El 2 de mayo de 2011, moría Osama bin Laden. Tras seguir la pista kuwaití desde 2007, unidades de élite de las fuerzas militares de EE. UU. abatieron a Osama bin Laden en el transcurso de un tiroteo en Pakistán. El presidente Barack Obama informó públicamente la novedad la noche del 2 de mayo. La operación, cuyo nombre en clave primero se informó que fue «Operación Gerónimo» y después «Operación Lanza de Neptuno», fue llevada a cabo por unidades del Grupo de Desarrollo de Guerra Naval Especial de los Estados Unidos (unidad de élite de los SEAL) bajo el Mando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos, en coordinación con operativos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Según informó la Administración de Obama, el cuerpo de Bin Laden fue arrojado al mar tras comprobar, mediante pruebas de ADN, que efectivamente se trataba del fugitivo. Más tarde generaría polémica la decisión de no hacer públicas las fotografías y muestras de ADN que Estados Unidos decía tener. La operación en sí tampoco estuvo exenta de polémica. Numerosas organizaciones, entre ellas Amnistía Internacional denunciaron la ilegalidad de la operación y las implicaciones éticas que esta acarreaba, como el haberlo asesinado en vez de haberle capturado con vida aun cuando éste supuestamente estaba desarmado.