Plástica
Polo Suárez Jofré, insoslayable protagonista de la cultura sanjuanina
“Enseñaba dibujo porque era un gran dibujante y enseñaba pintura porque era un excelente pintor, entonces uno como alumno tenía la tranquilidad de que lo que nos enseñaba ya lo había experimentado antes”, así lo recuerda uno de sus alumnos, el artista Alberto Sánchez Maratta.
Luis Suárez Jofré, más conocido como “Polo”; nació el 26 de agosto de 1929
Casado con la artista Adela Cortínez
y padre de Conrado, abogado y Guadalupe, que heredó la afición por el
arte de sus padres.
En la década de 1960 el ISA desapareció para dar lugar a la creación de la
Facultad de Artes. Polo fue docente y decano de esa facultad. Más tarde, en la
década de 1973, nació la Universidad Nacional de San Juan y el artista se
encargó de crear el escudo para la nueva institución. Dos décadas más tarde, en
1998, concluyó su actividad como docente en la casa de altos estudios.
La enseñanza de Polo nunca estuvo recluida al ámbito académico. Aparte de
desempeñarse en la universidad, enseñó arte en un neuropsiquiátrico y en la
cárcel. Además, después de jubilarse en 1998, empezó a trabajar en la comunidad
terapéutica “Participar”, de Santa Lucía. Durante varios años dictó talleres
para chicos con adicciones, en los que también participó su hija Guadalupe.
En el 2003, en homenaje a Polo, la Dirección Nacional de Vialidad creó la
galería cultural Luis Suárez Jofré. Además, en el 2005, el artista fue
reconocido con el premio de Honor Domingo Faustino Sarmiento.
En forma paralela a su actividad como docente, Polo Suárez expuso sus obras,
varias veces, en las salas de arte de la provincia. En abril del 2009 tuvo su
última muestra individual: “Teatro de Papel”, en el Centro Cultural Amadeo
Conte Grand. En esa exposición incluyó trabajos realizados durante toda su
carrera como artista, parte de las miles de obras que guardaba en su taller.
Polo Suárez Jofré falleció a la edad
de 79 años, el 14 de agosto del 2009, a causa de un tumor intestinal. Entre sus
legados se destaca un tapiz que pintó para el viejo Teatro Sarmiento y al que
llamó “Alegría de vivir”.
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición
1062 del 28 de noviembre de 2024
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