Primavera

Salgo a volcar septiembre
por mis venas para alegrar mi corazón sombrío
y un matinal concierto torderío
ahuyenta la paloma de las penas.

Hay un raro anticipo de azucenas
en el extraño cáliz del rocío,
y vertical se yergue el verde río
para dejar las altas copas llenas.

En ese instante todo se inaugura:
el ojo, niño, es un recién nacido
y se olvidan la vejez y la cordura

y al regresar por el camino ido
intuyendo voy la arquitectura
de un mundo nuevo, apenas presentido.

El lugar que ocupó la rosa para siempre quedó perfumado.

Una mariposa, inmóvil en el aire de septiembre: primavera!

La fbrida lluvia del jacarandá, caía, en el tibio aire de la primavera.

Los negros tordos cruzaban el aire de septiembre y era como si la
eternidad estuviera detenida.

En el jardín la gallina atrapó una lombriz. La lombriz
escapó volando: las alas de la lombriz es el milagro de la primavera.

Tantas veces viví la primavera y siempre fue la primera!
El niño remontaba el barrilete, una ráfaga de aire le cortó el
hilo, el barrilete quedó ahí, suspendido en el aire de la primavera!

Cuando quieras estoy listo, tierra, pero no en primavera.

¡Primavera, primavera ¿y si no te veo cuando vuelvas?

Hoy vi los primeros brotes
en la parra vieja,
mis padres me saludaban desde la tierra.

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