Minozzi: Una familia con tradición en florería


Mencionar a los Minozzi es hablar de florería. La familia lleva más de medio siglo trabajando en el arte de las flores y fue Dino Minozzi, el hijo de dos inmigrantes italianos, quien empezó con el negocio cuando era muy joven. Él llegó a San Juan para estudiar ingeniería, se convirtió en uno de los floristas más populares de la provincia, incursionó en otros rubros, llegó a ser presidente del Banco San Juan y sus hijos continúan  con el trabajo floral. 

Las guerras en Europa, a principios y mediados del siglo XX, marcaron el futuro de los jóvenes del continente. Después de que terminaron los conflictos, varios lugares quedaron devastados y no había muchas oportunidades para ellos. Esto fue lo que le ocurrió a Pierino Minozzi, un muchacho que vivía en la ciudad italiana de Ancona. Él tuvo que pelear cuatro años en la Primera Guerra Mundial, otro más en la guerra de Albania y varios años después recibió una medalla de oro por su desempeño en el campo de batalla. Cuando terminaron los combates, él estaba convencido de que quería forjar su futuro en un lugar más tranquilo. Por eso, en 1927 se vino a Argentina.


Como muchos de sus coterráneos, Pierino se instaló en Mendoza y se dedicó a trabajar la tierra. Allí conoció a una italiana, María Lucchesi. Ella llegó a Argentina en 1925, para vivir con una hermana que vino uno tiempo antes. Los jóvenes se casaron y en 1930 el matrimonio tuvo a su único hijo, Dino Minozzi Lucchesi.

De la ingeniería a las flores

Después de estudiar en el Colegio Don Bosco y en el Colegio San José Hermanos Maristas, Dino decidió seguir la carrera de ingeniería civil en San Juan. Así llegó a la provincia, a fines de la década del cuarenta. Comenzó a trabajar para poder pagar sus estudios, logró reunir algo de dinero y con eso decidió comprar una pequeña florería. En 1948 abrió las puertas del local, Florería Argentina, y dejó la facultad para avocarse a su negocio. 

Solo, ayudado por catálogos, Dino comenzó a conocer las variedades de flores. Trataba de mantenerse actualizado y empezó a hacer lo que se convirtió en una especialidad de los Minozzi, los bouquets de novias y arreglos florales.

Los pedidos de los clientes en esa época eran muy diferentes a los actuales y en el centro había unas cinco florerías. Se vendían muchas flores y por ejemplo, para los velorios, cada familiar encargaba una corona distinta. Los hijos pedían una, la esposa otra y cada uno de los hermanos encargaba una diferente. A pesar de que esas costumbres cambian con el tiempo, Dino dice que el florista nunca deja de ser un artista, que nació con un talento especial para hacer ese trabajo.

Todo fue por una orquídea

Hacía algunos años que Dino había abierto su local, cuando un día entró una estudiante del magisterio. Era Beatriz “Betty” García, que había recorrido prácticamente todas las florerías del centro en busca de una orquídea. Iba a dar su clase consagratoria para recibirse de maestra y quería utilizar ejemplares para diferenciar las flores silvestres de las exóticas. En todos los locales le decían que no tenían la flor y que debía encargarla con tiempo.  Pero, cuando llegó al negocio del joven florista, éste le dijo que sí tenía, que no se la iba a cobrar y que además se la iba a llevar a su casa.

Ella se sacó un diez en esa clase y cuando terminó, en la puerta de la Escuela Normal Sarmiento, la esperaba Dino. En 1959 los jóvenes se casaron y él se ocupó de hacerle el bouquet a su novia, con orquídeas por supuesto.

Juntos sacaron adelante el negocio. Su primer año nuevo de casados lo pasaron repartiendo coronas en Caucete. Cuando sonaron las campanadas de las doce de la noche, todavía estaban con su recorrido, pero él había llevado una pequeña botella de champagne para festejar en el camino. Otro de los recuerdos más gratos, fue cuando a Dino le encargaron un ramo para Eva Perón. La esposa del entonces presidente, Juan Domingo Perón, llegó a Mendoza y el joven viajó hasta allá para llevarle las rosas rojas que le habían pedido. No sólo le dejó las flores sino que tuvo la oportunidad de charlar con ella al menos durante una hora.

El trabajo en el campo

El arte floral era lo que Dino amaba pero el negocio no era muy redituable. Nunca pensó en cerrarlo y, por eso, a mediados de los setenta, comenzó a invertir en otras actividades. Mientras se ocupaba de las flores empezó a trabajar con un emprendimiento agrícola en Pocito, en los setenta. Fue el primero en la provincia en incursionar en la plantación de algodón, algo que le dio muy buen resultado y lo vendió a Buenos Aires. Después se hizo una pequeña bodega y luego creó Agrinsa, una empresa dedicada a la venta de maquinaria, tractores, tecnología aplicada a la agroindustria y la construcción.

Nunca descuidó las flores, ni dejó de actualizarse. En la década del ochenta Dino logró incorporar a Florería Argentina en FTD (Florists Transworld Delivery), un sistema para mandar flores a cualquier parte del mundo, incluso hasta un barco. Fue uno de los primeros en Argentina en ofrecer esa posibilidad de venta a distancia. En una oportunidad la florería envió un ramo a una pareja que cumplía cincuenta años de casados y que estaban viajando en un crucero en Europa.

El trabajo de Dino en el ámbito de comercio le permitió llegar a ser presidente del Centro Comercial de San Juan, del Banco San Juan y de la Asociación de Bancos de Provincia de la República Argentina. Después de que se jubiló sus hijos han seguido ocupándose de las empresas de la familia. 

* Dino Esteban es el mayor de los cinco hermanos. Empezó trabajando en la florería, ahora trabaja en Agrinsa, tiene  una empresa constructora y ha llegado a ser presidente de la Cámara de la Construcción e Inmobiliaria.  

* Beatriz Liliana, la única mujer, es abogada y escribana.

* Aldo Gabriel es médico cirujano plástico, vive en Buenos Aires y ha llegado a ser secretario de la Sociedad Argentina de Cirujanos Plásticos.  

* Marcelo Amadeo es enólogo y trabaja en Agrinsa junto al mayor de los hermanos, Dino.

* Darío Gregorio trabaja en la florería de la familia. 
     

 

GALERIA MULTIMEDIA
Beatriz García junto a su esposo Dino Minozzi, el día de su casamiento.
Pierino Minozzi junto a su hijo, Dino Minozzi en Mendoza.
Los cinco hermanos Minozzi: Dino Esteban, Beatriz Liliana, Aldo Gabriel, Marcelo Amadeo y Darío Gregorio.
Dino Minozzi.
Minozzi en el predio de la bodega que construyó después de empezar a trabajar en el campo.
Dino Minozzi viajó a Brasil, como presidente del Banco San Juan, para participar en la Reunión de Gobernadores de Felaban.
Dino Minozzi junto a su esposa, Beatriz “Betty” García.
Dino Minozzi junto a sus compañeros en el Colegio San José Hermanos Maristas.
Dino Minozzi con apenas unos meses.
Dino Minozzi presidente de la Asociación de Bancos de Provincia de la República Argentina.
Dino Minozzi junto a su padre, Pierino Minozzi, el día que le entregaron una medlla de oro como mejor combatiente italiano.