“Guardame la constitución”

 Domingo Morón asumió la gobernación de San Juan el 12 de mayo de 1893.

Tenía 50 años y hasta ser electo, nunca había salido de la provincia.

Muy bien casado —su esposa era Teresa Yanzi, dama de la más alta sociedad de la época— vivió en una casa que estaba en el terreno que hoy ocupa la Biblioteca Franklin.

Precisamente en su casa se alojó el general Mitre, cuando visitó la provincia cargado de fama. Y desde ese día Morón fue el representante del partido de Mitre en San Juan.

Dicen que Morón, hombre dedicado a las transacciones comerciales con Chile, era enérgico y con gran sentido de la autoridad.

Pero también se asegura que fue uno de los gobernadores más pícaros que haya tenido San Juan, sumamente hábil en la tarea de “volcar” padrones, celebrar acuerdos no muy principistas para conservar el poder y poseedor de un fino olfato político.

Cierta vez que se dirigía al campo, para aliviarse de carga, se detuvo en lo de Abraham Vidart padre y sacando un estuche bajo el saco una descomunal pistola, la puso en manos del dueño de casa para que se la guardase hasta su regreso, diciéndole:
—Abraham, guardame la Constitución.


Extraída del libro “El lado humano del poder, anécdotas de la política sanjuanina”, de Juan Carlos Bataller, publicado en marzo de 2006
                                                                                  

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Domingo Morón