Apellidos de la letra A
Albaladejo Manzanares, orgullosos de sus orígenes españoles
Albaladejo es un municipio de España, en la provincia de Ciudad Real, comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Tiene una superficie de 48,94 km, con una población de 1.558 habitantes. El nombre de este pueblo deviene de estar habitado en un principio sólo por miembros de esta familia.
De allí partieron don Bernardino Albaladejo y su esposa Modesta Manzanares, con sus cuatro primeros hijos: José, Natividad, Eulogia y Mariano de tan sólo tres meses de vida.
Salieron del puerto de Cartagena, aproximadamente en junio de 1912, con rumbo a la Argentina, movilizados por una carta alentadora proveniente de Buenos Aires donde un conocido maestro panadero vecino de su pueblo los invitaba a trabajar en su negocio, aprovechando los conocimientos en el rubro del joven padre de familia.
Con sueños de bienestar, la familia llegó a nuestra tierra y se instaló en el Hotel de Inmigrantes, encontrándose con la noticia del fallecimiento de aquel que los instó a viajar.
Sin rumbo y ante la oferta de tierras y el traslado en ferrocarril, el destino los ubicó en la localidad de Cochagual, departamento Sarmiento, provincia de San Juan.
En 1920, después de una buena cosecha de trigo y ya habiendo nacido su hijo menor Bernardino, deciden vivir en la ciudad con el fin de dar estudio y educación a sus hijos. Se instalaron con un pequeño restaurante y pensión cerca de la estación del ferrocarril, pero Modesta Manzanares falleció repentinamente a los 33 años, dejando el cuidado de los niños en manos de una buena amiga, doña Carmela Pozo de Doña.
Con el tiempo, Natividad con sus bordados colaboró con la economía del hogar y la crianza de sus hermanos.
Eulogia se recibió de profesora de corte y confección. Se casó con Calixto Mantoani, el 12 de octubre de 1933 y tuvo dos hijos: Armando y Aída, casada con Jorge Díaz.
José se casó con Aurora Doña el 5 de enero de 1933 y se trasladaron a la provincia de Mendoza, donde se puso al frente del corralón Doña y formó su familia.
Mariano se inició como cadete con don Guillermo Pons; luego su capacidad de trabajo lo llevó a ser acomodador y después encargado del cine Cervantes, propiedad de Bautista Estornell.
El 30 de septiembre de 1938 Mariano Albaladejo Manzanares contrajo enlace con Elvira Oritja, con quien inició su actividad independiente instalando El Faro, despensa ubicada en calle Salta y 9 de Julio.
Además, adquirió un pequeño camión, con el que repartió fideos Yanzón. Su ingenio lo llevó a inventar un sistema de rodillos con el fin de armar empanadas en cantidad, como también el envasado de soda y gaseosas. Mariano no tuvo estudios; a pesar de ello fue un gran lector, y así aprendió de dulces y conservas, conocimientos que lo llevaron a ser pionero con una de las primeras fábricas de dulces y conservas de la provincia.
En Pocito fundó un establecimiento de aceite, donde se instalaron las primeras máquinas con líneas automáticas traídas de Alemania, lo más moderno en la época para la elaboración del aceite de oliva.
La industria Almar, hoy está en manos de sus nietos, quienes asumieron el desafío de mantenerla y hacerla prosperar.
Mariano y Elvira tuvieron dos hijas:
» Lidia, tuvo cuatro hijos junto a Omar García. Omar Octavio, Patricia y Leandro.
» Beatriz, formó su familia junto a Danilo Carracedo. Padres de tres hijos: Danilo Mariano, Carolina y María Elvira.
Tiempo después y de un segundo matrimonio Mariano tuvo a Darío Albaladejo Moreno.
Bernardino, el menor de los hijos del matrimonio Albaladejo Manzanares, comenzó a traer fruta desde Calingasta, para elaborar dulce de membrillo con la colaboración de la familia. El 9 de diciembre de 1939 se casó con Adoración De Lara, hija de Jaime De Lara y Dolores Rodrigo. De Lara era el propietario de Casa Lara y con el tiempo Bernardino pasó a ser gerente de Electro Hogar, una casa dedicada a la venta de artículos del hogar, camping, música deporte, etc. Bernardino además fue presidente del directorio del Agrovitícola y de la Cámara de Ferreteros y director del Banco San Juan.
