El 24 de mayo de 1827 Manuel J. García, enviado a Río de Janeiro por el presidente Bernardino Rivadavia, intentó negociar la paz con Brasil mediante la firma de la Convención Preliminar de Paz, por la que el gobierno de las Provincias Unidas renunciaba a sus derechos sobre la Banda Oriental y la dejaba en manos del Imperio del Brasil. Además, se comprometía al pago de una indemnización de guerra y al desarme de la isla Martín García. La firma de este tratado deshonroso fue el comienzo del fin del gobierno de Rivadavia.