En su edición 2018, la tradicional celebración valenciana tuvo una gran convocatoria, con shows artísticos, comidas típicas y la atractiva quema del ninot.
Es una de las festividades de mayor convocatoria de la provincia y este año no defraudó. Las Fallas atrajeron a un numeroso público en las instalaciones del Centro Valenciano de San Juan, en una noche de cielo despejado que permitió disfrutar de los shows y la cena al aire libre.
La danza y la música española estuvieron presentes durante toda la velada, con la presentación de artistas locales, que hicieron aplaudir a la gente con su interpretación. Claudio Rojas se lució con un show de tango fusión, como también lo hizo el grupo de baile Canela y Fuego con el bailaor Hugo Álvarez. Las bailarinas del Centro Valenciano y el grupo Aire Flamenco estuvieron entre los más celebrados y el conjunto catamarqueño Las Voces, por su parte, también se llevó una ovación.
La fiesta contó con la presencia de autoridades provinciales de Cultura y Turismo, intendentes, diputados y representantes de otras colectividades. Como cada año, la fiesta contó con el ingreso de la Virgen de los Desamparados, patrona de los valencianos, y la presentación de la Fallera Mayor de este período, Jessica Gunella, quien subió al escenario acompañada por su Corte de Honor.
La gastronomía fue otro de los grandes atractivos. Con 16 paelleras en funcionamiento, alrededor de 1.500 porciones de paella fueron vendidas ese día, según contó el jefe de Cocina del Centro Valenciano, Jorge Vilanova. Rabas, pollos y otros platos de la región también tuvieron gran éxito, al igual que el agua valenciana, los mantecados y los pastissets, una especie de empanaditas dulces rellenas de crema de calabaza.
El ninot: por una convivencia en armonía
Uno de los momentos más esperados de la noche es la quema del ninot, que se produce en el cierre de la celebración. El año pasado, no se realizó el ritual de forma tradicional sino a través de un mapping digital. Pero en esta edición, el fuego volvió a escena y la gente agradeció el regreso de esta tradición, que en su forma original resulta más espectacular.
En la cultura valenciana, el ninot es una figura de grandes dimensiones que simboliza alguna falla relacionada a las vivencias que tuvo la comunidad el año anterior y que se espera eliminar para el siguiente. En otros casos, el ninot sirve para exaltar valores, obras o costumbres que merezcan admiración.
Este año, el ninot tuvo el lema “Mejor convivir en paz y armonía”, en representación de la importancia de cuidar las instituciones. “Queremos dar un mensaje en contra de las acciones que dañan los bienes e instalaciones de clubes y organizaciones como de cualquier lugar público del país” comentaron desde la organización.
La crema del ninot se realizó cerca de las 3 de la mañana y fue el broche de oro para la fiesta.
Volver a empezar
Las Fallas Valencianas se realizan en San Juan desde 1957 pero fue en la última década cuando lograron la popularidad que hoy las caracteriza. Su inspiración nace en la celebración que realizaban los carpinteros valencianos a mediados del siglo XIX. En el día de su patrono San José (19 de marzo) estos trabajadores quemaban los restos de maderas y cartones, como un símbolo del espíritu renovado con el que había que empezar el nuevo año. Con el paso del tiempo se transformó en una fiesta que denunciaba las fallas del año anterior, con la intención de corregirlas para el futuro.