La Escuela de Música: una historia de desidia

Hace 53 años que funciona en extalleres de maestranza del gobierno. Por falta de espacio, se dictan clases hasta en los camarines del Auditorio, algo que ahora la administración del complejo prohibió.

El edificio de la Escuela de Música, una obra largamente añorada por el ingeniero Juan Victoria cuando creó el Auditorio que hoy lleva su nombre, es un claro ejemplo de desidia. Hace casi 50 años que los terrenos que fueron donados para su construcción están baldíos y desde 1966, cuando se derrumbó el teatro El Globito, el Departamento de Música funciona provisoriamente y de prestado, en extalleres de maestranza del gobierno.

 

El viernes pasado, cansados de promesas, docentes, padres y alumnos del Departamento de Música dependiente de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de San Juan, tal el nombre académico de la popular Escuela de Música, se manifestaron frente al Rectorado pidiendo una solución definitiva al problema edilicio.

 

El detonante fue que la administración del Auditorio Juan Victoria, donde funciona parte del Departamento y la Orquesta Sinfónica, solicitó que se dejen de dictar clases en los camarines como se venía haciendo hace más de 10 años, debido a que luego de una inspección del Departamento Bomberos y de la aseguradora de riesgos de trabajo contratada por el gobierno de la provincia, quedó expresamente prohibido por el peligro que acarrea.

 

Los 12 camarines, de tamaño reducido, se encuentran ubicados en el primero y en el segundo subsuelo del edificio y las escaleras que conducen a ellos son también  salidas de emergencia. La sala de conciertos se encuentra al nivel del segundo subsuelo y tiene acceso directo a través del espacio destinado a camarines hacia el Anfiteatro Buenaventura Luna, ubicado al aire libre en el sector oeste del complejo.

 

A través de un convenio firmado entre el Gobierno y la UNSJ, el Departamento de Música hace uso de la sala de conciertos y otras dependencias del  Auditorio y esta no era la primera vez que se le solicitaba que los alumnos dejaran de tomar clases en los camarines u otros subsuelos del Auditorio.

 

Desde que estalló el conflicto el viernes pasado, hubo una serie de reuniones entre la comunidad que forma el Departamento de Música,  autoridades de la FFHyA, la UNSJ y el Gobierno, con el objetivo de destrabar de alguna manera el problema. Como primera medida, se logró que hasta mediado (o posiblemente fin) de año los camarines puedan seguir usándose como aulas para los 10 o 12 alumnos que toman clases personalizadas.

 

La medida sigue siendo “provisoria” frente al problema real: el Departamento alberga a 1.500 personas aproximadamente, entre alumnos del Preuniversitario y Universitario, docentes e integrantes del Centro de Creación Artístico Coral, que también funciona en el mismo espacio y que integran el Coro Universitario, el Vocacional, el PreUniversitario, el de Niños y Jóvenes, el Preparatorio y Los Jilgueritos; el Centro de Creación Artística Orquestal, de donde depende la Sinfónica, y el Gabinete de Estudios Musicales. La franja etaria que convive, estudia, ensaya y comparte baños y espacios comunes va desde los 6 a los 70 años.

 

La UNSJ comenzó a construir el edificio en el 2013, luego de un largo camino lleno de obstáculos. En el 2015, la empresa quebró y la obra quedó inconclusa.

 

En el 2017, el presupuesto aproximado para  la construcción de las 5 etapas que demanda el edificio era de $160.000.000; este año, el presupuesto para la primera etapa es de $65.500.000. La cifra es alta pero no inalcanzable para la UNSJ, sobre todo teniendo en cuenta que alquila espacios por un costo mensual de $100.000 para otras unidades y que a pesar del crecimiento de la matrícula de la Escuela de Música -hoy asisten más de 900 alumnos sin contar el área coral- aún no ofreció una respuesta definitiva.

 

Un camino de obstáculos
En la década del 60 surgió en San Juan, el Instituto Superior de Arte (ISA), un espacio de experimentación al nivel del Instituto Di Tella, donde se unieron varios talleres artísticos que dictaba el gobierno en ese momento. El Departamento de Música quedó a cargo de José María Pineda y el primer director del ISA fue el Maestro Juan Argentino Petracchini.

 

El ISA funcionaba en el teatro “El Globito”, en el Parque de Mayo, y cuando en 1966 se decide la ampliación del Parque, este teatro fue derribado. El Departamento de Música fue trasladado de manera “provisoria” y en calidad de préstamo, a una casilla de emergencia (talleres de maestranza del gobierno), que estaba ubicada en la calle Félix Aguilar 387 Norte.

 

Fundada la Universidad Provincial Domingo Faustino Sarmiento, el Departamento de Música se incorporó  en 1966 como Facultad de Artes. Con la creación de la UNSJ en 1973, el Departamento de Música, que funciona hasta hoy en el mismo lugar “provisorio”, se incorporó como una unidad académica más de la FFHyA.

 

Previo a esta historia, en el año 1958, siendo presidente de la Asociación Amigos de la Música el ingeniero Juan Victoria, surgió la iniciativa de crear una Escuela Superior de Música y una sala de conciertos adecuada al nivel de las presentaciones musicales de intérpretes solistas, conjuntos vocales e instrumentales de nivel nacional e internacional, que se venían realizando en el Salón Cultural Sarmiento.

 

Cuando en 1970 se inauguró el Auditorio, Victoria tenía el sueño de convertir a San Juan en un gran polo musical y por eso había solicitado (y le fueron otorgados) los terrenos ubicados detrás del Auditorio para construir ahí la Escuela Superior de Música y un museo, entre otras actividades que proponía.

 

Frente a los 30 años de desidia en la construcción del complejo que diseñó Victoria, y contraviniendo una ley que los donaba con un fin, hace aproximadamente 15 años, la Legislatura provincial le otorgó el terreno a la Iglesia Católica, para la construcción de la Basílica de la Señora de Guadalupe.

 

Enterados los descendientes de Victoria del hecho, protestaron frente a las autoridades gubernamentales y lograron obtener sólo los dos tercios del terreno, ya que el otro tercio, quedó definitivamente para la curia.

Recién en el año 2006, el gobierno provincial cedió los terrenos a la UNSJ, que en el 2013 colocó la piedra basal del edificio. Los planos ya no serían los del complejo que soñó Victoria, porque la UNSJ había llamado a concurso nacional para un nuevo diseño.

 

Una nueva frustración

Cuando el edificio parecía por fin encaminado, en el 2015, la empresa Salmax, responsable de la construcción, se fundió y abandonó las obras. En ese momento, el presupuesto era de 17 millones de pesos y la primera de las cinco etapas del edificio quedó al 40%.

La Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación, quien maneja los fondos para la construcción, pudo ejecutar la póliza de caución y en 2016, la UNSJ llamó nuevamente a licitación, pero se declaró desierta.

 

En 2017 hubo otro llamado. El presupuesto oficial era de 26 millones de pesos. Se presentó una sola empresa, la mendocina Dafre y Gaido Construcciones, que ofertó 39,7 millones de pesos, un 52% por encima del presupuesto oficial (el Estado sólo se admite hasta un 20% más) y se declaró desierta.

 

Cuando alguna vez se construya, la escuela, que tendrá 6.400 m2, contará con 24 aulas chicas de 14 m2 cada una, 13 aulas medianas de 30 m2 cada una y 3 aulas grandes de 60 m2 cada una. Mientras tanto, y desde hace 53 años, el Departamento de Música desarrolla sus tareas docentes, de extensión, investigación y creación musical en dos lugares “prestados”: el terreno de calle Félix Aguilar y el Auditorio Juan Victoria. 

 

 

Rolando García Gómez - Administrador Auditorio Juan Victoria

"ART y Bomberos no permiten el uso de camarines para dictar clases"

-¿Cuál es la situación de la Escuela de Música?

-Desde esta gestión que llevo adelante hace tres años y medio, advertimos sobre el dictado de clases en camarines que son espacios reducidos o depósitos de instrumento con puertas corredizas. Eso no está habilitado por Bomberos y menos en un subsuelo, que no tiene la ventilación adecuada.

 

-¿Es real que el Auditorio no cuenta con las salidas para evacuar en caso de un siniestro?

-Ese es el grave problema, sería una trampa mortal en el caso de una evacuación. Hace años que venimos reclamando esta situación, siempre hemos tenido promesas de que ya se van a solucionar y nadie se quiere hacer responsable de la gente que está en estos lugares. Son habitaciones de 2 x 2 sin ventilación y eso termina produciendo un daño terrible, porque están diseñados como camarines o depósitos y no como aulas.

 

Jorge Cocinero  Raed- Secretario de Obras UNSJ

“La UNSJ no manejó los fondos para la construcción de la escuela”

-¿Cuándo Salmax quebró en el 2015, la UNSJ pudo hacer juicio a la empresa?

-No hubo necesidad porque se ejecutaron las pólizas de garantía, se llegó a un acuerdo con la empresa.

-¿La UNSJ maneja los fondos para la construcción?

-No. Es un error decir que los fondos llegaron tres veces. La obra fue licitada tres veces, pero los fondos siempre los manejó la Secretaría de Política Universitaria de la Nación. La UNSJ no manejó los fondos, la SPU es la que paga contra certificado a las empresas. Ese dinero provenía de un crédito tomado a nivel internacional y la SPU los debe haber rendido porque se otorgan con un fin determinado.

 

-¿Cuánto cuesta hoy la construcción de la escuela?

-La primera parte,  65.500.00 de pesos. Toda la obra, aproximadamente, 160 millones.

 

-¿Hay un proyecto alternativo?

-Sí. Aún se debe discutir en el Consejo Superior. La idea es a través de construcción en seco, edificar cuatro aulas en el edificio donde funciona actualmente el Departamento. Esta propuesta nos dará la posibilidad de paliar un poco la situación. El rector está abocado conseguir los fondos en la Nación y sé que la carpeta está primera en la lista

 

César Sánchez- Director del Departamento de Música

“No queremos más soluciones provisorias”

-¿Cuál es la matrícula de la Escuela de Música?

-Tenemos 900 alumnos, pero en realidad convivimos 1.500 personas diariamente en el edificio. Además de las tareas docentes, en el edificio funciona el Centro de Creación Artística Coral y el Centro de Creación Artística Orquestal. Convivimos en este espacio, niños de 6 años hasta personas de 70.

 

-¿Hay un proyecto de construir cuatro aulas en el mismo edificio donde funciona ahora el Departamento, están de acuerdo?

-Tuvimos una reunión de claustro y decidimos que no vamos a aceptar eso. Ni tampoco podemos seguir en los camarines, aunque son 10 o 12 chicos los que toman clases. Si no es seguro, tampoco lo será para un festival de coros, donde tenemos 300 niños. Yo comencé a transitar esta escuela cuando tenía 6 años, hoy estoy en un cargo directivo y sigue igual.

 

-¿La solución sería alquilar otro espacio?

-No existe un lugar en San Juan en que pueda funcionar la escuela que sea como el Auditorio, se debería invertir en dividir los espacios y acustizar salas. No queremos más soluciones provisorias.

 

Roberto Icazatti- Abogado y asesor de seguros

“La aseguradora podría no cubrir un siniestro sufrido por alumnos”

 

-¿Por más que tengan seguro, los alumnos de la Escuela de Música pueden tomar clases en lugares que no están habilitados?

-En general,  las ART no deberían no cubrir un siniestro. Incluso se han acotado los márgenes para excluir  las coberturas.

 

-¿Quiénes están cubiertos por la ART?

-Los profesores estarían cubiertos por la ART. El problema es con los alumnos, que están cubiertos por accidentes personales, y ahí la aseguradora puede no pagar. El riesgo es que ocurra algún evento. Las aseguradoras cuando deciden asumir un riesgo, lo analizan en su estado actual. Si ese riesgo se agrava, podría no pagarlo.

 

-En este caso, desde el Auditorio se advirtió que no se podía dictar clases en camarines

-Si realmente hay una falencia que fue advertida y no se solucionó, la aseguradora puede no cubrir el siniestro.

 

Graciela Musri- Investigadora del Gabinete de Estudios Musicales

“Hace 53 años que el Departamento funciona en casillas de emergencia”

-En 2006 realizaron un acto por los 40 años de provisorio del Departamento de Música y a 13 años se repite la misma situación.

-Tal cual. En ese momento, en el Gabinete llevábamos a cabo dos investigaciones y en una de ellas, descubrimos un artículo en Diario Tribuna en el que mostraba una foto y decía que el 16 de abril de 1966, se entregaba el edificio para la Facultad de Artes, ya a cargo de la Universidad Provincial Sarmiento. En realidad, el edificio eran casillas de emergencia y el terreno fue entregado por el gobierno en calidad de préstamo.

 

-¿Este 16 abril tienen pensado realizar una actividad similar?

-Sí, pensamos realizar un abrazo simbólico en el predio destinado a la construcción del edificio propio. Será el martes 16 de abril a las 17.30, día en que se cumplen 53 años desde que fueran cedidas las casillas de emergencia donde funciona la actual Escuela de Música.

Nota publicada por El Nuevo Diario, el 12 de abril 2019.

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Escuela de Música de la UNSJ la obra quedó paralizada por la falta de fondos.