En la década de 1870, un inquieto comerciante español, don Tomás González, pergeña la primitiva industria cervecera pero la carencia de información técnica lo lleva a solicitar la colaboración dé dos caracterizados cerveceros alemanes, Eduardo y Amoldo Rosenthal, a quienes invita a trasladarse desde Alemania, en 1878.
González envejecido y fatigado por una actividad industrial que le era desconocida, transfiere su fondo de comercio a los hermanos Rosenthal, que fundan la antigua Cervecería Alemana. Por tanto, ellos son los verdaderos fundadores de la industria cervecera sanjuanina. El producto adquiere renombre no sólo en San Juan sino también en Mendoza, Córdoba y Buenos Aires. Los Rosenthal eran personas ilustradas que introdujeron a nuestro medio ideas claras sobre la cebada malteada; crearon un régimen especial de secado y un sistema de cañerías adaptado a los complicados trabajos exigidos por la industria cervecera; su éxito se debió a que no dejaron nada librad a la improvisación.
Antes de la primera guerra mundial, los hermanos Rosenthal deseosos de viajar a su patria, vendieron la cervecería a los señores José Estrada, Manuel Gutiérrez y Guillermo Yornet; luego Manuel Gutiérrez vende su parte a los señores Luis Morchio y José Solimano quienes constituyen la "Sociedad Anónima Cervecería San Juan Limitada" juntamente a don Guillermo Yomet y don Manuel Márquez, pronto adquiere renombre por la calidad de sus productos, bajo la dirección del excelente técnico cervecero-maltero don Francisco Snarky, de origen austríaco. En la fabricación se empleaba cebada cervecera sanjuanina trayendo el lúpulo de Alemania, Estados Unidos, Austria y Río Negro (El Bolsón), donde se produce de excelente calidad; la empresa acreditó dos marcas: "San Juan" y "Marbic"; también vendía cebada malteada en diversas partes del país. El lúpulo empezó a plantarse con éxito, en Calingasta, Iglesia y Potito.
La malta y la cerveza fueron galardonadas en exposiciones industriales realizadas en San Juan, Mendoza, Córdoba, Buenos Aires, Río de Janeiro y EE.UU.
San Juan estaba encariñado con la cervecería, la visitaban gobernantes, hombres de negocio, turistas, estudiantes, etc.; era un lugar atractivo donde se paladeaba el exquisito licor de la diosa Ceres.
Los chops, bien "tiré", trajeron a nuestra vieja ciudad (década del veinte) los primeros "panchos" y las salchichas vienesas con mostaza, que los hermanos Hirchs (alemanes) expedían en conocidos locales que instalaron sucesivamente, en calle Tucumán entre Laprida y avenida Libertador General San Martín (entonces Entre Ríos), en el bar Atlántico, en calle General Acha, en la esquina de Don Bosco, y por último en Santa Fe antes de llegar a General Acha.
Infortunadamente la cervecería sufrió influencias negativas de orden económico-financiero y político que provocaron su liquidación en 1976. Estaba ubicada en avenida 25 de Mayo y Jujuy. El cierre de esta fuente de trabajo afectó a doscientas familias.
En la década de 1890 los hermanos Pablo y Alfonso Storni, de origen suizo, establecieron una cervecería en la avenida 25 de Mayo esquina Mendoza, ángulo noroeste, para fabricar cerveza a la usanza suiza, es decir, con ligeras variantes respecto de la alemana; explotaron el negocio hasta la primera guerra mundial. Recordamos que Alfonsina Storni, la celebérrima poetisa, estuvo vinculada a esta empresa, pues don Alfonso Storni, de cuyo nombre deriva Alfonsina, era su padre; la futura escritora vivió algún tiempo en nuestra ciudad.
Posteriormente, los Storni vendieron la fábrica a don Juan Sarich quien había llegado al país en 1894 desde su lejana Yugoslavia (región de Herzegovina), donde aprendió el oficio de cervecero. Empleado en la cervecería de los Storni realizó ahorros ($3.500) que le permitieron - independizarse, instalando una fábrica de licores y bebidas gaseosas. Después compró la cervecería a sus antiguos patrones, utilizando con éxito, la cebada cervecera sanjuanina; demostró que la malta podía competir con la famosa malta Chevalier. Para actuar en la cervecería empleó a sus sobrinos yugoslavos, Elio y Bosco Sarich quienes siguieron con el negocio hasa el terremoto de 1944. Los Sarich explotaron la fábrica en pequeña escala, prácticamente vivieron absorbidos por la Cervecería San Juan Sociedad Anónima Limitada. Esta industriosa familia fundó también, la firma Sarich y Compañía dedicada a la fabricación de licores, vinos y gaseosas; en esta actividad acreditaron la marca Bombo.
Este establecimiento, dedicado a la elaboración de cerveza, licores y gaseosas, está ubicado en la Avenida 25 de Mayo, propiedad del señor Juan Sarich, de conocida y ponderante actuación en la provincia.
El señor Sarich es de nacionalidad austriaca, y hace 25 años que reside en el país.
Se inició en el comercio el señor Sarich formando parte de la sociedad Gambetta, Sarich y Compañía. Al vincularse extensamente en el comercio, creyó necesario para sus intereses y factible por los conocimientos que poseía, dedicarse sólo a la industria que hoy ejerce, inviniendo un capital de 20.000 pesos, que aumentó considerablemente en años sucesivos, siendo en la actualidad de 100 mil pesos (cien mil pesos).
La fábrica de cervezas, gaseosas y licores, es realmente espléndida. Está mentada de acuerdo al tecnicismo moderno, mereciendo citarse el salón de máquinas, con un motor de 25 H.P. y varios de 3,2 y 1 H.P.; lacubapastorizadoracon capacidad de 2.000 litros y los departamentos destinados a la fermentación de la cebada.
Además, el señor Sarich dedícase a la elaboración de vinos, habiendo construido 15 piletas de cincuenta bordalesas cada una y 5 piletas de ciento treinta bordalesas, cada una.
El promedio anual de la cebada que consume es de 10.000 kilos (diez mil kilos) de excelente calidad, cosechada en laprovincia.
Las reparaciones y ensanches que el señor Sarich está efectuando en su fábrica, indica claramente su deseo de impulsar el negocio, especialmente en lo que a la elaboración de vinos y cervezas respecta.
Nota publicada en El Nuevo Diario el 4 de julio de 1996