Orígenes del fútbol en la provincia de San Juan

   Las bodegas, y en particular el vino, son elementos fundantes para entender la cotidianeidad de la vida sanjuanina desde fines del siglo XIX hasta hoy. No sólo por el hecho de ser un producto básico para la economía, sino porque encierra una profunda carga emblemática para los habitantes de esta provincia. Es por eso que, desde las perspectivas teórico-metodológicas de la Nueva Historia Cultural, el fútbol se puede pensar como un objeto lúdico-simbólico que durante el siglo XX se convierte en un elemento identitario clave para considerar en nuestro ensayo; siendo que este deporte llegó a la Argentina de la mano de los ingleses (escoceses) a través del puerto y los trenes, mientras que en San Juan pareciera que no fue así.
Es curioso que, en la provincia, dicho surgimiento está más cerca de las bodegas, ya que son los propietarios bodegueros quienes dieron inicio a la corriente fundadora de los primeros clubes de fútbol locales o influyeron directamente sobre la institucionalización de los mismos, siendo protagonistas incuestionables en las redes de poder de principios del siglo XX. 
El fútbol en San Juan
Sobre los antecedentes del nacimiento del fútbol en San Juan, surge el gran inconveniente de la falta de documentación que corrobore cómo llegó y se instauró en la provincia. La destrucción edilicia generada por el terremoto de 1944, los archivos en sedes de adobe y la arquitectura del barro (Healey, 2012) de aquel San Juan atentaron contra gran parte de los repositorios documentales y de los clubes particularmente. Independientemente de esto, la Liga Sanjuanina de Fútbol logró resguardar alguna documentación, sumado a los aportes hemerográficos que nos brindó la prensa escrita provincial. Lo cierto es que San Juan no podía estar ajena al impacto que este deporte estaba comenzando a tener en la sociedad argentina. (Martínez, 2017)
 
Club Atlético de la Juventud y Club Atlético San Martín 
Se sabe, gracias al acta fundacional, que un grupo de alumnos del Colegio Nacional y la Escuela Industrial fundaron el primer club de fútbol sanjuanino en junio de 1905: el Club Atlético de la Juventud (en 1973 esté se fusionó con el Club Social y Deportivo Alianza, convirtiéndose en el Club Atlético de la Juventud Alianza). Estos estudiantes: Fernando Soldatti, Gilberto Flores Bravo, José Salvatierra, Ricardo Álvarez, Juan Díaz, Ramón Bruna, Indalecio Carmona Ríos, Eduardo Vaca, Luis Ponferrada, José Dalmiro Yanzón, Erick Rosental, Rudencio Gallastegui, hijos de importantes empresarios vitivinícolas (Acta de Fundación Club Atlético de la Juventud, 1905). Reunidos en un café de las actuales calles Gral. Acha entre Mitre y Santa Fe decidieron que los colores de esta sociedad civil serían los de la bandera argentina, el celeste y blanco (Acta de Fundación Club Atlético de la Juventud, 1905). Por ser el primer club sanjuanino de fútbol esta institución fue conocida en el ambiente popular como “Los Decanos”.
Dos años después nació el segundo club sanjuanino, y lo hizo por una secesión de algunos dirigentes y socios “rebeldes” del Club Atlético de la Juventud. El 27 de septiembre de 1907 en la peluquería de Octavio Acorta (Fabri, 2006, p. 158) ubicada en la calle Alem en Concepción, lugar físico donde se fundó San Juan, nació el Club Atlético San Martín. Los colores de la institución se buscaron en la esperanza de un futuro de gloria y en el hecho de que la gente que integraba este club pertenecía a los estamentos más bajos de la sociedad sanjuanina (obreros, jornaleros, cosechadores, etc.), por ende, los colores fueron el verde y el negro (Acta de Fundación Club Atlético San Martín, 1907) y así fue conocido, “los verdinegros del pueblo viejo”.
Por esta separación nació una de las rivalidades más antiguas del fútbol sanjuanino, que sólo se plasmaba en los enfrentamientos en el campo de juego y que se perdió en la década de 1980, después del nefasto Golpe de Estado de 1976 y de la crisis económico-social que dejó esté tras de sí.
 
Club Sportivo Desamparados 
A pesar de no ser un club bodeguero propiamente dicho, pero sí vinculado a la actividad vitivinícola, el Club Sportivo Desamparados fue una entidad fundada el 10 de septiembre de 1919 por alumnos de la Escuela de Enología. Entre ellos podemos nombrar a Ceferino Medina, Nicolás Medina, Juan Soldatti, Marcial Godoy, Julio Fernández, Agustín Romero, José Nehín, Augusto Nehín, Timoteo Bustos, Antonio Ávila, Arturo Garro, Evaristo López, Cristóbal Chiffel, Juan Carbajal, Cástulo Quevedo, Dámaso Lucero, Adrián Cordiglia, Armando Buzzoni, Cesar Bustos, Gerardo Carrizo, Luis Luna y Pablo Luna (Acta de Fundación Club Sportivo Desamparados, 1919). Tuvo su primera cancha donde actualmente se encuentra el predio de la mencionada escuela.
A mediados del siglo pasado se fusionó con el desaparecido Huracán de Albardón, otro equipo perteneciente a una bodega de otro departamento sanjuanino denominado Angaco. Esta fusión buscó poder contar con varios de los jugadores que este equipo tenía para afrontar uno de los viejos Campeonatos Nacionales.
 
Club Atlético Colón Junior 
 Colón Junior, otro equipo bodeguero por excelencia, nació con el nombre de Club Atlético Graffigna el 2 de septiembre de 1925. Los Graffigna, a principios del siglo XX, eran una familia de inmigrantes italianos, tradicional de San Juan, que amasó una importante fortuna gracias al cultivo y fraccionamiento de la vid, produciendo una línea de vinos que llegaron a ser conocidos mundialmente. El primero que llegó desde Italia fue don José Graffigna, pero no fue precisamente a San Juan.
El arribó a Chile -antes había estado en California-, y desde allí recién emigró al país en el año 1862 y se estableció en Concepción en lo que luego fue la Bodega Graffigna Hnos.
Tres años más tarde llamó a su hermano Juan para que viniera a trabajar con él y así lo hizo hasta 1869, fecha en la que se separa para comprar viñas en Desamparados (Diario de Cuyo online, 2010). Como su acta fundacional lo específica, se constituyó con personal de la Bodega Colón (Estatuto Fundacional Club Colón Juniors, 1964) considerando que el culto a las actividades atléticas tiende al perfeccionamiento de la raza atento al criterio de los fundadores de esta institución (Estatuto Fundacional Club Colón Juniors, 1964). Treinta y nueve años después, en 1964, pasó denominarse Club Atlético Colón Juniors (Estatuto Fundacional Club Colón Juniors, 1964), vistiendo una camiseta azul con franja transversal amarilla, similar a la del Club Atlético Boca Juniors.
Es interesante recordar que esta entidad social y deportiva fue la primera en contar con una ciudad deportiva en San Juan, teniendo la primera cancha de un club con luz artificial a vapor de mercurio en el año 1965 (Club Atlético Colón Junior, 1985). Todo esto, gracias al aporte económico de la bodega con la entidad deportiva. Este equipo es conocido por la cantidad de veces que cambió de nombres como de colores de camisetas, dependiendo los dueños de la bodega.
 
Club Atlético Juan B. Del Bono 
El 28 de enero de 1928 en una reconocida zona de San Juan denominada “La Esquina Colorada”, se fundaba el Club Atlético Juan B. Del Bono, club bodeguero por excelencia. El predio del club fue donado por Juan Bartolomé Del Bono, que decidió ceder un terreno de su finca para que los obreros de su bodega construyeran la cancha, pidiendo solamente que el club llevara el nombre de su padre, Juan Bautista Del Bono (Acta de Fundación Club Sportivo Juan B. Del Bono, 1925).
Este último llegó a la Argentina en el año 1875 junto con su esposa María Briano y dos hijos: Juan y Josefina. La familia provenía de Vallegia, un pueblo de la provincia de Savona, en el norte de Italia. Aquella región era vitivinícola y, si bien Juan Bautista no se había dedicado a aquella actividad en su pueblo de origen, no caben dudas de que tenía conocimientos sobre la misma (Ferrari, 2009, p. 300).
Un dato curioso es que el primer presidente del club fue el sargento Segundo Romero. Esto se puede explicar, desde lo que Frydenberg advierte, en las relaciones que se encuentran entre la práctica del fútbol y el ejército argentino. El mismo, luego de la Ley 4.301 de Servicio Militar Obligatorio de 1901, plasmó la socialización y homogeneización de los jóvenes mayores de 18 años que se encontraban en los cuarteles teniendo acceso a la práctica del fútbol, como juego y deporte. Estos jóvenes fueron uno de los canales por los cuales este deporte se viralizó y expandió por todo el país.
 
Club Atlético El Globo 
Las similitudes simbióticas entre el escudo de Huracán de Parque Patricios y el Club Atlético El Globo sorprenden desde lo simbólico y se podría pensar que existe algún tipo de relación. De la misma manera pasaría con el diseño y los colores de la camiseta, y su igualdad a los de Vélez Sarsfield. Pero nada tienen que ver, y nuevamente volvemos a caer en la cuenta de la importancia que las bodegas tuvieron en el nacimiento, reconocimiento e institucionalización de los clubes sanjuaninos.
El Globo, como se lo conoce en San Juan, nació el 23 de julio de 1932 (Estatuto Fundacional Club Atlético El Globo, 1932), nuevamente, por la necesidad de los obreros de la bodega que precisaban un espacio de esparcimiento donde pudieran practicar diferentes actividades relacionadas a lo físico (Si San Juan, 2020), pero también a lo mental y espiritual, así lo demuestra el Articulo 2 de su Estatuto Fundacional: “Procurar y fomentar toda acción cultural, intelectual y artística y la práctica de esos sanos preceptos”. (Estatuto Fundacional Club Atlético El Globo, 1932)

El terreno para la construcción del club, fue cedido por el millonario inglés Lucio Ryan, quien le había comprado la bodega La Etelvina a los Marenco y Cereseto, conocidos por ser la primera firma vitivinícola sanjuanina en exportar vinos fuera de la provincia. Además, el gerente de esta bodega fue otro conocido bodeguero sanjuanino y con un apellido muy vinculado al futbol, Bartolomé Del Bono (Diario de Cuyo online, 2005). Luego, la misma bodega fue comprada por los Wiedenbrug (Diario de Cuyo online, 2010), familia alemana que tenía destilerías por todo el país y producía en Rosario (Santa Fe) una cerveza de nombre “Germania Blanca”, el vermouth “Giacometto” y una caña denominada “Globo”, desprendiéndose de ella el nombre del club. La investigadora sanjuanina Isabel Gironés de Sánchez (2009) afirmó que la imagen del escudo de El Globo había sido sacada de las bolsas de arpillera de cebada que venían desde Rosario para la producción de cerveza en San Juan.
 Club Unión de Villa Krause 
El Club Atlético Unión, nació el 27 de diciembre de 1964 (Asamblea General Ordinaria Club Atlético Unión, 1964) a petición de cuatro dirigentes del fútbol rauwsino y sanjuanino: el Dr. Manuel Martín Romero que junto a Oscar Castro, Jorge Pérez y Fernando Quiroga fusionaron los clubes de Villa Krause: Defensores de Boca Junior y Atlético Rawson, éste último nacido de la fusión del Club de la Bodega "La Superiora", fundada por Manuel Lemos, inmigrante gallego que llegó al país a finales del siglo XIX y que se convirtió en uno de los empresarios vitivinícolas más importantes de Cuyo, y el Club Rawson.
Vieron la posibilidad de tener una entidad única que aunara esfuerzos para el engrandecimiento del fútbol en el Departamento de Rawson. El papel de la Bodega “La Superiora” en la construcción de este club fue decisivo. Esto queda plasmado en el testimonio de uno de sus dos socios fundadores, el Sr. Osvaldo Acosta. Él nos cuenta: “Yo llegué con mi familia a vivir a una casita de adobe en la cancha grande. Ahí estaban los restos del hipódromo.
Con los vecinos, que la mayoría trabajaba en la bodega La Superiora, decidimos hacer una canchita y así es como empezó. Teníamos fútbol, pero también éramos fuertes en básquet. Yo y mi hermano, al que conocieron como el "Tres pisos” jugábamos al básquet” (Tiempo de San Juan, 2014). La fusión también quedó materializada en la elección de los colores para la institución: el azul, por Defensores de Boca, y el blanco, del Atlético Rawson. Fue tal el fervor que el Dr. Martin Romero tenía por el fútbol y por el Club Boca Júnior que a su muerte el ataúd en el que sería sepultado llevó una bandera con los colores azul y oro.

Club Atlético Trinidad 
Si bien el pasado del Club Atlético Trinidad es muy reciente, su historia es mucho más lejana, pues la aparición del mismo se produce por la fusión de los dos clubes más importantes de Trinidad, uno de los distritos capitalinos junto a Desamparados y Concepción. Éstos fueron el Club Atlético Los Andes, de múltiples participaciones en los ya desaparecidos Torneos Nacionales de Fútbol, y el Club Atlético Independiente de Rawson. De esta fusión nació el Club Atlético Trinidad, que llevó los colores de las dos entidades anteriormente citadas: el rojo del Club Independiente, que tenía su cancha en las actuales calles España y República del Líbano, y el negro-blanco de Los Andes; la cancha se ubica en la avenida Mendoza a la altura de la calle Estado de Israel. Aunque el acta de fundación, artículo 74, enviada a la Liga Sanjuanina de Fútbol dice que los colores de la entidad serán la camiseta color amarillo con vivos marrones y pantalón marrón con vivos amarillos, los colores de la camiseta en la actualidad son el rojo y el negro con visos blancos. (Liga Sanjuanina de Fútbol, 1985)
Aparentemente este club no tendría vinculación documental con las bodegas, pero hay un dato que lo supedita con las mismas: la cancha del Club Los Andes se encuentra en los fondos del chalet de una conocida familia bodeguera sanjuanina, los Aubone, que producían 6000 litros de vino en su bodega en Santa Lucía gracias a sus fincas en dicho departamento y Trinidad (San Juan al Mundo, 2016). Por ende, se cree que los terrenos para la construcción del club fueron cedidos por dicha familia lo que es un detalle para averiguar en futuras investigaciones.
Un dato de color es que actualmente se suele encontrar en Trinidad gente que nunca aceptó esta fusión, y a la pregunta de su simpatía por algún club de San Juan, la respuesta es que son de Los Andes o Independiente. Algo parecido sucede en Santa Lucia con Alianza cuando se realiza la misma pregunta, y las respuestas de la gente mayor es la misma, son del Club Atlético de la Juventud o del Club Social y Deportivo Alianza.
Otros clubes de fútbol en San Juan  
Todos los clubes tratados anteriormente son los que se encuentran en la capital sanjuanina y sus alrededores, pero no podemos dejar de citar que hay más en los departamentos aledaños y que también están relacionados directamente a la actividad vitivinícola, ya que son en su gran mayoría de distritos rurales, donde se sigue manteniendo el cultivo de la vid como así también una gran concentración de bodegas. Podemos citar entre ellos a Paso de los Andes de Albardón y Peñaflor de San Martin; Club Maurín, Club Villa Independencia y Villa Etelvina de Caucete; Deportivo Belgrano y Defensores de Boca Juniors de Sarmiento; Deportivo Aberastain y Atenas de Pocito; Deportivo Rivadavia y Marquesado de Rivadavia; Villa Obrera y López Peláez de Chimbas; Deportivo 9 de Julio de 9 de Julio; Deportivo La Capilla de Calingasta; Club Atlético Recabarren, entre otros.
Como en casi todas las crónicas que se refieren a la llegada del fútbol a la Argentina, se podría deducir que el mismo llegó a la provincia de la mano de los británicos que arribaban con los ferrocarriles allá por 1887. Pero para el caso sanjuanino podríamos decir que no tan fue así, quedando demostrado en la investigación de Myriam Arrabal (2008), donde relata que los deportes traídos e institucionalizados por los anglosajones a la provincia fueron: el tenis, con la fundación del Lawn Tenis Club (1916), el polo con la creación del Club Huarpes en Caucete (1926) y el rugby con la creación del Huazihul Rugby Club (1927) (Arrabal, 2008, pp. 69-73). Entonces, si no fueron los ingleses ¿quiénes?
Se considera que el futbol fue traído por los hijos de los bodegueros que tuvieron la oportunidad de estudiar en Buenos Aires y tener contacto con aquel novedoso juego-deporte que comenzaba a arraigarse en la sociedad argentina. Otro lugar a través del que podría haber llegado es por muchos de los jóvenes que debían realizar el Servicio Militar Obligatorio fuera de la provincia y que luego comenzaron a trabajar como obreros en las bodegas. Esto se ve plasmado en algunas de las actas de fundación y estatutos de los clubes citados en esta investigación.
También, los dueños de las bodegas, casi todos inmigrantes europeos, vieron en la práctica del fútbol un muy buen dispositivo de control por medio del ocio y la recreación que genera este deporte.
El esplendor y crecimiento de estas instituciones deportivas fue de la mano del desarrollo de la vitivinicultura en San Juan. Todos los clubes están vinculados de una forma u otra con la industria vitivinícola. Cabe aclarar que, si bien los trenes fueron una pieza fundamental en la expansión del circuito económico vitivinícola, los mismos son subsecuentes a la consolidación del vino como modo de producción.
En el caso de las fusiones de algunos clubes sanjuaninos, nacieron de la necesidad de unirse para fortalecerse y poder concretar objetivos en el ámbito de lo deportivo y cultural, pero los resultados en la actualidad demuestran realidades muy diferentes a lo pensado; las fusiones que transitaron algunos de estos clubes sanjuaninos se dieron en gran medida por la falta de solvencia que estas bodegas les brindaban; y que comenzó a decaer por la crisis vitivinícola que se produjo a principios de la década de 1970 en San Juan.
La sucesiva aparición de clubes representativos de barrios y departamentos aledaños a la ciudad, terminó por implantarse para siempre en la comunidad sanjuanina, adoptando una representación contrapuesta a la del vistoso fútbol de Buenos Aires.
También, con el tiempo buscaron la ejercitación de diferentes disciplinas, tanto deportivas como recreativas, pudiéndose practicar desde fútbol hasta ajedrez, afirmación fundamentada en las actas y estatutos fundacionales.
En San Juan, sobre los antecedentes del nacimiento del fútbol, surge el gran inconveniente de la falta de documentación que corrobore cómo fue la llegada del mismo y de qué forma se instauró en la provincia. Indistintamente de esto último, San Juan no podía estar ajeno al impacto que este deporte comenzaba a tener en la sociedad argentina.
 La mayoría de los clubes de la provincia de San Juan nacieron como entidades sociales-populares durante el auge vitivinícola expansivo entre 1900 y 1930, dependientes directamente de las bodegas, de sus dueños y empleados; dedicándose netamente a la práctica mono-deportiva del fútbol. Posteriormente, la crisis vitivinícola que comenzó en 1970 y continuó por muchos años, impactó en muchos clubes que debieron fusionarse para poder trascender a través del tiempo.
 Fuente: "Orígenes del fútbol en la provincia de San Juan, Argentina (1905-1980). ¿Más cerca de las bodegas que de los trenes?", Maximiliano Rodolfo Martínez.

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