manejar la urgencia por más de 12 horas. Pero en la Argentina ni siquiera se respeta el descanso después de las guardias de 24 horas.


NOTA PUBLICADA EL 11 DE OCTUBRE DE 2013 EN EL NUEVO DIARIO.

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“El fin de semana debería servir para compensar la deuda de sueño pero la gente se pone más obligaciones en esos días que en el resto de la semana” asegura Cardinali.
Daniel Cardinali, doctor en Ciencias Biológicas
Daniel Cardinali, doctor en Ciencias Biológicas