Historia de San Juan
En 1870 San Juan tuvo su primer banco
Fue en las últimas décadas del siglo XIX cuando la provincia de San Juan contó con las primeras casas bancarias propias. En estos años, y los primeros del siglo XX se instalaron también en San Juan sucursales de bancos nacionales.
El primer banco sanjuanino
En 1870 San Juan contó con su primer banco, llamado Banco de Cuyo. Se fundó en 1870, a iniciativa de Valentín Videla, durante la gobernación de José María del Carril. Se trataba de una sociedad anónima, con un capital de 320 mil pesos plata boliviana, suscripto por capitales locales y porteños. El Estado provincial no puso capitales pero le concedió privilegios al designarlo agente financiero de la provincia, ingresando los depósitos judiciales y lo autorizó a emitir billetes al portador con valor de moneda. Funcionó en una casa particular ubicada en la calle Rivadavia esquina Salta (hoy Entre Ríos), solar que hoy ocupa el Banco de San Juan. Incluido el gerente, trabajaban seis personas.
El primer Banco San Juan
También en 1870 abrió sus puertas el Banco San Juan, que no tuvo nada que ver con el actual banco del mismo nombre. Con un capital autorizado de 300 mil pesos oro moneda de Chile, equivalente a 360 mil bolivianos, obtuvo autorización legal para funcionar como sociedad anónima por decreto del Poder Ejecutivo el 20 de junio de 1870.
Los fundadores y principales accionistas fueron las casas inglesas de Valparaiso, encabezadas por Agustín Edwards junto a inversores mendocinos. El objetivo era lucrar con el comercio con Chile. Funcionó hasta 1875.
Otros bancos
El Banco de Crédito Agrícola:El tercer establecimiento fue creado en 1880, aunque comenzó a funcionar recién en 1885 como modesta cooperativa de crédito.
Banco Obrero:
Se inició el 1 de enero de 1906, con un capital inicial de 50 mil pesos y recibió en Caja de Ahorro depósitos de hasta 1 peso.
Banco Popular de San Juan:
Autorizado por un decreto del gobierno de David Chaves fue habilitado para funcionar el 8 de marzo de 1901, con un capital inicial de 200 mil pesos. Abrió sus puertas en la calle Rivadavia, vereda norte, entre Tucumán y Rioja y funcionó hasta 1920 cuando declinó, arrollado por los grandes bancos.
Banco Provincial de San Juan:
Tuvo origen en una ley de 1887, promulgada por el gobierno de Federico Moreno. Tuvo un capital inicial de 3 millones de pesos y la mitad de esa suma fue aportada por el gobierno.
Funcionó a partir de 1 de setiembre de 1888 en un local de la calle Rivadavia casi Entre Ríos, solar que actualmente pertenece al Banco San Juan. Luego de funcionar más de una década como sociedad anónima fue provincializado, declarándoselo banco del Estado. Antes de tres años, descapitalizado y con serias dificultades operativas, el Estado debió acercar fondos y transformarlo en una sociedad mixta. Pero ya era tarde. El banco languideció hasta su extinción legal en 1943, cuando se crea el Banco de San Juan.
Los bancos privados
Banco Comercial:Fue fundado a iniciativa de Antonio Zunino en 1918.
Banco Italo Argentino: encabezado por el empresario Bartolomé Del Bono y con la presencia accionaria de importantes industriales de origen italiano, inauguró en 1919, hasta que en 1947 adquirió su cartera y bienes el Banco de Italia y Río de la Plata.
Banco Hispano Italo Libanés:
Creado en 1924 por empresarios locales, fue conducido por Antonio Zunino G. y funcionó, frente a la Plaza 25 de Mayo, hasta principios de la década del 80 cuando en la época de la plata dulce fue decretada su quiebra por el Banco Central.
Banco de San Juan:
El Banco de San Juan surge como una sociedad nacida de un contrato concertado entre el gobierno (encabezado por Pedro Valenzuela) y accionistas locales. Desde su nacimiento es agente financiero del gobierno de la provincia. Se inauguró el 21 de abril de 1943 y su primer presidente fue Zacarías Yanzi.Durante la gobernación de Jorge Escobar el banco –que pasaba por una difícil situación financiera- fue privatizado.
Sucursales de Bancos Estatales
Banco de la Nación Argentina
Abrió su sucursal en 1892 y años más tarde inauguró su edificio propio, coronado por la figura de la República y una antorcha, frente a la plaza principal, en la esquina de General Acha y Mitre. Después del terremoto se trasladaría a otro edificio, construido nuevo, en Rioja y Rivadavia.
Banco Hipotecario
Inauguró su sucursal en la calle General Acha, a media cuadra de la plaza, en 1887. Después del terremoto de 1944 se trasladó al monumental edificio de la Avenida Ignacio de la Roza y Jujuy. Este banco cumplió un papel fundamental en la financiación de la reconstrucción de San Juan. Mediante sus créditos a largo plazo y bajísimo interés el sector privado encaró la construcción de algunas de las más importantes residencias con que cuenta hoy la ciudad. En el siglo XXI ya había vendido todo el edificio a la Universidad Nacional de San Juan.
Banco Industrial
Abrió sus puertas en 1947, inaugurando poco después un imponente edificio que luego ocuparía el fuero federal. El Banco Industrial se llamó en los años 70 Banco Nacional de Desarrollo (BANADE).
La primera corrida bancaria
A principios de la década del 1880, San Juan tuvo lo que hoy se llamaría una “corrida bancaria”. El Banco de Cuyo pasaba por algunas dificultades y un importante prestamista radicado en Buenos Aires que tenía grandes depósitos, consideró que era poco el interés que le pagaban. Ante ello presentó un cheque por el total de sus depósitos. El banco no tenía una suma tan grande pero si no pagaba el cheque, quebraba. El gerente hizo pasar al prestamista, lo invitó con café y refrescos y ordenó a un empleado que juntara el dinero para pagarle.Los empleados entendieron el mensaje e hicieron su trabajo muy lentamente mientras el gerente daba charla a su visitante. Así llegó el mediodía, hora de cerrar hasta la tarde.
-Lo siento pero va a tener volver a las seis y con mucho gusto lo atenderemos en horario especial.
El personal del banco aprovechó esas horas para hablar con comerciantes y conseguir la suma que debía pagar. Cuando el prestamista volvió para cobrar el cheque o declarar la bancarrota del banco, esta vez no hubo café ni refrescos. Secamente el gerente le dijo:
-Señor, ya está su dinero, puede pasar por caja.
Así se salvó el Banco de Cuyo que, sin embargo, no pudo superar otras dificultades y tiempo después debió cerrar sus puertas.
(Relatado por Horacio Videla en su libro "El Banco de San Juan en sus veinticinco años de vida")
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