Leonela Yúdica: La campeona mundial de boxeo que quiere ser abogada

La boxeadora sanjuanina fue entrevistada en noviembre de 2017 por Juan Carlos Bataller, en el ciclo "Qué hiciste con tu vida"

—El nombre Leonela es la primera vez que lo escucho, ¿Por qué te pusieron ese nombre?
—Leonela me lo colocó mi mamá, en realidad ella durante todo el embarazo no sabía si era mujer o varón. Leonela, sale de una telenovela venezolana, de ahí proviene ese nombre.

—¿Cómo fue tu infancia?
—Fue una buena infancia, linda. Me criaron mis abuelos. Mis padres se separaron cuando yo tenía 4 años, entonces mi madre debió salir a trabajar.

—¿Dónde trabajaba?
—Mi madre trabajaba en una fábrica y vivíamos en Santa Lucia en el Barrio Camilo Rojo.

—Y un día tuviste que ir a la escuela.
—Sí, hice toda mi educación primaria en Santa Lucia y la educación secundaria en el colegio San José.

—¿Desde chica pensabas ser boxeadora?
—No, ni cerca. Recién en el secundario comencé a pensar qué profesión quería tener. Siempre quise ser abogada, de hecho terminé el secundario e ingresé a la facultad. Pero dejé en segundo año. No saqué una materia, derecho civil y abandoné porque tenía ejemplos cercanos de personas que llevaban años haciendo la carrera y no quería que me pasara lo mismo.

—¿Optaste por la docencia?
—Sí, a una amiga que ya estaba haciendo el profesorado. Le consulté sobre las materias, me interesó y me inscribí.

—¿Qué deportes practicabas de chica?
—Fútbol, ahora lo práctico de vuelta.

—Veo unas fotos tuyas vestida de paisana, ¿eras bailarina de folklore?
—Bailé folklore muchos años, desde los 9 hasta los 15 años. Estuve en dos academias y lo disfrute mucho.

—¿Cómo nace lo del boxeo?
—Nació de conversaciones, de mirar peleas los fines de semana. Mi tío me preguntó si me animaría, siempre me gustó jugar al fútbol, siempre fui muy machona pero nunca se me pasó por la cabeza boxear. Mi tío me lleva al Club Landini que es donde comencé, el primer día fui a mirar, observé el entrenamiento todos eran hombres y después al segundo día ya fui a entrenar.

—En el boxeo tenés que tener un estado atlético impecable, mucha gente opta por el boxeo para tener un buen estado físico.
—El entrenamiento de boxeo es bastante completo y muy fuerte. Cuando comencé a entrenar en un principio no estaba haciendo otro deporte, me costó acostumbrarme a la práctica del boxeo. Ejercité todos los días, a medida que fue pasando el tiempo fui aprendiendo y me iba exigiendo cada vez más. No sólo la parte física la entrenaba en el club, sino que los fines de semana mi tío me sacaba a correr.

—¿Y un día tuviste que hacer guantes?
—Si, al principio los hombres se dejaban pegar con orden del entrenador. Cuando fui aprendiendo un poco más ya no me servía que se dejarán pegar, entonces empezaron a largar más fuerte y exigirme más. Fueron algunos guanteos muy duros, porque entrenaba con algunos boxeadores profesionales y otros amateurs pero tenían muchas peleas. Recibí golpes en la parte baja de mi cuerpo muy duros, en algunos me acuerdo me corrieron las lágrimas.

—¿De jovencita, eras de pelear con alguna compañera?
—Era de pelearme con mis amigos o vecinos, que eran todos varones. Siempre fue por el juego o fútbol, eran peleas del momento, al día siguiente éramos amigos todos nuevamente.

—¿Ya de jovencita sabias pelear?
—Era como instintivo. Mi tío nunca me enseño.

—¿Tu tío había sido boxeador?
—Fue boxeador profesional

—¿Cuál fue la primera experiencia que tuviste, donde te subiste a un ring y tuviste que enfrentarte a alguien?
—A los cinco meses de haber entrenado, hice mi primera pelea amateurs en San Luis con una chica puntana.

—¿Tu categoría es peso mosca?
— Si, peso Mosca.

—¿Duele lo mismo las piñas de peso mosca?
—Es lo mismo. Uno siempre se enfrenta con un rival de la misma categoría. Quizás la diferencia del boxeo femenino del masculino, es que las peleas de varones se ven más fuertes y hay muchos nocaut, es otra la fuerza. De todas formas las piñas duelen igual.

—¿Qué pasa después de una pelea, estás toda adolorida?
—En peleas largas, por ejemplo, como las que tengo en defensa del título del mundo, son peleas a 10 rounds y muy aguerridas, saben quedar siempre moretones en los brazos, en la cara y parte de la espalda.

—¿No tenés marcas?
—Por suerte en la cara no tengo marcas, salvo uno que otro moretón. En los brazos siempre se me hacen moretones.

—¿Cuál es la boxeadora o boxeador que más admirabas?
—Cuando comencé me gustaba mucho Jesica Boop a nivel nacional y a nivel internacional Susi Kentikian que es una alemana. El boxeador que admiraba es Juan Manual Marques, es mexicano y ya se retiró. Mi primer entrenador me hacía ver muchos videos de Nicolino Locche, el intocable. Tenía un estilo bastante particular, esquivaba gran cantidad de los golpes, cansaba a sus rivales, esa era su manera de pelear.

—Hablame un poco de tu juventud, ¿tuviste juventud o por el boxeo se te pasaron los años muy rápido?
—En realidad comencé a los 19 años a boxear. Mi adolescencia la disfruté, salía con mis amigos, con el estudio también lo aproveché. Siempre en este aspecto fui muy aplicada, era de estudiar mucho

—¿Te enamoraste de joven?
—Sí, siempre he tenido relaciones muy largas.

—¿No llegaste a casarte?
—No, ahora estoy en pareja, pero nada de casamiento por este momento.

—Supe que cuando te retires del boxeo, vas a ser abogada.
—Es la idea, quiero retomar la carrera. Me quedó pendiente y no soy una persona que deja las cosas inconclusas. Me encantaría poder terminar, es mi sueño y sé que mi mamá y abuela apuestan para que yo concluya la carrera. También seguiré enseñando, la docencia es mi cable a tierra, enseñaré en una escuela o en un gimnasio.

—El boxeo femenino es un fenómeno nuevo, al menos masivamente. La verdad que uno no se imagina a una mujer profesional en el boxeo. Ser la campeona del mundo en tu categoría, ¿qué te cambió en la vida?
—La verdad que muchas veces hablo con distintas personas y me dicen que tal vez, yo no tomo todavía dimensión de lo que realmente significa. Yo disfruto mucho y valoro ser campeona del mundo, me ha costado bastante llegar. Siempre he tratado de mantener los pies sobre la tierra y con un perfil siempre bajo. Llegué con mucho sacrificio pero al mismo tiempo pienso que es algo que terminará. Es bastante raro que una boxeadora tenga una profesión.

—¿Hacen diferencias económicas como para decir “el día que me retire estoy hecha”?
—Existe mucha diferencia entre el boxeo femenino y masculino. De hecho, si pueden ver peleas internacionales con boxeadores de renombre como Mayweather o el “Chino” Maidana en Argentina, por ejemplo. Maidana hizo dos peleas con Mayweather y se retiró. Ellos por peleas ganan millones. Las mujeres boxeadoras estamos muy lejos de eso, es muy difícil retirarse y decir “hasta acá llegué con una gran cantidad de dinero”. Es por eso que yo sigo trabajando, lo tengo que hacer.

—En San Juan ya tenés tus seguidores, siguen cada pelea y para todos los sanjuaninos es un orgullo tener una campeona del mundo. ¿Vos has notado esto la relación con la gente?
—La gente me tiene mucho cariño y es algo que valoro en lo previo y después de las peleas. Me han acompañado cuando tenía que combatir en las peleas de títulos, el estadio Cantoni siempre lo han llenado.

—¿Qué paso a partir de ser campeona mundial, de ser una figura conocida en tu relación con los jóvenes? ¿Cambió algo?
—Sí, siempre los chicos de la escuela me preguntan sobre el deporte, el boxeo en si, cómo hice para llegar. Porque tal vez ellos ven la boxeadora campeona mundial, pero no conocen todo lo que hice y todo lo que pasó en mi vida para llegar a ser campeona del mundo. Llevo 11 años entrenando en este mundo del boxeo. Siempre trato de compartir mi experiencia con los jóvenes, me han pasado muchas cosas buenas y malas.

—¿Por ejemplo?
—Nunca me ha faltado qué comer, mi mamá siempre trabajó y me daba lo que podía en sus condiciones. El boxeo es un deporte que, al ser individual, cada uno tiene que tener sus elementos, para poder viajar tenés que tener dinero. Me ha pasado con mi tío de tener 20 pesos en el bolsillo. Teníamos que ir a una provincia y desapareció el organizador del evento. No teníamos qué comer ni medios para volver. Otra vez por ejemplo terminé durmiendo en un baño con mi tío porque no teníamos cómo pagarnos un hotel.

—Vos tenías a tu tío que te apoyaba, pero me imagino que es un mundo difícil el boxeo
—Sí, es bastante complicado, es un ambiente de varones. Me ha costado imponerme.

—Una chica linda y joven como vos, entra en un mundo tan difícil y rudo, me imagino que tuviste que pasar situaciones complicadas, ¿Tener tu tío fue un gran apoyo?
—Sí, hemos tenido momentos bastantes difíciles. En una pelea, por ejemplo, cuando combatí mi primer título siendo amateur en San Luis, después del fallo que lo dan a mi favor, me entregan el cinturón. En ese momento se arma toda una pelea entre el entrenador de la otra boxeadora y gente que estaba ahí. Largaban de todo... Y me vi en el ring con mi rival mujer y abajo todos hombres que no conocía.

—¿Ser local en una pelea es muy importante?
—Sí, tiene sus pro y contra. Es bueno porque te sentís contenida y cuando una pelea va muy ajustada, la localía tiene un puntito a favor. Pero al mismo tiempo es mejor ser visitante, porque son las peleas que a uno le permiten crecer. Hay boxeadores a los que les juega en contra ser local, porque cuando los van a ver familiares y amigos se ponen nerviosos...

—En el mundo del boxeo el que lo mira desde afuera, piensa que a veces está arreglada la pelea. ¿En el boxeo femenino esto ocurre también?
—Sí, ocurre. Entran a jugar muchos factores, la localía, quién organiza la pelea, los promotores, qué tipo de títulos se ponen en juego, etc.

—Poner en juego el titulo fuera de la Argentina debe ser muy difícil de conservar..
—Es difícil, si tengo que arriesgarlo afuera me gustaría unificar. Es decir, pelear con otra campeona mosca de otra organización, que ponga su cinturón en juego y yo pongo el mío. También quiero ser campeona mundial de otra organización.

—Ya saliendo de Argentina, ¿se paga bien o hay diferencias con respecto a los hombres?
—Se gana más en dólares, hay una diferencia.

—¿Qué es de tu vida fuera de las clases y el boxeo? ¿Te interesó la política?
—En realidad me interesa, hace tiempo acompañé al actual intendente de Chimbas en su lista como concejal.

—¿Cuál es tu libro favorito?
—La vida de Martina Chapanay. En realidad ese libro fue un regalo de un gran amigo, el párroco José María Nieto. Él fue muy importante en mi infancia porque yo era muy rebelde y me acerqué a la iglesia. Le ayude al padre Pepe, estuve en el coro, terminé siendo monaguilla, fui acercándome más a la religión. El padre me puso Martina Chapanay porque jugaba al fútbol y era muy machona.

—Me imagino que hoy en día al ser una boxeadora campeona del mundo y muy atractiva, se te deben acercar tanto hombres como mujeres. ¿Has vivido la experiencia?
—Sí, muchas veces. Se me acerca mucha gente y por las redes sociales también me mandan muchos mensajes los varones.

—¿Te gusta?
—Hasta cierto punto. Me ha generado algunos conflictos con mi pareja porque me mandan mensajes de todo tipo, algunos con otra intención.

—¿Cuáles son tus planes más inmediatos en lo familiar?
—Quiero en algún momento formar una familia. Ahora estoy abocada a los entrenamientos, pero por una cuestión de edad no pienso boxear muchos años más. Si voy a defender el título las veces que pueda y unos de mis sueños es pelear por otro título más. Además tener mi casa propia, sigo viviendo con mi abuela, mi mamá y mi hermano.

—¿Cuál es tu canción favorita?
—San Juan por mi sangre. Me siento muy sanjuanina y me marcó mucho esta canción. Fue idea de mi tío ingresar a la pelea del título argentino con este tema.

—¿Si tuvieras que cambiar algo de tu vida, que cambiarías?
—Creo que no cambiaría nada, las cosas que no salieron como pensaba también me ayudaron a crecer y a sumar experiencia. Estoy totalmente conforme con mi vida.



Cómo la vi
Uno piensa en boxeo y cruzan por la mente sangrientos combates, cortes en las cejas, orejas repolladas, golpes, golpes, golpes, alguien que cae pesadamente mientras una multitud delira y aplaude al campeón.
Eso no es todo. Aparecen también denuncias, peleas arregladas, grandes campeones que murieron en la miseria, personajes tenebrosos.
Con todas esas imágenes el periodista entrevista a Leonela Yúdica. Y se encuentra con una docente que quiere ser abogada, que fue bailarina de folklore, que luce un rostro muy agradable y sin marcas, y que es campeona mundial en un deporte todavía exótico y difícil de aceptar para el cronista. Leonela habla con lucidez del duro oficio del boxeador.
Y uno no puede menos que desearle la mejor de las suertes en su dura profesión y que concrete su sueño de ser abogada.
JCB




El perfil psicografológico Por: Elizabeth Martínez Grafoanalista

Denota buena adaptación social. Sería amable, agradable, influenciable, sin aptitud de rígido mando. Por ello tendería a no chocar con los otros y a acomodarse a las situaciones que le toca vivir.

Inteligencia de buen nivel, capacidad de reflexión y equilibrio entre la razón y los sentimientos.

Probable tendencia al pensamiento mágico, que la llevaría a ver las cosas más fáciles de lo que en realidad son. Es optimista, despliega sus acciones con gran pasión y fuerza.

Tendencia a la extroversión, disfruta de la independencia en muchas esferas de su vida.

Se detecta un posible nivel de autoexigencia elevado (Superyo severo). Marcado respeto por las normas y la autoridad en general.

Texto centrado en la hoja, lo cual manifiesta una probable necesidad de alejarse de situaciones pasadas difíciles. Por su parte se advierte mucho esfuerzo y tesón para lograr sus objetivos futuros, sin embargo puede sentir que le resulta costoso alcanzarlos.

Se observa alto nivel de organización, de claridad mental.

Persona intuitiva con elevada capacidad de persuadir a los otros, sin embargo no tendría conciencia de la posesión de esta cualidad tan favorable, dado que no estaría siendo actualizada, puesta en marcha aun, por Leonela.


Entrevistas y textos: Juan Carlos Bataller
Edición para TV: Mariano Eiben
Mixer: Luciano Bataller
Diseño: Miguel Camporro
Cámaras: Nicolás Mercado
Grafología: Elisabeth Martinez
Caricaturas: Lucho Velazquez
Desgrabación textos: Joana Icazatti
Maquillaje: Charly Ramos


Entrevista realizada por Juan Carlos Bataller en noviembre de 2017. Publicada en La Pericana número 106 el viernes 4 de mayo de 2018, en la edición 1815 de El Nuevo Diario.

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Leonela bailando en su cumpleaños de 2
Leonela en un acto escolar
Leonela con el cinturón que la consagró campeona de la Federación Argentina de Boxeo, categoría Mosca. En la foto junto a su madre.
En plena lucha con la retadora japonesa Yunoka Furukawa. En esa pelea conservó el título de peso Mosca de la FIB
Se hizo boxeadora en el club Raúl Landini, un gimnasio con casi un siglo de vida. Su entrenador, su tío Daniel Alcaraz.
Manuscrito de Leonela Yúdica que permitió hacer el estudio grafológico a la profesional Elizabeth Martínez
Leonela Yúdica al frente de su aula
Leonela Yúdica al frente del puching ball
Leonela Yúdica posando junto a uno de sus ídolos: Sergio “Maravilla” Martínez
Leonela Yúdica en una caricatura realizada por Lucho Velázquez
Leonela Yúdica entrevistada por Juan Carlos Bataller en el ciclo Que hiciste con tu vida.