Giandinotto. Los sicilianos que crecieron con la vitivinicultura

 Miguel Giandinotto, la cabeza de esta familia, se instaló en San Juan con su mujer y sus hijos para trabajar como contratista en una finca y llegó a ser propietario de grandes tierras en Rivadavia, además de tener lazos muy cercanos con los Graffigna y Del Bono.

 

El agricultor de Grammichele

Los Giandinotto son de Grammichele, una ciudad de Sicilia, Italia. Allí Miguel Giandinotto se casó con Silvestre Gambino y tuvieron a Cayetano y luego a Rosa. En su tierra el italiano se dedicaba al cultivo de vid y olivo y solía vender lo producido a Grecia. En 1906 decidió viajar junto a otros comprovincianos a Argentina, en busca de mejores oportunidades. Se instaló en Mendoza, para seguir trabajando la tierra y tiempo después trajo a su mujer y sus hijos.

 

En Argentina el matrimonio Giandinotto Gambino tuvo su tercer hijo: Salvador, que nació en Guaymallén y, al poco tiempo, ya en la década de 1910, se mudaron a San Juan. En la provincia vecina Miguel hizo nuevos amigos que lo convencieron para que cultivara la tierra en este lugar y apenas llegó comenzó a trabajar como contratista.


 

Cuando vivir lejos era un riesgo

Con gran esfuerzo, el italiano comenzó a progresar y a relacionarse con otras familias italianas que ya tenían importantes bodegas: Los Beretta, Graffigna y Del Bono. Con el anhelo de crecer en la vitivinicultura compró cuatrocientas hectáreas en Ullum y allá se fue con su familia. Pero, vivir en esa zona, en ese tiempo, no era sencillo. No solo no existían caminos pavimentados, sino que además no había un puente para cruzar el Río San Juan. Tres veces al año los Giandinotto salían en carros a la ciudad para buscar mercadería. En uno de esos viajes, de regreso, el río había crecido. A pesar de eso intentaron cruzar con las carretas, pero el agua comenzó a arrastrarlos. Se llevó gran parte de las cosas que habían comprado pero ellos lograron llegar a tierra a salvo. Esa situación motivó al siciliano a vender esas tierras y comprar cinco hectáreas en Rivadavia. Una vez más, se mudó y volvió a empezar.

 

Crecimiento e innovación

En Rivadavia Miguel construyó una gran casa para su familia y una pequeña bodega. Lo que allí producía lo vendía a otros establecimientos vitivinícolas más importantes. Aparte de vid, tenía frutales de muy diversas variedades y criaba animales. De a poco fue extendiendo sus propiedades, compró más tierras en Rivadavia y otras en Rawson. Además, fue modernizando el cultivo y transformó las viñas en parrales. Perdió a su mujer cuando esta era joven, en 1938 y en la bodega comenzaron a ayudarlo sus hijos varones, que desde entonces siempre lo acompañaron en ese trabajo. Y aunque Miguel dedicaba gran parte de sus días a la producción, se daba el tiempo para compartir con otras familias italianas, disfrutaba de esas reuniones sociales y recibir gente en su casa.

 

Amores de otros tiempos

En esa época, cuando muchos de los casamientos se celebraban por acuerdos entre los padres de los novios, la hija de Miguel, Rosa, que entonces tenía catorce años, se casó con Miguel Cafiso. Ella fue la primera que dejó la casa para instalarse en una propiedad que le dio su padre, sobre calle La Cabaña. Mientras que el hijo más chico de Miguel, Salvador, en contra de lo que sus padres tenían pensado, eligió con quien se iba a casar. Estaba enamorado de Mercedes Pentimalli, la menor de las tres hermanas Pentimalli Borello, hijas de los italianos Septimio y María.

 

Los Pentimalli eran una familia numerosa, oriunda de Calabria. A Argentina llegó Atilio Pentimalli, que era oficial del ejército y tenía grado de coronel, junto a algunos de sus hijos, que eran diez en total. Uno de ellos era Septimio, que era militante del radicalismo, fue jefe y contador de la Policía de San Juan y jefe de Hidráulica. Aparte de trabajar en política tenía un comercio con librería y juguetería en su casa, que estaba ubicada en  Tucumán, antes de 25 de mayo. Él, junto a su mujer, tuvieron tres hijas: Cleotilde, Rosa y Mercedes.

 

Uno de los hermanos de Septimio, Marcelo, puso en San Juan la conocida Escuela Privada de Comercio Pentimalli, donde enseñaban dactilografía, taquigrafía, ortografía e idiomas, sobre todo italiano.

 

Los Giandinotto Pentimalli

La historia continúa con Salvador Giandinotto el menor de los hijos de Miguel. Sus otros hermanos no tuvieron hijos. Él y Mercedes Pentimalli se casaron en 1940 y vivieron en la casa de la familia Giandinotto. Un año después nació el primer hijo del matrimonio, Miguel, luego Salvador y después, en 1944, la tragedia conmovió a la familia.

 

En el terremoto fallecieron los hermanos mayores de Salvador y Mercedes, Cayetano y Cleotilde. La vivienda de ellos quedó dañada, al igual que la bodega, así que tiraron todo y construyeron la casa de nuevo. Dejaron la producción de vino y siguieron trabajando con la uva, vendiéndole sobre todo a la bodega Del Bono Limitada. En esa época cosechaban en gamela o canecas y llevaban la fruta en carros desde avenida Libertador, a la altura de Manuel Zaballa, hasta el centro, hasta la bodega que estaba en Caseros entre General Paz y Avenida Córdoba. Después de la catástrofe, nació el menor de los tres hijos que tuvieron Salvador y Mercedes, Alfredo. Salvador trabajó hasta que falleció en 1970. Su esposa es quien aun, con 97 años, conserva los recuerdos de la familia.

 

» El mayor de los hermanos, Miguel “Cuqui” Giandinotto, estudió medicina en la Universidad Nacional de Córdoba y allá hizo su especialización en cirugía infantil. Fue uno de los pioneros para el desarrollo de ese servicio en el Hospital Rawson. Regresó a San Juan en 1969 y ahí comenzó a trabajar para que los niños que tenían que ser intervenidos tuvieran su propio espacio en el nosocomio.
 

» Salvador Giandinotto, fallecido, se dedicó a la agricultura, se casó con Susana Galvarini y tuvieron cuatro hijos: las mellizas María Carlina, psicomotricista y presidente de la Fundación Abril y María Silvina, psicóloga, vive en San Luis; le sigue María Georgina, contadora, y Gerardo, se dedica a la agricultura como su padre y su abuelo.

» Alfredo, fallecido, fue abogado se casó con Irma González y tuvo dos hijos: Salvador, que es médico, y Analía, abogada, vive en Buenos Aires.

Ver artículo: Miguel Septimio Francisco Giandinotto (cirujano infantil): “Los padres no pueden consentir todo, tienen que imponerse”

       
 Miguel Septimio Francisco Gian dinotto, cirujano infantil muy respetado en su profesión.

 

 

GALERIA MULTIMEDIA
Familia Giandinotto. La familia Pentimalli: Sentadas aparecen Mercedes Pentimalli, Ernesta Berti de Pentimalli, el padre de los hermanos, Atilio Pentimalli, Cleotilde Pentimalli. Parados están, entre otros, Marcelo, Salvador y Rosa Pentimalli, Rosa Celano de Pentimalli, Septimio Pentimalli.
Los hermanos Giandinotto Pentimalli, el mayor es Miguel, le seguían Salvador y Alfredo.
Los hermanos Giandinotto Pentimalli, el mayor es Miguel, le seguían Salvador y Alfredo.
Familia Giandinotto. La familia Pentimalli: Sentadas aparecen Mercedes Pentimalli, Ernesta Berti de Pentimalli, el padre de los hermanos, Atilio Pentimalli, Cleotilde Pentimalli. Parados están, entre otros, Marcelo, Salvador y Rosa Pentimalli, Rosa Celano de Pentimalli, Septimio Pentimalli.
Familia Giandinotto. Mercedes Pentimalli junto a su esposo Salvador Giandinotto.
Familia Giandinotto. Mercedes Pentimalli de Giandinotto junto a las últimas generaciones de la familia. En la foto están Gerardo Giandinotto, Georgina Giandinotto, María Carlina Giandinotto, María Silvia Giandinotto y los chicos son: Santiago Marone, Ana Paula Marone, Lisandro Gerónimo y Valentino Gerónimo.
Familia Giandinotto. Mercedes Pentimalli y Salvador Giandinotto el día de su casamiento, en 1940
Familia Giandinotto. Algunos de los hermanos Pentimalli: Camilo, Emma y Salvador “Sasa”.
Familia Giandinotto. La Escuela Privada de Comercio Pentimalli. Sentado en el medio, entre los alumnos, aparece José “Pepe” Pentimalli. En la foto también están sus sobrinas Pentimalli Borello. La tercera a su derecha es Cleotilde, la sexta es Rosa y la última de la fila es Mercedes.
Miguel Giandinotto, el primero de la familia que se instaló en Argentina. Aparece sentado junto a su esposa, Silvestre Gambino y parados están sus hijos Cayetano y Salvador.