Nuevos geoglifos del valle del río Jáchal

Durante el desarrollo de tareas de relevamiento mediante el análisis de fotografías aéreas con procedimientos especiales para el proyecto de estudio de canales prehispánicos en el valle del río Blanco – Jáchal que se realiza el Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo de la UNSJ, se detectaron figuras que, por su forma y técnica de construcción, se ubican entre las manifestaciones de arte indígena que se denominan “geoglifos”.

Por su localización estos geoglifos se suman a los ya descubiertos por Ricardo Prieto en 1992, que fueran  publicados por dicho Instituto en el mismo año. Se ubican entre 2,5  a 3 km al este de la futura presa de embalse Cuesta del  Viento, sobre las serranías de la margen izquierda del río Jáchal, en las vecindades más altas de los denominados por Prieto como Grupos I y II.

La visualización de estas figuras fue en extremo difícil porque, por su escala, las fotos aéreas disponibles no se adecuan a la investigación arqueología. En consecuencia, debido a la detección inicial mediante estereoscopía de alineaciones correlacionables con un posible camino y un canal y dada la necesidad de evaluar estos hechos con mayor cantidad de detalles, se procedió al análisis de los fotogramas mediante técnicas informáticas que permitieron el descubrimiento de estos geoglifos.

De por sí el tratamiento de fotogramas con el auxilio de la computadora constituye un hecho nuevo y una importante contribución a la investigación arqueológica, geológica, etc. en sentido amplio, el método informático utilizado, actualmente en desarrollo, consiste en utilizar software comerciales en forma especial con  los cuales se “levantan” imágenes del original (“scaneo”) y se las trata con los recursos disponibles en estos programas, transformándolas por ejemplo en imágenes en color vectorizadas, con la densidad y variaciones de escala adecuadas a las necesidades de trabajo.

En la figura conseguida se visualiza la imagen computarizada de los geoglifos en los cuales se destaca claramente una figura antropomorfa y otra de un posible camélido. En el extremo superior se nota con claridad la traza del camino. Al sur del motivo antropomorfo se disponen otros motivos de tipo geométrico y la traza de un canal que acompaña la planta del cono aluvial. Al norte y este se visualizan otras formas que podrían representar construcciones.

La figura antropomorfa tiene su eje mayor con rumbo NNE-SSO y un largo probable de 15 a 20 metros; fue realizada sobre un cono aluvial erosionado con forma de rampa inclinada (la pendiente es de aproximadamente 8 a 10 %) que permitiría que la figura pudiera ser observable desde el nivel del río o desde las lomadas de baja altitud, según la oblicuidad o incidencia de los rayos solares.

El tratamiento por medio de la computadora ha permitido también confirmar la técnica con que fueron realizados los geoglifos, ya detallada por Lautaro Núnez para los casos del norte de Chile y por R. Prieto para los descubiertos por él en el río Jáchal; esta es la denominada “de contraste” (Núnez, 1976), aunque no se descarta la combinación con otras. Se llega a esta conclusión porque en el momento del análisis informatizado se detectaron dos áreas bien definidas y contrastantes en el cono aluvial, que se interpretan como sedimentos aluviales cubiertos en forma diferencial por barniz del desierto, es decir un substrato más claro cubierto por rocas oscuras con mayor porcentaje de óxido de manganeso. La figura fue realizada retirando material oscuro de su contorno, quedando diseñada sobre un fondo claro. Esta técnica se evidencia mejor en el área del camino prehispánico,  el cual resalta en forma clara sobre un ambiente oscuro.

El trabajo sobre el terreno, que ya fue iniciado, permitirá agregar otras observaciones.

Inicialmente surgen ciertas correlaciones con los geoglifos existentes en el norte de Chile que permiten señalar, globalmente, similitudes en algunos de los elementos y diferencias en otros. Por ejemplo Núnez (1976) asocia hipotéticamente los geoglifos con rutas de intercambio que conectaban el litoral de Chile con las áreas serranas, de las cuales serían señales visibles desde la superficie; en los geoglifos relevados existe también la asociación con el camino citado y la construcción sobre un plano inclinado que permitirá su observación.

La diferencia más notable es que estos geoglifos están también asociados con canales de riego, lo que tienen cierta similitud con los del tipo Nazca estudiados por M. Reiche, que se relacionan con una agricultura especializada (Nuñez, 1976).

Fuentes:
Nuñez, L. Geoglifos y tráficos de caminos en el desierto chileno. (En: Homenaje al Dr. Gustavo Le Paige. Santiago, Universidad del Norte, 1976)
Prieto, R. Geoglifos del río Jáchal, Provincia de San Juan. San Juan, IIAM UNSJ, 1922. (Publicaciones 19)

 

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Río Jáchal
Los Huarpes

GALERIA MULTIMEDIA
Imagen procesada por computadora a partir de una fotografía aérea (el recuadro señala la figura)
Geoglifos del río Jáchal. Sistema de construcción por contraste.