La actual población de San Juan tiene muchos y variados orígenes que comienzan con los primeros habitantes prehistóricos. Los restos más antiguos de grupos humanos encontrados en esta zona datan del año 8.500 a.C.. A estas primeras culturas de cazadores-recolectores siguieron, recién hacia el año 2000 a.C., grupos de agricultura incipiente y luego culturas agropecuarias, que habitaron estas tierras hasta pasados 1000 años después de Cristo.
Cuando en 1550 los españoles llegaron desde Chile al territorio de Cuyo, lo que encontraron fueron poblaciones de indios Huarpes, Capayanes y Yacampis, que habitaban el territorio desde al año 1000 d.C. aproximadamente. Estas tribus habían sufrido la invasión de los Incas alrededor del año 1480 y al llegar los conquistadores españoles, llevaban 70 años de una fuerte influencia militar y cultural incaica.
Los primeros datos de población no nativa de San Juan son de junio de 1562, fecha de la fundación de la ciudad. En ese momento acompañaron al fundador Juan Jufré un total de 32 hombres y 1.500 indios de servicio. La mayoría de los acompañantes no indígenas eran oriundos de España, aunque también se cuentan un alemán, un italiano y cuatro americanos. Las cifras no cambiaron mucho durante varios años. Un informe del oidor de la Real Audiencia de Chile para el monarca español hacía conocer el estado de las poblaciones de Cuyo al comenzar 1610, y decía textualmente: “La ciudad de San Juan, veintitrés casas cubiertas de paja: iglesia parroquial”. A un promedio de 3 o 4 habitantes por casa, es posible estimar que ese año los sanjuaninos no llegaban a cien. Recién a mediados del siglo XVII comenzaron a llegar familias españolas procedentes de Chile.
El mestizaje no fue algo extraño en aquellos primeros tiempos. Los matrimonios mixtos eran habituales entre mujeres indígenas y hombres españoles debido a que prácticamente no vinieron mujeres en las primeras expediciones.
La inauguración del mestizaje en San Juan fue el casamiento del segundo Jefe de la expedición fundadora, el Capitán Juan Eugenio de Mallea, con la hija del cacique Angaco. Esto sucedió al año siguiente de la fundación de San Juan de la Frontera y para ello la princesa huarpe fue bautizada en la religión católica con el nombre de Teresa de Ascencio.
A pesar de que el mestizaje era común en el San Juan hispánico, no todos vivían igual. Los españoles y los criollos (hijos puros de españoles nacidos en estas tierras) eran políticos, militares y sacerdotes. A los mestizos quedaban las tareas agrícolas y los oficios como herrería, zapatería o carpintería, entre otros.
En 1785, a 200 años de su fundación, San Juan tenía casi 8.000 habitantes. Para el 1800 ya llegaban a 13.000. En esta época era clara la coexistencia de cuatro clases sociales: los blancos, españoles y criollos, que conducían la vida política, el ejército, la iglesia y el comercio; los mestizos, que eran los más numerosos, encargos de los oficios como herrería, carpintería, zapatería, entre otros; los negros y mulatos (hijos de blancos y negros), que trabajaban como esclavos, es decir sin pago, generalmente ocupados de tareas domésticas. Finalmente, los indígenas, sin ningún derecho, que eran sometidos a trabajos forzados en la provincia o enviados a Chile. Muchos huyeron y eso también contribuyó a su desaparición.
De la misma manera que todo el país, San Juan recibiría la influencia de inmigrantes en los últimos años del siglo XIX y comienzos del XX. En comparación con Buenos Aires y El Litoral, San Juan no era una meta atractiva. Sin embargo, la saturación de otros destinos hizo que esta provincia recibiera una gran cantidad de inmigrantes hacia fines del siglo XIX. Eran fundamentalmente latinoamericanos y españoles, en menor medida italianos, rusos, judíos, libaneses, sirios, ingleses, franceses y alemanes. Casi todos ellos se instalaron en el campo, fundamentalmente en los departamentos cercanos a la ciudad, aportaron mano de obra para la transformación económica de la provincia y fueron motores de la reactivación de la industria vitivinícola.
Primer Censo Nacional
En el primer censo nacional, realizado en 1869, San Juan tenía ya una población total de 60.319 habitantes, 58.013 eran argentinos y 2.306 extranjeros; 10.609 eran población urbana, mientras 49.710 rural. Los años revertirían esta proporción.
Fuentes consultadas:
Gambier, Mariano: Prehistoria de San Juan, EFU, San Juan, 1993
Instituto de Historia Regional y Argentina “Héctor D. Arias”: Nueva historia de San Juan, EFU, 1997
Michielli, Catalina: Los Huarpes protohistóricos, Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo “Mariano Gambier”, Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes - Universidad Nacional de San Juan, 1983
Videla, Horacio: Historia de San Juan - Tomo I (Época colonial) 1551-1810 - Academia del Plata, Bs As, 1962