Desde su experiencia en investigación nuclear en la Comisión Nacional de Energía Atómica y una trayectoria de 10 años de trabajo en Europa, explica que en Argentina no podría suceder una catástrofe nuclear como en Japón y advierte sobre los riesgos de la actual matriz de generación energética.
“Soy ingeniero nuclear y soy el primer ecologista” se define Néstor Patiño, con una frase que suena por lo menos llamativa en momentos en que el mundo observa asombrado los efectos del impacto del tsunami en la planta nuclear japonesa de Fukushima, donde está comprobada la liberación de radioactividad.
Nacido en San Juan, hace 47 años, Patiño cuenta que la decisión de estudiar ingeniería civil surgió con naturalidad durante el cursado la secundaria en la escuela Industrial. Luego de realizar el ciclo básico en la UNSJ , se fue a Bariloche para conseguir el título de ingeniero nuclear en el instituto Balseiro. Desde que se recibió en 1988, trabajó como investigador de cálculo neutrónico en la Comisión Nacional de Energía Atómica, hasta que se radicó en Noruega. Allí continuó trabajando en diferentes empresas y decidió volver a San Juan en 1998, junto a toda su familia.
A partir del terremoto y el tsunami ocurridos el 11 de marzo en la costa japonesa del Pacífico, el ingeniero sanjuanino fue una de las voces consultadas en nuestro país por los posibles resultados de la catástrofe que aún mantiene en vilo a la humanidad.
- ¿El daño en la planta nuclear de Japón puede llegar a afectar a la Argentina?
- No. Porque estamos ubicados en el extremo opuesto del planeta y lo que se ha liberado hasta ahora en Fukushima afecta a una zona de 30 kilómetros alrededor de la central. Se puede equiparar el tamaño de la zona afectada a la superficie que comprende el Valle de Tulum- Ullum -Zonda, es decir, el territorio localizado entre los cerros de Zonda, el Pie de Palo y el Villicum.
- ¿Cuántas centrales nucleares existen en nuestro país?
- En Argentina tenemos en este momento funcionando dos centrales nucleares de potencia: Atucha I, en Zárate, Buenos Aires y otra en Embalse de Río III, Córdoba, que tiene el doble del tamaño de Atucha I y es la más cercana a la provincia de San Juan. Hay una tercera central en construcción que es Atucha II. La idea era terminarla durante 2011. Además hay reactores de investigación en el país.
- ¿Podríamos sufrir un escenario parecido al de Japón?
- Es muy difícil que suceda en nuestro país. La situación debería exceder en forma grosera las condiciones de diseño con que se construyeron las centrales y eso sólo sucedería si les cayera un encima un meteorito. Pero un meteorito destruiría también un aeropuerto, el Centro Cívico y hasta una ciudad. Hay cosas para las que no se está bien preparado simplemente porque no se espera que sucedan.
- ¿Cómo influyen las condiciones de diseño?
- Toda obra de ingeniería humana tiene condiciones de diseño para las cuales está construida. Una central nuclear se asocia a un terremoto de diseño, es decir, se construye con la capacidad de soportar un máximo nivel de liberación de energía. La de Fukushima estaba preparada para un terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter y el terremoto ha sido de grado 9. La liberación de energía ha sido diez veces superior al terremoto previsto. Y encima, hubo un tsunami cuyo efecto fue aún mayor.
- ¿Para qué tipo de contingencias están preparadas las centrales en nuestro país?
- Todas las centrales nucleares deben construirse cerca de alguna fuente de agua. La central de Embalse tiene el dique de los Molinos cerca y Atucha tiene en frente un brazo del río Paraná. Normalmente de ahí se toma el agua para refrigerar la central. En Japón se toma del mar. Las centrales argentinas están en zonas no tan sísmicas, no tan cerca de lugares donde puedan haber tsunamis y además tienen una estructura exterior que permite contener más los accidentes que las centrales japonesas.
- ¿En qué consisten las diferencias de estructura?
- En el mundo, las centrales son mayoritariamente de dos tipos: un tercio de las centrales son del tipo de Japón y dos tercios son como las de Argentina. Las centrales de Japón tienen alrededor del reactor una contención de acero que es relativamente chica, mientras que las centrales argentinas tienen esferas de acero de 50 metros de diámetro por cinco centímetros de espesor, con concreto encima.
- Teniendo en cuenta que San Juan se ubica sobre una falla geológica y que está a 700 kilómetros de la central nuclear de Río III, ¿podría un terremoto de intensidad imprevista generar un problema semejante?
- En San Juan se puede prever que no va a haber un terremoto de la magnitud del último de Chile. Porque estamos sobre una falla geológica que es un debilitamiento en la superficie, mientras que Chile está al lado de una zona de subducción de las placas tectónicas: una se está hundiendo debajo de la otra. Por otra parte, en San Juan estamos lejos del mar.
- Desde diversas organizaciones ecologistas en todo el mundo se han iniciado campañas contra el uso de energía nuclear. ¿Esto puede ocasionar un retroceso en el desarrollo mundial de este tipo de energía?
- El problema está desarrollándose y por eso cuesta predecir. Dónde va a terminar la reacción de la gente, de los dirigentes, es difícil saber. Seguramente va a ser un golpe enorme a lo que se venía produciendo hasta ahora, que es una expansión en la generación de energía nuclear en todo el mundo. Yo sigo creyendo fervientemente que a pesar de un problema como éste, una persona no puede ser ecologista y ser antinuclear.
- ¿Por qué?
- Una persona ecologista que realmente entiende los problemas del medioambiente no puede estar en contra de la energía atómica. Es sencillo decir: cerremos las centrales. Pero ¿con qué reemplazamos la energía? ¿Seguimos quemando petróleo, gas? Así se liberan cantidades monstruosas de dióxido de carbono a la atmósfera y una preocupación grave es qué nos va a pasar como especie si seguimos con el actual nivel de producción de gases de efecto invernadero. Por otra parte, la investigación nuclear no sólo sirve para generar electricidad sino también para la salud, el estudio de terrenos, minería y múltiples sectores de la industria.
- De todas maneras, está a la vista que una catástrofe natural puede producir daño de gran escala e irreparable si afecta a una central nuclear.
- Es cierto. La generación de energía a través de centrales nucleares es más ecológica desde el punto de vista del calentamiento global. La solución técnica correcta al problema, tal vez no la políticamente correcta, es buscar solucionar los problemas que tiene la energía nuclear de tal forma que se pueda seguir usando. Porque más allá del dióxido de carbono, hay otros efectos derivados del calentamiento que no se conocen bien y representan riesgos aún mayores.
- ¿Qué tipo de efectos?
- Por ejemplo si el permafrost en Siberia comienza a derretirse y libera el gas metano que contiene, podemos olvidarnos del dióxido de carbono, porque es muchísimo peor. Lo mismo si se derriten las grandes masas de hielo cercanas a los polos. No lo vamos a ver nosotros, pero sí nuestros hijos, sin ningún tipo de dudas. Van a existir zonas enteras no habitables. Sin ir más lejos: ¿qué hace San Juan sin glaciares o sin reposición de nieve?
- ¿Cuánto tiempo tardaría en producirse esto?
- En 70 años vamos a estar con el problema encima. En San Juan empieza a faltar el agua, las zonas climáticas se empiezan a mover, un día se van a derretir los polos, los glaciares retroceden. Se va a derretir Groenlandia, van a caer las masas de hielo al mar, el nivel de los mares va a subir y vamos a empezar a ver las ciudades costeras bajo agua. ¿Qué hacemos con esto? Ahí está la decisión que va tener que tomar la humanidad.
- Pero existen otras alternativas a lo que los países más industrializados señalan como camino único...
- La otra alternativa es consumir menos. Pero la pregunta es qué va a dejar de consumir cada persona, cada empresa, cada sector. La humanidad va en sentido contrario, cada vez hay más consumo. Y la tercera alternativa es usar energías renovables. Yo soy ingeniero nuclear y soy el primer ecologista. Como tal, creo que uno tiene que investigar en las energías alternativas: viento, biomasa, solar, geotérmica, energía de las mareas.
- ¿Las energías renovables pueden reemplazar a la nuclear en un futuro inmediato?
- Los números duros revelan que estas nuevas tecnologías hoy no están suficientemente desarrolladas para constituir una matriz energética. Para generar la energía eléctrica que produce una central nuclear hay que techar medio San Juan con paneles solares. Pero si hay un día nublado no se produce energía, lo mismo que de noche. Mientras que las centrales nucleares pueden estar produciendo todos los días del año durante las 24 horas.
- ¿En qué medida se apoyan los países en la energía nuclear?
- China está construyendo 25 centrales y tiene 50 más en sus planes. Suiza estaba por empezar a construir al igual que Finlandia y Francia. Estados Unidos ya estaba a punto de empezar a construir una más y ya cuenta con 100 centrales, Japón tiene 53. En Francia, más del 90% de su energía es nuclear.
- El accidente en Chernobil esparció 200 toneladas de material fusible con una radiactividad de 50 millones curies, equivalente a 500 bombas atómicas como la de Hiroshima. ¿Es posible dimensionar la magnitud del daño en la central japonesa?
- Cuando se trata de entender lo que ha pasado en Japón, la gente busca colocar esto en un contexto medible, intenta comparar con algo que conoce. Entonces, lo primero que surge en el imaginario es una bomba atómica. Esto no tiene nada que ver con una explosión atómica, ha sido una explosión química: de hidrógeno. En segundo lugar, surge la comparación con Chernobil, pero es pésima, está conceptualmente mal.
- ¿En qué nivel de riesgo radioactivo está la zona realmente?
- El gobierno de Japón originalmente dijo que el nivel de riesgo en la tabla INES era de grado 4. Desde Europa dijeron que era más alta y finalmente aceptaron que es de grado 5. Esto lo pondría en el mismo número que el accidente que ocurrió en Three Mile Island, en Estados Unidos. Pero yo creo que cuando el mundo pueda tranquilizarse y todos podamos mirar la situación, el número que le van a asignar es 6.
Chernobil vs. Fukushima
Según Patiño, es erróneo trazar un paralelismo entre el accidente ocurrido en la central ucraniana de Chernobil, el 26 de abril de 1986 y el efecto del tsunami sobre la planta nipona de Fukushima Daiichi, ocurrido el 11 de marzo de este año. Sin embargo, la comparación se hace inevitable y ya dio la vuelta al mundo.
Por eso, el ingeniero nuclear pone blanco sobre negro: “el accidente de Chernobil fue en un reactor muy distinto al de Fukushima. La Unión Soviética tenía unos pocos reactores de tipo RBMK, que se caracterizaban por tener muchas propiedades deficientes: si se intentaban detener y no se hacía en condiciones muy controladas, se aceleraban. En lugar de tener agua alrededor, tenían grafito. Por otra parte, la central ucraniana estaba manejada por un jefe político y no técnico. Como estaban haciendo un experimento, desconectaron todos los sistemas de defensa automáticos. El único resguardo que tenía por fuera era poco más que un tinglado. Al acelerarse el reactor se hizo una explosión de vapor, el grafito prendió fuego, tirando al aire partículas radioactivas. En cambio, en la central de Japón los reactores soportaron bien el terremoto, se cortaron los mecanismos que debían cortarse en el momento preciso, entraron a funcionar los sistemas de emergencia, pero estos sistemas son grupos electrógenos de gran escala que funcionan con diesel. Cuando llegó el tsunami los inundó, lavó el combustible y sacó de funcionamiento éstos y hasta el tercer sistema de seguridad”.
“Otro punto importante a diferenciar es el manejo de la situación. El accidente de Chernobil se produjo en plena época de comunismo duro. Durante las primeras semanas el gobierno soviético mantuvo un gran hermetismo en la información. Todo lo contrario sucede en Fukushima, en donde nos vamos enterando en forma casi directa de lo que sucede”.
Perfil
* Nombre completo: Néstor Patiño.
* Estado civil: prefiere no responder.
* ¿Qué lee? Libros de temas reales, que describan todo lo que hay en el mundo: economía, física, biología. Evolución de la sociedad, de la vida, el universo, temas de genética. No hace falta que sean libros científicos pero sí de conocimiento general.
* ¿Qué escucha? Música de los 80, 90 y 2000. No soy consumidor de programas radiales, prefiero aprovechar el tiempo en escuchar música.
* ¿Qué ve?: Discovery Channel, Nacional Geographic, y noticieros.
Publicado en el El Nuevo Diario -viernes 25 de marzo de 2011-