Marianela López. Una luchadora con perfume de mujer

Juan Carlos Bataller le realizó la entrevista a Marianela López a fines de 2017 para el ciclo Qué hiciste con tu vida.

 —Hablame de tu infancia...
—Somos cinco hermanos, soy la más grande. Tenemos pocas diferencias, nos llevamos 1 año y un mes, así que somos más que hermanos, amigos. Tengo dos hermanas y los más chicos son los varones.

—No es fácil ser la mayor de cinco hermanos...
—Las hermanas mayores son contenedoras, son más mamá y nos gusta mandar, organizar.  Creo que para mis padres debe haber sido un sacrificio porque eran muy jóvenes, con 27 años nos tenían a los cinco. La posibilidad de tener muchos hermanos y muy seguido, es una amistad más que una hermandad. Se comparten muchas cosas en común, realmente fue una infancia muy tranquila y feliz.

—Háblame de tu mamá
—Mi mamá realmente es una luchadora. Se casó muy joven con mi papá, a los 19 años. Vivian en Córdoba. Siempre estuvo para todo. Me llevaba, me traía, me enseñaba los deberes, estaba en todas. Ahora sigue estando, es servicial, nos cuidó mucho. Fue dura también porque había que manejar muchos chicos, pero estuvo muy dedicada a los cinco hijos.

—¿Y tu papá?
—Tuve la suerte de tener padres jóvenes. También fue un hombre muy sencillo, muy presente, divertido, lector, muy de compartir los tiempos libres con los cinco hijos.

—Yo recuerdo que tu papá en una época trabajó de periodista mientras estudiaba.
—Era periodista, trabajo en el Diario de Cuyo. Después fue fotógrafo, iba a los casamientos o cumpleaños de 15, para pagarse la carrera de abogado porque vivía en Córdoba. Vivía entre el periodismo y  sacar fotos. En esa época no era como ahora que te sacan las fotos y las tenés inmediatamente. Él llegaba, sacaba la foto, la revelaba y cuando los novios se iban a las 3 o 4 de la mañana estaba ya parte de laboratorio. Compartía mucho su trabajo con nosotros, tuvo conejos, plantaciones de tabaco en Calingasta.

—Fue muy emprendedor. El no viene de una familia de abogados...
—No, mi papá viene de una familia donde su mamá era ama de casa, mi abuelo paterno chofer de colectivos. Siempre tuvo esos sueños de emprender. Era una generación que quería progresar. Llegó a tener 1.500 conejos, todos los hijos cuidábamos los animales. Tuvo imprenta, fincas, bodegas. Fue muy grande el esfuerzo, se apostaba todo el patrimonio. 

—Y un día tus padres se separaron...
—Fue muy duro porque se divorciaron y realmente después de muchos años de estar juntos, casi 40 años de casados. En realidad, a pesar de que cada uno tiene su vida, han sabido mantenernos unidos a los cinco hijos y entre ellos. Todas las fiestas las compartimos juntos, siempre con el respeto que cada uno tiene en su casa, horarios y vida. Fue duro pero lo supimos sobrellevar. 

—¿Dónde estudiaste?
—La primaria la hice en la Fontana Rosa, que en el terremoto del 77 entró en crisis el edificio y nos trasladaron a todos los alumnos a la Superior Sarmiento. Ahí terminé la primaria. En esa época los alumnos eran más de 40, con profesores divinos, la primaria fue muy linda. La secundaria fui al Central Universitario y los dos últimos años los terminé en la Inmaculada.  

—Yo creo que sos de la última generación de los que estábamos orgullosos de ir a la escuela pública...
—Yo amo la escuela pública, mis amigos y conocidos son de la escuela pública. Realmente fue maravilloso llevar un guardapolvo blanco, que era impecable. La igualdad que había entre todos, eras compañero de todo el mundo y no había tantas divisiones como hoy en día. 

—¿Te quedaron amigos de esa época?
—Me quedaron amigos. Era otra forma de vida en esa época. 

En algún momento debiste elegir una carrera. Tu padre abogado creo que fue una influencia
—Fue una influencia fuerte porque de los cinco hermanos, cuatro somos abogados y el más chico es martillero. Mi padre fue protagonista de todo su trabajo en mi familia y entonces todos vivíamos la profesión de mi papá muy activamente. Los fines de semana íbamos al estudio de mi papá y pasábamos escritos en máquinas de escribir. Crecimos diciendo “con la justicia podemos hacer mucho”. Todos mis hermanos son diferentes, la que ejerce soy yo y otra ejerce en San Rafael, otro de mis hermanos se dedica más a lo administrativo. 

—¿Te gusta la profesión?
—Me gusta, amo lo que hago. Creo que desde mi profesión se puede hacer mucho, se puede hacer mucho mal pero mucho bien, porque con la abogacía podés ayudar a mucha gente que no ve la solución a algo. Muchas veces vienen, te plantean un caso y ellos mismos te dan una solución porque la profesión tiene mucho de sentido común.

Hay veces que el abogado actúa como defensor de alguien, y a veces lo contratan para que dilate un juicio. Hay casos imposibles que hacen que la pena sea lo menor posible. 
—Ahí está la habilidad, primero saber en qué lugar querés pararte para ejercer tu profesión. En un lugar donde vas a defender tales situaciones o dónde vas a tomar otro camino. En ese rubro que vos elijas, que es lo que pretendés o como querés defender a las personas. Se trata de buscar la verdad lo más cercano a lo real posible. Pero creo que es el lugar donde uno se para para ejercer cualquier profesión. 

—¿En qué universidad estudiaste?
—Comencé en la Universidad Católica hasta tercer año y terminé en la universidad estatal de Córdoba. Fue fascinante llegar a un lugar donde hay gente de toda la Argentina sin diferencias. Realmente una etapa maravillosa donde conocí gente de todo el país. Los profesores eran personas que después no tenías que volver a repasar algunos temas, porque la forma como lo explicaban bastaba para comprender. 

—¿Te fuiste sola a Córdoba?
—Me fui con mi hermana, la tercera. Vivíamos y estudiábamos juntas. Me recibí yo antes, regresé a San Juan y ella después terminó. 

¿Cómo es llegar a Córdoba y vivir la vida de una chica de 18 años?
—Es impactante, yo me fui a los 22 años, realmente llegás a estar sola, nadie te controla. A mí no me costó con mi hermana, no nos abrieron una jaula y nos dijeron esto es la libertad, porque la libertad ya la teníamos en nuestra casa. Irme con mi hermana fue como un plus, me hizo crecer mucho.

—Estando en Córdoba quedaste embarazada...
—Estando en Córdoba quedé embarazada de mi novio de muchos años. Yo cuando me fui estaba de novia con un sanjuanino desde hacía más de 7 años.

Por ahí uno conoce a la Marianela que fue la primera mujer que llegó al Foro de Abogados pero todavía en ese tiempo había que tener el valor para asumir un hijo sin casarse antes. 
—Fue muy difícil, me quedé embarazada en el 96 cuando no era común que una mujer soltera se quedara embarazada y tuviera un hijo. No era bien visto. Realmente nunca se me ocurrió no tenerlo, la decisión del papá de mi hija fue no ser participe, no casarse, no tener otro tipo de relación. Apenas me entero que estoy embarazada, a la hora y media se lo cuento a mi mamá y a mi papá

—¿Cómo reaccionaron?
—Las reacciones de mis padres por supuesto fueron como la de cualquier persona que diseña para sus hijos una vida. Pero bueno, creo que las cosas a uno le tocan y más cuando las hace conscientemente, hay que asumirlas y seguir.

—¿Cómo fue tu embarazo?
—Tuve un embarazo difícil porque en su momento se juzga mucho, se habla de más. Hoy tener un bebé de soltera en muchos casos se busca. La verdad que felicito a las mujeres que dicen “quiero tener un hijo, lo busco y elijo con quien tenerlo”. En su momento fue muy duro, fui muy criticada.

—¿Qué pasó a partir del parto?
—Tuve a Macarena, para mí fue una bendición, porque uno también los va criando en el amor, en la verdad. En muchas situaciones no sé si discriminan pero te ven mal. Con el tiempo pasa. Era otra época, que transité con mi hermana, familia y amigos que me hacían el aguante. Yo rendí hasta que mi hija nació en septiembre, nunca fue un impedimento para nada, para lograr ninguno de los sueños. Ser madre te cambia y te forma como ser humano. 

—¿Cuántos hijos tenés ahora?
—Tres, después armé mi vida. Me casé con un amigo de la adolescencia y no tuve suerte, nos separamos al poco tiempo. Ya tenía mis dos hijas. Me volví a casar, tuve otra hija, tengo tres mujeres. Nada fue obstáculo para continuar, creer y apostar en la familia y en el amor. Todos los seres humanos dentro de una familia funcionamos mejor. Esa contención creo que es lo que te ayuda en la vida y te apoya para progresar.

—Es fácil juzgar sin salir de una zona de confort...
—Yo creo que son los que más juzgan. Fue lo que me pasó con mi hija Macarena cuando la quise bautizar... Me costó mucho porque era madre soltera, hasta que un sacerdote la bautizó con un criterio mucho más amplio. Yo les consulté a los sacerdotes, ¿si yo hubiera abortado estaría todo bien y hubiese seguido siendo Marianela la novia de un chico bien?”. Pero tuve una vida que la defendí en una época muy difícil. Nunca dejé de creer en Dios. Mi fe nunca se movió del lugar en el que la tengo. 

—¿Tu relación con la Iglesia institución se deterioró?
—No, nunca; al contrario, se fortaleció un montón. Los hombres son los que aplican y llevan a la práctica las teorías o los preceptos. 

—Alguien dice que solamente uno se puede enamorar una vez en la vida, ¿vos te enamoraste varias veces?
—No lo comparto, creo que el enamoramiento va muy de la mano de la situación y la edad que uno tiene. No es lo mismo enamorarte a los 15 que a los 50 o 70. Creo que uno se enamora desde otros lugares, con otra madurez y capacidades que tiene para dar. 

—¿Cómo fue tu segundo marido?
—Es difícil al principio desde lo ensamblado, porque él también es divorciado con un hijo. Siempre el hilo conductor fue el respeto y el amor. Realmente hoy estoy orgullosa de lo que uno construye, no es fácil pero se puede. 

—Hay abogados a los que les alcanza con su profesión y otros que quieren volcar parte de sus conocimientos para cambiar estructuras. Vos fuiste una de las que quieren cambiar muchas cosas...
—La verdad es que con mi profesión no me alcanza en cuanto a mi satisfacción personal. A lo que uno tiene adentro y puede llevar a la sociedad. Trabajo mucho pero siempre volcarme a lo político y también a lo institucional, son desafíos. El aportar una idea para cambiar, no sólo lo declamo y me quedo en lo pasivo sino que trato de llevarlo a la práctica. 

—Hoy en la matrícula de Abogacía hay más mujeres que hombres. Yo recuerdo en una de tus primeras intervenciones públicas, decían que era como un comentario de peluquería, esto jamás se lo harían a un hombre. 
—Es cierto. A un hombre jamás se lo harían. Siempre hay un plus en el tema de la condición de ser mujer para lugares, cargos o circunstancias que son cumplidas por hombres. Todos los cambios producen eso, toda la presencia de una mujer en un ambiente de varones va a producir eso, “no va a poder”, “es incapaz”.  A esta altura del siglo los espacios que se han ocupado desde la formación, uno tiene que demostrar más que un varón, que es capaz para desarrollar un acto. Son las reglas del juego. Lo hago porque me formé, estoy convencida y creo que vale la pena hacerlo. 

—¿Cuál es tu resumen de ese paso por el Foro de Abogados?
—Es una institución que tiene una responsabilidad social muy trascendente. Quien representa al Foro, sabe que sus opiniones y posiciones impactan directamente en la sociedad. Nosotros trabajamos con los problemas cotidianos de la sociedad. 

—Algunos dicen que critican aspectos de la Justicia pero rara vez se juzgan a sí mismos. Este es un país donde se están judicializados temas increíbles y no hay una crítica hacia el matriculado.  
—Creo que a veces hay que hacer una reflexión sobre los propios errores, no siempre estar mirando los errores ajenos. Cuando uno aprende a criticarse a sí mismo, aprende a decir: estos son nuestros errores y tratar que realmente cambie la visión, en este caso del matriculado o sobre el ejercicio de una determinada actividad.

—Dejaste el Foro de Abogados e hiciste política. Éste es otro mundo donde está todo organizado con los horarios para hacer  difícil la actividad a una mamá. ¿Te costó entrar en la política?
—No me costó porque en realidad me invitaron, me convocaron, acepté y participé. La verdad es que me gustó mucho el lugar que tiene la política para producir los cambios. Creo que son lugares importantes donde debe haber gente formada, pero sobre todo buena gente. Tengo la suerte que mis hijas no eran tan chiquitas, entonces te facilita quizás porque me encuentro parada en otra etapa de la vida. 

—Hay una frase “roba pero hace”... ¿Cuál es tu opinión?
—No, absolutamente, robar nunca. 

—¿Estarías dentro de un partido como candidata donde hubiera sospechas de corrupción?
—No, porque creo que terminás manchado, cuestionado. Salvo que uno esté convencido y pueda demostrarlo, uno tiene la obligación de aclararlo. 

—¿La ideología juega con vos o no te interesa?
—No, creo en el hombre que hace el bien.  Lo que hacés, decís o pensás tiene que tener coherencia.

—¿Te gusta el poder?
—Depende para qué. El poder bien entendido para cambiar algo, sí. El poder por el poder mismo es muy peligroso y uno tiene que ser muy cuidadoso cuando tiene poder y tener un entorno que constantemente te baje. Cuando uno estudia la historia y estudia las personas, el poder te puede hacer mucho daño.

—De todas formas, no jugaste para ser la tesorera del Foro de Abogados, fue la presidencia, estuviste como candidata a diputada como una etapa intermedia, ó sea que jugás al poder. 
—Sí, creo que desde ahí se pueden hacer muchos cambios. Pero hay que tener los pies sobre la tierra y rodearse de gente que constantemente te haga saber que el poder te puede hacer daño. 

—¿Qué libro te movió las estructuras?
—“La novena revelación” fue un libro que leí a los 24 años y me impactó muchísimo en cuanto a las causalidades de las circunstancias de vida y personas que nos encontramos. Cosas que te pasan pero que en realidad no son casuales, sino que en realidad van concatenadas con otras situaciones, pero uno también tiene que estar predispuesto y abierto a estar atento. Ese libro me impactó mucho. 

—¿Alguna película te impactó?
—Sí, “La sociedad de los poetas muertos”. Me impacto el mensaje “Carpe diem”, vive el día.

—¿En la vida pensás lo mismo?
—Totalmente, tratar de ser lo mejor que puedas y disfrutarlo.

El ciclo de entrevistas se llama ¿Qué hiciste con tu vida? ¿Estás conforme con tu vida?
—Si, a mi edad no cambiaría nada, quizás unos años atrás, sí. Hoy todo me ayudó  a estar parada donde estoy, a reconocer el valor que tiene mucha gente y circunstancias.

—Para terminar esta entrevista, ¿cuál es tu canción?
—“Juntos a la par”, de Pappo. Me gusta mucho no solo en el sentido de la pareja, sino de una amistad, un padre, hijo, hermano. Juntos a la par, es muy bendecido para la persona que puede caminar con otro.



Cómo la vi
 La primera imagen que transmite Marianela es la de la chica traga del curso. La que nunca deja de estudiar su lección, la del delantal recién planchado,  la de las uñas prolijas y el flequillo en su lugar.
Cuando sonríe se transforma en la nuera que quisiera toda suegra.
La que aparenta no competir, la que sabe cocinar, coser y bordar.
Es la chica que no muestra flancos débiles, la que puede pasar cualquier  examen como madre, esposa y seguidora fiel de mandatos familiares.
Quino diría que inspiró a su personaje Susanita.
Pero si acá terminara su descripción, el cronista cometería un grueso error.
Porque Marianela es eso y mucho más.
Aunque no lo declama y hasta lo disimula con una sonrisa, sabe lo que es competir en un mundo de hombres. Es más, está convencida que ser mujer no es una desventaja sino un plus que está dispuesta a utilizar una y mil veces para alcanzar metas a las que no pone límites.

Sabe también que equivocarse no es fracasar sino aprender con la propia piel.

Y aunque lo niegue, está convencida que no hay mandato -familiar, personal o social- que no pueda transgredirse.

El cronista termina la nota convencido que la historia de Marianela López está en curso

JCB





 

El perfil Psicografológico

Por: Elizabeth Martínez – Grafoanalista


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 Se trata de una persona que tiende a ser transparente, le gustaría mostrarse tal cual es. No sientiéndose cómoda con la hipocresía o las pantallas sociales.
»» Es muy reflexiva, le interesaría que sus producciones (trabajos) sean bien realizado aunque este lleve más tiempo. Prioriza la eficiencia por sobre la rapidez.
»» Presenta un nivel de organización mental muy desarrollado. Sería clara y ordenada. Aprecia que las cosas se realicen de la forma correcta. Mostraría   buenos dotes para dedicarse a la enseñanza.
»» Se observan indicadores que la muestran detallista, concentrada en los buenos resultados.
»» Se observan rasgos propios de una persona con un estado anímico equilibrado. Trataría de mantenerse estable frente a las diferentes situaciones que se le presentan, sin embargo por debajo de esa estabilidad, se encontraría una persona llena de vida, de ganas, de fuerza que puja por salir.
»» La forma de la escritura en el nombre y el apellido de su firma marca una tendencia de que a nivel personal (predominio de curvas) sea suave, diplomática, que tienda a evitar los conflictos; mientras que a nivel laboral (predominio de ángulos) se revela una personalidad más sólida, firme, aguerrida, con mayor capacidad para ponerle límites a los otros.


-- Entrevistas y textos: Juan Carlos Bataller

-- Edición para TV: Mariano Eiben

-- Mixer: Luciano Bataller

-- Diseño: Miguel Camporro

-- Cámaras: Nicolás Mercado

-- Grafología: Elisabeth Martínez

-- Caricaturas: Lucho Velázquez

-- Desgrabación textos: Joana Icazatti

-- Maquillaje: Charly Ramos

-- Esta entrevista fue realizada a fines de 2017

         

GALERIA MULTIMEDIA
Marianela López junto a sus hermanos cuidaban los animales en la finca de su papá.
La mamá de Marianela López, Tina Moreno y sus hermanos Renato, Juliana, Isabelina, Emiliano y ella.
Marianela López junto a su papá Eladio López y sus hermanos Isabelina, Renato, Juliana y Emiliano.
Marianela López con su mamá Tina Moreno.
Marianela López y sus hermanas Juliana e Isabelina.
Marianela López, en uno de las oficinas del Foro de Abogados de San Juan
Manuscrito de Marianela López, del cual la grafoanalista Elizabeth Martínez realizó el perfil psicografológico
Marianela López junto a su esposo Tito Gómez y sus hijas: Milagros, Macarena y Sofía.
Marianela López haciendo política.Junto a Rodolfo Colombo y Juan Sansó
Marianela López fue entrevistada por Juan Carlos Bataller en el ciclo Qué hiciste con tu vida, a fines de 2017
Caricatura de Marianela López realizada por Lucho Velazquez
Marianela López fue entrevistada por Juan Carlos Bataller en el ciclo Qué hiciste con tu vida, a fines de 2017
Marianela López fue entrevistada por Juan Carlos Bataller en el ciclo Qué hiciste con tu vida, a fines de 2017
marianela lópez qué hiciste con tu vida