Los Di Lorenzo son reconocidos por su trabajo como peluqueros. El primero de la familia que se dedicó a este rubro fue Giuseppe Di Lorenzo, un inmigrante italiano que arribó en 1924. Su hijo Arquímedes Di Lorenzo heredó su talento y revolucionó con su novedoso corte a navaja. La tercera generación se completó con Daniel Di Lorenzo, hijo de Arquímedes, que sigue con la tradición familiar.
El trabajo de los peluqueros, y la peluquería en sí misma, han cambiado con el paso de los años. Sin embargo, hay ciertas características que algunos locales aún conservan, como la confianza que puede haber entre cliente y peluquero. Más de una vez los artistas del cabello se convierten en confesores de quiénes se arreglan el pelo y es por eso que atesaron valiosos recuerdos. En San Juan los Di Lorenzo llevan más de 90 años trabajando en este rubro y atesorando cientos de anécdotas.
Giuseppe, el primero
Todo comenzó con don Giuseppe, un italiano oriundo de Sicilia, nacido en 1894. El hombre llegó a Argentina acompañado por su mujer, Concepción Psaila, y su pequeña hija Adelina, de dos años. Arribaron en 1924 y en ese entonces ya estaba radicado en San Juan el suegro de Giuseppe, Carmelo Psaila. Los recién llegados se ubicaron en Buenos Aires y luego fueron a visitar a Carmelo, que trabajaba como tonelero en la bodega López Peláez. La idea era regresar a la capital del país, pero el hombre les pidió que se quedaran acá y así lo hicieron.
En la provincia Giuseppe tuvo a sus otros tres hijos: Aída, Arquímedes y Arturo y comenzó a trabajar como peluquero. Sus descendientes no saben con certeza si aprendió el oficio en Italia o en Argentina pero si recuerdan que la primer peluquería que abrió estaba ubicada en Mitre y Mendoza y que más tarde se trasladó a Mendoza, antes de llegar a Santa Fe. Él no solo era peluquero, también trabajaba como relojero, dentista, además tenía cuatro taxis y una bomba de nafta.
Con el terremoto de 1944 Giuseppe perdió todo. Tras la catástrofe, junto a los hermanos Luis y César Gardella y Juan Bronzetti, instaló una carpa en el Parque de Mayo. Después se unió a los Gardella y juntos abrieron un local en Libertador y Urquiza, donde estuvieron entre 1947 y 1955.
En esa época, ya comenzaba a incursionar como peluquero el tercer hijo de Giuseppe, Arquímedes. Él hizo sus primeros cortes cuando tenía quince años en el Hogar Club, donde se atendían los estudiantes universitarios. Luego de estar allí se unió al hijo de Luis Gardella, Hugo e instalaron una peluquería en Salta y Mitre.
En 1955 los Gardella y Di Lorenzo se dividen y cada uno se une a su padre. Ahí fue cuando Don Giuseppe compró el local ubicado en Salta e Ignacio de la Roza, el que mantienen hasta la actualidad.
Otra generación y nuevas tendencias
Aunque Giuseppe y Arquímedes se unieron, cada uno tenía su estilo y su clientela. El padre ocupaba la esquina del negocio y, al lado, su hijo abrió un salón más moderno y en los 60 comenzó a revolucionar con una nueva tendencia para la época, el corte modelado a la navaja. Además, empezó a hacer lavados de cabeza a caballeros, algo que resultaba atípico en ese tiempo.
Aparte de innovar, Arquímedes trabajaba varias horas, los turnos comenzaban a las 8 de la mañana y se extendían hasta después de medianoche. En esa época, como no había tanta oferta, un corte de pelo era algo costoso, a veces más caro que pagar una consulta de médico.
Mientras crecía en su profesión Arquímedes formó su familia. Se casó con Marina García, a quien conoció en una fiesta de carnaval en La Libanesa. Ellos fueron padres de Marina, Daniel e Ivanna.
Prácticamente desde 1970, después de que su padre sufriera un accidente, Arquímedes quedó a cargo del negocio y en los ochenta se unieron a él su hijo varón y su esposa.
Daniel Di Lorenzo tuvo su primer cliente a los nueve años, éste fue Raúl Bruna, un vecino. Aunque su padre le prohibió cortar el pelo, mientras estudiaba en la Boero, les arreglaba el cabello a sus compañeros a cambio de cigarrillos. Así, fueron sus primeras incursiones. Cuando terminó el secundario, en 1982, se sumó al negocio familiar. Justo había dejado de trabajar un colega de Arquímedes, Agustín Calderón, que llevaba varios años en la peluquería.
Aparte del hijo de Arquímedes, también se sumó al local su esposa, Marina. Ella empezó a cortar cuando su esposo viajaba y también atendía a algunas de sus amigas. Se especializó en permanentes junto a Juanita Becerra y en 1985 consiguió una colaborada. Con ella, y con Daniel, empezó a crecer el sector de damas.
Marina falleció en 2001. Desde entonces, los hombres quedaron a cargo del local, hasta que Arquímedes murió en 2010. En los más de noventa años que tiene la peluquería, ésta vio pasar diferentes personajes de la vida pública de San Juan, entre ellos varios políticos, también deportistas. Ahí se cortaba el pelo Jorge Estornell, que brindaba algunos de sus consejos a Arquímedes, también Severino Di Stéfano, que era amigo de la familia, Santos Álvarez y alguna vez allí se encontraron Leopoldo Bravo y Jorge Escobar.
Los hijos de Marina y Arquímedes:
» Marina, la mayor, tuvo tres hijos: Cecilia Colombero, que es bioquímica y vive en Buenos Aires; Luis Colombero, que es profesor de Educación Física y reside en Buenos Aires y Juan Pablo Colombero, que es maestro.
» Daniel es el que sigue al frente de la peluquería y tiene cuatro hijos: Nicolás, las mellizas Florencia y Micaela, todos estudiantes universitarios y el menor es Giuseppe.
» Ivanna es contadora y tiene tres hijos: Alejandro Toro, jugador de vóley; Candela Toro y Paula Toro, que están en la escuela.