Desde danza clásica y aérea, incluso pintura y mandalas, son varios los profesionales sanjuaninos que eligen utilizar expresiones artísticas para tratar a sus pacientes.
Treinta años atrás, recurrir al psicólogo no era algo común o que cualquiera aconsejaba. Los mitos sobre el diván y la necesidad de una supuesta “locura” que atender, intimidaban y limitaban el trabajo de los profesionales. En la actualidad, si bien algunos temores sobreviven, no hace falta estar loco o en una situación extrema para acudir a una terapia. La aceptación ha crecido e incluso, en la provincia, se desarrollan nuevas líneas. Entre ellas las expresiones artísticas ganan espacios.
Danza, pintura y mandalas, son algunas de las herramientas utilizadas en San Juan como terapias, algunas en consultorio, otras en grupo y al aire libre. Las primeras propuestas de arte como herramienta para el tratamiento psicológico comenzaron a desarrollarse a mediados de los noventa y la psicóloga María Asunción Beltrán fue una de las pioneras.
En la actualidad hay variadas ofertas de “arte terapia” e incluso, este fin de semana, San Juan recibirá a la difusora de la danza terapia en Argentina. En esta nota, lo que dicen las psicólogas que utilizan estas herramientas y la visión de profesionales que no las usan.
àDanza terapia aérea
Paula Casas, psicóloga: “Permite trabajar el autoestima”
Practica psicoterapia familiar sistémica y, aparte de trabajar en su consultorio, hace terapias grupales con danza aérea en telas. Baila desde chica pero fue mientras estaba en la universidad, en Córdoba, cuando aprendió a bailar en el aire.
-¿Por qué decidiste trabajar la danza aérea como terapia?
-Desde que estudiaba pensé que podía combinar la danza y la psicología. Cuando vine a San Juan empecé a trabajar en un instituto con personas con patologías neurológicas y detecté la importancia del movimiento para la terapia. Después decidí empezar a desarrollarlo en forma grupal para trabajar la autoestima.
-¿Cómo se trabaja la autoestima en la tela?
-Cuando empezás a subir la tela parece imposible llegar arriba. La idea es trabajar y fortalecer lo interno porque lo que falta es autoestima. Uno siente que no puede sostener su propio peso, pero a medida que pasa el tiempo te das cuenta de que podés desarrollar tus propios recursos en vez de buscar la solución en el afuera.
-¿Quienes hacen los talleres?
-Niños y adultos. Con los chicos trabajo la educación emocional, el trabajo en equipo y las habilidades sociales. Además, en general, trabajo la tolerancia a la frustración, el reconocimiento de los propios límites y el respeto por el cuerpo.
-¿Qué relación hay entre esta terapia y la de consultorio?
-Creo que se complementan. Hay cosas que tenés que trabajar en forma individual y después hay un nivel en el que necesitás más y ahí viene la parte de la danza aérea. El taller te permite poner en práctica lo trabajado a nivel individual.
àTerapia con mandalas
Fernanda Vives, psicóloga: “El arte evita enfermedades”
Desde hace seis años, utiliza el arte de los mandalas en su consultorio para trabajar con algunos de sus pacientes. Además, es reikista.
-¿Qué son los mandala?
-Es un arte milenario que ha sido muy utilizado en la India y el psicólogo Carl Jung lo trajo a Occidente. Él fue quien lo introdujo en su terapia y se dio cuenta de que con los mándalas podía trabajar todo el individuo, lo físico, lo espiritual y lo emocional.
-¿Por qué lo incorporaste a tus terapias?
-En Buenos Aires hice un curso en mandalas. Primero empecé a dar talleres y descubrí que era una herramienta poderosa porque trabaja lo consciente e inconsciente desde un lugar diferente a la terapia tradicional. Entonces, decidí trabajarlo con algunos pacientes con objetivos determinados y empecé a tener resultados muy interesantes.
-¿Cómo se trabaja con un mandala?
-Primero tenés que hacer una meditación, preparar un lugar tranquilo y una buena música, porque es un viaje al interior. Hay seis o siete técnicas para hacer mandalas. La primera parte se trabaja con reglas, semicírculos, compás y escuadra y después podes desplegar la creatividad y agregar lo que quieras, en colores y figuras.
-¿Qué permite este recurso?
-Entrás a tu ser desde otro lado y empezás a descubrir aspectos que están muy negados para la razón. Ayuda a manifestar tu creatividad y a curar la fragmentación psíquica y espiritual, a reconectarte con tu ser esencial. Permite trabajar la lógica, la paciencia y estimula el hemisferio izquierdo del cerebro.
-¿Cómo te das cuenta de lo que le siente la persona?
-No me gusta interpretar las formas o colores, lo que hago es hablar con el paciente sobre que sintió al hacer el mandala. Al trabajar en eso se conecta con las sensaciones, es una manera de salir del discurso estereotipado para ver que pasa en el cuerpo emocional. Yo combino esto con mis terapias de consultorio. No es que por dibujar un mandala te sanaste, es algo conjunto.
-¿Utilizás este recurso con todos los pacientes?
-Hay un grupo de personas a las que les interesa y otros a los que les parece imposible acceder a procesos terapéuticos por los mandalas. Hay muchas líneas y modos de trabajo terapéutico. Es importante que uno elija lo que le sirva y el terapuetua tiene la responsabilidad de derivar si cree que no lo puede ayudar.
-Ahora está de moda comprar los libros con mandalas
-No es malo, pero no es la esencia. Lo importante es dibujar tu propio mandala, no pintar los de otros.
-¿Qué lugar ocupa el arte en la terapia?
-Es una herramienta de muchos recursos porque podés incluir cuerpo, mente y alma. El arte permite que te conectes con partes que están más bloqueadas. He podido ver procesos muy saludables, al poder conocer mejor lo interior se pueden evitar más enfermedades y he visto evoluciones de cáncer alucinantes.
àEscuela de creatividad “Arte sana”
(María Asunción) Nenucha Beltrán, psicóloga: “El arte y lo imaginario es un recurso para acceder al inconsciente”
Psicóloga creativo corporal y analista jungiana, se ha especializado en creatividad y sueño. Es una de las primeras profesionales de la provincia en utilizar expresiones artísticas como terapia. En 1996 creó la escuela de creatividad Arte Sana, dónde se puede realizar el curso de “Formación del facilitador creativo” además de un instructorado en arteterapia. Además, en el área personal, brinda talleres de autodescubrimiento y desarrollo.
-¿Por qué incluyó el arte en la terapia?
-Es que mi vida la he desplegado a través del arte, me formé en declamación, guitarra y danza desde los 3 años. Cuando estudié psicología empecé a sentir que la forma convencional no era la mejor. Entonces me formé con Fidel Moccio, él fue mi maestro, me transmitió este trabajo y el saber que somos seres creativos. Carl Jung es la otra parte de mi formación.
-¿Qué es la creatividad?
-No es hacer productos bonitos, es un proceso interno que nos permite adecuarnos a los cambios de la vida con los recursos que tenemos. La vida tiene una serie de obstáculos y uno va resolviéndolos y madurando.
-¿Cómo se aplica a la terapia?
-La metodología la tomo de Mocci, tiene que ver con usar recursos de desbloqueo, respiración e ir a los inconsciente a través de la imagen y el signo. El arte y lo imaginario es un recurso para acceder al inconsciente. Hacer consciente permite sanar e integrar lo externo y lo interno y lograr la unidad de lo psíquico, físico y espiritual, que en equilibrio son salud.
-¿Cómo se relaciona esta propuesta artística con la terapia tradicional?
-A veces son complementarios, mis colegas me dicen que cuando la gente viene a los talleres les damos muchísimas herramientas. También hay veces en que las personas no están haciendo terapia, pero esto les sirve como integrador. Pero cuando hay situaciones particulares con conflictos, más allá de los talleres, hay que trabajarlo en forma individual en consultorio.
-¿Qué recepción tuvo cuando empezó con esta línea de trabajo?
-En un comienzo San Juan estaba muy resistente porque esto implica un trabajo vivencial. Cuando se trabaja con lo verbal es más fácil, en cambio la vivencia es más difícil, Jung dice que es la realidad del alma. Tuve que preparar a la sociedad y recién en 1996 hice la escuela.
-¿Y en la actualidad?
-No es una actividad masiva. Cuando hablamos de hacer talleres de arte y pintura es más fácil. La parte de poder ir adentro es más difícil de captar, se termina de entender cuando uno hace una práctica concreta, es algo vivencial.
Aída Romero, psicóloga
“Para cualquier terapia se requiere de una formación científica y humana”
-¿Qué opina sobre el arte en comparación a otras terapias más tradicionales?
-Creo que toda situación terapeútica sirve en la medida que la persona esté a gusto y le haga bien. El arte en general hace bien a la persona.
-¿Qué permite el arte como terapia?
-En general lo artístico permite la expresión de toda la persona, permite procesos de desinhibición, le ayuda a expresarse y a que pueda ser extrovertida.
-¿Quién realice terapias artísticas debería ser un profesional?
-Para cualquier abordaje terapéutico se requiere de una formación científica y humana. Sería bueno que tenga formación en la psicología para que lo pueda contener, porque al expresarse el riesgo es que no sea bien contendido.
-¿Es un complemento o un recurso aparte de la terapia verbal?
-Depende del caso, pero algunos lo utilizan como única forma, si les es útil no hay ningún problema. Nada es obligatorio. Todo depende de cómo se vaya sintiendo la persona.
Pierina Ciallella, acompañante terapéutico
Siendo niña hizo danza y desde hace casi quince años, junto a su esposo Marcelo Bartolomé, integra el dúo Mixtura. Su vocación por el arte y su trabajo como acompañante la motivan a explorar las posibilidades de la voz como herramienta terapéutica, aunque esta área no está todavía sistematizada en el país. Dicta talleres de expresión vocal y trabaja casos particulares en los que busca explotar las posibilidades de la música y el canto para tratar de sanar a la persona.
-¿Cómo te introdujiste en las terapias artísticas?
-Mi búsqueda sobre la relación arte-sanación comienza desde la música, como cantante, además de mi formación como bailarina. Así encontré el camino de la arteterapia, cuyos primeros pasos dí con el sanjuanino Licenciado Jorge Rosales, Arteterapéuta, Danza-Movimiento-Terapeuta y bailarín que trabaja en un Hospital para jóvenes Psicóticos en París. Además, estudié Acompañamiento Terapéutico.
-La voz es uno de los recursos que todavía no está desarrollado como terapia
-No. En el país no hay, a nivel académico, algo sobre la voz como terapia, aunque si como herramienta incluida en el movimiento. Yo dicto talleres de expresión vocal pero todavía no es terapeútico. Es un tema que me interesa mucho, por eso lo estoy investigando y mi sueño sería algún día crear un Centro de Terapias Creativas.
-¿Cómo has podido utilizar el canto en tus acompañamientos?
-Hace unos años con mi esposo, que es licenciado en psicología, trabajamos en un proyecto “La expresión vocal como camino al desarrollo personal”. Él hacía entrevistas terapéuticas y definíamos objetivos a trabajar. Además, en casos particulares, siempre en equipo y con planificación, he trabajado con hipoacúsicos, con fobias, con trastornos de alimentación. Respecto al taller, algunos psicólogos me mandan pacientes, porque el taller desde lo expresivo es terapéutico.
-¿Cómo ayuda lo sonoro a la persona?
-En general las disciplinas artísticas facilitan la expresión y comunicación de capacidades internas del individuo cuya verbalización resulta difícil por diversas causas. Cada persona tiene espacios de potencialidad y de dificultad. A través del diálogo, en el lenguaje de lo que canta, uno se da cuenta de la potencialidad y eso permite que el organismo segrege sensaciones y emociones positivas. Lo que yo no hago es interpretar eso o hacer diagnósticos, a lo que descubren les digo que lo comenten con su psicólogo.
Nota publicada en El Nuevo Diario, el viernes 8 de marzo - Edición 1566