Desde la llegada del peronismo y hasta bien entrados los años 60, la vida hogareña se desarrolló en gran medida en torno a la radio. Este medio fue un vehículo transmisor de cultura y un importante canal de información. Para el peronismo la radiodifusión formó parte de los planes de gobierno, al considerarse como un instrumento de difusión al servicio del Estado. Los orígenes del radioteatro se enlazan con el surgimiento de elencos barriales y grupos de aficionados que presentaban obras en diferentes lugares de la provincia y que pronto se relacionaron al teatro radial de entonces. El radioteatro tuvo vigencia hasta entrada la década del ‘70, sin embargo, su mayor esplendor se ubicó en el período analizado.
En San Juan, el nacimiento de la radiodifusión con servicio regular de transmisión se inició en los primeros años de la década del treinta. Desde entonces comenzaron a funcionar dos emisoras: LV1, conocida como la Broadcasting del Vino, propiedad de la familia Graffigna, hoy “Radio Colón”y LV5 Radio “Los Andes”, propiedad de los hermanos José María y Cándido Rodríguez Vila, actualmente “Radio Sarmiento”
Tanto a nivel nacional como provincial la radio funcionó, además de su función propagandística, como un importante vehículo transmisor de cultura a través del espacio otorgado en sus programaciones a las distintas manifestaciones artísticas y culturales.
Sin embargo fue el radioteatro el responsable del ritual familiar en torno a la radio, conformando así el cuadro habitual de la vida cotidiana de aquel entonces.
El “Radioteatro” fue el protagonista indiscutible de las décadas del ’40,’50 y ‘60, cultivado por artistas de renombre que lograron reunir la familia en torno a una cita obligada con la radio que daba rienda suelta a la imaginación y conquistó el corazón de los románticos de aquel entonces. La transición entre el teatro radial y el radioteatro estuvo dada por el autor Andrés González Pulido, considerado el pionero de esta actividad. Inmigrante de origen español, comenzó su trayectoria en radio cumpliendo roles de recitador y monologuista. Con cierta experiencia en el género teatral, concibió la idea de formar un elenco radial que a diferencia de desarrollar las obras en forma completa, las interpretara en forma episódica. De esta manera surgió a comienzos de los años ’30 “Chispazos de Tradición”, siendo los portadores de la primicia Radio Belgrano, por aquel entonces Radio Nacional.
La importancia que desde entonces adquirió el radioteatro fue verdaderamente enorme. “La compañia de teléfonos observaba que a la hora del radioteatro disminuía la cantidad de llamados. Grandes tiendas como Harrod’s tuvieron que colocar altoparlantes para que la clientela no dejara de ir. Los empresarios cinematográficos de todo el país exigieron a la radio que cambiara el horario porque la pasión por Chispazos estropeaba la asistencia a la función de la tarde.” (Ulanovsky, Carlos, Op. Cit. pág 69). La temática encerrada en ésta, como en otras obras del mismo autor, eran de corte gauchesco, con un aire popular y de temáticas sencillas y cotidianas.
El paso de los años trajo a la escena radial a quien posteriormente surgió como figura importante del proceso histórico nacional: Eva Duarte. Efectivamente, la etapa previa al gran salto a la actividad política, estuvo marcada por su participación en importantes radioteatros bonaerenses que cristalizaron sus condiciones artísticas. Al igual que las jovencitas de su época, era una fiel seguidora de los ciclos radiales, de los cuales soñaba con ser protagonista. Este anhelo se concretó en 1937, en que Radio Belgrano, por intermedio de su propietario Jaime Yankelevich, la contrató para participar en su próximo estreno“Oro Blanco”.
La lista de novelas radiales es extensa, sin embargo no puede dejar de mencionarse un éxito de comienzo de los años cuarenta emitido por Radio “El Mundo” y que se mantuvo en el aire durante muchos años , “Los Pérez García”.Recreaba la vida cotidiana de una familia típica de la época, con las alegrías y problemas comunes. La trama desarrollada alcanzó eco en el imaginario popular y provocó la rápida identificación y relación de la gente con las problemáticas planteadas diariamente. Esto puede verse a través de una expresión que se popularizó en la época: “Más problemas que los Pérez García”.
El radioteatro abordó también el género histórico, llevó al aire escenas típicas de la época rosista, del enfrentamiento entre federales y unitarios y otros pasajes de la historia nacional.
Simultáneamente, se perfiló un estilo argumental que poco a poco fue adquiriendo solidez y terminó por convertirse en el motivo central del radioteatro: el de corte sentimental.
En la década del ‘50 el radioteatro se enriqueció también con el surgimiento de ciclos de aventuras destinados principalmente al público infantil. Así nació“Tarzán”, bajo el auspicio del chocolate en polvo “Toddy”, “Sandokán”, “Batman y Robin”, etc.
En la actividad radioteatral, además de las obras, interesan otros componentes importantes que formaron una parte fundamental de ese mundo, ello son los directores y actores. Entre los primeros se destacó don Armando Discépolo, quien tuvo a su cargo la dirección de “Radio Cine Lux”, donde se pasaba el día sábado, adaptaciones de grandes exponentes de la literatura universal o de películas. Entre los segundos, figuran Susy Kent, María Concepción César, Fernando Ciro, Roberto Escalada, Chela Ruíz, Hilda Bernald, Tita Merello, Luis Sandrini, etc.
Al igual que en Buenos Aires, los orígenes del radioteatro sanjuanino se remontan por un lado, a la transmisión de obras teatrales completas emitidas en forma esporádica, y por otro a la conformación de elencos barriales que interpretaban obras del repertorio nacional en distintos lugares de la provincia.
Oscar Coria, quien a pesar de incorporarse a finales de la década del ‘50 a la actividad radioteatral, fue un profundo conocedor de esta historia comentó: “En el final de la década de los años treinta comenzaban breves expresiones interpretativas de hechos o circunstancias de la vida cotidiana. Se esbozaban estampas o fragmentos de obras interpretadas a nivel esporádico. Simultáneamente en ciertos barrios de los alrededores del casco urbano, por ejemplo, Trinidad, Concepción, Villa del Carril, Desamparados, organizaban pequeños grupos teatrales para representar algunas piezas de teatro de autores argentinos.”
Al respecto, Oscar Donaire, relató que él integraba uno de aquellos elencos formados en Villa del Carril y así lo expresó:“He trabajado en conjuntos de aficionados barriales como actor, teníamos un conjunto en Villa del Carril, que es mi cuna, muchachos jóvenes todos, y presentábamos obras, las obras de Florencio Sánchez por ejemplo...Barranca Abajo, Mi hijo el Doctor.”
El medio radial se fue nutriendo de estos grupos que movidos por sus inquietudes artísticas, se fueron integrando a las iniciativas teatrales emprendidas desde la radio.
De estos primeros ensayos, surgió en el recuerdo de los protagonistas, dos nombres que vale la pena mencionar: don Carmelo López Arregui y Enrique Villamar, considerados pioneros en esta actividad en el medio local.
El año 1945 fue un año clave para el radioteatro sanjuanino, ya que por iniciativa de una pareja de actores que llegaron desde Buenos Aires y Mendoza, Elcira Olivera Garcés y Arnaldo Maciel, se realizó en la provincia el primer “concurso de voces” para conformar un elenco estable de radioteatro en L.V.1.
De un total de 270 inscriptos, fueron seleccionados 19 actores que a partir de entonces pasaron a conformar el elenco estable de la emisora. Este concurso constituyó la puerta de entrada a personajes como Alberto Vallejos, Silvia Montes, Liliana Dávila, Carlos Vila, José Luis Cicero, María Teresa Acosta, quienes se convirtieron en los protagonistas de la primera ola de actores locales de esta actividad.
A partir de entonces la transmisión de novelas radiales adquirió continuidad, ingresando San Juan a “la época de oro del radioteatro” con la interpretación de obras del repertorio provincial y nacional. Al mes siguiente, la compañía Garcés-Maciel, puso en el aire “Ojos Verdes Fondo de Mar”, a las 18 horas que contó con el auspicio de la zapatería “La Mascota”, quien junto a otros comercios de San Juan comenzaron a auspiciar los espacios radioteatrales.
Poco a poco, el radioteatro comenzó a profesionalizarse con el ingreso de nuevos actores, en su mayoría aficionados y con la formación de nuevas compañías. En este sentido, cabe mencionar que el radioteatro sanjuanino recibió un aporte importante de actores y directores foráneos, principalmente de Mendoza, Buenos Aires y Córdoba, como José Ubriaco Falcón, los hermanos Juan y Manuel Menéndez, Federico y César Fábrega, conocido artísticamente como César Córdoba, Rosita Solá, Nery Smirna, Servando Juárez, entre otros.
Algunos actores lograron conformar sus propias compañías de radioteatro, como el caso de Alberto Vallejos, con la cual protagonizó innumerables obras. Entre ellas, merece especial atención “El León de Francia”, presentada en 1.952, ya que por el impacto logrado pasó a ser una de las más recordadas. Oscar Donaire recordó así aquel momento “Con Vallejos presentamos muchas obras, hasta que llegó el momento de presentar El León de Francia, que tuvo un éxito avasallante. Fue en el año ‘51 o ‘52. Para escuchar esa novela, se detenía San Juan, se detenía San Juan, muchas veces creen que exagero, no no..
”Generalmente, cada emisora tenía sus propias compañías, sus propios elencos formados. El director era el encargado de supervisar y dirigir la obra. Por supuesto, elegía los actores y en cierta manera también los preparaba. “Generalmente se llamaba a concurso y concurrían, como el radioteatro era el boom, la gente quería ir, el que más que menos, quería ser actor. Muchachos que creían que tenían condiciones concurrían y hacíamos el concurso. Iban cincuenta personas y salían cuatro o cinco. Los preparábamos, no solamente yo, sino todos los cabeza de compañía teníamos conocimientos teatrales y radiales, que lo da la misma experiencia, y el conocimiento que teníamos nosotros lo transportábamos a ellos, y así salieron buenos actores.” (Donaire, Oscar, Op..Cit..)
Las transmisiones radiales de las novelas se desarrollaban siguiendo una misma estructura: tiempo de duración, horarios, capítulos, temáticas abordadas, libretos. “Las novelas duraban generalmente un mes en el aire. Duraba media hora y se transmitían en vivo. Generalmente eran 24 capítulos, descontando sábados y domingos que no se transmitía radioteatro.”(Donaire, Oscar, Op. Cit.)
Los capítulos se desarrollaban generalmente en tres bloques con dos cortes comerciales, que eran los espacios cedidos a los comercios auspiciantes. Los principales fueron “La Favorita”, “Gath & Chaves”, el “Emporio Económico”,entre otros. Los radioteatros se caracterizaban también por una música, un verso o una canción; ejemplo de ello es la novela radial presentada hacia finales de los años cuarenta, “José Dolores” cuyos versos iniciales fueron: “Vengo a la sombra a buscar de mis afanes perdidos, que los aleros del río de las taperas sin luz dejó a manera de cruz mi puñal nunca vencido. Juré no matar a nadie, juré penas perdonar, como juré defenderme de quien me quiso matar. Me llamo José Dolores, p’a lo que guste mandar.”( Donaire, Oscar, Op..Cit..)
Los radioteatros se transmitían en distintos horarios a lo largo del día y generalmente coincidían con los momentos de reunión familiar, almuerzo, merienda, y cena.“Los horarios habituales eran 11:30, 13:35, 16:30, 17:30, 18:00, 22:00. Realmente estaban muy bien pensados.”(Coria, Oscar, Entrevista Oral .San Juan, junio de 2.000)
Las novelas eran transmitidas de lunes a viernes, ya que los fines de semana eran destinados por las compañías a las giras teatrales por los departamentos alejados de la ciudad. Esta ausencia se compensaba con la transmisión del llamado “Teatro de los Domingo”, sobre el cual Oscar Donaire recordó:“Los domingos se hacía teatro leído en L.V.1 . Se pasaba una obra completa de teatro, duraba dos horas o más. Eran obras del teatro universal, porque mucha gente cree que el actor del radioteatro no sabía mas que actuar en obras de este tipo, no, eran muy buenos actores. Se presentaban obras como Rebeca, una mujer inolvidable, Arco de Triunfo, Viva Zapata, adaptaciones de grandes libros, Los tres Mosqueteros...”
Algo curioso para destacar es que muchas veces, la gente concurría a la emisora para escuchar la transmisión del capítulo del día y por que no, para “curiosear” de paso como se realizaban los mismos.
La imaginación de los oyentes se alimentaba desde la radio no solo con los argumentos y relatos de las novelas, sino que contaban además con una variedad de efectos especiales, denominados “sonidos de sala”. Estos se realizaban en el mismo estudio, o sea en vivo, a través de la utilización de diferentes elementos que iban de lo más simple, como un papel celofán, hasta otros más elaborados como la construcción de una puerta de utilería utilizada para “entrar” o “salir” de escena.
“En realidad hemos utilizado muchos trucos para el oyente, es decir distintas formas de hacer sonidos. Por ejemplo, teníamos una puerta en la radio, en el estudio para abrir y cerrar en un momento dado, cuando el relator estaba contando, cuando venía un personaje y abría la puerta. Era una puerta para hacer sonidos. Los tiros de las armas de fuego, nosotros lo hacíamos en la tapa del piano, le pegábamos en una punta, le pegábamos así (hace el sonido) y era como un tiro. Cuando queríamos hacer el efecto de una bomba, nosotros teníamos el Libro de Guardia de los locutores para anotar todo lo que se hacía, y lo utilizábamos en la parte grave del piano, le pegábamos con el libro y era como si cayera una bomba el ruido que hacía. El incendio de un pastizal lo hacíamos con un papel celofán, eso se arrugaba totalmente, a propósito, lo frotábamos en el micrófono y daba la sensación del sonido que produce el fuego en la caña verde, igual que las llamas. Teníamos una caja de zapatos, llena de municiones, que cubría casi toda la parte de abajo de la caja, para simular una tormenta acercábamos la caja al micrófono y la hacíamos girar despacio, empezaban a girar las bolillas para un lado y para otro, eso daba la sensación de una tormenta”. (QUINTERO, Santos Domingo, Entrevista Oral. San Juan, junio de 2.000)
Esta amplia gama se completaba con la utilización de sonidos grabados en discos que muchas veces eran adquiridos en Buenos Aires o Mendoza. Sin embargo, San Juan tuvo un pionero en esto de grabar sonidos,...” un pionero fue don José Laureano Rocha, quien con sus equipos de grabación, registró sonidos tales como la salida y llegada del tren, el paso del mismo, y otros.”(Coria, Oscar, Op..Cit..)
La recreación de las escenas se lograban, además de los sonidos, con la presencia infaltable de un personaje clave: el relator. “La gente desconoce por ejemplo que uno de los puntales más importantes para emitir en aquel entonces un capítulo era el relator. Este era el encargado de pintar el escenario donde se iba a desarrollar la acción, la característica de los personajes, los estados emocionales de los actores, iba relatando todo lo que sucedía, digamos que era el pintor de las escenas.” (Donaire, Oscar, Op..Cit..)
Las novelas radiales abarcaban una inmensidad de temas, a su vez estos ofrecían una multitud de variantes, época en que se desarrollaban los hechos, personajes y lugares, todo fue llevado adelante con una imaginación increíble.“Todos los temas se tocaban, sociales políticos, gauchescos, históricos, dramáticos, cómicos, etc. Al comienzo del radioteatro las obras se basaban en los mitos generalmente sanjuaninos, El Gaucho José Dolores, La Difunta Correa, Ceferino Namuncurá, Santos Guayana, Martina Chapanay, etc., es decir las creencias populares, todos los personajes lugareños. También se trataban temas de la vida cotidiana, obras que se desarrollaban en el novecientos, guapos y compadritos de entonces, obras de ambiente social , muchas...” (Donaire, Oscar, Op..Cit..)
Las novelas radiales transcurrían en diferentes épocas, desde la antigüedad hasta la actualidad y cualquier escenario geográfico era bueno para el desarrollo de estas historias. Las mañanas, tardes y noches se poblaban de episodios protagonizados por valientes gauchos, poderosos reyes, campesinos sufridos, hombres y mujeres en historias de amor y odio.
El fenómeno radioteatral está íntimamente relacionado a las giras teatrales que realizaban las compañías al poco tiempo de iniciada la obra. En cierta manera, constituía el “cierre” de aquello que el oyente había imaginado a través de la radio.
La presentación de las obras siempre se realizaba primero en la radio. Pasado unos diez o quince capítulos, a través de los cuales la audiencia la conocía y se entusiasmaba con ella, las compañías radioteatrales salían de gira por los alrededores de la ciudad a presentar la versión teatral de las obras escritas para radio.
En San Juan, este hecho se convirtió en una constante. En aquel entonces, la provincia contaba con numerosas salas teatrales, entre ellas, el “Teatro Estornell”, el “Renacimiento”, el “Gran Rex”, que constituían la cita obligada de las presentaciones. “Cuando iban unos diez, quince o veinte capítulos, ya estábamos en condiciones de salir a recorrer. ¿Pero como se presentaba la obra? Esa es una de las cosas que la mayoría de la gente desconoce, porque nosotros presentábamos la obra en el Teatro Renacimiento, Estornell, pero de la misma manera la teníamos que presentar en los pueblos. Nosotros trabajábamos mucho con las Uniones Vecinales, los clubes deportivos, y para la cooperadora de las escuelas también, nos contrataban y allá íbamos.”(Donaire, Oscar, Op.. Cit..)
Cuando las presentaciones se realizaban en departamentos o lugares cercanos, la compañía iba y volvía en el mismo día. Si por el contrario, los lugares elegidos eran alejados, las giras se extendían unos días, generalmente, los fines de semana ya que los capítulos en radio se transmitían de lunes a viernes, destinando sábado y domingos para salir.
Muchas veces las giras excedían los límites provinciales y llegaban a las provincias de Mendoza, La Rioja, Córdoba. Ernestina Romero trabajó dos años en Córdoba, en Río Cuarto, en compañía de su esposo realizando giras teatrales. En esta misma ciudad trabajó Santos Domingo Quintero, con la compañía de César Córdoba. Oscar Donaire llegó hasta la vecina ciudad de La Rioja, con la obra “Facundo Quiroga”.
Con respecto a los decorados que se utilizaban para ambientar las escenas, eran realizados en algunas ocasiones por los mismos actores, se adquirían en otras provincias o también los hacían gente dedicada a estas actividades. En San Juan,“Don Misael Videla, un viejo actor y director maquillador, pintaba los decorados, es decir, una sala grande, un rancho, todo en papel y pintura. El hacía las escenografías y nos maquillaba, nos enseño a maquillarnos, después nos maquillábamos solos.” (Quintero, Santos Domingo, Op..Cit..)
Muchas veces lo que más llamaba la atención del público que asistía a las presentaciones teatrales, eran las caracterizaciones de los personajes, logradas a partir de un excelente vestuario. Al igual que los decorados, los trajes se adquirían afuera, en Buenos Aires o Mendoza, donde el teatro estaba muy desarrollado.“Los trajes al principio se alquilaban, porque había una sastrería en Mendoza y una sastrería teatral en Buenos Aires, y después hacíamos nosotros nuestros propios trajes, eran verdaderos, digamos, talleres de teatro, unos se encargaban de la iluminación, otros del decorado, otros de las bambalinas, y así...” (Donaire, Oscar, Op..Cit..)
Un detalle curioso de estas presentaciones fue el hecho de que en los intervalos entre cuadro y cuadro, los mismos actores vendían sus fotos o de toda la compañía. La gente gustaba de asistir a estos espectáculos, y en muchas ocasiones las funciones fueron repetidas dos y tres veces más. Generalmente los actores se identificaban con un tipo de personaje particular, con aquel que mejor interpretaban de acuerdo a sus cualidades y preferencias. Así, Oscar Donaire recordó que él, la mayoría de las veces, interpretó el papel de “malo”, y fue conocido como “el Villano de las Novelas”.
Otra obra que tuvo un gran montaje fue “El drama del Gólgota”. “En el año ‘52, acá en San Juan se hizo una obra de titanes, es decir, se hace la vida de Jesucristo. Se llamó el drama del Gólgota, escrita por un muchacho que vino de Mendoza y era locutor de L.V.1, pero también escribía mucho, Carlos J. Rodríguez , que ya también ha muerto, vivió mucho en San Juan; En la obra trabajamos unas 120 personas, la hicimos primero en radio y luego en el teatro, donde actualmente ahora es el hotel Nogaró, Avenida Central y Gral. Acha, ahí antes del terremoto del ‘44 estaba la Casa de Gobierno y de Diputados, pero se vino todo al suelo con el terremoto y quedó un baldío, se hizo un escenario inmenso y participó un coro de chicos. Fue un espectáculo que casi nadie lo hubiera creído para la época, con pocos elementos técnicos, haciendo funcionar la imaginación... Alberto Vallejos fue Jesucristo, Liliana Dávila la Virgen María y yo uno de los sacerdotes que condenó a Jesús. Es lo máximo que se ha hecho en San Juan”. (Quintero, Santos Domingo, Op.. Cit..)
La presentación se realizó en el marco de celebraciones de Semana Santa.
Esta gran actividad teatral, habla por supuesto de las posibilidades que el gobierno peronista ofrecía para el desarrollo y difusión de la cultura, ya que este aspecto era considerado un punto fuerte para el desarrollo integral de la persona.
En este sentido, es interesante comentar que en el año 1953, por iniciativa de Raimundo Moreno Delgado, una persona muy preocupada por la cultura en general, conformó en San Juan lo que se llamó “U.V.A.S”, Unión Vocaciones Artísticas Sanjuaninas, que impulsó las manifestaciones artísticas en general.”D ahí nació la idea de hacer la Semana del Teatro. (Donaire, Oscar Op..Cit..).
Este evento, auspiciado por el gobierno, concentró la actividad teatral de quince compañías de teatro y de radioteatro, que presentaron una serie de obras a lo largo de una semana. “Esta semana se hizo con el auspicio del gobierno provincial, era el gobierno de Viviani, todas las compañías estaban subvencionadas, gastos de montaje, etc, a través de U.V.A.S con dinero que había recibido del gobierno, eso fue en el año cincuenta y dos o cincuenta y tres. Había mucho apoyo del gobierno”(Donaire, Oscar, Op..Cit..)
Esta situación cambió con los sucesos del año 1.955, tal como lo expresó Oscar Donaire. El radioteatro siguió sin embargo escribiendo las páginas de aquella“época de oro” , que, tal como lo expresó Oscar Coria, “se extendió hasta entrada la década del ‘60”. Sin embargo, el auge del mismo se llevó a cabo durante los años reseñados, por conformar principalmente, la novedad del momento. A pesar de ello, en los últimos años se estrenaron excelentes obras que quedaron grabadas en el recuerdo de la gente. Este es el caso de “La Felisa Tolosa, que mujer tan mentirosa”, que duró meses en el aire y en los teatros céntricos y departamentales. Otro ejemplo lo constituye la “Martina Chapanay”llevada a cabo en 1.958.
Carolina del Valle Olivares
Profesora y Licenciada en Historia. Docente e investigadora en la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes. Se desempeña también como Profesora de Historia en los colegios María Auxiliadora y Saint Paul. Esta nota forma parte de un trabajo más extenso presentado en el Décimo Tercer Congreso Nacional y Regional de Historia realizado en Córdoba
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