Arquitectura y urbanismo
Consorcio San Martín
La cercanía a las instalaciones del Club Atlético San Martín le dio su nombre.
Como en tantos otros casos sanjuaninos, el Barrio San Martín se erige en terrenos otrora ocupados por viñedos, en este caso, los de Bernardo Caputo. De hecho, el edificio de la bodega quedó en medio de su característica geografía plagada de torres, aunque claro está para otros usos (ahora es un estacionamiento y depósito). Fue bajo el Plan 25 de Mayo 
cuando el gobierno militar -en forma conjunta con la CGT y el Banco Hipotecario Nacional- comenzó a construir estos 768 departamentos de puro hormigón elaborado (su edificación no conoce de blocks, ostentan) y amplísimos 98 metros cuadrados, que hoy por hoy constituyen el núcleo habitacional más grande de Capital.
Un evento trágico adelantó la entrega de las primeras 60 unidades: el terremoto de 1977, con epicentro en Caucete. Sobre finales de ese año y motivado por la alta demanda de 
viviendas antisísmicas, se habilitó el Sector 1, vecino a la cancha de San Martín. Sobre mediados de los "80 se concluyó el proceso: estaban listos y prácticamente habitados los 6 sectores (con planta baja, primero y segundo piso sin ascensor), las 7 torres (las más altas, de 7 pisos y con ascensor) y las cinco intertorres; que ocupan casi 7 hectáreas entre la Avenida de Circunvalación y las calles Colombia, Salvador María del Carril y Falucho.
El nombre original fue Barrio CGT, pero se le comenzó a llamar San Martín por extensión: por entonces, el auténtico Barrio San Martín eran las casas linderas al club, previas a la construcción de esta verdadera mole.
En 1987, el "barrio" que hoy habitan unas 3.500 personas y que cobija historias como la filmación -en 1981- de la película "Visión de un asesino" (de Reinaldo Mattar, con Oscar Kummel, Lucy Campbell y Juan Carlos Dual, entre otros), vivió un cambio rotundo: Por la Ley 13.512 de Propiedad Horizontal, dejó de ser un barrio y se constituyó en consorcio, formato bajo el que sigue actualmente.
En este marco, se organizó un consejo de administración que elige autoridades y supervisa el trabajo de los 24 empleados, además de, por ejemplo, el cobro de las expensas comunes de pago obligatorio, en contrapartida por servicios como agua, cloaca, mantenimiento, vigilancia, etc. Estas expensas -además de la imposibilidad de modificar la estructura exterior e interior de las viviendas- son algunas características de su devenir a consorcio; lo que realmente es, aunque todo el mundo lo siga llamando "el barrio" San Martín.
Fuente: Diario de Cuyo
