Sabino Pignatari y Eleonor Stabile llegaron a San Juan desde Italia, en la década de 1910. Él venía a investigar enfermedades de la vid, se enamoró de esta tierra y se convirtió en argentino por opción. Fue un reconocido educador en el ámbito de la vitivinicultura y entre sus hijos hay destacados profesionales. Uno de ellos, su homónimo, es quien lleva adelante una reconocida empresa constructora en la provincia.
El enviado del Ministerio de Agricultura de Italia
El apellido Pignatari llegó a San Juan con Sabino Pignatari Biscoglia y su esposa, Eleonor Stabile. Sabino era oriundo de la provincia de Cerignola, Italia; allí nació en 1881, hijo de Sabino Pignatari y Ripalta Biscoglia. Estudió en la Escuela Marsala y, en 1899, egresó como “Atestato di Licenzia en Agricultura”, o sea, Licenciado en Agricultura por la “Regia Scuola Pratica di Agricoltura de Cerignola” y comenzó a trabajar en su profesión. Fue en uno de los viajes que hizo por trabajo donde conoció a quien sería su esposa. Sus descendientes conocen la historia, recuerdan que Sabino paseaba por las calles de Castrovilari, una comuna ubicada al sur de Italia, en la provincia de Cosenza, cuando escuchó que desde una ventana salía la voz de una jovencita. Era la voz de Eleonor, que nació en 1889, hija de Francisco Stabile y María Rizzo. Eso lo enamoró y los jóvenes se casaron al poco tiempo.
Sabino y Eleonor tuvieron a su primer hija en Italia, Fiora María. Al poco tiempo, el Ministerio de Agricultura de Italia lo envió a Argentina con la finalidad de investigar las enfermedades de la vid producidas por la humedad. En 1912 se embarcó con la pequeña familia en un largo viaje, trayendo como equipaje una foto, los conocimientos adquiridos y una colección de cepas de uvas finas. Por las características del estudio que debía realizar, el ambiente de San Juan fue considerando el más indicado.
En la provincia, la familia Pignatari Stabile fue creciendo, a pesar de que por las enfermedades de la época fallecieron tres hijos siendo pequeños: Sabino Francisco, Rosita y Sabino Humberto. Pero si crecieronRipalta, María Elena, Olga “Gorda”, Sabino, Amelia e Irma “Chichí”, además de Fiora, que había nacido en Italia y que en Argentina pasó a ser Flora. No era extraño en aquellos tiempos que los nombres de algunos hijos se repitieran, cuando uno de ellos había fallecido. Así, el matrimonio Pignatari Stabile, que había perdido a dos hijos varones, Sabino Francisco y Sabino Humberto, le puso Sabino a otro de sus descendientes. Sin embargo, a modo de protección, recuperaron una antigua tradición familiar según la cual el primer hijo varón sólo debía llamarse Sabino, sin un segundo nombre. Esa es una tradición que la familia ha conservado en las nuevas generaciones.
Sabino Pignatari Biscoglia terminó su investigación en estas tierras y remitió los resultados a Italia, pero decidió continuar su vida en Argentina. Sus conocimientos científicos y empíricos añadidos a su pasión por el trabajo fueron las claves para su inserción en el mundo productivo de principios de siglo XX en este país. En 1914 el Ministerio de Agricultura lo trasladó a Mercedes, Buenos Aires. Sin embargo, una nota de viñateros de San Juan que indicaban que la presencia de Pignatari en la provincia era “absolutamente necesaria”, dejó sin efecto el nuevo destino.
Un educador nato
En 1915 fue designado Perito Ayudante de Agrónomo Regional y luego Agrónomo Regional de San Rafael (Mendoza), ascenso que no aceptó. En 1918 asumió como Perito Agrónomo destacado en Investigaciones de la Dirección General de Agricultura y Defensa Agrícola. También fue Asesor Técnico del Centro Vitivinícola Nacional, Delegación San Juan, en cuya revista escribió ininterrumpidamente desde 1922 hasta 1936. En 1934 fue designado Profesor de Agro-Geología y Plagas y Enfermedades que atacan a las plantas y al ganado de la región, en la Escuela Normal de Maestros Rurales San Martín. En la misma escuela fue Profesor de Mineralogía y de Ciencias Biológicas. En 1935 fue vicedirector de esa escuela y en 1937 Inspector de Enseñanza del Hogar Agrícola de Trabajos Prácticos y Complementarios, cargo que desempeñó hasta el momento de su muerte, en julio de 1950. Volcó sus conocimientos y experiencia docente en una reformulación de los planes de estudios. Hoy la Escuela Técnica de Capacitación Laboral, que funciona en horario vespertino en el edificio de la Escuela Superior Sarmiento, lleva el nombre “Sabino Pignatari”, en reconocimiento a los inestimables aportes de este activo inmigrante italiano a la educación sanjuanina y de la región.
Sabino Pignatari Biscoglia fue autor de una gran cantidad de trabajos sobre poda y cultivo racional de la vid, expuestos en congresos y publicaciones. Es difícil resumir su labor en conferencias, cursos y demostraciones abocados a la enseñanza y la experimentación de un concepto innovador: la familia como unidad productiva de la región, a través de la implementación de la explotación de la tierra y manufacturación de sus productos. Él pensaba en la transformación de cada vivienda en una unidad productiva. Consciente del efecto multiplicador del aprendizaje, se dedicó a enseñar. Por eso enfatizó en la capacitación tanto en las zonas rurales como en la ciudad. Dio conferencias en las fincas para productores y trabajadores rurales con sus familias y asumió el desafío de integrar a la mujer a la vida productiva rural. Compartió las horas de su dedicación a la educación y a la agricultura con su oficio de enólogo. Durante once años Sabino Pignatari tuvo a su cargo la Dirección Técnica de los viñedos de la Sociedad Anónima Santiago Graffigna Ltda., en los tiempos en los que esta empresa decidió traer vides americanas resistentes a la filoxera y realizó los primeros ensayos de injertos. Participó activamente en la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos (hoy Ausonia), institución de la que fue presidente en tres oportunidades. Convencido de que la Argentina era su lugar y que aquí había mucho que enseñar, fue argentino por elección.
La muestra que viajó en tren
En 1932 el Ministerio de Agricultura de la Nación organizó una muestra itinerante, promotora de los productos regionales. Circulaba por el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, en trenes que eran una especie de escuelas rodantes y de propaganda de las industrias regionales. Fue Sabino Pignatari Biscoglia quien, a solicitud del ministerio, organizó y acompañó las exposiciones y conferencias. A modo de ensayo, se habían realizado años antes giras con un solo vagón pero, dado el interés creciente que despertó en las localidades visitadas, fue necesario ampliar el número de coches y el personal técnico para atenderlos. Fue así que los trenes de las últimas giras se componían de cuatro vagones y el personal técnico que viajaba en ellos atendía durante todo el día, sin interrupción –incluso domingos y feriados- a alumnos de escuelas, maestros y vecinos de las localidades donde hacía escala, asesorando en forma teórica y práctica sobre temas vinculados con el campo.
Todas estas muestras itinerantes fueron organizadas y acompañadas por Sabino.
Las nuevas generaciones
La pasión y compromiso de Sabino Pignatari Biscoglia por la educación ha transcendido a las generaciones de su familia.
» Flora Pignatari Stabileobtuvo en Córdoba tres títulos universitarios en el área de la bioquímica, llegando hasta un doctorado. Se casó con el porteño José Aníbal Martínez y tuvieron tres hijos: Amadeo José Martínez, Aldo Sabino Martínezy Héctor Hugo Martínez.
» Ripalta Pignatari Stabilese incorporó a la orden de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, en la que llegó a ocupar cargos directivos. Fue Madre Superiora del Colegio La Inmaculada de San Juan, Madre Superiora en Copiapó (Chile) y Madre Regional con asiento en Tucumán.
» María Elena Pignatari Stabile conoció, a través del marido de su hermana Fiora, al catamarqueño Pedro Campos, con quien formó su familia. Radicados en Catamarca, tuvieron dos hijas: Eleonora Campos y María del Carmen Campos.
» Olga Pignatari Stabile fue maestra en numerosas escuelas de San Juan y se jubiló como docente. Casada con el puntano Luis de la Torre, tuvo a: Salvador de la Torre, Luis Arturo de la Torre, Laura de la Torre, Jorge de la Torre, Carlos de la Torre, Leonardo de la Torre y Juan Pablo de la Torre.
» Sabino Pignatari Stabileformó una empresa constructora con la que concretó importantes emprendimientos. Fue su firma la que levantó en San Juan el edificio San Miguel, el primero de propiedad horizontal realizado en forma privada en la provincia después del terremoto de 1944. Casado con Isabel (Perla) Perramón, tuvieron seis hijos y algunos de ellos están relacionados- a través de la ingeniería y la arquitectura- a la actividad de la construcción: Estela Pignatari, Graciela Pignatari, Sabino Pignatari, Mabel Pignatari, Mario Guillermo y Rossana Pignatari.
» Amelia Pignatari Stabile, soltera, vivió en Córdoba con su hermana Flora.
» Irma Pignatari Stabiletambién se dedicó a la docencia en San Juan. Falleció joven. Tuvo cuatro hijos: Rosa Leonor Coria, Liliana Coria, María Luisa Coria y Héctor Hugo Coria.