CÉSAR CIPOLLETTI: Domador de agua sin éxito local
En todo el país se lo recuerda como el ingeniero que construyó destacadas obras hidraúlicas. También fue exitoso en su Italia natal. En San Juan proyectó un dique, pero éste no sobrevivió tal cual él lo había imaginado.
César Cipolletti no fue precisamente el italiano de "título extraviado" que llegó al país para hacer su América, sino todo lo contrario. Nació en la isla romana Tibetina el 30 de noviembre de 1846 y egresó como ingeniero hidráulico de la Universitá di Roma con mención de honor. Estuvo al frente de obras como la instalación de agua potable en Florencia, un canal en Lombardía y un monumental dique en el Tesino, entre otras, que le valieron reputación en el viejo continente.
Al país llegó en 1888, cuando aceptó la oferta del gobierno mendocino para proyectar y dirigir las obras del primer dique (que hoy lleva su nombre) ubicado en Luján de Cuyo. Esa obra desencadenó para el ingeniero una serie de pedidos en todo el país.
Entre ellos se cuenta el llamado del gobierno de San Juan para hacer un dique nivelador en la provincia. El exitoso ingeniero proyectó la obra y esta se hizo, aunque no se respetaron los planos originales. Luego, dos inundaciones -una de ellas descomunal- borraron del mapa la obra de Cipolletti en la provincia.
Todo comenzó en 1894, cuando el italiano presentó al gobierno local su proyecto de dique nivelador a la salida de la quebrada de Ullum, según recuerda un informe publicado por el ingeniero Margento Francille.
El dique proyectado tenía dos canales matrices, que se ubicarían en ambos extremos. En noviembre de 1898 se inauguró, aunque solo con un canal. Un mes más tarde una crecida del río dañó al dique y su reparación tardó más de un año. Se rehabilitó en 1900. Pero parecía estar signado por la desgracia. En febrero de 1906, una crecida más fuerte que la anterior -según los registros fue impresionante- se llevó el dique completo.
En 1908 el ingeniero Julián Romero proyectó en el mismo lugar otro dique nivelador, que con futuras modificaciones y adaptaciones, es el que hoy se conoce como el "Ignacio de la Roza".
Después de haber presentado el proyecto en San Juan, Cipolletti siguió su recorrido por Tucumán y Córdoba. Luego el gobierno nacional lo llamó para realizar un estudio integral del río Negro, donde habían tierras aptas para el cultivo. Presentó su informe al general Roca pero las obras no comenzaron inmediatamente porque no había dinero. Además el italiano recibió una oferta de su país natal para convertir el río Tiber en vía fluvial.
Así, después de 11 años en Argentina regresó a Italia. Ocho años después, en 1907, el gobierno de Figueroa Alcorta lo convocó para ejecutar las obras en Río Negro, que eran vitales para sistematizar la colonización de la Patagonia.
Viajó con su esposa e hija, decidido a construir un mundo nuevo. Pero por esas ironías del destino, murió en alta mar el 27 de enero de 1908.
De "viña" a ciudad
A fines del siglo XIX y con la idea de desarrollar y colonizar la Patagonia, el gobierno nacional otorgó -como a otras instituciones del país- 50 mil hectáreas en esa región a la sociedad Vitivinícola Sanjuanina. Esta no realizó mejoras y las vendió a un coronel. Con los años y la llegada del ferrocarril, el militar fraccionó esas tierras y fundó Colonia Lucinda. Esa población en 1927 recibió el nombre de Cipolletti, en honor a quien hizo que el agua llegara a ese desierto.
Fuente: Diario de Cuyo. 13 de Junio de 2007
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Sobre la calle Cipolletti