Autódromo El Villicum, único desde adentro y desde afuera

El nuevo autódromo sanjuanino que ya ha sido calificado como uno de los mejores del país por el diseño de su circuito, pero ese no es el único atractivo que tiene: los fierreros que van a las carreras disfrutan de una visual poco común en los circuitos del país y del mundo.


El autódromo El Villicum abrió sus puertas al mundo el 14 de octubre de 2018, pero antes de que eso pasara se escucharon decenas de elogios sobre el diseño de la pista, tanto que algunos señalaron que será el mejor circuito del país. La pista ubicada en Albardón tuvo su bautismo con el Superbike, una de las mejores categorías de motociclismo del mundo. Con las mejores motos del mundo, la pista vio por primera vez la luz, pero el nuevo autódromo sanjuanino tiene mucho más que ofrecer y una de las más importantes es el espacio para los espectadores que donde se ubiquen tendrán una vista privilegiada. Con esto el nuevo espacio deportivo marca una diferencia mayor con el resto de las pistas nacionales.

 

Es un autódromo con características FIA y FIM con homologación internacional, con una serie de normativas de seguridad desde el diseño geométrico hasta las longitudes de pista y los anchos. La pista es de 4.200 metros de longitud.

Entre las normas de seguridad se encuentra la protección de circuitos, de cruces, las posibilidades de ingreso de bomberos, ambulancias, guardarraíl, pasantes, boxes, ingresos y egresos de la pista, tribunas, alcantarillas, además de la posibilidad de tener un circuito cerrado de televisión para poder permitir la filmación, sobre todo las carreras internacionales. También todo el predio del autódromo tiene parquizacion, agua y servicios que hagan al conjunto. El monto invertido en la construcción del autódromo es cercano a los 600 millones de pesos.

El diseño

Leonardo Stella es el arquitecto mendocino que diseñó el flamante circuito pero no solo se ocupó de eso ya que junto a la empresa mendocina OSD delinearon las tribunas que tienen la misma importancia del circuito ya que se pensó un diseño que permite que desde cualquiera de las trece tribunas se vea la mayor parte del trazado. “Desde un primer momento se pensó en la visual que iba a tener el circuito”, le dijo a El Nuevo Diario Stella, quien graficó su frase explicando cómo se pensó la zona de los boxes. “En la mayoría de los autódromos las entradas más caras son las del techo de boxes pero generalmente desde ahí se ve la recta y no mucho más. En El Villicum se tiene una vista impresionante desde ese lugar. Allí se puede ver desde la última curva a la primera, inclusive se ve toda la parte interna del circuito”, explicó Stella, quien además agregó que la capacidad del autódromo será de 40 mil espectadores. Las gradas fueron pensadas para dar una vista casi completa del circuito que además presenta una serie de desniveles que contribuyen a una mejor visualización de las motos y autos que recorran el trazado albardonero.

 

El Villicum tiene una extensión de 4.200 metros y un ancho de 16 metros. Ya ha sido homologada por la Federación Internacional de Motociclismo y la Federación Internacional de Automovilismo como un autódromo Grado 2 con lo que, salvo la Fórmula 1, allí pueden correr todas las categorías importantes del mundo. Y en el resto de las prestaciones del circuito también se ha pensado que tengan un alto nivel.

Stella contó también que en el lomo central (frente a los boxes) hay cuatro tribunas y desde la segunda de esas tribunas se puede ver “La Curva de los Patos”, uno de los sectores más trabados de la pista y donde muchos pronostican que se verán las mejores luchas por las posiciones en las carreras. Desde allí hasta se podrá ver completa la recta principal, algo que no es muy común en la mayoría de los autódromos. El diseño de las tribunas se pensó para que permitan ver completa la pista cuando se haga la variante zonal, es decir para cuando corran las categorías locales.

Otras tribunas importantes son las que se ubican en los extremos de la recta principal. También allí se tiene una vista general de los sectores más importantes de una pista que antes de recibir su primera carrera ya está dando que hablar en el mundo deportivo.

 

Los diseñadores de El Villicum no solamente pensaron en la pista y las tribunas, también se planificó construir espacios que sean cómodos para el público y los pilotos. En el paddock se hay espacio para que ingresen 60 casillas rodantes de los equipos que competirán en las diferentes competencias que visitarán el autódromo albardonero. Allí habrá churrasqueras y se han incluido baños, algo que no es común en los circuitos. “Muchas veces los pilotos tiene que compartir los baños con el público y eso a veces los incomoda porque se la pasan firmando autógrafos pero en San Juan eso no pasará”, afirmó Leonardo Stella.

En los sectores habilitados para al público también se diseñaron espacios para casillas. “Un buen autódromo debe ser cómodo para todos”, enfatizó Stella.

GALERIA MULTIMEDIA
El Autódromo El Villicum tiene características FIA y FIM con homologación internacional, con una serie de normativas de seguridad desde el diseño geométrico hasta las longitudes de pista y los anchos.
Para construir las subidas y bajadas a lo largo del trazado de Autódromo El Villicum, se generó un movimiento de suelo superior a los 700 000 m3.
Los diseñadores del Autódromo El Villicum también en espacios que sean cómodos para el público y los pilotos
Las gradas fueron sido pensadas para dar una vista casi completa del circuito del Autódromo El Villicum
El Autódromo El Villicum tuvo su bautismo en octubre del 2018 con el Superbike
Villicum
El TC en el Villicum.
Villicum
El Autódromo El Villicum tiene características FIA y FIM con homologación internacional, con una serie de normativas de seguridad desde el diseño geométrico hasta las longitudes de pista y los anchos.
Para construir las subidas y bajadas a lo largo del trazado de Autódromo El Villicum, se generó un movimiento de suelo superior a los 700 000 m3.
Los diseñadores del Autódromo El Villicum también en espacios que sean cómodos para el público y los pilotos