La progenitora de los mellizos y la madre de la mujer, ponen en duda la forma en que la cantante recibió a los pequeños. Después de tres años de silencio, Claudia decidió hablar sobre esta situación. Cuenta que en 2005, milagrosamente, tuvo a su hijo Emilio. Pero, por sus dificultades para ser madre biológica, desde siempre junto a su esposo, pensaron en la adopción.
“Siempre le digo a mis hijos: Ustedes son los únicos que pueden pedir que no cante más”, dice Claudia Pirán y cuenta que su anhelo de ser madre es anterior al de ser cantante. Por su enfermedad –osteogénesis imperfecta, que se conoce como “huesos de cristal”-, siempre supo que no iba a ser fácil tener hijos biológicos y por eso, desde que estaba de novia con su esposo, Martín Pereyra, ambos ya pensaban en la adopción. Contrario a todos los pronósticos, la artista describe como un milagro que en 2005 llegara Emilio, su primer hijo biológico. En 2012, le entregaron en guarda mellizos de apenas unos meses de vida. Fue por este último hecho que Claudia estuvo en el ojo de la tormenta esta semana.
Después de tres años, por primera vez, la cantante habló públicamente sobre la situación que vive con los mellizos, de quienes aún no tiene la adopción legal. A pesar de que hasta ahora había sido cautelosa, explica que decidió hablar y responder a los dichos de la progenitora de los pequeños y de la madre de la mujer, quienes ponen en duda cómo los niños llegaron a estar bajo su cuidado.
Sobre el conflicto también se expresó la jueza de Menores María Julia Camus, a cargo de este caso. Camus dijo que en noviembre pasado los Pereyra pidieron la guarda definitiva de los mellizos y que está esperando informes sobre el vínculo que han generado los pequeños con los mayores. Expresó que hasta ahora las devoluciones de los estudios han sido positivas y que si eso se repite podría darles la adopción.
-¿Por qué decidiste hablar con Cadena 3 sobre la situación?
-Todo se expone de manera mediática, cosa que yo venía evitando desde hace tres años, porque su progenitora empieza a mandar tweets a los medios. Hace mucho tiempo que vienen con el tema de los medios y yo jamás contesté, pero esta vez junto con mi abogado, el doctor Schiavi, y mi esposo, Martín, decidimos hablar porque esto se trata como si fuera una cuestión personal mía con la progenitora de mis hijos.
-¿Y no es así?
-Yo no tengo nada que ver en ese sentido. Las decisiones acerca de dónde están los niños y por qué las toma una jueza que es absolutamente competente y conoce el caso a la perfección, María Julia Camus. Tengo mi plena confianza en que siempre va a priorizar el bienestar de los pequeños. Lo demás es una cuestión personal, de la cual no me puedo hacer eco porque no me corresponde. Nosotros hoy somos una familia, tenemos un amor enorme, tanto nosotros como Emilio. Lo demás son tiempos de la justicia, todo está dentro de un expediente, que cuenta la historia exacta de por qué los niños llegan a una institución como el hogar Santa Lucía.
-¿Todavía no tenés la adopción legal?
-No, estamos esperando la guarda preadoptiva. Tenemos carpeta de adopción desde 2004. Es de público conocimiento que Emilio fue un milagro y con Martín siempre tuvimos la idea de una adopción. Esa carpeta se actualizó y hemos hecho todo un camino legal como merecen nuestros hijos. Lo demás es cosa de grandes, que a veces hace que la felicidad de los niños se ponga en riesgo.
-¿Cuándo los recibís?
-Yo no los recibí, a mí me los entrega la Dirección de Niñez. Después la jueza autoriza que los niños estén bajo nuestro cuidado, hicimos las visitas al hogar, donde hay informes, como cualquier papá adoptivo. Lo demás es una decisión que ya ni siquiera depende de nosotros, no quiero ni pensar en eso… Vivimos un día a día pensando en cuidarnos, en darnos lo mejor.
-Cuando te entregaron los mellizos, ¿te imaginabas que ibas a pasar por esta situación?
-Todos los procesos adoptivos tienen en algunos casos complicaciones, nosotros siempre estuvimos dispuestos porque los amamos desde el primer día. Hoy ellos tienen una familia que los va a defender y cuidar, pase lo que pase.
-¿Cómo vivís está experiencia: elegirlos a ellos como así también en su momento tus papás te eligieron a vos?
-Me siento muy feliz y mi elección de amor es ante un montón de situaciones personales, habladas con Martín desde el noviazgo. Es una decisión tomada desde que nos conocemos porque los pronósticos para mí no eran de una maternidad biológica. Esto fue una decisión de mucho antes que yo empezara a cantar, por eso lo que más puedo hacer es amar a mis niños, sin pensar en nada porque todo lo que uno por ahí teme retacea el amor o lo hace frágil.
-Entonces, mientras crecía tu sueño de ser cantante también lo hacía el anhelo de ser mamá.
-Si, por supuesto, tener una familia, ser una mujer completa, desde muchos aspectos, más teniendo el ejemplo de mi madre y padre. Siempre le digo a mis hijos “ustedes tres son los únicos que pueden pedir que no cante más”.
-¿Por qué creés que la progenitora y su madre están reclamando en los medios?
-No lo sé. Cada uno utiliza los recursos que cree le van a colaborar para algo. Yo prefiero los de la justicia. Soy un actor más de esta situación donde respondo al mandato de la justicia. Lo demás son supuestos, agresiones, cosas que he pasado por alto porque no creo que sean pertinentes ni un buen ejemplo para ellos.
-¿Cuál es tu miedo más grande?
-No tengo miedo porque no se hizo nada de lo que haya que temer. Considero que la jueza es una persona competente y que tanto ella como nosotros estamos pensando en lo mejor para ellos. Lo demás está todo dentro del expediente que es público y cualquiera puede consultar por qué, cómo y cuándo sucedieron las cosas.
-¿Qué te sostiene para seguir?
-Mis hijos, mi familia, y aún si la justicia dijera lo contrario somos una familia. Desde pequeñitos los amamos, hemos hecho todo y vamos a ser todo para que sean felices. Aun cuando sea para nosotros más difícil, ellos tienen que estar bien, los tres. Vamos a hacer todo lo posible para que esto siga así.
LO QUE DICE LA FAMILIA BIOLOGICA
El Nuevo Diario se comunicó con la madre de la progenitora de los mellizos, Eva Guardia. En la conversación, no reproducible por los comentarios agresivos, la mujer expresó que no entiende por qué les quitaron los pequeños. Contó que su hija, Silvia Ocampo, tenía problemas con las drogas, que tuvo intentos de suicidio pero que ella estuvo dispuesta a cuidarlos. Agregó que ahora su hija está recuperada y que incluso colabora en el Hogar San Benito, donde hizo su tratamiento por adicción. Tanto Silvia como el padre de los niños, Oscar Gómez, tuvieron problemas de adicción y estuvieron presos. Ahora ambos quieren demostrar que están recuperados para volver a tener la tutela de sus hijos. Será la jueza Camus quien deberá resolver con quien quedarán los mellizos.
NOTA PUBLICADA EN EL NUEVO DIARIO EL VIERNES 10 DE JULIO DE 2015