Este artículo fue publicado en la edición 1168 de El Nuevo Diario, el 3 de septiembre de 2004
El 3 de diciembre de 1982, se consagró el matrimonio de Mónica Beatriz Aguilar Rufino y Enrique Edgardo Conti Pérez, ceremonia oficiada por el padre Vicente Paradiso, en la Iglesia Catedral de San Juan.
Mónica es hija de Nélida Rufino y César Eugenio Aguilar (dedicado a la construcción). Enrique es hijo Enrique Nelson Conti y Rosa Pérez, ambos odontólogos, que ejercieron en esta provincia.
Los padres de ambos, oficiaron de padrinos en la ceremonia religiosa.
La recepción se realizó en los jardines del Club Amancay, a la que concurrieron unos 350 invitados, entre familiares, amigos y compañeros de facultad.
Perseverando en una agitada vida
Mónica curso sus estudios primarios en la escuela Antonio Torres, Enrique en la Escuela Normal Sarmiento. Se conocieron al ingresar en la Escuela de Comercio, donde fueron compañeros toda la secundaria, tiempos en que ni siquiera se miraban. Al término (1974), se fueron a estudiar Ciencias Económicas a la provincia de Mendoza y en un viaje de estudios en segundo año de la carrera, se flecharon, poniéndose de novios un 12 de setiembre de 1976. Enrique se recibió y casi en forma inmediata y le ofrecieron el primer cargo como Interventor de la Cavic en Buenos Aires. Luego volvió a San Juan, porque ya habían decidido contraer enlace.
La mañana del 2 de diciembre de1982, firmaron actas en el Registro Civil de la Capital, siendo testigos por la novia César Aguilar y Cristina Rusycki de Aracena y por el novio Oscar Conti y Patricia Varela. Luego recibieron a familiares y amigos en un almuerzo en la residencia familiar de la novia. Mónica, en esta ocasión lucio un traje de pollera y blusa blanca con blazer rojo.
El 3 de diciembre, comenzó en forma muy agitada, el flamante matrimonio viajó a primera hora a Mendoza, ya que la novia recibía su título de contadora. A la noche se realizaría la ceremonia religiosa en la Catedral sanjuanina, luego la recepción en el Club Amancay.
El vestido de novia, lo diseñó la señora de García, una modista reconocida de aquellos años. El mismo era en plumetí, con escote redondo y vuelos en mangas y bajo falda. En sus manos sostenía un rosario de nácar, que había pertenecido a su bisabuela materna y un anillo de platino y brillantes, regalo del papá de Mónica.
El tocado lo había realizado el estilista Fabián Flores, con una coronita de flores rococó.
Corría 1983 y con el inminente advenimiento de la democracia, Enrique comenzó su participación en la juventud bloquista. En setiembre Mónica tenía 9 meses de embarazo de su primera hija, se presentaron las contracciones y el padre se encontraba pintando las calles con propagandas del partido.
El matrimonio tiene 3 hijos, Paola de 21 años, cursando 3º año de Ciencias Económicas, Enrique de 19 años, cursando 2º año de Ciencias Económicas y Valentina, que en noviembre cumple 15 años y cursa noveno de EGB 3.
Enrique, tiene una vasta trayectoria y ha ocupado importantes cargos en la provincia de San Juan, trabajo en Peñaflor, fue docente en la UNSJ, pasó por la Contaduría General de la Provincia, tres veces ocupó el Ministerio de Economía de la Provincia, secretario legislativo de la Cámara de Diputados, Síndico del Banco San Juan, 2 veces diputados provincial y actualmente es Intendente de la Capital.
Mónica, en 1983, comenzó a trabajar en el IPV, pasó por el Ministerio de Educación y por concurso ingreso al Tribunal de Cuentas, donde actualmente ocupa el cargo de fiscal.
Ver artículos:
Conti Putelli. Los viñateros italianos que le dieron varios hombres a la política sanjuanina