Lo celebró junto a sus exalumnas de teatro, compañeras de PROTEA, familiares y amigos. Sketches, danza, recitado y show de tango fueron parte de un festejo original y divertido en el Club Sirio Libanés.
Una de las figuras más emblemáticas del teatro en San Juan cumplió 70 años y lo festejó haciendo honor a una vida dedicada a las tablas. Susana Rosselot de Bettio fue la agasajada en el Club Sirio Libanés, donde se reunieron sus exalumnas del Instituto de Arte Dramático, compañeras de la Escuela Normal, familiares, amigos, periodistas y las infaltables “chicas de PROTEA” para vivir una tarde de risas y emoción, denominada “Las locuras de Susana”.
Bajo la batuta de Carolina y Analía Salguero, las alumnas de Susana se encargaron de organizar y presentar diferentes números, que mostraron la gracia de una generación de jóvenes que se formaron con una de las profesoras de teatro más conocidas de la provincia. Antes, la tarde había comenzado con la proyección de la típica escena de la película “La caída”, adaptada para la ocasión.
A continuación, la propia agasajada se adueñó de la escena al subir al escenario recitando “70 balcones y ninguna flor” e hizo gala de su gran histrionismo al realizar un repaso de los grandes momentos de su vida. En ese racconto, narró cómo fue su infancia en Rawson, cómo empezó a aprender recitación a los 6 años, los concursos que ganó; su primer recitado en la misma sala del Sirio Libanés a los 12 años, sus años como docente en Caucete, las clases en su escuela de teatro, el amor con al médico Eduardo Bettio y la llegada de los hijos y posteriormente los nietos. Con su picardía de siempre, desplegó sobre el escenario una fotocopia gigante de su DNI para hacer bromas sobre su edad y finalizó con el poema de Alfonsina Storni “Danza irregular”.
Canastas de rosas, regalos e innumerables saludos integraron las muestras de afecto que recibió la profesora, que también se emocionó con las afectuosas palabras de su esposo Eduardo.
Más tarde llegó el Principito, en una representación junto a Carolina Bettio, hija de Susana, que fue seguido de otros recitados de poesía. Soplar las velitas junto a los nietos fue otro de los momentos emotivos, al igual que el saludo de las “hermanas” de PROTEA, que destacaron el rol de la cumpleañera como “alma mater” de la institución.
Antes del brindis en el patio del club, se proyectó un video con imágenes de la vida de Susana, desde que era bebé hasta la actualidad.
Una clase con Susana
Uno de los momentos más divertidos de la tarde estuvo a cargo de algunas de las exalumnas de teatro, que se animaron a hacer una parodia de las clases que solían tener junto a Susana. Frases como “hay que sentir el personaje”, “no pongan las manos en bandeja”, “no canten la letra”, “cualquier personaje es importante por ínfimo que sea” y “el teatro es un trabajo en equipo” resonaban en la boca de la profesora, que constantemente impulsaba a sus discípulas a comprometerse con el arte. Ya fuera de la escena, las mujeres agradecieron a “la mejor intérprete de la provincia” por inculcarles valores como la puntualidad y la responsabilidad y por “enseñar no solo con la palabra sino también con el ejemplo”.
Momento de tango
Eduardo, Carolina y Paola Bettio participaron activamente del festejo de su madre y, como era de esperar, no faltó la actuación de Carolina San Juan, el nombre artístico de la segunda hija de Susana, que brindó un recital de tango. Con talento propio y la energía que heredó de su madre, la cantante interpretó clásicos como “Ventarrón”, “Caserón de tejas”, “Al mundo le falta un tornillo”, “El firulete”, “Balada para un loco” y “Se dice de mí”.