Juan de Contreras era natural de Ubeda, provincia de Jaén y nació en 1529. Pasó a Nueva España, actual México, y de allí a Chile en 1558.
Algunas crónicas lo identifican con un Juan de Contreras chirimía de Almagro, condenado por traidor pizarrista a destierro perpetuo a España, a galeras de remo y pérdida de sus bienes. Sin embargo, como muchos, habría conseguido la conmutación de la pena y así pudo viajar a Chile. Estaba en Chile en 1560 y pasó a Cuyo en 1561, probablemente en la expedición del capitán Pedro del Castillo. Como escribano público y del cabildo de Mendoza, autorizó las actas de toma de posesión y fundación de esa ciudad de fechas 22 de febrero y 2 de marzo de 1561.
En 1562, con el capitán Juan Jufré, marchó al Norte. Participó en la fundación de San Juan de la Frontera el 13 de junio de ese año. Allí recibió un solar en el reparto de tierra. Regresó luego a Mendoza, donde se radicó. En esa ciudad fue Regidor del Cabildo en 1574 y 1584 y Fiel Ejecutor. Sabía firmar.
Mientras algunos historiadores lo dan como difunto en 1591, otros fijan su deceso en 1596. Contreras se había casado con Juana Gómez Yébenes, hija mestiza de Juan Gómez de Yébenes, otro vecino fundador de San Juan de la Frontera. El matrimonio tuvo cuatro hijos: Juan, María, Leonor y Francisca de Contreras. Juan de Contreras (hijo) tuvo un hijo natural, también llamado Juan de Contreras, padre, a su vez, de otros Juan de Contreras y de Gonzalo de Contreras.
Lorenzo Payo es el primer italiano componente de la sociedad sanjuanina a la cual, con el andar del tiempo, tanto iba a dar la noble Italia con el aporte migratorio de sus hijos. Según los historiadores era herrero, oficio que ejercía ya en 1557. El apellido Payo debió ser quizás una adopción ortográfica de la pronunciación española de “Piaggio”. Participó de la conquista de Cuyo, en 1561, lo cual hace presumir que era, en un principio, compañero de Don Pedro del Castillo y no de Don Juan Jufré. Debió marchar más tarde con Jufré a la fundación de San Juan de la Frontera.
Fue encomendero en esta ciudad y se le adjudicó, de acuerdo al plano fundacional, el solar de la esquina N. O. de la segunda manzana hacia el S., sobre la calle orientada de N. a S., cuyo paso por la Plaza Mayor se hace por el lado O. Poco debió durar su afincamiento en la naciente villa, pues aparece en Santiago, por el año 1565. En 1591 aún vivía, lo cual se sabe a partir del hallazgo, en documentos de esa época, de algunas firmas de Payo.
Entre los vecinos fundadores había “personas principales”. Se trataba de aquellos que ocupaban un lugar sobresaliente en la sociedad, por nacimiento, por casamiento o por alianzas matrimoniales de sus hijos con hidalgos. Otros que ocupaban un lugar sobresaliente eran aquellos casados con una mujer española o con indias hijas de caciques.
Videla Morón, Mario: Los postergados de la gloria, publicado en San Juan en el IV Centenario, Editorial Cactus, 1962