Los primeros médicos que ejercieron en San Juan vinieron de afuera. Luchaban contrados duros enemigos. Uno eran las pestes y enfermedades congénitas que mataban a niños y grandes. Otro, la ignorancia, pues la gente confiaba más en los brujos o los remedios tradicionales (entiéndase yuyos o supercherías de nulo efecto) que en la ciencia médica.
Pero a su vez, los médicos que llegaban, en muchos casos, no eran más que prácticos de “título extraviado”. No obstante, ya bien entrado el siglo XIX se fue produciendo el arribo de hombres graduados en universidades extranjeras.
El primer registro del ejercicio de un médico en la ciudad es de 1696, aunque seguramente antes de ese año hubo otros profesionales. Se trataba del doctor Luis de la Cueva, identificado como el médico de la ciudad en una causa iniciada por agresiones, de la cual han quedado testimonios archivados. Años más tarde, ya entre 1770 y 1772 se han encontrado archivos que hablan de otros dos profesionales: Juan Bautista Chrisman, cirujano, y Juan de la Cruz Calvo, médico clínico.
Durante la época colonial una institución creada por la corona, el protomedicato, era la encargada de examinar y reconocer la suficiencia de quienes debían ejercer la medicina. Entre los primeros protomédicos instalados en San Juan figura Gerónimo de Larra, nacido en España en 1770 y doctorado en Salamanca con el título de médico-físico-cirujano. Terminada su carrera, se trasladó a Perú, donde trabajó un año, y desde allí a Chile.
Invitado a instalarse en San Juan, lo hizo en 1797, y en 1810 se casó con Ana de la Roza, hermana del doctor Ignacio de la Roza. Larra ejerció muchos años en San Juan y en Jáchal. Pero este médico español estaba en contra de la causa revolucionaria y cuando en 1815 le impusieron una contribución de 100pesos para el mantenimiento del Ejèrcito patriota, no pagó y desapareció. El gobierno ordenó su captura. Al parecer el problema tuvo una solución puesto que hay datos de que en 1825 Larra había vuelto a ejercer la medicina en la provincia.
Amán Rawson era un médico estadounidense, de religión protestante, que se radicó en San Juan en 1818. Era de los llamados médicos homeópatas, que estaban de moda en esa época. Fue una de las personas más queridas y respetadas de San Juan. A pesar de su nacionalidad y además de ejercer la medicina, fue ministro del gobernador Nazario Benavides y diputado, entre otros cargos públicos.
Rawson poseía además una farmacia y era agricultor. Casado con María Jacinta Rojo, tuvo hijos que llegaron a ser famosos: Guillermo y Amán, también médicos, y Franklin Rawson, uno de los máximos pintores de la provincia. Uno de los dos principales hospitales públicos de San Juan lleva, precisamente, el nombre de Guillermo Rawson en honor a ese médico.
Durante toda la época colonial e incluso parte del Siglo XIX, la función de médico y farmacéutico se ejercían en un mismo local. El médico dictaba la receta al farmacéutico o preparaba él mismo las medicinas.
Era farmacéutico y médico, nacido en el estado de Virginia, en Estados Unidos. Invitado por Amán Rawson, se radicó en la provincia explotando una farmacia con los hijos de aquel, Guillermo y Aman (h) Rawson, en los años en que aun no era incompatible ser médico y tener farmacia. Falleció el 15 de febrero de 1883.
Antonio Asley Cooper
Era un médico inglés que en 1870 llegó a San Juan como médico de una compañía que explotaba las minas de Gualilán. Pero se quedó definitivamente en Jáchal, donde murió.
A. Rapt
Originario de Francia, el doctor Rapt se radicó en San Juan y actuó como médico en el Ejército durante la guerra del Paraguay.
Carlos Eduardo Keller
Había nacido en Alemania y, radicado en San Juan, ejerció la medicina entre 1860 y 1885, a la vez que se desempeñaba como cónsul honorario de su país natal.
Francisco Munis
Era portugués y en 1888 fue autorizado para actuar como médico, lo que hizo hasta el 9 de diciembre de 1899, cuando falleció.
Miguel Haijar
Era médico autorizado, nacido en El Líbano y decía haberse graduado en la Universidad de París. A veces se le permitía actuar pero otras era perseguido por quienes decían que no tenía título. En 1912 fue nombrado médico oficial en Jáchal, donde ejerció algunos años.
Admirador de Federico Cantoni, en su casa se hicieron varias reuniones del Club Baluarte, especialmente en los años 20, cuando este grupo decidió la revolución que terminó con la vida del gobernador Amable Jones. Falleció en San Juan donde ejerció en sus últimos tiempos.
Francisco Emery
Nacido en Suiza y graduado de doctor en Ciencias en Paris, vino a San Juan en la segunda mitad del siglo XIX como profesor de la Escuela de Minas. Tras estar un tiempo acá, se trasladó a los Estados Unidos, donde obtuvo el título de Médico en la Universidad de Filadelfia. De regreso en San Juan tras revalidar su título en Córdoba, fue profesor del Colegio Nacional y la Escuela Normal, además de ejercer su profesión. Considerado un sabio por sus conocimientos, hizo estudios en la Universidad de Buenos Aires, practicó en la célebre Universidad de Lausana, en Suiza y hasta obtuvo otro título de médico en París. Un hermano, Alfred Emery, permaneció en la provincia ejerciendo como dentista.
Luis Bouthery
Era francés y actuó en San Juan a partir de 1890. Graduado en la Facultad de París como médico con notas distinguidas, era además licenciado en ciencias físicas y naturales y llegó a ser presidente del sindicato médico de Taurena. Además de su fama como médico, Bouthery era conocido también por sus colecciones de insectos, pasión que compartía con otro entomólogo, el coronel Luis Jorge Fontana.
Tres italianos
Entre los italianos que ejercieron como médicos puede mencionarse al doctor Lotti, Teodoro Reale (graduado en la Universidad de Nápoli, al que se autorizó en 1903) y a Antonio Cacace
D’ Angeles. Este último llegó a San Juan en 1877 y fue autorizado para trabajar como médico pero era muy combatido por sus colegas pues estaba metido en la política menuda.
De Egipto, Brasil, Perú y Alemania
Otros médicos extranjeros que actuaron en San Juan fueron el egipcio Hassa D’Astec, el brasileño Bonilla, que ostentaba la orden de la Rosa de Oro y se cree se instalaba durante tiempos relativamente largos para estudiar la flora americana, el peruano Adolfo Morales y el alemán Emilio Wolf que ejerció a fines del siglo XIX.
Fuentes consultadas:
Carelli, Antonio: Historia de la medicina de la provincia de San Juan, edición del autor, San Juan, Argentina, 1944
Paredes de Scarso, Leonor: Dos Hospitales Históricos de la Ciudad de San Juan, edición de la autora, San Juan, Argentina, 2003