Arturo Beruti: Creador del Teatro Lírico Argentino

Nació en San Juan en 1862 y desde sus primeros años mostró cualidades excepcionales para la música. Estimulado por su entorno familiar y social Arturo Beruti estudió en el país y en Europa y en 1880 ya era considerado uno de los músicos más destacados de la Argentina.

En las distintas expresiones de la historia del arte argentino, débese a San Juan una decisiva influencia en su formación, desarrollo y jerarquía.

Y si el arte pictórico argentino tuvo entre sus forjadores más destacados y eminentes a valores sanjuaninos, como Franklin Rawson y Procesa Sarmiento de Lenoir, entre otros discípulos de Monvoisin, así también, la música nacional tuvo en los sanjuaninos Arturo y Pablo Beruti, los precursores de la música de cámara, los primeros operistas argentinos, los verdaderos forjadores de la música culta nacional.

El Coronel Don Antonio Luis Beruti, de tan destacada actuación en los sucesos de mayo y que acompañara como 2° Jefe del Estado Mayor a San Martín, destacándose por su heroísmo en Chacabuco, radicóse con posterioridad en Mendoza, donde contrajo matrimonio con Da. Mercedes Ortiz, una de las patricias mendocinas que más se destacara con importantes contribuciones al Ejército.
(1) El 27 de marzo del corriente año se ha cumplido el centenario del nacimiento de este ilustre hijo de San Juan, verdadero forjador de la música culto nocional.
Uno de los hijos de este matrimonio, Antonio Luis, del mismo nombre de su padre, avecindado en Mendoza, contrajo enlace con una distinguida dama sanjuanina, hermana del erudito y sabio patriota Quiroga Rosas, amigo de Sarmiento, con quién fundara en San Juan la filial de la Asociación de Mayo. Quiroga Rosas, no obstante su prematura desaparición, tuvo una fecunda actuación en bien de la cultura.

Vinculado Beruti a tradicionales familias sanjuaninas, radicóse a poco de su casamiento en San Juan, donde nacieron sus hijos Arturo y   Pablo  Beruti.
De notable cultura musical, Antonio Luis Beruti dirigió en San Juan una Banda Militar.

No he encontrado en el Archivo Administrativo e Histórico de la Provincia ninguna documentación relativa a la fecha de designación de Beruti como Jefe de la Banda en la Provincia, que como otras bandas militares de la época, en las ciudades capitales del interior del país, tenían a su cargo interpretaciones musicales de vasto repertorio, tarea que cumplían —además de su misión específica— determinados días de la semana, seguidas con interés en la plaza principal de la ciudad, por una asidua concurrencia familiar, días llamados de "retreta", conforme a la tradicional costumbre de la época.

Nació Arturo Beruti el 27 de marzo de 1862. Sarmiento Gobernador entonces, fomentaba en todas formas la difusión del arte. Por primera vez en el interior del país, hace cien años, se cantan óperas, y el Capitán 18-CKard, geólogo inglés, interpreta la ópera Otello, de Rossini.

Sorprende como en un ambiente sencillo y pobre, aislado del resto del país, existiera un público culto preparado pata valorar obras de jerarquía, entre quienes se encuentra el padre de Betuti y los viejos integrantes de le Sociedad dramático-filarmónica que fundaran Don Oerniln Hudton Rawson. Cortínez. entre otros que aplauden con entusiasmo este notable precedente con el cual San Juan se adelantaba al resto del país.
Desde los primeros años Arturo mostró rara afición por la música, oyéndola habitualmente en su propia casa, familiarizándose con ella y siguiendo de cerca toda la actuación de su padre.
Bajo Ia dirección de su padre primero, y del maestro de Bassi después, reveló el joven Beruti sorprendentes condiciones y una precoz aptitud en las interpretaciones de piano.
Julio Beruti, hermano de su padre, radicado en Mendoza, como otros familiares y descubriendo en Arturo excepcionales condiciones musicales lo lleva a su sobrino a su lado, mientras su familia permanecía en San Juan.
Radicado allí, el joven Beruti pudo seguir bajo la dirección de un gran maestro mendocino, D. Ignacio Alvarez (1) algunos cursos que perfeccionaron sus estudios (2).
Sarmiento será quien estimulará constantemente a los jóvenes Beruti reconociendo las notables condiciones que asombraban ya en su niñez por su precocidad y su talento.

El padre de Beruti, que mantenía una inalterable amistad con Sarmiento, al alejarse éste a los Estados Unidos, y ausentarse otros amigos de San Juan, se radica posteriormente en Mendoza con su familia.

PRIMEROS TRABAJOS DE BERUTI



Ya en 1872, Arturo Beruti componía en Mendoza a los 10 años, sus primeras obras: 'Piezas de Baile, acogidas con éxito en la capital Andina" (3).

(1) Ignecto Alvorez, fundador del primer periódico musical de Chile en cooperación con los músicos Hompel y Desardin. Alvarez es autor de más de cien piezas musicales de lo época (M. Guiñoiü).

(2) F. Morales Guiñazú. "Historia de lo Cultura Mendocina” Mendoza, 1943.

En 1876 se publicaban en Chile dos notables composiciones para piano de las que, un niño casi era su autor: “Recuerdos de San Juan' y “Nocturnos”

Sorprendió en el país trasandino que el autor de las obras aplaudidas por un culto público chileno tuviera una edad increíble que sentó un precedente de precocidad en América.

Posteriormente estas obras fueron publicadas en la Argentina.

Desde niños los Beruti fueron vastamente conocidos por su actuación fuera del país. Cuando Pablo, hermano menor de Arturo, realiza a los once años de edad, una brillante gira de conciertos por Chile y el Perú, un público, deIirante casi, lo ovaciona. De pie en el escenario, el pequeño músico no alcanza con su escasa talla la altura de algunas ofrendas florales, colocadas en típicas canastas, con que el público exteriorizaba con cariño la admiración a su talento.

El espíritu argentinista y patriótico que predomina en todas las obras de Arturo Beruti se manifestará desde el principio. Hasta el título con que bautiza su primer trabajo demuestra su afecto y cariño a su terruño? “Recuerdos de San Juan”.

Los Beruti que dieron en América tantos ejemplos de abnegación, patriotismo y sacrificio, pusieron en su hora toda su fortuna al servicio de la Revolución; sus descendientes no conocieron sino una digna pobreza.

Así vivió en San Juan el hijo del creador de los símbolos. Antonio Luis, y así vivió desde niño su nieto Arturo.

Las dificultades económicas de su familia no lo desalentaron. Siguió estudiando con disciplina y ahinco, mientras actuaba como pianista en Mendoza; trabajó posteriormente como empleado administrativo en la Aduana de Buenos Aires e ingresó en la Facultad de Derecho de aquella Universidad, donde se destacó por sus estudios.

(3) Comisión Nocional de Culturo. “Guía quincenal de la actividad intelectual y artístico argentina”. Año II. (1948).

Con extraordinaria disciplina y con un no­table concepto de la responsabilidad se dis­tinguía donde actuaba, llenando delicadas funciones. Sobresalía en sus estudios de abo­gacía mientras se superaba en nuevas creacio­nes musicales.

Un público exigente aplaude con entusias­mo su fantasía "Ecos Patrióticos" y dos nota­bles melodías escritas para piano.

Tenía tan solo 20 años cuando compuso una obra para orquesta la que fue ejecutada con éxito en el viejo y prestigioso teatro Colón de Buenos Aires (1882).

Esta obra valió al joven Berutí la adjudición de una beca para estudiar en Europa.

No obstante su íntimo anhelo de perfeccio­narse en el extranjero y presentársele una nueva oportunidad de viajar a Europa, su amor filial lo retiene al lado de su padre ya anciano y enfermo.

Su viejo deseo de estudiar en Alemania es postergado en un ejemplar gesto de piedad filial.

Fallecido su padre en 1884 aceptó la beca cuyo ofrecimiento le fuera reiterado por el gobierno nacional —dice Morales Guiñazú— y se traslada a Europa.

"DE* ERSTE" (El Primero)


Trasladado a Italia y luego a Alemania se radicó en Leipzig, famoso centro musical euro­peo, la pequeña patria de Ricardo Wagner y la ciudad donde muriera Litz.

En su compañía fue posteriormente su her­mano Pablo.

En poco tiempo Arturo Berutí se destacó en el Real Conservatorio.

Los famosos pedagogos, de renombre mundial, Reinecke y Jadasshon y Paul fueron, en­tre otros, sus notables profesores.

Arturo Beruti fue alumno destacado que honró a América y a su país por su talento y su conducta (Ehrenvoll).

Fue felicitado por sus profesores y, entre otras oportunidades por Antonio Rubinstein, quien integraba uno de los tribunales exami­nadores.

Se lo distinguió con títulos honrosos "Musterhaft" (Ejemplar); "Ehbenvoll" (Honorable) y "Der Erste" (El primero) ('*).

Desde 1884 a 1887 Arturo Beruti compone piezas de ponderada jerarquía destinadas pa­ra orquesta.

Exito extraordinario deparó al futuro autor de "Pampa" el estreno de la obertura "Los Andes".

Es de señalar su cariño a San Juan que perdura en sus trabajos, así como su tempe­ramento vigoroso y su personalidad definida que no seré alterada en su futura producción argentinista y nacional.

No obstante su alejamiento del terruño, es al país y a San Juan a quienes tiene siempre presente en sus trabajos.

La sola denominación de sus obras, "Recuerdos de San Juan" editada por primera vez fuera de su patria, como la obertura "Los An­des" estrenada en la ciudad de Stuttgart re­velan su vínculo afectivo con la patria chica.

Con extraordinaria capacidad de adaptación Beruti aprendió a hablar y escribir el alemán con toda corrección, facilitando en cierto modo su aprendizaje por su amplia cultura y por la escasa edad en que tuvo que alejarse del país.

El mejor alumno de Leipzig se establecerá después en Berlín donde produce notables obras para piano.

SUS PRIMERAS OPERAS "VENDETTA" / "TARAS BULBA"


Después de dos años de trabajar intensa­mente en Berlín, donde hace conocer parte de una valiosa producción, se traslada a París a fines de 1889.

(4) Del artículo periodístico publicado en "Tribu­na" de San Juan, de fecha 27 de marzo de 1957, titulado "Erase una vez un sanjuanino”…..

Poco después se traslada a Milán donde estrena sus dos “Suites para arco'. Con posterioridad, cumpliendo un íntimo deseo se trasladará a su patria. Como un contraste con sus resonantes éxitos europeos, sus obras no fueron valoradas en su propio país. ¿Estaba el público, en su gran mayoría capacitado en esa época para interpretarlo? El ambiente poco propicio para su excepcional cultura artística no significó un estímulo para quien a esa edad —25 años - ya habían sido consagrado en los grandes centros artísticos de Europa.

Su obra "los Andes” tan elogiada y aplaudida en Stuttgart, cuando es estrenada en el Teatro Colón de Buenos Aires, no mereció conceptos unánimes y justicieros de los críticos a que era acreedor un poema sinfónico de esa jerarquía.

No obstante sus deseos de quedarse en su país, Beruti se ve obligado a ausentarse nuevamente a Europa. Después de actuar con éxito en Alemania y residir en París donde se le presentaron notables perspectivas para su vocación artística, se traslada nuevamente a Italia.

Ya Beruti había afrontado la enorme tarea de componer sus primeras óperas.

En el Teatro Lírico de Vercelli, la culta ciudad del Piamonte, se estrena por primera vez su ópera ''Vendetta", cuyas escenas transcurren en la Habana.

Un extraordinario éxito logra, en un público que sabe valorar su talento el estreno de su segunda ópera que titula "Evangelina" y que la presenta en "El Alhambra" de Milán. Esta ópera con libreto de Cortilla está inspirada en la obra homónima de Longfellow.

Consagrado ya Beruti por sus triunfos posteriores en Bolonia y posteriormente en Florencia, debido a su gran amistad con Edmundo De Amicis y de otras personalidades que lo distinguen, puede presentar en Turin una de sus grandes óperas "Taras Bulba", la que fuera encomendada por la casa Ricardi de Milán.

Fue un notable y resonante éxito el suyo en el Teatro Real de Turín, circunstancia que le abriría en el futuro muchas puertas y ampliaría el horizonte de su acción futura.

PRIMER OPERISTA ARGENTINO


Hasta aquí, la producción de óperas de Beruti estaba fundamentalmente inspirada en motivos europeos: "Vendetta", primero, "Evangelina" después, y "Taras Bulba" basada en el libro del escritor ruso Gogol.

Pero una nueva ópera de Beruti tendrá extraordinaria trascendencia en el teatro lírico argentino: es "Pampa", notable trabajo que significará el punto de partida de nuevas piezas de carácter netamente argentinista y de espíritu definidamente nacional.

Algunos críticos reconocen en Beruti al valorarlo que es —dentro del habla castellana— quien poseía en más alto grado el arte de expresar un drama por medio de la música.

Por otra parte, es Beruti quien con más intensidad y belleza sabe conmover a su auditorio y dotar de peculiar espíritu y fuerza emotiva a todas sus obras.

Fue pues el ilustre sanjuanino un verdadero precursos de su género.

"Indudablemente Beruti ha abierto con audacia un nuevo rumbo al sentimiento y al pensamiento argentinos —afirma el Prof. G. F. Tobal— rumbo tras el cual se precipitarán las inteligencias poderosas y los grandes corazones" (5).

Fue pues el ilustre sanjuanino un verdadero precursor no sólo en nuestro país sino en América. El autor de "Pampa" puede ser considerado el más grande y fecundo creador de la música culta nacional y une a sus tantos títulos el de haber sido el primer iniciador de la ópera basada en motivos argentinos.

Al referirse a la trascendencia de su obra dice Tobal: Mañana, cuando la ola del tiempo haya borrado, por la transformación social la estampa gaucha del pueblo argentino; cuando su indumentaria, su escenografía y su heráldica hayan desaparecido; cuando la República poblada de millones de seres humanos, brille en los tiempos por la acentuada idealidad y las prendas morales del corazón de sus hijos, el sociólogo encontrará la clave de aquellas excelencias típicas en la inmortalización de las partituras de Beruti".

(5) Diario “La Nación", 12 de agosto de 1897.

LA PRIMERA OPERA NACIONAL



Toda clase de dificultades tuvo que vencer Beruti para la presentación de la primera ópera sobre motivos netamente nacionales.

Beruti pudo reunir un elenco de excepción entre las más cotizadas figuras de la época. El tenor Mariacher, que interpretaría a Moreira, los consagrados barítonos Sanmarco y Scotti en papeles importantes y la participación de livia Berlendi y Virginia Guerrini, formaban un elenco de excepcional jerarquía. La orquesta bajo la dirección de Maschioni gozaba entonces de un sólido prestigio.

Pero desde el principio, el solo anuncio de ia presentación de la ópera "Pampa", sobre el motivo de Juan Moreira, originó vivas resistencias.

Parecía irrealizable la interpretación por parte de "artistas gringos" de una pieza de nuestro folklore.

Cada dificultad era subsanada con paciencia por Beruti, hasta que surgía otra nueva.

El Dr. Gastón F. Tobal en cuya casa se alojaba Beruti, nos narra con fidelidad algunas de estas alternativas.

"Pero he aquí que el medio empleado se trocó inesperadamente en nueva complicación. Una tarde, don Angel Ferrari y Sanmarco se llegaron a nuestra casa de la calle Azcuénaga, donde vivía Beruti —les estoy viendo apearse de un "coupé" con caballos blancos— portadores de la desconcertante nueva: Mariacher, cuya fortuna parecía eclipsarse —su creación de Raúl de "Hugonotes" había tenido entre nuestro público un recibimiento injusto y glacial— se negaba a asumir el papel en tales condiciones precisamente sobre la base de no querer arrostrar la ira del público, ante la presentación del drama populachero".

"El pobre autor pasó momentos angustiosísimos. Diferir el estremo, implicaba el retiro definitivo de la obra, tan luego aquélla, de cuyo éxito estaba seguro, y que había brindado a su país, para abrir con ella, un surco nuevo para el arte nacional".

"A la mañana siguiente, luego de una noche de vigilia y de angustia, Beruti llamó a su fiel Sanmarco, y juntos se encaminaron al Hotel Londres, el viejo hotel de la calle San Martín y Córdoba, que aún existe, y en donde habitaba Mariacher. En vano el maestro y su amigo agotaron los argumentos, acerca de que era necesario vencer esa prevención injustificada del público, relativa a los personajes autóctonos, trama de muchos argumentos líricos de óperas en los países de origen. Mariacher aducía que luego de la injustificada frialdad del público, una silbatina le pondría una lápida ilevantable para su carrera artística. Beruti, con un esfuerzo desesperado, comenzó a relatarle el argumento, que el artista escuchó con interés creciente, pero sin modificar su actitud. Al fin Sanmarco apeló al último recurso. Llevó de la mano al maestro hacia el piano que había en la habitación, abrió la parte del tenor que aquél llevara consigo y exclamó:

—Tócala, Arturo; hazle oír lo que pierde, verá que desdeña tontamente un gran triunfo.

Beruti comenzó el terceto final del 29 acto, Sanmarco, que conocía su parte, empujando hacia el piano a Mariacher, comenzó a cantar la suya. El tenor fue haciendo lo propio, a medida que leía la partitura. Luego, ya a plena voz, rogó al maestro que volviera a pasarla. Aquellas frases, que constituyeron uno de los éxitos sostenidos de la representación, parecían escritas para el lucimiento de aquel tenor, que poseía extenso y cálido registro agudo. Sanmarco observó el efecto, y disponiéndose a ganar la partida dijo a Beruti:

—Pasa el monólogo del mismo acto. Así se convencerá al fin.
El bellísimo trozo dramático operó el milagro. Aceptado el papel, Mariacher estudió con ahínco la psicología del personaje. Leyó la obra de Gutiérrez, asistiendo con frecuencia a los espectáculos del circo Anselmi, en la calle Cuyo, entre Callao y Río Bamba y cuando el público de la ópera le vió entrar en escena, quedó sorprendido ante su magnífica planta de gaucho. Admirando su dominio de la daga y del poncho y la soltura de sus movimientos, bajo la indumentaria fiel. Y la predicción de Sanmarco se cumplió. Mariacher en su Moreira, alcanzó el más completo triunfo de aquel año. Tiempo después, una tarde llegaba a nuestra casa un magnífico bronce representando la cabeza de Beethoven. Era el presente que el tenor agradecido enviara al maestro y que éste conservó en su escritorio, hasta su muerte'".

Estrenada la obra, los mismos que dificultaron su presentación, que gracias a la tenaz persistencia de Beruti pudo presentarse, fueron los primeros en elogiarla.

Con la nobleza que lo caracterizaba, el crítico Frexas, desde las columnas de "La Nación" se expresaba así:

"Eramos de los que temíamos que se llevara al más alto teatro lírico una leyenda más que popular, populachera, espectáculo de todos los circos, pero es deber nuestro, después de haber presenciado el ensayo general, declarar que gracias a los inteligentes esfuerzos del maestro y de su colaborador artístico, el espectáculo resulta ameno, interesante y pintoresco". Añadía: "Es la obra de una inteligencia vigorosa, que ha recibido una sólida educación artística y que se ha preocupado con toda conciencia de hacer algo más que una pieza teatral".

Fué Víctor Mercante quien desde el principio exteriorizó su confianza dando a la obra de Beruti su verdadera trascendencia, expresando: "Pampa, con su asunto completamente nuevo en América y en Europa, idealiza una de las grandes épocas históricas de la República Argentina, que en la evolución de las formas sociales ha sido teatro de grandes hechos dramáticos".

SUS OTRAS OBRAS: "YUPANQUI", "HORRIDA NOX"


Con notable fecundidad, Beruti sigue asombrando con sus extraordinarios trabajos. Una verdadera joya musical constituye la ópera titulada "Yupanqui", inspirada en el libro del prestigioso escritor argentino Enrique Larreta. Entre "Pampa" (1897) y "Yupanqui" (1899) transcurren sólo dos años. Poco después hace conocer "Khrysé", ópera en cuatro actos, inspirada en la célebre "Aphrodite" de Pierre Luys.

A los 46 años, compone otra de sus grandes óperas "Hórrida Nox".

El nuevo drama lírico tiene como principal un episodio de la época de la tiranía de Rosas.

Pocos, como el gran maestro sanjuanino pudieron interpretar con mayor fuerza emotiva, el motivo que inspira esta ópera.

Vivieron los Beruti las horas aciagas de la tiranía. Su abuelo, forjador de la Revolución de Mayo y creador de nuestros símbolos, consagró sus últimas energías a luchar contra la tiranía.

Ya en sus últimos días, siendo ministro del General La Madrid, en Mendoza, participa en 1841, en la sangrienta batalla de Rodeo del Medio. Tenía el prócer casi 70 años. El anciano patriota, después de este desastre, temiendo por la suerte futura del país, sufre una depresión moral que le origina la muerte a los pocos días (3 de octubre de 1841).

El estreno de estas óperas, sobre todo "Yupanqui", originó por la incomprensión de su época, un cúmulo de dificultades que, sólo un temple como el de Beruti y una tenacidad como la suya pudieron superar.

La ópera que le sigue, "Khrysé", es considerada por algunos de sus críticos, como la mejor de sus obras (1903).

EL CENTENARIO DE LA REVOLUCION. "LOS HEROES"


Otra de sus grandes óperas, denominada "Los Héroes", fue compuesta con motivo de celebrarse el primer centenario de la Revolución de Mayo, en 1910.

Nadie mejor que Arturo Beruti podía afrontar, ya en plena madurez un motivo de esa trascendencia.

Su propio abuelo, don Antonio Luis Beruti, fue de los gestores de la Revolución de Mayo. Educado en el Colegio Carolino, y completados sus estudios en el Colegio de Nobles de Madrid, siguió estudios de derecho en la Universidad de Salamanca. Compenetrado de las ideas del padre Suarez, Beruti representa la raíz americana del movimiento emancipador.

Pocos superaron su tenaz actividad en la semana de Mayo. Participó en la Asamblea del 22; fue uno de los diputados del pueblo ante el Cabildo y "Chispero" entre los jóvenes patriotas. Integró el Comité Secreto que se reunió en la casa de D. Nicolás Rodríguez Peña.

A Beruti débese --según afirmación de Tomás Guido, testigo presencial de los hechos— y de la difundida opinión de Mitre y de otros autorizados historiadores, la composición de la nómina de los integrantes de la Primera Junta.

Participa en la campaña de la Banda Oriental, es más tarde Tte. Gobernador de Santa Fe. Fue gobernador militar de Tucumán (1813).

El Director Pueyrredón lo nombra, en 1816, Ministro de Guerra, incorporándose en Mendoza al Ejército de los Andes como oficial de Artillería.

Héroe de Chacabuco se lo cita como ejemplo en el parte sanmartiniano y es condecorado por el Libertador con Medalla de Oro.

La vida heroica de Beruti es la vida de la abnegación y el sacrificio.

Por otra parte, el nombre de los Beruti está íntimamente vinculado a hechos anteriores y posteriores de la Revolución.

Desde las invasiones inglesas y la Reconquista, donde aparece D. José Tomás Beruti -más tarde Tte. Coronel— hasta las guerras de la Independencia y las luchas con el Brasil, se destacan distintos familiares que son un ejemplo de valor y patriotismo.

José María Beruti se destacará en la lucha de las líneas de fronteras y siempre aparecerá un Beruti defendiendo con honor la bandera nacional, hasta la guerra del Paraguay, donde muere gloriosamente otro de los héroes, Antonio Luis, en el sangriento combate de Paso de la Patria.

El héroe del Paraguay es tío de Arturo, y una de las imborrales impresiones que tendrá en su espíritu cuando niño el futuro autor de "Los héroes", será la dramática descripción de los sobrevivientes de aquellas trágicas jornadas, cuando en sus escasos años, conoce con lujo de detalles, hasta dónde llegara el patriotismo y sacrificio de este último vástago de una estirpe de verdaderos patriotas.

Es "Los Héroes" una de las mejores óperas de Beruti. Llega a la más elevada perfección el arte de expresar un drama por medio de la música.

EL MAS GRANDE EMULO DE ARTURO BERUTI


El forjador del teatro lírico argentino no tuvo en su época rivales. El único émulo fue su propio hermano, Pablo, de extraordinario talento, cuatro años menor que él.

Pablo M. Beruti nació en 1866, en la ciudad de San Juan y se destacó como pianista desde muy joven.

A los once años, después de actuar en su provincia natal donde recibiera las primeras lecciones de su padre, actuó en Mendoza y después de un breve viaje a Buenos Aires, pasó a Chile donde se destacó no sólo como intérprete, sino como autor de valiosas composiciones de carácter regional y autóctono.

Su gira exitosa por Chile y el Perú, lo consagró, no obstante su escasa edad, como un valor excepcional.

Sus singulares aptitudes fueron valoradas en Buenos Aires, donde obtuvo una beca para estudiar en Europa. Allí acompaña a su hermano en Leipzig, siendo un brillante alumno del Real Conservatorio, Arturo Beruti fue el primer becario americano para realizar este tipo de estudios en Europa y fue el segundo precisamente su hermano Pablo.

Egresó Pablo M. Beruti aplaudido por sus propios compañeros. Cada seis años se otorgaba un premio al mejor alumno. Era el Premio Mozart codiciado por todos los alumnos.

Y fue el joven Beruti quien lo recibió en acto solemne en el tradicional conservatorio.

Por otra parte, Pablo Beruti, no obstante tu escasa edad, habla egresado con el título máximo de doctor en Música.

Es de observar que mientras Arturo y Pablo Beruti tuvieron dificultades para estrenar algunas de sus producciones musicales en su propio país; en Europa sus obras se valoran y se las presenta sin ninguna dificultad, dada su excepcional jerarquía Así ocurre en Alemania con "Sinfonía".

Cuando se conoce otra de sus obras, "Misa Solemne" el público alemán la premia con una sostenida ovación.

El gran maestro sanjuanino recibirá en Alemania una distinción extraordinaria que por vez primera se confiere a un americano: se le ofrece una cátedra en los altos estudios de Leipzig.

Pablo Beruti rehúsa tan señalado honor, con el patriótico deseo de regresar a su país, acompañar a su hermano Arturo y realizar una obra tan fecunda que lo coloca junto a su hermano como uno de los creadores del teatro lírico argentino.

DE REGRESO AL PAIS. LAS GRANDES OPERAS


De regreso en Buenos Aires lleva una vida múltiple y fecunda. No sólo realiza conciertos, y actúa en la enseñanza, sino que compone importantes trabajos como una ópera en tres actos, que denomina "Cochabamba".

Nuevas dificultades surgieron a su estreno y la obra no pudo ser presentada por desavenencias entre el autor y la Dirección del del Teatro Opera, donde estaba programada.

Es interesante observar que, si bien en distintas oportunidades fueron conociéndose fragmentos de esta ópera, el trabajo integral siguió inédito.

Entre las múltiples composiciones de Pablo Beruti se destacan "Ave María", un Tedéum, "Serenata" y numerosísimas piezas para piano.

Solamente en uno de sus Albumes, "Hojas Caídas", hay más de medio centenar de piezas para piano.

Pablo Beruti fue un extraordinario valor, malogrado en plena producción, falleciendo a los cuarenta y ocho años de edad, mientras preparaba la ópera "El Paraíso Perdido".

Entre sus numerosas obras permanecen muchas inéditas todavía. Fue, en su época, el único émulo que tuviera aquel gran artista que fuera su propio hermano Arturo Beruti.


TRABAJOS INEDITOS DEL GRAN MAESTRO

Acaban de cumplirse los cien años del nacimiento del creador del teatro lírico nacional, época propicia para Que se conozcan algunas de las obras del gran maestro que aún permanecen inéditas.

El más grande músico del habla castellana de su tiempo, según algunos de sus críticos, aún no ha sido valorado en toda su magnitud. Más aún, valiosos trabajos suyos permanecen sin conocerse todavía. Tal el caso de la ópera "Facundo". Llevar a la música la obra literaria de Sarmiento, no era tarea fácil.

Y Beruti, superando todos los obstáculos, la cumplió. Acaba de conmemorarse el Sesquicentenario de Sarmiento y "El Facundo", de Beruti, inspirada en una de las más grandes obras de su gran comprovinciano, espera todavía que pase el plazo a que por propia decisión, su mismo autor la sometiera.

"Para que el compositor abriera camino al teatro lírico argentino, debía asomarse a ese abismo terrible que es el alma de Facundo Quiroga" —dice John Breython— y agrega: "Nadie mejor que el sanjuanino para evocar la sombra de Quiroga, el trágico caudillo, Atila americano, con señorío de hidalgo".

El "Facundo" de Sarmiento está dividido en tres partes. La primera dedicada a la descripción de las pampas argentinas y de los típicos personajes que allí se mueven. En la segunda, se trata de la vida de Juan Facundo Quiroga. La tercera parte, que está íntimamente vinculada a las otras, se refiere a Rosas y a su gobierno. Rosas, máxima expresión del caudillismo, es para Sarmiento, un producto del suelo. La ópera de Beruti tiene también tres partes.

Además de "Facundo” también permanece inédita su obra "El Espectro".

Como dice muy bien Gastón Federico Tobal, las generaciones de hoy desconocen totalmente la obra del creador de nuestro arte lírico nacional.

Las dificultades de toda índole que sobrellevó con motivo de la representación de “Yupanqui", así como la injustificada demora de casi diez años en la presentación de su ópera "tos Héroes" amargaron y deprimieron su carácter.

Se recluyó en su hogar, donde trabajaba sin descanso, y como afirma el Dr. Tobal, "con el corazón lacerado, por una guerra cruel, que parecía multiplicar los obstáculos, a medida que cimentaba su fama con obras de real mérito. No le faltó, es cierto, el aplauso del público; pero entre el juicio de éste y el encono de sus adversarios, no alcanzó a discriminar claramente, y su orgullo ofendido le dictó aquella proscripción voluntaria con que decidió vedar su obra a sus contemporáneos, para legarla, luego de un largo lapso que aún no ha expirado, al fallo de las generaciones que habrían de venir. Cuando ese deseo suyo se cumpla y el teatro vuelva a acogerlas, tras del voluntario exilio impuesto por su autor, el nombre de Beruti gozará de esa gloria que suele depararse tardíamente a los que más trabajan y sufren por el adelanto cultural del país. Y esa gloria póstuma, aunque la menos justa de las reparaciones, será, sin embargo, una reparación".

SU OBRA NO HA SIDO DEBIDAMENTE VALORADA

Arturo Beruti se anticipa a su tiempo. La incomprensión de su época malogró en parte su obra. Cuando prepara la primera ópera argentina, basada en el drama de Gutiérrez, se lo resiste en todos los sectores. Desde los más presuntamente cultivados, como el Teatro Colón, "centro de la aristocracia porteña donde cada palco, año tras año, conservaba su nombre como un bien de familia exigido por el refinamiento y la cultura" hasta en los más vastos sectores populares.

Hasta una difundida obra, "Moreira en la ópera", ridiculizaba el trabajo de Beruti y la pieza, con música de Antonio Podestá y boceto de Augusto Ballerini, sin renovarse en el cartel, permanece noche tras noche, divirtiendo al público porteño en el viejo teatro de la Comedia, durante largo tiempo.

La incomprensión de su época se pone constantemente de manifiesto. Así ocurrió con un trabajo suyo, "Yupanqui", realizado sobre motivos incaicos, sobre un libreto del autor de "La Gloria de Don Ramiro" y con la brillante interpretación de valores del prestigio de Caruso, a quien acompañaba un selecto elenco con figuras de renombre. Las dificultades creadas a Beruti hicieron que la obra, lamentablemente, se retirara de la escena.

Y cuando la Comisión Nacional del Centenario le encomienda la confección de la ópera "Los Héroes", Beruti realiza una magnífica evocación del paso de los Andes, inspirada en el libro de López, pero no obstante el empeño del autor y la calidad excepcional de la obra, no puede conocerse sino nueve años después de terminada, es decir, a mediados de 1919.

El maestro sanjuanino no será valorado sino con el transcurso del tiempo, como se valoran las grandes cumbres de sus montañas sanjuaninas, sino a medida que se aleja el espectador del escenario, mejora la perspectiva y puede apreciar las eminencias que realmente se destacan del conjunto con sus moles imponentes y precisas.

MAESTRO DE MAESTROS


La recia figura del noble maestro sanjuanino, a casi un cuarto de siglo de su muerte, sigue emergiendo como un ejemplo en la historia de la música argentina, no sólo por su arte, sino por su conducta y por su ética.

Como Director del Teatro Colón de Buenos Aires, considera que le está vedado autorizar la presentación de sus propias obras, motivo por el cual algunos de sus trabajos como "El Espectro'", comedia musical, permanece inédita todavía.

Por otra parte, a él se le debe la fundación de la Escuela de Canto Coral, que funcionara en el Teatro Colón de Buenos Aires, así como también la Escuela de Bailes y la difusión del arte escénico.

Fue fecunda su actuación cuando ocupa el cargo de Director de Bellas Artes.

Fue uno de los músicos de más sólida cultura. Profundo conocedor de la historia, un verdadero maestro de maestros.

Tradujo obras fundamentales como el 'Tratado de Harmonía", de S. Jadassohn, al idioma castellano.

Las más prestigiosas sociedades musicales argentinas y extranjeras lo tuvieron en su seno.

Beruti fue conceptuado como uno de los grandes valores mundiales entre los maestros de su tiempo. Sus obras se presentaron tanto en ambas Américas, como en Europa. Así en el Teatro Municipal de México y el Solís de Montevideo, como en los centenarios escenarios europeos. En Italia, Alemania y Francia, que marchaban a la cabeza de la música en el mundo, se aclamaron sus obras de méritos positivos, constituyendo a veces éxitos sin precedentes.

A casi un cuarto de siglo de su muerte —3 de enero de 1938- es justo valorar la obra de quien fue en su arte y en su tiempo, la más alta expresión continental.

Cuando se conozcan sus obras inéditas podrá valorarse en toda su magnitud la egregia figura del maestro que fuera el más grande forjador del teatro lírico argentino.


Fuente: Emilio Maurín Navarro - Publicado en el libro: Cuarto Centenario de San Juan 1562 ­­- 1962


 

Ver: Arturo Beruti, un músico excepcional

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